Capítulo 58
—Se pretendía hacer una construcción comercial y ahora, ¿Tenemos que decirle a la junta directiva que ya no quieres?
—No estamos haciendo este proyecto porque encontramos algunas cosas extrañas en los documentos. Además, la inversión estaba en la etapa inicial y no deseo continuar gastando dinero de manera desvergonzada —dijo Yoongi.
—Pero...
—Está bien. —Yoongi agitó la mano—. Ahora estoy demasiado ocupado con algo más. Tengo que ir lejos de la compañía por dos días, así que no creo llamarte por un tiempo.
Después de más de 40 minutos, el asistente Jung detuvo el auto, Yoongi ya estaba dormido para ese entonces porque no tuvo la oportunidad de descansar mucho en esos días.
—¿Señor Min?
Aunque parecía que Yoongi estaba teniendo un sueño absolutamente profundo, se despertó de inmediato al sentir que ya no había movimiento. Estaba agotado, era muy difícil mantener los ojos abiertos. Yoongi bostezó, levantó la mano y se ajustó el cuello de la camisa antes de empujar la puerta del auto.
—Si alguien te pregunta, dile que no he regresado.
Entró en el edificio de departamentos y subió por el ascensor utilizando una tarjeta de identificación. Aunque se sentía mucho más desolado en ese lugar que en cualquier otro, pensó que el peso de aquella tranquilidad sofocante podría ayudarlo a recordar porqué estaba a punto de ir por el hijo del alcalde. Yoongi no utilizó su llave, utilizó su huella dactilar y casi se obligó a arrastrarse adentro. Inexpresivo, un zombie imbécil caminando por las habitaciones, encendiendo todas las luces, y luego, aventándose de espaldas en el sofá.
Sacó un libro debajo de la almohada
Era una colección de ensayos. La página tras la pasta dura todavía tenía sus propias palabras escritas a mano. Después de que Jungkook se fue, Yoongi encontró el libro en el estudio. Recientemente, Yoongi siempre pensó en muchas cosas del pasado... En ese hoyuelo pequeño sobre la mejilla del hombre que amaba. Ese, tan tierno y tan querido que se quedaba dormido en sus brazos durante las madrugadas. Para su mala fortuna, algunas de las hermosas escenas en las que pensaba comenzaban a deformarse como si no pudiera controlar ni siquiera su propia mente. Cuando las pesadillas lo despertaban cada noche, se sentaba frente a la puerta con las rodillas pegadas a la cabeza, y sentía que todo lo que lloraba era sangre. A veces soñaba que Jimin empujaba a Jungkook por un acantilado.
La almohada de Yoongi estuvo mojada todas las noches por un tiempo. Demasiado confundido, derramó infinitas lágrimas sobre sus manos y se dijo a sí mismo que nunca podría permitirse llorar durante el día, frente a las personas. Yoongi se tragó dos pastillas para dormir con agua fría.
Tenía que dormir tranquilamente por esa noche, aún habían muchas cosas que hacer a la mañana.
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Yoongi no sabía cómo se había quedado dormido. Cuando el teléfono lo despertó temprano en la mañana, todavía estaba en el sofá.
—Señor Min, ¿tiene asuntos que atender hoy? Ya son las ocho en punto. —Le dijo el asistente Jung.
Yoongi se enderezó, sus ojos se posaron en el libro que estaba a su lado y entonces se frotó la cara. Tal vez se quedó dormido la noche anterior, mientras leía. Era muy extraño, como si su dolor le dejara espacios profundos y blancos dentro de la cabeza. En un instante, el corazón de Yoongi comenzó a doler un poco.
—¿Hoseok? —Yoongi puso suavemente el libro sobre la mesa de café y acarició la esquina con su mano—. Ven ahora y espérame abajo.
Colgó el teléfono, tomó su libreta de direcciones y comenzó a inspeccionar cada hoja con cuidado. Estaba seguro de que se había encontrado con él, una noche mientras estaban en un cóctel.
Finalmente, tecleó un número.
—¿Mmh? —Le contestó una voz masculina.
—Buenos días. Soy Min Yoongi.
—...Ya —Jackson parecía estar pensando de dónde conocía a esa persona. Finalmente, prosiguió—: ¿Pasa algo importante para que me despiertes de madrugada?
Yoongi recordó que Jackson Wang era muy joven, tenía veintitrés años de edad. Supuso que para alguien así, las ocho de la mañana se sentían como si fueran las tres de la madrugada.
—Hace algún tiempo, usted pidió mi ayuda con un caso médico. Hasta hoy, la empresa no sabe si usted está disponible para ofrecer su gratitud. Ya sabe, por publicidad. —Yoongi estaba absolutamente nervioso, pero su voz era baja y sería—. Los medios aman las historias trágicas.
—¿Qué? No es algo fácil de hacer, señor. —Jackson parece enojado—. No quiero lucrar con el estado de mi novio.
—Señor Wang... Creo que no entiende. Es un asunto meramente político, su padre puede explicarle.
—En ese caso enviaré la dirección de mi casa a su teléfono, señor Min. Cuando quieren enfrentarme, siempre optan por venir y decírmelo de frente. ¿Está bien?
Después de eso, Yoongi colgó inmediatamente el teléfono y marcó un nuevo número.
—Lee... ¿Dónde estás? Ve al Ministerio de Finanzas y retira un millón de dinero en efectivo. ¿Escuchaste? Un millón. Lo metes en una maleta y esperas a Hoseok. ¡Si te atreves a irte juro que te voy a matar!
Se escuchó el tono de un zumbido. Jackson Wang le había mandado un mensaje de texto con la dirección de su casa y Yoongi, sabía que no tenía tiempo que perder. Tras lavarse, tomó algunos medicamentos antes de bajar. Se acomodó la ropa, peinó su cabello y notó que el asistente Jung ya estaba esperando en el elevador.
Yoongi tosió un par de veces antes de disminuir la velocidad de su andar.
—Ve al Ministerio de Finanzas primero, allí está Lee. Te espera con una maleta. Cuando la tengas, llámame de nuevo. ¿Ok? —Se frotó las manos y se frotó la cara. Su rostro estaba pálido.
—Señor Min, ¿Está bien?
El asistente Jung lo vio y se mostró visiblemente preocupado. Yoongi rara vez demostraba molestias en el exterior, así que su situación debía ser muy grave.
—Estoy bien, escúchame. Te llamaré para que me recojas.
De acuerdo con la dirección detallada, era muy fácil de encontrar y podía irse caminando. Yoongi llamó a la puerta de madera y alguien pronto la abrió. Se quedó atónito por un momento.
Era un niño el que le recibió, y era muy guapo... Era difícil de decirlo con seguridad, pero basado en su pequeña cara a lo sumo tenía dieciocho años.
—¿Estás buscando... a Jackson?
El niño le sonrió cortésmente, pero estaba completamente pálido, como una hoja de papel.
Cuando Yoongi entró por la puerta, se dio cuenta de que esto iba a ser más complicado de lo que se imaginaba.
—No hay necesidad de quitarse los zapatos, simplemente venga directamente. Jackson limpiará el piso después. —El muchacho saludó a Yoongi con una reverencia y, cuando cerró la puerta, le sonrió una vez más—. Hace mucho frío afuera, ¿verdad?
La voz del niño era muy pesada, y parecía tener muchos problemas para controlar su respiración. Realmente no le gustaba la cara que se le formaba a las personas que tenían esa enfermedad. Yoongi le dio las gracias, sin embargo, permaneció en busca del hijo del alcalde. Miró para todos lados y preguntó:
—¿Jackson está ocupado?
—Está en la cocina, calentando algo de sopa.
No pasó mucho tiempo antes de que el niño se fuera y en su lugar, Jackson saliera con una taza de té entre las manos.
—Jackson Wang.
Yoongi se acercó y quiso darle la mano. Jackson no correspondió el gesto, pero le ofreció un vaso de agua también.
—Gracias por bendecirnos con su presencia, señor Min.
Yoongi se estremeció, su actitud era absolutamente pesada y le miraba como si estuviera haciéndole un favor. Aún es demasiado joven, pero la forma gruesa de sus cejas le hacían lucir como alguien mayor. Se sentaron juntos en el sofá de la sala de estar, el televisor seguía encendido y se transmitía "Tom y Jerry", el volumen no era bajo y el doblaje coreano y la banda sonora eran bastante exagerados de escuchar. Jackson, suspiró un poco avergonzado. Tomó el control remoto y lo puso en mudo.
—A Mark le encanta ver esta cosa. Ya vio este episodio una y otra vez, una docena de veces. Me hace ver el comienzo del "Rey León" y la caricatura rara esa de una vaca y un pollo.
Yoongi sonrió.
—Los niños son así, simplemente les gusta jugar juegos de video y les encanta ver viejas animaciones.
Los ojos de Jackson se habían vuelto absolutamente suaves por un momento, y existió el rastro de una sonrisa cálida surgiendo desde su interior.
—No le encantan los juegos porque siempre termino ganando. Le enseñé como podía ganar también, pero estaba tan molesto conmigo que incluso escondió mis discos. Era mejor dejar que siguiera viendo al gato y al ratón.
Yoongi sonrió suavemente, pero el corazón se le vino abajo.
—¿Cómo quiere que le dé las gracias? ¿Cuándo?
Jackson recordó su llamada telefónica y esperó pacientemente por una respuesta. Yoongi no respondió inmediatamente. Se volvió y dijo:
—¿Está mejor? ¿No ha recibido el trasplante de médula ósea?
Tenía que asegurarse de que la médula no había sido utilizada todavía. El rostro de Jackson estaba algo hundido y se mostró particularmente disgustado por la manera tan familiar con la que había mencionado a Mark.
—Ha estado muy mal últimamente, y ahora está usando un medicamento sólido para estabilizar su cuerpo. Espero que se pueda operar la próxima semana. —Jackson no deseaba conversar con Yoongi—. ¿Podemos apurarnos? Tengo que preparar las cosas para comer.
Yoongi no esperó más y lanzó inmediatamente las palabras.
Yo estaba esperando a que esos dos se agarraran a madrazos verbales, pero este no es el capítulo.
De verdad tengo miedo de terminar con esta adaptación.
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