seven
Ese día, Ryujin y Chaeryeong habían terminado sus clases temprano así que acordaron verse en una pizzería que a amabas les gustaba mucho.
Chaeryeong entró al establecimiento y con su mirada buscó a Ryujin, quien al verla entrar le hizo señas de inmediato.
Ambas sonrieron en cuanto sus miradas se encontraron.
Seguían teniendo ese mismo sentimiento de cuando iniciaron su relación.
Era el inicio del primer semestre en la universidad por lo que ambas habían rentado una casa que quedará cerca de la universidad. Fue un gusto saber que vivirían con alguien más y que, por ende, la renta se dividiría y pagarían menos. Cuando se conocieron, ambas pensaron en la otra como una simple roomate, sin embargo esa visión cambio el primer día de clases.
Chaeryeong estaba perdida. La universidad era enorme y no entendía la simbología de los mapas que había así que de alguna u otra manera terminó en la facultad de ingeniería, más exactamente en el salón en el que Ryujin tuvo su primera clase.
ㅡ¿Por qué llega tan tarde? ㅡpreguntó el profesor.
Chaeryeong iba a responder que lo sentía hasta que notó a su compañera de casa en uno de los asientos.
Ahí no era la facultad de medicina.
ㅡLo lamento, me confundí. ㅡdijo haciendo una reverencia y dispuesta a correr en busca de su verdadera facultad.
ㅡYa decía yo que una delicia como tú no podría estudiar aquí. ㅡexclamó uno de los estudiantes.
Chaeryeong se quedó helada.
Nunca había escuchado que alguien se refiriera a ella de esa forma tan obscena. Aquel comentario se le hizo tan incómodo e innecesario, pero debido a las risas de los demás alumnos hombres no fue capaz de defenderse.
Tal vez se reían porque era un cumplido y no era la gran cosa, pero el tono con el que aquel joven había mencionado eso fue tan sucio que la hacía querer llorar.
ㅡ¿Qué mierda dijiste, imbécil? ㅡaquella voz sacó a Chaeryeong de su trance, volteando hacia la dueña de esta.
ㅡ¿Celosa de que no te lo haya dicho a ti, marimacha?
Más risas se escucharon en el aula. Cómo siempre, de varones.
ㅡNadie quiere tus asquerosos piropos.
ㅡNo haga tanto escándalo, señorita, solo fue un cumplido. Ni si quiera la muchachita aludida está haciendo drama. ㅡdijo el profesor.
ㅡ¿Qué fue lo que dijo? ㅡRyujin miró mal al profesor. Claro, hasta la máxima autoridad ahí era un tipo así.
ㅡNo importa, Ryujin-ssi. Yo ya me voy. ㅡapenas si Chaeryeong pudo decir aquello, la mirada depredadora de aquel chico de hace un momento la incomodaba demasiado.
ㅡ¿Te perdiste? ㅡpreguntó Ryujin, levantándose de su asiento y caminando hasta Chaer. La contraria asintió.
ㅡYo te puedo acompañar a dónde lo necesites. ㅡdijo el imbécil.
ㅡNi en tus mejores sueños. ㅡexclamó Ryujin. ㅡYo lo haré.
Shin tomo su mochila por si no regresaba a clase antes de que está terminará y después regreso con Chaeryeong, quitándole su bolso y protegiéndola de la mirada de aquel chico.
Chaeryeong nunca se había sentido tan protegida como en ese momento.
ㅡNo tiene mí permiso, es mejor que un hombre vaya con ella. ㅡdijo su profesor.
ㅡNo voy a dejar que un maldito acosador vaya con ella.
ㅡLe repito, no tiene mí permiso, y si desobedece la voy a reprobar el resto del parcial. ㅡamenazó el anciano.
Ryujin bufo y por un momento, Chaeryeong creyó que la dejaría con aquel joven que la asqueaba.
ㅡHaga lo que quiera. ㅡfinalizó Shin, comenzando a caminar mientras protegía a Chaeryeong de la mirada de todos en un abrazo.
La menor se encogió entre los brazos de Ryujin completamente sorprendida.
Incluso si Chaeryeong era más alta que Ryujin, Shin se veía mucho más grande e intimidante que ella en ese momento.
Una vez salieron del salón y comenzaron a caminar por el patio de la facultad, Chaeryeong no podía dejar de pensar en Ryujin como alguien valiente y genial.
