Extras de...
El siguiente capitulo no tiene porque tener sentido, es mero humor? y entretenimiento (intento) puede ser muy random y no agradar, pero se hizo el intento (igual es Wattpad). Se contaran dos historias cortas. Espero les guste y por lo menos las haga reír una vez. Empecemos...
Extras de fiestas y regalos
¡𝘈𝘵𝘳á𝘱𝘢𝘭𝘰𝘴 𝘺𝘢!: Lᴀ ᴄᴀᴘᴛᴜʀᴀ ᴀ ᴊɪɢɢʟʏᴘᴜꜰꜰ (DG)
Era 03 de enero James Lee descansaba en lo alto de su penthouse, se encontraba leyendo algunos documentos cuando escucho un ruido algo que le resulto extraño pues nadie mas además de él se encontraba en el lugar, ya que no le gustaban las distracciones y de vez en cuando prefería pasar tiempo a solas consigo mismo en especial cuando se trataba de trabajo.
James iba a pasarlo por alto, pero de pronto un terrible escalofrió lo invadió producto del recuerdo fugaz de esa mirada sofocante ¿Cómo olvidar cuando su paz fue interrumpida por aquella persona? se estremeció un poco ante la imagen que paso por su mente.
—Ahg no quiero ni recordarlo –se tenso frunciendo el seño, tratando de desechar esas sensaciones e inquietudes.
Si continuaba pensando en ello terminaría autosugestionándose, sin embargo tampoco se quedaba tranquilo así que miro su alrededor sin despegarse de su asiento, eso basto para estar mas relajado. Definitivamente no era nada.
—Recuerda James Lee ahora todo es mas tranquilo y sin preocupaciones –se decía así mismo tratando de persuadirse de sus propios pensamientos y al mismo tiempo burlarse de ellos.
Rio devolviendo la mirada a los documentos; tras unos segundos comenzó a sentirse sediento, se levanto de su asiento en busca de cualquier cosa que calmara su sed.
Ante él dos opciones agua o whisky.
—La respuesta es obvia –se sirvió un poco en aquel vaso de cristal, dio un trago y suspiro satisfecho.
Se disponía a volver a sus documentos pendientes cuando miró una silueta frente a él.
—¿Tú eres James Lee conocido por muchos como DG, cierto?
No hubo respuesta, solo el sonido del vaso de Whisky al caer.
—Tomaremos eso como un si –otra voz dentro de la sala respondió.
James Lee volteó hacia donde aquella voz provenía, cuando otra totalmente distinta a las demás se hizo escuchar.
—No se ponga nervioso, no hay razón para que se ponga de esa forma.
¿Qué no había razón? hay tres personas dentro de su penthouse ¿Cómo podían decirle eso? era absurdo, eso fue lo que pensó inmediatamente.
—¿Qué esta pasando? ¿Quiénes son ustedes? ¿Cómo entraron?
—Nosotros –hizo una pequeña pausa, para agregar suspenso–. Somos los reyes magos.
—Yo soy Gaspar.
—Yo soy Melchor.
—Y yo Baltazar.
—¿Qué? –preguntó estupefacto.
—Ya te lo dijimos somos los tres reyes magos y venimos aquí por negocios.
—¿Negocios?
—Si.
—No estoy entendiendo.
—Nosotros llevamos regalos, nos escriben una carta con lo que quieren, dicen las cosas buenas que hicieron y tada hola regalos.
—¿Eso que...
—¿Qué tiene que ver contigo? sencillo tú apareces en muchas cartas, por eso estamos aquí varias personas te pidieron como regalo.
Un silencio sepulcral invadió la sala. DG necesitaba un poco de tiempo para procesarlo.
—Ahora coopera con nosotros.
—No, largo de mi casa.
—Te lo estamos pidiendo bien –respondió Melchor.
—Y con tiempo –agregó Baltazar–. Hoy es 03 de enero y los regalos son para el 6, venimos con anticipación.
—¿Piensan secuestrarme?
—Mira niño o lo hacemos por las buenas o lo hacemos por las malas –replicó Baltazar con una voz desafiante.
—¿Qué quieren decir con eso?
—¿Crees que es la primera vez que hacemos esto?
—¡Soy una persona no un regalo!
Hubiera continuado su discurso cuando de pronto escucho otro ruido extraño.
—Si, ahora mismo estamos en otro encargo, alguien pidió a un chico lo buscamos y esta por ahí –señalando un pequeño bulto en una esquina de la sala.
