Capítulo 67
Desde la partida de Jungkook, el sentimiento más común de Yoongi era la impotencia. El dolor de no poder hacer nada.
Esa tarde, recordó más de una vez que Jungkook le había dado un fuerte abrazo el día que se fue. Yoongi siempre imaginó que, si no se hubiera ido, definitivamente hubiese cuidado a Jungkook con firmeza después, sin perderlo nunca de vista. ¿Por qué no podía regresar el tiempo?
Si alguien le preguntara a su yo de hace catorce años: ¿Vas a llevarte a Jungkook para darle felicidad? Hubiera respondido que sí sin la necesidad de pensarlo ni un minuto. Si le hubieran preguntado al Yoongi de hace cuatro años: ¿Eres digno del amor y del alma de Jungkook? Se hubiera quedado en blanco. No sabía si su corazón estaba hecho de carne o de piedra. ¿Cómo pudo ser tan cruel con la persona más importante? Llegado a este punto, Yoongi ahora iba a ser asesinado por su propia vergüenza y sus propios errores. Él no sabía lo que iba a pasar a continuación y tampoco entendió qué podía hacer para aminorar el golpe.
Durante el día, el asistente Jung y él fueron a buscar casas cercanas para preguntar sobre las personas que vivían en la plantación. Por la noche, Yoongi durmió en el auto y vigiló el jardín de té donde había estado antes su pequeño Jungkook. En el cuarto día, hubo un cambio, y cuando Yoongi estaba a punto de darse por vencido, vio llegar a una persona.
Era Taehyung, y estaba solo.
Llevaba un rompevientos largo y negro y arrastraba una pequeña maleta que tenía en la mano. No lo había visto durante medio mes, pero estaba seguro de que no lucía de esa manera antes. Su rostro estaba más delgado, tenía unas ojeras infinitas y los ojos rojos. Yoongi no lo reconoció de inmediato, pero no pensó mucho en nada, y rápidamente abrió la puerta del automóvil y se apresuró a ir a su encuentro.
—¡Taehyung! Kim Taehyung. ¿Dónde está Jungkook? ¿A dónde fue Jungkook? ¿En qué hospital está? ¿Ah? ¡Habla! ¿Quién lo está cuidando si estás aquí? ¡Habla te digo!
El estado de Yoongi no era mejor que el de Taehyung. Lanzó todas las preguntas sin un orden coherente y con la mirada llena de furia. Taehyung tenía las pupilas fijas en Yoongi, pero no parecía que lo estuviese viendo realmente. Poseía una expresión apagada, no reflejaba odio, sino un estancamiento emocional gigante.
La mano de Taehyung se extendió en el aire, miró su palma vacía y repitió sus palabras para sí mismo:
—¿Dónde está Jungkook...? ¿Dónde está Jungkook?
La voz de Taehyung era muy ligera e increíblemente rasposa. Era como si le hubieran arrancado las cuerdas vocales de la carne.
—Se ha ido... En... En mis brazos. Yo lo tenía... Pero, poco a poco... Él estaba frío y yo...
Todo se quedó en silencio.
Yoongi tuvo un momento en el que pensó que no escuchaba bien y otro donde fingió no haber oído nada. Abrió la boca, pero no pudo salir palabra alguna de allí. En ese momento, el mundo estaba en silencio. Solo el silbido del viento barría su cara mientras se llevaba todos los colores que tenía delante. Entonces, sin aviso, Yoongi de repente corrió y agarró el cuello de Taehyung con ambas manos. Sus ojos estaban húmedos y parecía una bestia irracional. La voz de Yoongi ya ni siquiera parecía humana. Se mordió la lengua porque no podía controlar los espasmos de su boca, y cada palabra salió con sangre y dolor.
—¡Mientes! ¡Mientes! ¡Imposible! ¿No dijiste que podías cuidarlo? ¡Eres un doctor! Así... Así que me estás mintiendo. ¿Verdad? Lo escondiste, ¿cierto? Te lo ruego... No me asustes así... Te lo ruego. —Yoongi dejó de sentir las piernas y se dejó caer a los pies de Taehyung—. ¡Dime que me estás mintiendo, ya no apareceré frente a ti, puedes quedarte con Jungkook, me iré, pero dímelo!
Taehyung tomó a Yoongi del suelo y le dio una bofetada.
—¿Es divertido engañarte a ti mismo? Sé que dentro de ti sabes que se ha ido. Sé que sientes que... Él... Ya no está...
Taehyung le tomó del abrigo para sacudir a Yoongi, y pronto una marca de agua se deslizó por su mejilla. Sus emociones dejaron de reprimirse. Jungkook se había ido hace una semana, y Taehyung no sabía por qué estaba tan tranquilo e indiferente mientras lidiaba con todo el asunto. Vio con sus propios ojos como Jungkook pasó de ser una persona dormida, a un cadáver con los labios azules y luego a cenizas. La mitad de sus lágrimas cayeron esa vez y en ese momento, Taehyung se sorprendió de su propia frialdad. Pero, ahora que estaba en ese jardín otra vez, y observó el nacimiento de agua en donde los dos perros jugaron con él, y miró la silla y las mantas que seguían en la ventana del segundo piso, y las semillas que plantaron y sus libros y sus calcetas... Y el jazmín muerto, el corazón le dolió y no pudo soportar como lo había hecho hasta el momento.
Ese hombre le preguntó: ¿A dónde fue Jungkook? ¿No dijiste que podías cuidarlo? No, no pudo. De repente, no hubo manera de soportar las lágrimas. Esa fue la primera vez que lloró después de la muerte de Jungkook, y fue frente a Yoongi. Taehyung cayó, presa de infinitos temblores y Yoongi caminó hacia atrás porque a penas podía mantenerse firme. Luego, se echó a reír a carcajadas.
—No lo creo... No creo que Jungkook me hubiera dejado...
Yoongi pensó de nuevo.
«Es imposible». Pensó—. Incluso en sus últimos días no me dejó verlo...
Taehyung miró a Yoongi como si sus ojos fueran cuchillos envenenados. Respondió con voz débil.
—¿No? ¿Quién es la persona que lo mató en primer lugar?
El cuerpo de Yoongi se sacudió como si no pudiera respirar, Taehyung jadeó, y su expresión se deformó nuevamente por el llanto.
—¿Sabes con qué se fue Jungkook? ¡Solo con la ropa que usaba cuando llegó por primera vez a Daegu, y una tarjeta! ¡Una tarjeta con un depósito de 150,000! Te siguió durante más de diez años, soportando una enfermedad que lo estaba destruyendo... Y el único recuerdo tuyo era una tarjeta que tomó de tu ropa cuando se marchó... ¡Y tenía el nombre de tu amante!
Eso último me rompió aún más que todo el maldito capítulo. El próximo es el último 😭
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro