Capítulo 1.
La cuarta guerra shinobi había concluido, muchos valientes habían perdido la vida luchando por la aldea, y bastante niños y niñas habían perdido a sus padres por esto.
En la oficina de la hokage, ella y su asistente intentaban buscar una solución a este problema.
Shizune: Lady Tsunade, ¿que vamos a hacer?.
Tsunade: No lo sé Shizune, ¿podríamos construir un orfanato?.
Shizune: Eso costaría bastante dinero y estamos invirtiendo en la reparación de la aldea por lo de la guerra.
Tsunade: Ash, deja pensar, podríamos enviarlos a otras aldeas por el momento?.
Shizune: No es posible, esos niños no soportarían el viaje a esas aldeas y aparte dudo que esas aldeas los reciban ya que están en la misma situación que nosotros en estos momentos.
Tsunade: Entonces que hacemos!?.
Shizune: Lady Tsunade, la hokage es usted no yo.
Tsunade: Cierto.
Shizune: Lady Tsunade, no podemos dejar a esos niños sin hogar y familia.
Tsunade: Ya lo se, pero no se me ocurre ning-
La rubia se congeló por un momento pensando, y a la vez preocupando a su asistente.
Shizune: *le toca el hombro* Lady Tsunade?.
Tsunade: ¡ESO ES, EUREKA! *da un fuerte golpe a la mesa casi rompiendola*.
Shizune: E-es que?.
Tsunade: Shizune, manda a llamar a todos los Anbus, les daré un decreto que tienen que dar a los habitantes de la aldea.
Shizune: ¡Entendido! *se va de la oficina bastante confundida*.
Shizune hizo lo que le ordenaron, mandó a llamar a todos los Anbus, quienes se reunieron en la oficina de la hokage.
Anbus: Hokage-sama, ¿porque nos mandó a llamar?.
Tsunade: Quiero que entreguen un decreto a cada familia de la aldea.
Anbu: Cuál es ese decreto?.
Tsunade: Ya lo verán.
Cada anbu paso uno por uno en una fila en donde Tsunade le dio a cada uno un pergamino dirijido para cada familia de la hoja.
Por otro lado.......
En la resistencia Hatake-Umino.
Tocaron a la puerta.
Kakashi: No hay nadie!.
Volvieron a tocar la puerta.
Iruka: Ve a abrir.
Kakashi: Ash, porque yo?.
Iruka: Porque yo lo digo.
Kakashi: Y si yo no quiero?.
Iruka: Quieres otro sartenazo?.
Kakashi: Yo abro.
Rápidamente, e por miedo a recibir otro sartenazo por parte de su marido, Kakashi fue hasta la puerta y la abrió para dejar pasar a un Anbu.
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