Se trataba de un costal, que al escuchar que fue nombrado se sacudió un poco, DG juraba que era como si lo estuviera saludando y era tal cual lo imaginaba, si no fuera por el costal vería como la persona que estaba adentro lo saludaba amistosamente al saber que se referían a él.
A pesar de las circunstancias el costal tenía modales.
—Una jovencita pidió un chico rubio.
—Pero no estábamos seguros, tiene las raíces negras así que no es rubio.
De pronto aquel costal comenzó a agitarse con furia probablemente indignado. Quería defenderse de esos comentarios, cuando al fin logro con éxito gritar con total despecho y enojo.
—¡¡Soy rubio!!
—¿Goo? –preguntó DG.
—¿Se conocen? ¡que bien!
—Por las dudas corroboramos y la identificación coincide aunque no es un chico rubio como dice la carta.
—¡Que si soy rubio! –alegó Goo dentro del costal.
DG, no prestaba atención a la pequeña rabieta que hacia Goo porque se atrevieran a dudar si era o no rubio, lo que captaba su atención realmente era ¿por que no había hablado antes?
La respuesta era simple es porque estaba amordazado, no había ninguna otra forma de que Goo guardara silencio.
—Si no te comportas te golpeo con mi guitarra –amenazó Melchor.
—Pero si esa guitarra es mía –interrumpió James.
—Menos quejas y mas cooperación –indico Gaspar.
—¡Me tratan peor que a un perro! ¡¿donde están mis derechos humanos!? –protestó molesto.
—Podemos llegar a un acuerdo si aceptas –comento Baltazar, ignorando al rubio dentro del costal.
—¿Cuál?
—No podemos entregarte de regalo a todas las personas que te pidieron de reyes.
—Pero podemos entregar una parte de ti –mencionó Melchor.
DG pensaba "¿Acaso están sugiriendo en partirme en pedazos? ¿Cómo podría aceptar eso?" probablemente el rostro de James reflejaba sus pensamientos a lo que los reyes magos rieron.
James Lee lucia verdaderamente asustado.
—Lo dice de manera metafórica, nos referimos a entregar algo relacionado a ti –explicó Gaspar —. Como entregar fotos tuyas autografiadas.
—Eso si suena bien.
—Pero tiene que ser personalizado, escribe el nombre de la persona ya sabes para mi querida fan fulanita, ¿Me entiendes, no?
—Tiene que ser especial.
—¿Y si no quiero?
—Estamos siendo generosos contigo y todavía te pones exigente –argumento Melchor.
—Tienen razón –expresó Goo—. A mi no me dieron opciones que injusta es la vida. ¡Como se nota que hay favoritismo!
—Si te pones en ese plan tenemos que recurrir a medidas extremas.
—Si la gente les pide regalos, ¿no puedo yo pedir que me dejen tranquilo? – cuestionó DG.
—Ya quisieras nosotros sabemos que te portas mal, a los niños malos no les traemos lo que ellos quieren –explicó Gaspar.
—Ustedes que van a saber –espeto con disgusto.
—Elegiste Whisky en lugar de agua... eso es lo mas reciente o podemos sacar tus trapitos al sol, igual y le pedimos también su opinión a esos tipos de la primera generación haber que dicen de ti –dijo Melchor.
—¿Sabes que?, si sigues comportándote de esa manera podemos llevarte con ya sabes quien —dijo calmadamente Baltazar, dedicándole una mirada sagaz a James Lee –. Esa fan.
—No hay razón para ponernos violentos, ni tomar decisiones apresuradas – respondió rápidamente DG–. Empecemos cuando ustedes quieran.
—Excelente respuesta – contestó sonriente Melchor.
Los tres reyes estaban satisfechos de su cambio repentino en especial por esa sonrisa forzada llena de nervios.
—¿Y yo que? merezco un mejor trato me he comportado muy bien desde que estoy en el saco –reclamó Goo. Los reyes en ese punto le daban la razón.
—¿De acuerdo que quieres? –preguntó Gaspar.
—¿Me dejan salir? solo un rato por fis y prometo que vuelvo al costal.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo.
—Venga de acuerdo.
Y de esa forma Goo por fin fue liberado del costal, aunque aun seguía amarrado. James Lee por su parte dejo sus documentos a un lado. Había prioridades en la vida.
DG se encontraba autografiando las dichosas fotografías, por su lado el rubio estaba sentado en el sofá viendo la TV.
—Oigan ¿Cómo entregan regalos a todos? –preguntó Goo curioso. James se detuvo un momento para escuchar la respuesta, la verdad a él también le intrigaba.
—¡Somos como un relámpago de luz que cruza toda la ciudad! –respondió entusiasmado Baltazar–. Entregar regalos requiere gran habilidad y condición, hasta debería ser deporte.
—¿De verdad? –preguntaron ambos.
—Por supuesto –respondieron los tres reyes.
—¿Y nada mas? –inquirió cauteloso DG. Lo mejor era estar en buenos términos con ellos.
—Que podemos decir, es magia. Al final de todo somos los reyes magos.
ℝeventón 𝕕e 𝕚nvierno: 𝕊amuel vs ℕavidad
—¿Samuel no estas emocionado? ¡ya casi es navidad! –cuestionó Jake
—Odio la navidad ¡te odio a ti y a todo el mundo!
—¿Que? ¿Cómo puedes decir eso? no puedes estar hablando en serio ¡eso nos rompería el corazón! ¡¿Acaso también odias a Alexander?! ¿no te importa tampoco?
Alexander quien estaba cerca de ellos sujetando algunas decoraciones, observo a Samuel esperanzado, pero la indiferencia de Samuel y su silencio eran la clara respuesta que no le importaba en lo mas mínimo, haciendo que los ojos de Alexander se cristalizaran ante su frialdad.
—No te van a traer regalos por eso –declaró Jake.
—Bah que me importa.
Todo Big Deal estaba ocupado ya que Sinu estaba organizando una fiesta por las fechas. Invito a todo tipo de personas, la fiesta iba a ser a lo grande a tirar la casa por la ventana. Todo tipo de figuras asistirían a su fiesta no tuvo reparo en las invitaciones.
De un lado a otro todos apresurados corrían la ornamentación tenía que estar perfecta, rentaron mesas, carpas, equipo de sonido, decoración, sillas, refrescos básicamente todo lo necesario para el gran evento.
Lineman se encontraba decorando la calle con guirnaldas, mientras cantaba terriblemente desafinado, pero con todo el espíritu navideño. Por su parte Samuel solo quería que se callara.
—Si vuelve a nevar es una señal de que ya llegó la navidad –cantaba alegremente.
—¿Quieres dejar de cantar esa porquería?
—Si oyes villancicos a lo lejos y la gente ríe al caminar
—Hablo en serio.
—¡¡Será porque llego la navidad!!
—Te lo advertí.
De un momento a otro Samuel le soltó un puñetazo a Lineman, que lo mando a volar. Enseguida la gente se comenzó a aglomerar alrededor a lo que él rápidamente se fue de ahí simulando que no había pasado nada.
A la mañana siguiente Samuel fue citado por Sinu, ya que había llegado a sus oídos su actuar de ayer.
No se podía pasar por alto sus acciones.
—Samuel, ¿hay algo que quieres decir? –preguntó Jake
—No –contestó firme y cortante.
—¿Seguro? – añadió Sinu ante su actitud.
—Totalmente, no hice nada de lo que arrepentirme.
—Parece que nos estamos poniendo rebeldes – soltó Sinu con un suspiro.
—Si eso parece –murmuraban todos los chicos de Big Deal; mientras Samuel les dedicaba una tenebrosa mirada.
Regularmente entendía con facilidad a los chicos; no obstante, a veces no entendía a la chaviza así que se preguntaba si Samuel estaba en una etapa.
—Entonces ya no veras tu telenovela de las 8 – declaró Sinu
—Si eso excelente idea – vitoreaban algunos chicos.
—¿De que hablan? yo no veo eso, les recuerdo que son ustedes los que ven esa cosa.
—Ahh... ¿no te gusta?, pero si a veces estas acá con nosotros mientras la vemos – realmente pensaba que Samuel era seguidor de la telenovela. ¿No estaba fingiendo?
Pronto fue interrumpido por Jason, quien le recordó algo muy importante.
—Oigan oigan ¿alguien sabe que paso ayer? es que no lo vimos porque alguien golpeo a Lineman y tuvimos que llevarlo a curar – dijo mientras volteaba a ver discretamente a Samuel como el culpable de la tragedia, la tragedia de perderse la novela no tanto por lo de Lineman, porque la verdad si cantaba muy feo.
—Cierto que rabia me lo perdí ¿alguien sabe si ya descubrieron que la protagonista es la amante? –preguntó Jake.
—Te refieres a Betty y Don Armando? –contestó Sinu.
—Oigan creo que nos estamos saliendo del tema –interrumpió Samuel.
—Tienes razón ¿Dónde nos habíamos quedado? ah, si entonces te prohíbo escuchar tu música de RBD.
—¡¡Pero si eso es lo que escuchas tú!!
—¡Entonces solo estas castigado! esta navidad no saldrás de tu habitación por ser un niño malo.
—¿Qué? ¡Pues que me importa! igual no me gusta la navidad.
Y de esa forma Samuel quedo castigado a tener que pasar la navidad solo y por obvias razones no poder asistir a la fiesta de Sinu.
—Quien quisiera ir a su mugrosa fiesta seguro será aburrida ¿Qué tanto podría pasar?
Samuel no podía estar mas equivocado.
Solo espera un momento,
solo dime no es ¡CIERTOOO...!
solo quédate en silencio
cinco minutos
acaríciame un momento
¡Ven junto a mi! –Gritaron todos cuando Sinu apunto el micrófono al publico.
Te daré el ultimo beso
¡el mas profundoo!
De esa manera uno a uno iban cantando ya sea un solo, un dueto o en grupo, pero siempre animados y buscando integrar a los demás, acompañando la letra o bailando.
Todos se divertían y convivían sanamente, toda la calle estaba llena de gente, la fiesta estaba hasta reventar.
En algún punto Gun, quien curiosamente asistió a la fiesta decidió participar, tomando por sorpresa a muchos, lo cierto es que él ya había tomado un poco, probablemente el alcohol lo hizo ponerse participativo. De hecho fue tan espontaneo, cuando apareció en medio de todos.
Correcto no leyeron mal, Gun estaba arriba del escenario o bueno en una mesa bailando; en algún punto ya parecía mas un estriptís de un solo para mujeres.
I'm sexy and I know it
I'm sexy and I know it
Check it out
Hubiera continuado con el show, pero un mal paso lo hizo caer.
A este paso la fiesta de Sinu definitivamente sería recordada en los días venideros.
Todos se divertían, pero ¿en donde estaba Samuel?
—Maldición hay mucho ruido afuera es verdad que no me gusta la navidad, pero la fiesta... es una cosa diferente –decía fastidiado.
Contra todo pronostico Samuel había acatado cabalmente la orden de estar en su habitación castigado. Solo salió un momento para ir por un vaso de agua cuando notó que la ventana estaba rota.
—¿Qué mierda? ¿Quién o que rompió la ventana?
Miró hacia el exterior viendo luces brillantes, que lo hartaban; ya que el ruido y las luces eran un recordatorio molesto de lo que se perdía.
—Tsk quien los necesita.
De la nada una ráfaga de viento entro, las cortinas comenzaron a agitarse y algunas cosas salían volando. Ante Samuel una figura poco a poco se formaba revelando una imagen espectral.
—Samuel verdad.
—Si ¿tú quien mierdas eres?
—Yo soy el espíritu de la navidad y vengo a mostrarte tu pasado tu presente y tu futuro y como hay poco presupuesto solo soy yo, será un viaje rápido chico.
—¿Por qué?
—Para hacerte recapacitar –contestó ella.
—No es tu problema.
—No, no lo es, pero es mi trabajo así que ya no rezongues.
—A mi no me das ordenes.
—¿Quieres comportarte y dejarme trabajar? soy un fantasma como cualquier otro que necesita su paga.
Samuel no pudo alegar púes fue empujado a un portal mágico que lo llevo al pasado.
—¿Qué mierda donde estamos?
—¿Por qué no lo observas por ti mismo?
—Bien –miró con desinterés lo que para él solo era una calle común y corriente de algún vecindario.
—Tal vez aquí encontremos la razón de tu odio por la navidad un trauma o...
—¿o..?
—Simplemente eres una mierda de persona sin remedio –contestó sarcásticamente la mujer.
—Jajaja muy graciosa, ¿por que no mejor te callas o dices algo mas productivo?
—Que grosero déjame recordarte que sin mis poderes mágicos no podrás salir de aquí así que solo te queda cooperar.
No quería admitirlo, pero el reconocía aquella calle. Resignado Samuel observó su alrededor notando como afuera había gente celebrando y dentro de su hogar no había ni una sola decoración y mucho menos regalos.
Eso lo hizo fruncir el ceño.
—Terrible... no celebraban la navidad.
—No nunca.
...
