Yuna iba saliendo de casa, ese día sus clases iniciaban un poco después que las del resto.

ㅡOh, buenos días señorita Yuna. ㅡla casera se encontraba en el patio delantero regando algunas plantas. Su voz sorprendió a Shin.

ㅡAh, ajumma, ¿qué hace por aquí? ㅡpregunta.

ㅡVenía a ver a mis plantitas, la señorita Chaeryeong me prometio que iba a cuidarlas y veo que está cumpliendo su promesa, sin embargo, extraño a mis hijas.

Yuna asiente sin comprender mucho como te puedes encariñar con una planta.

ㅡ¿Qué tal su estadía aquí?

ㅡBastante bien. Todas nos llevamos bien a pesar de todo, y la casa es muy bonita, no hay quejas de mi parte. ㅡresponde Yuna.

ㅡMe alegra oír eso. ㅡla mujer sonríe con sinceridad. ㅡTodas ustedes me hacen recordar a mi juventud.

La mirada melancólica de la mujer llama la atención de Yuna, sin embargo, se le hacía tarde.

ㅡLo siento, ajumma, pero me tengo que ir. Si usted quiere puede pasarse por aquí este fin de semana, déjeme invitarle una taza de té.

ㅡOh, no hace falta.

ㅡEn serio. ㅡinsiste la menor.

La mujer la mira unos segundos y después asiente.

ㅡBien, puedo el domingo después de ir a la iglesia, como a la 3:00 p.m.

ㅡEl domingo a las 3:00 será. Con su permiso. ㅡYuna hace una reverencia y se marcha.

La caseta observó a Yuna marcharse y suspiró. La juventud... Tan bella y peligrosa al mismo tiempo.

Las clases pasaron relativamente rápido para Yuna. Para su mala suerte, ese día no compartía ni una sola clase con Somi, por lo que se sentía algo solitaria.

Caminó por el campus para tomar algo de aire. Historia de la moda era algo difícil para ella ya que la Historia nunca había sido lo suyo, asi que estar afuera un rato la relajaba.

A lo lejos, pudo ver a Ryujin con su grupo de amigos. Quiso acercarse a saludar, pero finalmente no lo hizo, si a Ryujin no le agrada demasiado, duda que a sus amigos les agrade también.

De repente, alguien golpea la parte trasera de su rodilla, haciéndola tropezar.

ㅡVaya que eres algo torpe, quizás por eso eres rubia. ㅡhabla Hyunsuk.

ㅡ¿Qué? ㅡYuna lo mira mal, ese comentario fue muy grosero. ㅡPero si tú también tienes el cabello rubio.

ㅡHum, estaba pensando en pintarlo de rojo está vez, ¿cómo me vería?

ㅡTe quedaría bien, supongo. ㅡen ese momento, Yuna no tenía ganas de hablar con él a menos que le aclarara lo de su supuesta cita.

ㅡTú te verías increíble con un tono de cabello natural. ㅡsugiere él.

ㅡEso es natural.

ㅡPara las blancas. La mayoría de los asiáticos no tenemos esos genes.

Yuna toma su cabello entre sus dedos. Se lo tiñó justo antes de mudarse, quería tener una imagen más madura para la universidad. A ella le gustaba... Pero a él... no mucho. 

ㅡComo sea, respecto a nuestra cita.

Al mencionar aquello, el rostro de Yuna cambio a uno de entusiasmo y por fin le puso la suficiente atención.

ㅡ¿Qué te parece el fin de semana? Creo que el domingo por la tarde sería bueno.

Yuna se mordió el labio.

ㅡ¿Por qué no mejor el sábado? ㅡdice.

Hyunsuk la mira como si estuviese loca.

ㅡYuna, los sábados tengo ensayos con mi banda.

ㅡ¿Y si lo mueven para el domingo?

ㅡOye, si lo tenemos en sábado es porque ese día todos pueden estar ahí, no podemos moverlo. ㅡYuna iba a decir algo más, pero fue interrumpida. ㅡY ni se te ocurra decir que lo cancelemos porque no será posible.

Yuna ya no dijo nada más.

ㅡEntonces el domingo en la tarde.

