sixteen
Soobin había hablado con Jisu acerca de un viaje de negocios que tendría con su padre a Japón.
ㅡSi las cosas salen bien, la empresa podía expandirse por allá. ㅡmenciona con emoción.
Jisu también se puso contenta en aquel momento, pero ahora, sin razón alguna, tenía una enorme preocupación en su interior. No sabía que era, pero yacía en su pecho, atormentandola.
A la semana siguiente, Soobin regresó y le pidió salir en la noche, le dijo que sería una ocasión especial. Creyó que se trataría sobre aquel viaje.
El chico pasó por ella a su casa y después fueron a un restaurante algo caro. De verdad que Jisu estaba feliz de ser alguien con el buen habito de ahorrar.
La cena fue linda, Soobin habló sobre lo increíble que era Japón y Jisu sobre las cosas que había aprendido en clases, así como las aventuras de sus roomates y de qué la próxima semana iría a observar un juicio.
Al llegar el momento de pagar la cuenta, Soobin habló:
ㅡNecesito decirte algo.
Jisu lo miro interrogante. Sus presentimientos era reales, algo no muy bueno iba a pasar.
ㅡJisu, la verdad es que disfruto pasar tiempo contigo y no es sorpresa para nadie lo mucho que me gustas. Quisiera que lo nuestro se hiciera algo más formal. ¿Quieres ser mí novia? ㅡpregunta tomando su mano.
Jisu sonríe llena de alivio y felicidad.
ㅡSí.
Soobin se acerca a ella y le da un beso rápido en los labios.
El regresó a la casa de Jisu fue tranquilo y lleno de sentimientos entre ambos.
Al despedirse, lo hicieron con un beso más largo, que seguía demostrando lo mucho que estaban felices de aquella situación.
Jisu entró a la casa, encendió la luz y observó las figuras de sus amigas al lado de la ventana con caras de sorpresa.
ㅡ¡Dios, me dieron un susto! ㅡexclama, llevando su mano a pecho.
ㅡ¿Y ese beso? ㅡpregunta Ryujin.
ㅡ¿Ya son novios? ㅡahora habla Yuna.
Jisu asiente. ㅡMe lo pidió hoy y dije que sí.
Las cinco dan brinquitos de emoción mientras chocan sus manos y gritan con alegría.
Todas felicitan a Jisu y ella agradece.
Ese día, movieron el sillón hacia la pared para hacer más espacio y llevaron los colchones a la sala para dormir todas juntas ahí.
Las cinco se fueron a dormir con el único pensamiento de que no era normal querer tanto a un grupo de chicas que apenas ibas conociendo, pero con ellas así fue. Todas esperaban que las chicas que estaban solteras encontrarán a alguien que las quisiera tanto como ellas se querían las unas a las otras.
Aunque, eso podía llegar a ser algo imposible.
Ryujin llegó con una sonrisa al lugar de Haneul. En el mostrador, yacía la pequeña Eunchae, quien al verla, también sonrió.
ㅡ¡Unnie! ㅡexclama, abrazándola.
A Ryujin no le gustaba mucho el contacto físico que no viniera de Chaeryeong o su madre, pero podía hacer una excepción con esa niña.
ㅡBienvenida, cielo. ㅡHaneul salió de la cocina acompañada de Yujin.
Estar ahí la hacía feliz, se sentía como en una familia.
Desde que su padre los dejó no se había sentido así con mucha gente, solo con Chaeryeong, pero ahora, con la llegada de Yeji, Jisu, este lugar y sí, también Yuna, se sentía en un hogar, aquel hogar cálido que siempre quiso.
ㅡA trabajar. ㅡmurmura, caminando hacía la pequeña mesa de recepción.
ㅡUnnie, necesito tú ayuda para matemáticas. ㅡEunchae se acerca a ella con su libro escolar en mano.
Ryujin sonrió una vez más y asintió.
A ese paso, su cara terminaría entumecida.
Cuando el turno de Ryujin terminó, Sunwoo llegó como era de esperarse, sin embargo, Shin no se fue, se quedó a conversar un poco más.
Escuchó las aventuras de aquellos hermanos y todas las travesuras que hacían de pequeños. Pobres de sus padres.
ㅡ¿Y tú, noona? ¿Qué hay de tú hermano y de tí? ㅡpregunta Sunwoo.
ㅡBueno, no hay mucha diferencia a lo que ustedes me han contado, solíamos hacer muchas travesuras también. Recuerdo que una vez me atraparon tomando agua del inodoro con una cuchara. ㅡmenciona Ryujin.
Todos estallan en carcajadas, incluida ella.
ㅡLa verdad es que admiro a mi madre, tuvo que aguantar todo eso ella sola. ㅡmurmura.
ㅡ¿Tú padre falleció? ㅡpregunta Haneul.
Ryujin niega. ㅡOjalá. Nos dejó.
Todos se quedan en silencio. Los divorcios y ese tipo de cosas no eran algo de lo que se hablará con naturalidad, y cuando se hacia las reacciones eran justo así.
ㅡY nosotros alardeando de nuestro padre. Lo sentimos. ㅡmurmura Sunwoo.
ㅡNo lo hagan, ustedes no tienen la culpa de que ese estúpido hombre sea un cobarde. ㅡRyujin le da unas palmadas en la espalda al chico.
ㅡDijo "estúpido". ㅡEunchae hablo bajito.
ㅡ¡Oye! ㅡsu madre le da un leve manotazo en el brazo. ㅡTú no digas esas palabras.
Eunchae hace un puchero pero no responde a su madre.
Al llegar a casa, Ryujin no podía dormir, su corazón estaba lleno de tristeza y envidia. Si su padre no hubiese sido un idiota...
Abrió los ojos al sentir peso sobre su cama. Chaeryeong se había metido entre sus sábanas para después acurrucarse a su lado.
ㅡ¿Qué tienes? ㅡpregunta besando su hombro.
ㅡNada, solo pensaba en mí padre.
Chaeryeong frunce el ceño.
ㅡ¿Estás enferma?
ㅡClaro que no. ㅡRyujin se ríe.
Chaeryeong continuo besando su hombro y después continua con su cuello, pasando sus piernas alrededor de la cintura de Ryujin.
ㅡ¿Y si mejor piensas en otra cosa? ㅡsugiere, metiendo sus manos en la blusa de la pijama de Ryujin.
Shin alzo una ceja y después sonrió
ㅡ¿Ya todas están durmiendo cierto?
Chaeryeong asiente.
ㅡ¿Y la puerta está cerrada?
Otro asentimiento.
Y entonces, ambas se metieron bajo las cobijas.
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