Las flores no paran de llegar a su casa,  Taehyung dejó de sostenerlo solo para ir a abrir la puerta por completo. No eran ramos, sino macetas, veinte o treinta macetas de jazmín, todas floreciendo, dejando su aroma en la sala. Taehyung ayudó al florista a mover las flores de la palangana trasera de la camioneta a la sala de estar, y Jungkook suspiró profundo mientras lo veía.

—Las... flores son muy bonitas, Taehyung.

Taehyung regresó rápidamente a su lado. El granjero y él estuvieron en contacto por más de una semana. Cada maceta de flores fue arreglada cuidadosamente, y todavía había más de una docena de macetas afuera. Jungkook estaba un poco aturdido. Miró las flores de jazmín en la sala. Tantas, que incluso habían colocado algunas sobre la televisión y en la mesa de café. Las flores estaban abiertas, y los pétalos habían logrado llenarle también las manos.

—¿Te gustan? —Taehyung sonrió y tomó la mano de Jungkook—. Aunque las flores en nuestro jardín aún no se han abierto, todavía pude traerlas aquí...

—Me... Me gusta mucho. —Jungkook abrazó suavemente a Taehyung, parecía haber un poco de humedad brillando en sus ojos—. Te estoy muy agradecido.

Nadie pensó en moverse de nuevo, estaban muy cómodos allí, juntos en el sofá. A continuación, Jungkook, que estaba fascinado por las flores, comenzó a hablar. Taehyung lo acompañó en silencio.

—Mi abuelo tenía un jazmín también... Recordé que estaba en el jardín. —Jungkook sonrió y continuó, pero el sonido era más como un murmullo—. Yoongi... La primera frase que me dijo fue que yo era muy fragante. Recuerdo que le llevé un ramito de flores al día siguiente para que oliera como yo... —Fue la primera vez de Jungkook hablando con Taehyung del Yoongi del pasado. Como siempre, su tono era amable y gentil—. Durante mucho tiempo, nuestra casa tenía una fragancia floral muy fuerte... Incluso estaba impregnada en la camiseta de Yoongi...

Jungkook guardó silencio, y las pestañas comenzaron a moverse en sus párpados como si fueran alas de mariposa.

—Cuando iba a casa... Todos los días, podía oler las flores desde muy lejos. El aroma te orientaba y te mostraba la dirección. En este momento... Creo que el aroma del jazmín es realmente el mejor olor del mundo, Taehyung. —Los ojos de Jungkook comenzaron a apagarse y la voz a penas y se abría paso en su garganta—. Pero mi abuelo estaba enfermo y murió... Y el jardín murió también dos meses después... Por eso, a nadie en mi familia le gustan más las flores.

Taehyung lo acomodó entre sus brazos y acarició suavemente su cabello negro y su delicada columna vertebral, era un gesto reconfortante...

—Gracias, Taehyung —El tono de Jungkook, era ligero. Como si flotara...— No te olvidaré... Si hay una nueva vida después de la muerte, oleré las flores de tu casa para encontrar tu pequeño jardín, y entraré a tu sala de estar... Y luego te esperaré en la puerta para que vengas por mí.

Al final, sonrió un poco.

—También quiero agradecerte, mi amor. Al parecer acumulé mucha suerte durante estos años, y por eso pude conocerte. —Taehyung besó las cejas de Jungkook—. Te amaré por siempre.

Hay dos cosas que son inevitables en la vida: La muerte y el amor. Taehyung, simplemente pudo llorar y observar cómo Jungkook lo iba dejando.

Soy lágrimas

Yo les avisé.