Llegado el Lunes, después de clases, Ryujin fue al local de comida de la señora Park. Cuando les contó a las chicas que a partir de ese día llegaría tarde por el trabajo la felicitaron por esa determinación de conseguir dinero por su propia cuenta. Yuna incluso le dijo que quería ser como ella. No va a mentir, eso la hizo sentir bien.

Cuando llegó al local, la señora Park la recibió con una sonrisa y le explicó lo que tenía que hacer, incluso si era algo fácil. También le presentó a su única empleada, An Yujin, una chica de preparatoria, y a su hija, quien la ayudaba en el negocio después de la escuela: Eunchae, de 15 años, por lo que todavía estaba en la secundaria.

Le contó que tenía un hijo mayor, pero lo vería más tarde debido a que él ocuparía el turno después de Ryujin.

ㅡEres muy bonita. ㅡmenciona Eunchae de repente. Al parecer no tenía nada que hacer en ese momento.

ㅡGracias. ㅡdice Ryujin, aunque suena más a pregunta.

ㅡAdemas eres delgada... ¿haces algún tipo de ejercicio o dieta? ㅡpregunta.

Ryujin frunce el ceño. ㅡNo, y no deberías pensar en esas cosas a tu edad.

Eunchae se encoge de hombros.

ㅡ¿Y qué estudias?

ㅡIngenieria mecatrónica.

ㅡ¿Tienes hermanos?

Ryujin asiente.

ㅡSolo uno. Al igual que contigo, él es hombre y mayor. ㅡresponde.

Por alguna razón, las preguntas de Eunchae no le molestan, de hecho, le dan ternura. Es como si estuviera con una bebé.

ㅡ¿Y tienes novio?

Ryujin sonrió de lado mientras pensaba en Chaeryeong. Definitivamente no tenía un novio, tenía una novia, alguien mucho mejor que cualquiera hombre.

ㅡNo. ㅡresponde tras un suspiro.

ㅡ¿Alguna vez has tenido?

ㅡNo, no me interesan.

Eunchae tuerce los labios.

ㅡNi tú ni Yujin tienen novio, que aburridas. ㅡbufa.

ㅡ¿Que hay de tí? ㅡpregunta Ryujin con gracia.

A su edad, ella también pensaba que tener novio sería como en un manga de romance o en un cuento de hadas. Hasta que se dió cuenta de que en realidad quería que dos princesas se enamorarán.

ㅡMis padres no me dejan. ㅡdice Eunchae. ㅡAmbos dicen que soy muy joven y que ya habrá tiempo para eso después.

ㅡTienen razón.

La verdad es que logró llevarse bien con ambas adolescentes. Eran graciosas e inocentes, tal y como debían serlo a su edad. Verlas le hacía pensar en Yuna. Eran igual de lindas y tontas.

Cuando el turno de Ryujin terminó, Sunwoo, el hijo mayor de Haneul llegó. Ryujin notó como Yujin se arregló el cabello y puso una sonrisa antes de que el chico entrara al local.

Por eso no tenía novio.

Ryujin se giró para verlo, riendo levemente debido al comportamiento de Yunjin.

ㅡEl es mí hijo mayor, Sunwoo. ㅡhabló Haneul.

Ryujin asintió y ambos se saludaron con una reverencia.

ㅡMe quedaré en tu lugar, noona. ㅡdijo el chico.

Ryujin asintió y se despidió de las demás.

ㅡ¡Adiós, unnie! ㅡexclamó Eunchae.

Había sido un buen primer día de trabajo.

Yuna dibujaba diseños en su habitación, pero ninguno de gustaba.

Suspiró en derrota y se tiró de pecho sobre su cama, mirando hacia su armario.

Se sentía mal.

Había aceptado una cita con Hyunsuk, pero él ni si quiera había propuesto una fecha. ¿Habrá sido una broma? No, Hyunsuk no le haría eso, no era esa clase de hombre. Tal vez no tenía tiempo en esos días. Debía ser eso.

Se tranquilizó al pensar en aquello. Pero la tranquilidad desapareció a los segundos.

Su mente reprodujo la sonrisa de Hyunsuk al ver a Younghoon aquel día de la fiesta. No quería sentirse rara al respecto, pero no podía evitarlo. Se repetían una y otra vez que era una simple sonrisa, no tenía nada de diferente.

Alguien tocó a su puerta y volteó, debido a que no tenía sentido, pues estaba abierta.

Era Yeji.

ㅡRyujin llegó, comamos todas juntas. ㅡdice sonriendo.

Yuna también sonríe y asiente. Se levanta de su cama y corre en busca de Ryujin para abrazarla. Lloriquea diciéndole que la casa se sintió sola sin ella durante esas cinco horas que estubo fuera. Claramente la respuesta que obtuvo fue un leve empujón seguido de un "¡No me toques!", pero no le importó, sabía que ella y Ryujin se llevarían bien en algún momento.

ㅡPor cierto, hace mucho que no estamos todas juntas para la comida. Normalmente Yuna y yo estamos solas. ㅡmenciona Yeji.

Normalmente Ryujin y Chaeryeong se pierden y Jisu sale con Soobin.

ㅡEs verdad, ustedes tres siempre desaparecen. ㅡexclama Yuna, señalando a las aludidas. ㅡY no mientas, unnie, tu también te escapas en las tardes, y cuando regresas no sales de tu habitación en un buen rato.

ㅡBueno, Ryujin y Chaeryeong tienen cosas que hacer, sus carreras son muy demandantes. ㅡse apresura a decir Yeji. ㅡY ya te dije que salgo a correr, me soy un baño y después tomo una siesta.

Chaeryeong y Ryujin suspiran.

ㅡBueno, es verdad. Y Jisu unnie siempre sale con su novio. ㅡdice Yuna.

ㅡNo es mí novio. ㅡaclara Jisu.

ㅡTodavía. ㅡbromea Ryujin.

ㅡ¿Por qué no saliste con él? ㅡpregunta Chaeryeong.

ㅡFue a un viaje de negocios con su padre. ㅡmenciona Jisu.

Las chicas la animan y, después, comienzan a comer.

Ya era necesario pasar tiempo las cinco juntas para ponerse al tanto de lo que les ha sucedido, incluso si no es lo más interesante del mundo.

Sin embargo, ninguna era capaz de sacar lo que más les dolía o molestaba en aquellos momentos. Por mucho que se quisieran, simplemente había cosas que no se podían decir.

Cada una tenía sus propios problemas y, mientras su amistad siguiese siendo nueva, no podían preocupar a las demás.

Tiempo después, llegarían a la conclusión de que abrir tu corazón a tiempo siempre sería mejor que guardarlo todo para ti misma.