La volteó a ver un par de veces, sonrojándose al notar lo atractiva que lucía la contraria con el ceño fruncido y la quijada apretada debido al enojo.
¿Era correcto pensar en Ryujin de esa manera?
ㅡLlegamos. ㅡdijo Ryujin. ㅡTu salón debe estar al fondo del segundo piso.
Ryujin se deshizo del abrazo en el que habían estado envueltas todo el camino, decepcionando un poco a Chaeryeong.
ㅡToma. ㅡdijo entregándole su bolso con una sonrisa.
Un aura cálida y brillosa rodeo a Ryujin mientras sonreía. Chaeryeong nunca había visto a una persona más increíble y hermosa que Shin Ryujin. Su corazón latía con una velocidad increíble y anhelaba tanto que el abrazo de segundos atrás se repitiera.
ㅡG-gracia. No debiste hacer nada de eso. ㅡdijo Chaeryeong apenada.
ㅡNo me molesta ayudar a las chicas lindas e indefensas como tú- ¡Digo! Ah... indefensas, solo indefensas. ¡No es que seas fea! Eres hermosa... ¡Digo! ㅡRyujin ahora era la que había comenzado a tartamudear.
Chaeryeong rió con gracia y Ryujin pudo jurar que aquella risa era la melodía más hermosa que alguien podía escuchar.
ㅡDe todos modos, gracias.
Las dos se miraron durante unos segundos y fue ahí que sus corazones vieron en la contraria a alguien mucho más importante que una simple compañera de casa o amiga.
Después de eso ocurrieron algunas situaciones incómodas en las que el corazón de ambas se aceleraban como si fuesen a explotar.
Eso mismo ocurrió el día que inicio su relación.
Chaeryeong tenía planeado salir con sus amigas a una fiesta por lo que se metió a bañar. Ryujin había salido por unas cosas para un proyecto y cuando llegó a la casa se puso a trabajar en ello, sin embargo, no contaba con que Chaeryeong olvidara su toalla en la habitación.
La menor gritó a su compañera, quien de inmediato le hizo el favor de llevarle la toalla. Su error fue no tocar la puerta creyendo que Chaeryeong seguía dentro de la ducha, por lo que abrió y lo primero que vió fue a su compañera completamente desnuda.
ㅡ¡Lo siento! ㅡgritó, lanzando la toalla en el rostro de Chaeryeong para después cerrar la puerta de golpe y correr a su habitación.
No hubo ninguna palabra por parte de Chaeryeong, sin embargo, Ryujin se sentía tan avergonzada por aquello. Debió contarle a Chaeryeong sobre sus preferencias sexuales para evitar esas situaciones.
El sonido de alguien tocando la puerta sobresalto a Ryujin.
ㅡRyu, ¿estás bien? ㅡpreguntó Lee.
ㅡS-sí, todo bien. ㅡmurmuró. ㅡLamento haberte incomodado.
Ryujin abrió la puerta y vio que Chaeryeong solo estaba envuelta en la toalla.
De inmediato cubrió sus ojos con sus manos y dió la media vuelta.
ㅡNo deberías andar por la casa así.
ㅡ¿Por qué?
ㅡ¿A caso no te da miedo que una lesbiana como yo te vea? ㅡpara ese momento las lágrimas de Ryujin habían comenzado a salir.
Era estúpido llorar en ese momento, lo sabía, pero no podía evitarlo. Chaeryeong le gustaba mucho y, si esta se sentía asqueada de ella por la clase de persona que era, se le rompería el corazón.
ㅡTú no me puedes dar miedo. ㅡrespondió Chaeryeong. ㅡNo llores.
Chaeryeong volteó a Ryujin de nuevo hacia ella y sostuvo sus manos mientras limpiaba sus lágrimas.
ㅡMe gustas. ㅡsusurró Ryujin, con los ojos cerrados y los nervios a flor de piel, esperando que Chaeryeong no la golpeara o gritara de asco. ㅡNo te dije que soy lesbiana el primer día porque no creí que fueses la clase de chica en la que me fijaría, por eso mismo no supuse que fuese un problema, pero ahora siento que tal vez deba irme de aquí para no incomodarte. ㅡlas lágrimas no dejaban de salir. ㅡPerdoname, me gustas mucho.
Chaeryeong comenzó a dejar que sus mejillas se llenarán de lágrimas también.
A Lee Chaeryeong nunca le habían parecido atractivos los hombres, ni mínimamente interesantes. Cuando conoció a Ryujin entendió porqué.