—Bien hora de irnos
—¿Es todo? ¿sin reflexión?
—Si, no hay mucho decir al respecto, parece un tema delicado y sensible para ti, creo que los dos lo sabemos y eso basta. Además no pareces el tipo de persona que se pone sentimental y le gusta hablar de cosas personales.
—Me parece bien, creo que eres un fantasma practico.
—Si, gracias. Ahora vámonos toma mi mano –dijo con simpleza. Él dudo unos instantes, pero acató las indicaciones de ella.
—Supongo que vamos al presente.
—Sip.
Un portal se abrió frente a ellos cegándolos con su luz brillante, al acostumbrarse al cambio repentino dieron un paso adelante para entrar al camino que los llevaría al presente.
—¿Fantasma como te llamas?
—¿Mi nombre? puedes llamarme __.
Una vez que volvieron al presente una luz cegó al fantasma, esta vez no fue el portal si no las luces de la fiesta. Recién se recuperaba cuando un tipo con un sable de luz de star wars paso corriendo empujándola y cegándola nuevamente con las lucecitas.
Samuel la sostuvo y se puso de espaldas a las luces para cubrir al fantasma de ellas.
—Oye fantasma ¿estas bien?
—Si, eso me tomo desprevenida. Listo ya estoy mejor gracias
—Claro
—Oye hace rato estabas apático que buen cambio de humor.
—Pff no se de que hablas –respondió indiferente.
El fantasma no quiso tocar el tema nuevamente, no quería arruinar el buen momento.
—Bien. ¿Qué podemos decir del presente?
—Es una fiesta
—Si, pero ¿Qué falta?
—¿Qué falta?
A Samuel no le parecía que faltara algo, ¿tal vez mas mujeres? ¿debía responderle eso al fantasma? no mejor no, así que se guardo sus comentarios.
—¿No? ¿nada? Entonces déjame decirte la respuesta. Faltas tú
Él guardo silencio ante la inesperada respuesta del fantasma.
—Samuel, tú podrías estar aquí, formas parte de esta calle, eres parte de su historia.
Samuel parecía querer alegar, pero el fantasma tomo la palabra antes que él.
—Tú también eres valioso. Hay todo tipo de personas aquí, ¿Por que no ser parte de la fiesta? –el fantasma hubiera continuado con su discurso, pero el mismo sujeto de antes termino por empujarla–. Esta gente ya no respeta.
Una risa casi se escapa cuando la vio molesta.
—El punto es que puedes divertirte en estas fechas y no puedo decir mas porque falta que me interrumpan de nuevo –dijo ya fastidiada.
—Comprendo.
—Ahora vete a divertir.
—¿Y el futuro?
—¿Aprendiste algo? ¿Sigues odiando la navidad?
—Si y no como antes.
—Me sirve, eso es suficiente.
—¿Tú no te quedas?
—No mi trabajo ya esta hecho adiós
Y así el fantasma desapareció.
Samuel disfruto la fiesta, Sinu ni nadie mas se dieron cuenta de ello pues ya estaban en un estado inconveniente entonces no recordarían que al final si termino asistiendo. Ahora la navidad ya no le parecía tan mala tal vez podría disfrutarla un poco.
Bonus
Al siguiente día todos estaban cansados, excepto por Samuel quien inicio su rutina como siempre, cuando a la distancia vio a un tipo que reconoció inmediatamente, se acerco a él y le dio un puñetazo en la boca del estomago.
—No empujes a la gente. Ni a los fantasmas.
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Si llegaste hasta aquí tienes mi cariño y reconocimiento.
Nuevo cap sip lo se esta random, pero nunca esta de mas algo tranqui. Estaba insegura en subirlo o no, pero aquí esta.
Necesitaba algo light pa mi kokoro; su escritora tiene el corazón roto me salió un bad ending en un juego y luego se murió un personaje en un manhwa que sigo ( ╥ω╥ )
Por cierto ¿Quién pidió un Goo pa reyes? esta en remate ¿Quién se lo quiere llevar?
Noticias, estaba pensando en realizar una pequeña dinámica referente a caps especiales para ustedes. Daré mas detalles en mi tablero de perfil solo puedo agregar que es en relación a los cumples.
Posdata: ¿Hay algún fan de Eleceed? tan buenos los nuevos caps ¿no les pareció cute lo de Jiwoo y Jiyoung?
Posdata 2: No se ustedes, pero cuando paso este dialogo me acorde de timón y pumba jaja
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