Yeji había ido sola ese día al trabajo, pues a Ryujin le tocaba su día libre.

Todavía le costaba sentirse cómoda con la dueña y las chicas, pero sabría que poco a poco podría hacerlo, le pasó lo mismo cuando llegó a la casa con las demás.

Algo que la hacía sentirse segura era el hecho de que la señora Park era una buena jefa y la felicitaba cuando hacía algo bien.

Saliendo del local se dirigió a una tienda de convivencia cerca en busca de una leche de chocolate, era su favorita. Una vez que la consiguió se acercó a pagar. El joven que la atendió la miro durante unos segundos y después le cobró. Yeji pago rápidamente y salió del lugar.

Caminaba por las banquetas repletas de hojas secas, pensando en si debía terminar con todas las cosas que pasaban por su cabeza o hacerles caso.

Mira la leche entre sus manos y por fin la toma. Era deliciosa.

Unas inmensas ganas de llorar se apoderaron de ella y la ansiedad comenzaba a llenar cada parte de su cuerpo.

Miró a su alrededor, y cuando por fin encontró una cafetería con baño corrió hasta ella, se encerró en uno de los cubículos y saco de sus cosas algo nuevo que nunca había intentado antes. Como ya era costumbre, simplemente se dejó llevar

Su brazo dolía.

Le gustaba usar blusas de manga corta y de tirantes pero, después de eso, ya no lo veía posible.

Tras hablarlo, Yuna aceptó forzosamente cambiar sus planes con la casera y salir con Hyunsuk en su lugar, diciéndole a la mujer que no podría esa semana, sino hasta la siguiente. Se sintió mal, pero la casera lo entendió.

Fue así que tuvo un pequeño picnic con Hyunsuk, y después, ambos fueron juntos de compras a varias tiendas. La llevó a pasear por el río Han y también la invitó a comer a un pequeño restaurante con diseño gótico que cautivo sus ojos por completo.

ㅡNo sabía que conocieras lugares tan geniales. ㅡcomenta la menor.

ㅡ¿Te impresione?

ㅡSupongo.

Hyunsuk sonríe de lado. ㅡMe esforzaré cada vez más.

Yuna no puede evitar sonreír ante eso.

A pesar de todo, se la paso increíble con Hyunsuk, pues había hecho todo lo posible para que ambos pudieran disfrutar el día.

Al finalizar la cita, Hyunsuk la llevó a casa y se despidió de ella con un beso en la mejilla.

ㅡNos vemos. ㅡsusurro, ocasionando escalofríos en el cuerpo de Yuna.

Tras eso, entro a casa con un sentimiento de estar flotando entre las nubes.

Chaeryeong y Ryujin, que también habían llegado recientemente a casa la miraron con curiosidad.

ㅡ¿Estás bien? ㅡpreguntó Chaeryeong.

Yuna solo asintió medio atontada.

ㅡOye, princesa, ¿te unirás al club de cocina en la escuela?

Yuna salió de su trance y miro a Ryujin, quien la observaba con una sonrisa burlona.

ㅡNo sé cocinar.

ㅡPor eso deberías. ㅡmenciona.

ㅡMuy graciosa, ¿de que clubes hablas? ㅡpregunta.

ㅡLa universidad abrió clubes este semestre, hay varios, mira.

Ryujin le muestra el correo que recibió por parte de la escuela, dónde avisan sobre los nuevos clubes y equipos deportivos y lo que debías hacer si querías entrar a alguno. Hubo uno en particular que llamo su atención: florball.

ㅡCreo que entraré al de florball.

ㅡWoah, no tienes cara de que te gusten los deportes. ㅡdice Ryujin, sorprendida.

ㅡY tú y Yeji unnie se ven algo masculinas y eso no las convierte el unas atletas o fans de los deportes, al contrario, son demasiado flojas para esas cosas. ㅡdice. Ryujin se queda calla mientras Chaeryeong rie. ㅡAdemas, siempre me ha gustado, estuve en el equipo de mi secundaria y preparatoria. Me puso triste no verlo en la universidad, pero ahora está, así que lo intentaré.

En ese momento, Yeji entró a la casa y le contaron sobre los clubes, ella dijo que no estaba interesada en ninguno, Chaeryeong y Ryujin estuvieron de acuerdo, mientras que Jisu dijo que lo pensaría tras despertar de su siesta.

ㅡMe daré una ducha. ㅡdice Yeji, caminando a su habitación.

ㅡLlegas algo tarde, ¿sucedió algo? ㅡpregunta Chaeryeong.

ㅡPase a comprar algo para cenar en una tienda de convivencia, es todo. ㅡresponde Yeji. Mira la pared de su cuarto y después sonrie. ㅡLa arquitectura coreana es bonita.

Sus amigas la miran extrañadas, pero no le dicen nada más. Tal vez está muy cansada.

Ryujin y sus amigos hablaban tranquilamente en su mesa favorita sobre sus días y clases, cuando Jeongin llegó de repente y arruinó la calma.

ㅡCreo que me he enamorado. ㅡdijo abrazando a Soyeon, quien lo miró con asco. ㅡAyer ví a la mujer más genial del universo.

ㅡ¿Del universo? Wow. ㅡdijo Seungmin de forma sarcástica.

ㅡAsí es, imbécil. ㅡdice dándole una patada por debajo de la mesa. ㅡYo estaba cumpliendo mi turno en la tienda de convivencia cuando entro está chica como de uno sesenta y tanto, el cabello oscuro y vestía increíble, a puesto a que es súper popular. Ese maquillaje natural la hacía ver tan bonita.

ㅡ¿Y qué? ¿Le pediste su número o su dirección de correo electrónico? ㅡpregunta Ryujin.

Jeongin baja la cabeza con tristeza mientras niega.

ㅡApenas le cobre salió huyendo.

ㅡSeguro le diste miedo. ㅡbromea Hyunjin, provocando las risas de todos.

ㅡLos odio.

Sus amigos se disculpan y le aconsejan que, si la vuelve a ver, le pida su número esta vez.

¿Pero que probabilidad habría de eso?

En casa, Yeji no paraba de hablar sobre lo deliciosa que era la leche que había encontrado en la tienda de conveniencia que estaba cerca del donde la señora Park.