ㅡTambién me gustas. ㅡconfezó.
Ryujin nego fuertemente y sin abrir los ojos todavía. ㅡNo tienes que ser amable, se que soy un fenómeno.
ㅡ¡No digas eso! Si tú eres un fenómeno yo también. Y no estoy siendo amable, me gustas de verdad. ㅡla voz de Chaeryeong había salido cortada.
Ryujin se atrevió a abrir los ojos y al encontrarse con aquellos ojos color miel llenos de lágrimas se le rompió el corazón. Había hecho llorar a Chaeryeong, ¿cómo se atrevía a cometer aquel acto tan deplorable?
ㅡ¿Por qué estás llorando? ㅡahora fue Ryujin quien comenzó a limpiar las lágrimas de Chaeryeong.
ㅡMe duele que pienses tan mal de ti misma. Yo creo que eres increíble. Además, últimamente te alejas de mí cuando estamos muy cerca... Creí que te habías dado cuenta de mis sentimientos y te daba asco por eso.
Ryujin comenzó a llorar más fuerte ante esas palabras.
ㅡNunca sentiría asco por ti.
Las dos se abrazaron hasta que el llanto de ambas cesó.
Sus corazones seguían latiendo con fuerza al sentir aquella cercanía tan íntima entre ambas. Ryujin jamás pensó que Chaeryeong le permitiría estar así de cerca de ella una vez se enterará de sus sentimientos y Chaeryeong no imaginaba que alguien la hiciera sentirse como Ryujin lo hacía.
ㅡ¿Te puedo dar un beso? ㅡpreguntó Chaeryeong. Ryujin asintió.
Ambas se separaron un poco y se miraron a los ojos, seguían rojos e hinchados de tanto llorar. Chaeryeong dirigió su mirada a aquellos bonitos labios rosados y dejo que el perfume de vainilla de Ryujin penetrara en lo más profundo de su ser. Definitivamente olía mejor que un chico.
El beso por fin fue sellado tras unos segundos. Fue suave y rápido pues Chaeryeong se separó al instante, sin embargo, Ryujin no se podía quedar así y decidió atrapar los labios contrarios una vez más, está vez profundizando un poco más y mordisqueando suavemente aquellos pétalos hermosos. Chaeryeong también olía muy bien.
Ambas acariciaron las mejillas y el cabello de la contraria durante los besos que seguían compartiendo.
Se sentían en el paraíso...
El sonido de una llamada entrante en el celular de Chaeryeong las llevó a separarse.
Chaeryeong tomó su celular de la mesa y contestó, eran sus amigas, quiénes le decían que llegarían por ella en unos minutos.
ㅡMe olvide por un momento de la fiesta. ㅡconfiesa Chaeryeong apenada.
ㅡAh, no pasa nada.
Un silencio incómodo llegó.
ㅡMe voy a cambiar. ㅡdijo Chaeryeong a lo que Ryujin asintió.
Una vez Chaer desapareció, Ryujin decidió seguir con su proyecto, pero era difícil concentrarse después de aquello.
Ryujin tocó suavemente sus labios. De verdad había besado a Lee Chaeryeong. Su estómago hizo un vuelco al recordar la sensación de los labios de Chaeryeong sobre los suyos y de como esta le acariciaba las mejillas, deshaciéndose de sus lágrimas.
ㅡLas chicas llegaron por mí. ㅡChaeryeong por fin salió de si habitación.
Ryujin la miró y no podía creer cómo es que Lee siempre se las arreglaba para verse tan bonita.
ㅡClaro. Uhm, si necesitas algo llámame. ㅡdijo Ryujin.
Chaeryeong asintió y comenzó a caminar hasta la puerta, pero justo antes de salir, regresó frente a Ryujin y en un ataque de valentía, le dió un rápido pico.
ㅡ¿Está bien que este sea nuestro primer día? ㅡpreguntó.
ㅡEstá más que bien. ㅡrespondió Ryujin con una sonrisa.
Y fue así como la historia entre ambas inició. Tal vez no era la gran cosa, pero desde el punto de vista de ambas, no era necesario tanto drama en la declaración para ser lindo y especial.
Chaeryeong fue a sentarse de inmediato junto a Ryujin, quien le dijo que ya había pedido la pizza y las bebidas.
Ellas eran felices a su manera, así que cuando se enteraron del enamoramiento de Jisu se pusieron felices. Esperaban que las demás también encontrarán a alguien que las amara como ellas lo merecían.
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