ㅡEs que no puedo, invite a la casera a pasa la tarde juntas-

ㅡ¿Qué? ¿La mujer que te renta la casa? ㅡYuna asiente. ㅡ¿Quieres que cambie la fecha de nuestra cita o mis compromisos por una anciana?

Yuna lo mira con sorpresa. ㅡNo dije eso, solo creo que debe haber algún otro momento. Además, no hables así, hay que respetar a los mayores.

ㅡTsk... Que infantil eres.

Yuna no supo que decir en ese momento. Nunca había imaginado que Hyunsuk tuviera esa clase de comportamiento.

ㅡPensemos bien que hacer, todavía tenemos unos días. Te veo después.

Y se marchó. Sin embargo, en el fondo, Yuna no sabía que ese "pensemos bien" era más un "piénsalo bien".

Al llegar a casa, fue directo al baño para darse una ducha, pero antes se miro en el espejo del baño durante un rato. Tal vez el cabello se le veía mejor antes... O quizás debía probar un color más ardiente.

ㅡ¿Estás bien, Yuna?

La voz de Yeji la sorprendió, haciéndola salir de golpe del baño. La mayor se preocupo al no escuchar agua caer.

ㅡEstoy bien. ㅡmurmura.

Yeji asiente con algo de duda y después comienza a caminar directo a la sala.

ㅡEspera, unnie. ㅡYuna la detiene y Yeji regresa su mirada a ella. ㅡ¿Crees que el rubio me queda bien?

ㅡClaro, pareces una muñeca.

Yuna sonríe, aunque en realidad, esas palabras no significaban mucho si venían de Yeji y no de Hyunsuk.

ㅡ¿Crees que me vería bien si me tiñó el cabello de negro?

ㅡ¿Es posible luego de haberlo tenido rubio?

ㅡPor supuesto. ㅡJisu aparece detrás de Yeji. ㅡPero lleva mucho tiempo, ¿por qué?

ㅡQuiero regresar a mi cabello natural. ㅡhabla la menor de todas.

ㅡPero si te ves muy bonita así. ㅡdice Jisu.

ㅡPero ya me aburrí de este cabello.

ㅡDebiste pensarlo mejor antes de teñirlo. Ahora báñate rápido si no quieres que Ryujin se moleste. ㅡfinaliza Jisu.

Jisu en serio parecía una madre.

Al día siguiente, Ryujin llevó a Yeji al local de la señora Park, le invitó comida y le habló de lo increíble que era ese lugar y que si quería trabajar ahí no se arrepentiría. La verdad es que Yeji estaba pensando seriamente en trabajar para ayudar a sus padres, pues nuevamente estaban teniendo algunos problemas con el dinero.

Ambas hablaron con Haneul, y la mujer les dijo a Yeji que si de verdad aceptaba trabajar ahí, podría hacerlo como mesera. Yeji, por supuesto que aceptó, y fue así como en los siguientes días el par de amigas ya estaba trabajando ahí.

Justo como pasó con Ryujin, Yeji fue bombardeada por Eunchae con preguntas sobre su vida. Sin embargo, a diferencia de Ryujin, Yeji no era capaz de responderlas. Shin noto esto y le pidió ayuda a Eunchae para distraerla y que dejase a la mayor en paz.

Saliendo del trabajo ambas caminaron a la parada de autobuses, y una vez solas, Ryujin habló:

ㅡ¿No te gustan los niños?

Yeji se sorprendió y la miró de reojo.

ㅡBueno, ella no es una niña ya... Pero, no es que no me gusten, nunca he convivido con gente tan menor, además, no tiene nada que ver con que no le haya respondido.

ㅡ¿Entonces? ㅡRyujin enciende un cigarro y comienza a fumar. Yeji observa con detenimiento el cigarrillo.

ㅡNo me gusta que me hagan muchas preguntas, me agobia. Más cuando a gente tan enérgica como Eunchae. ㅡsuspira. ㅡSiento que me ahogo.

Ryujin la miró con atención, provocando una risa nerviosa por parte de Yeji.

ㅡEs que siento que no tengo nada interesante que contar.

ㅡBueno, creo que es interesante que pienses así de ti misma. Es muy raro.

Yeji miro durante unos segundos a su amiga y después suspiro viendo al cielo. Lo sabía.