Más de dos meses habían pasado desde que comenzaron a vivir juntas y sentían que la felicidad les podía durar para siempre.

Su salidas a comer, al cine, al parque o a los mercados nocturnos que se extendían por las calles cercanas a su casa se habían hecho más recurrentes cada que regresaban de la escuela. Eso si, no descuidaban sus estudios, y no por miedo a sus padres, sino por miedo a Jisu, quien las cuidaba como si fuera su madre.

Por cierto, las cosas entre ella y Soobin pareciar marchar bien. Ya habían salido un par de veces y encajaban bastante bien en todo. Jisu sentía que por primera vez en mucho tiempo estaba dándole a su corazón lo que tanto había anhelado: Un buen hombre que la amara como se lo merecía.

Y al parecer, Jisu no era la única que tenía a un enamorado, pues Yuna no paraba de hablar de un muchachito de su facultad que estudiaba música y que además tenía una banda donde era el guitarrista. Su nombre era Choi Hyunsuk.

ㅡMmm, pues parece que los Choi nos persiguen. ㅡdice Ryujin tras notar que el apellido de ambos chicos es el mismo.

ㅡ¿Y cuántos años tiene? ㅡpregunta Chaeryeong a Yuna.

ㅡEstá en último año, así que 24. ㅡdice Yuna encogiéndose de hombros.

ㅡEs incluso mayor que Yeji y yo. ㅡobserva Jisu.

ㅡSolo son cuatro años, no es mucha la diferencia. ㅡdice Chaeryeong.

ㅡDe hecho sí. ㅡinterviene Yeji. ㅡYuna recién sale de la preparatoria, de la adolescencia, y él ya es un hombre seguramente más experimentado. Creo que deberías tener cuidado.

Yuna suspira. ㅡNi si quiera he hablado una sola vez con él, dudo que me conozca. No hay de que preocuparse.

Yeji tuerce los labios pero asiente confiando en la menor.

Aunque no lo parezca, incluso dos años de diferencia pueden ser abismales si te pones a analizar lo que se vive a una edad y lo que se vive a otra, más cuando todavía eres joven. Es decir, si tomamos el ejemplo de Yuna y Hyunsuk, cuya diferencia es de cuatro años nos daremos cuenta que si se hubiesen conocido un año antes sería extraño porque, ¿qué haría una niña de preparatoria con un universitario pronto a graduarse? Tal vez ya no se notaba tanto porque ahora ambos estaban en lo mismo, pero si le preguntas ciertas cosas sobre ciertos temas a cada uno te darás cuenta de que uno sabe más que el otro.

Yeji no quiere que alguien se aproveche de la inocencia de Yuna. Quiere que la menor viva las cosas a su tiempo con alguien igual a ella.

Yuna y Somi caminan a la cafetería mientras compartían ideas sobre los nuevos diseños que venían a sus mentes. Al ir tan distraídas no se percataron de que un grupo de chicos caminaban hacia ellas y Yuna terminó estampandose contra uno.

ㅡ¡Lo siento! ㅡexclamó el que chocó contra Yuna.

ㅡNo pasa nada, yo estaba distraída. ㅡdice negando y acomodando su cabello.

Hubo un silencio durante unos segundos hasta que aquel joven volvió a hablar.

ㅡSoy Kim Younghoon, por cierto. ㅡdice extendiendo su mano.

ㅡAh, Shin Yuna. ㅡresponde estrechando sus manos.

Somi sonrie con picardía mientras intercambia miradas de diversión con los amigos de Younghoon.

ㅡUna vez más me disculpo. ㅡrepite. ㅡY si necesitan algo, estoy en la facultad de humanidades.

Yuna asiente con una sonrisa, mientras que Somi finge agradecimiento. "Necesitan", uy sí. La pelirrosa puede sentir cuando no es incluida en algo.

El par de amigas continúan caminando con total naturalidad, cosa que Somi no puede permitir por lo que decide hablar sobre lo ocurrido.

ㅡEra muy guapo y se veía de nuestra edad. ㅡmenciona.

ㅡSí, ¿y? ㅡYuna toma asiento en una mesa mientras revisa sus apuntes de clase.

Somi la mira con incredulidad mientras le da una mordida a la barra de proteína que se había comprado minutos antes.

ㅡ¿Cómo que "y"?

ㅡYa estoy interesada en alguien más.

ㅡAh, sí ¿quién?

ㅡChoi Hyunsuk.

Yuna podía jurar que el mentón de Somi estaba a nada de desprenderse con lo mucho que abrió la boca.

ㅡ¿El guitarrista de esa banda de vagos de último año? ㅡsusurra con disgusto.

ㅡNo es un vago.

ㅡNo lo conoces.

ㅡSé más de él que de Younghoon, por lo menos.

Somi truena la boca ante tal afirmación contra la que no puede refutar nada. No dijo nada más y se limitó a terminar su barra y jugo de naranja.

Lo que sea, no podía intervenir incluso si Hyunsuk le daba malas vibras; Yuna debía aprender sola sobre la vida y el amor.

Aunque, tomando en cuenta que sus padres nunca la dejaron tener novio, ¿sería capaz de resistir a lo que viene?

Jisu había recibido un mensaje de Soobin para salir una vez más al cine. No pudo evitar que una sonrisa deslumbrante saliera de sus labios al leerlo.

Soobin de verdad la hacía feliz a pesar de recién estarse conociendo. Era como el hombre ideal con el que ella de pequeña imaginaba casarse. Pero claro, pensar en matrimonio todavía era muy pronto, de hecho, cada que tenía un nuevo novio evitaba pensar en eso porque una nunca sabe, ¿qué probabilidad hay de que en verdad te quedes con esa persona?

Respondió afirmativamente el mensaje de Soobin y siguió caminando hasta su siguiente clase.

Cuando llegó al salón se sentó al lado de su amiga Miyeon, quien desde que la vio le hizo señas.

ㅡTe ves feliz, ¿pasó algo bueno o es por Soobin? ㅡpregunta Miyeon con una sonrisa. Jisu solo hace un sonido con la boca mientras abre sus libros. ㅡEse hombre te tiene loca.

ㅡEso es una exageración. ㅡJisu no cree que las cosas sean así.

ㅡDe verdad. ㅡ exclama Miyeon golpeando sus manos contra la mesa. ㅡNunca te había visto así.

ㅡNo digas tonterías. Ya sabes que yo no creo en esas cosas de enamorarse rápidamente de alguien. Soobin me gusta, mas no lo amo. ㅡfinaliza.

Miyeon tuerce los labios pero no insiste más. A veces se pregunta como una fanática del romance como ella pudo terminar como amiga de una aguafiestas como Jisu. Aunque en verdad no importaba, la quería así de amargada.