—Me alegra que por fin pudieras terminar ese vestido —aplaudió Bin en la cafetería de la escuela.

—No está terminado —Gyu rebatió— faltan los zapatos, los accesorios, y los detalles finales —dijo algo consternada, comiendo su almuerzo sin muchas ganas.

—Hey, lograrás terminar, tienes casi dos meses.

—Hacer zapatos implica un poco más de trabajo —explicó— pensar en el talle, el material, la altura, son demasiadas cosas a tomar en cuenta.

—¿Y ya tienes una idea para eso?

Gyu exhaló con cansancio.

—De momento no, me acabé toda mi inspiración de un jalón con ese vestido.

Ojalá se hubiera guardado algo de eso para lo demás, pero había sido demasiado frenética. Como si hubiera tenido una descarga de adrenalina. Un subidon de azúcar.

—Pues yo confio en que todo saldrá bien —le alentó la pelinegra que ahora vestía de una manera mucho más casual que el viernes anterior.

Bin era delicada, casi siempre usando blanco y haciendo contraste con su precioso cabello negro. Gyu la habría usado de inspiración de no ser porque algo faltaba en la manera de Bin de lucir la ropa. Ese algo que alentaba a Gyu a diseñar.

Ella quería que su ropa fuera usada por alguien que la llevara como una segunda piel.

Pero era tan complicado diseñar de esa manera. Dependía constantemente de imágenes fugaces que pasaban por su mente.

Si tan solo...

—Oye ¿y ya buscaste a esa tal Jun en redes sociales?

Gyu dejó de comer y miró a su amiga con extrañeza.

—No he tenido tiempo ni de dormir —dijo— y mi abuelo siempre ha dicho que para concentrarse hay que dejar de lado las cosas que te distraigan, como el celular.

—¿Osea que solo usas tu celular para aprobar mi ropa en las mañanas?

—Bueno, si...

Bin puso una cara tan llena de cariño que Gyu se sintió algo cohibida.

—Eres la mejor amiga del mundo —afirmó.

—Como sea —Gyu cambio de tema cuando sintió sus orejas calentarse—. No la he buscado ¿será suficiente con saber solo su nombre? ¿qué tal que no es su nombre real?

—Pues nada se pierde con intentar —Bin sacó su celular y abrió instagram— lo haré por ti para que no te de un gay panic.

—¡Eso no va a pasar!

—Claro claro —Bin buscó por un momento hasta dar con un perfil muy llamativo.

yawnzzn.

—Creo que es ella —murmuró y entró al perfil.

Efectivamente era ella.

Gyu se puso ansiosa por la sola idea de ver un par de fotos.

Bin no estaba equivocada. Gyu era tan inexperta e inocente, que un par de fotos le harían sudar las manos y temblar las rodillas.

Sobre todo esas fotos.

—¿Ya puedo ver?

Bin silbó.

—Me cae mal por hablarme tan feo en la fiesta, pero debo admitir que tiene una abdomen de infarto.

—¡Choi Bin! —Gyu gritó queriendo ver a pesar de si misma y su vergüenza.

Su amiga rió y le pasó el teléfono. En cuanto lo tuvo en sus manos y su mirada cayó en esas fotos su corazón volvió a dispararse como aquella noche.

—Ella es tan... —tragó saliva— no tengo palabras.

Se sentía derretir de solo ver lo segura de si misma que era Jun en esas fotos. De todas las maneras: Posando seria, o sonriendo para la cámara, luciendo cómoda, elegante o deportiva. Con y sin maquillaje.

Era simplemente perfecta.

—¿Y esos ojos de corazón? —Bin se burló— ¿Acaso la "pequeña osa" se enamoró?

—C-callate.

A penas podía respirar con normalidad.

En la descripción del perfil ponía «Estudiante de danza en Moarts Academy»

Ella iba a una escuela de danza. Gyu se sentía muy orgullosa de haberlo deducido por su cuenta antes, aunque fuera algo prácticamente obvio. Las dos veces que se la había encontrado estaba bailando.

Y esa escuela de danza no quedaba lejos. En realidad, quedaba en la misma cuadra que la boutique.

—Pero nunca la he visto por allí —murmuró para si misma.

—¿A qué te refieres?

—A que estudia cerca de donde vivo —aclaró.

Bin rodó los ojos.

—Tu nunca sales de la boutique, incluso si pasara en frente todos los días no tendrías posibilidad de verla porque estas siempre en ese taller.

Eso era cierto. Gyu solo salía cuando reacomodaban los escaparates cada dos meses, para revisar que todo esté en orden.

Una completa ermitaña.

—Bebo empezar a salir más —dijo con algo de mortificación haciendo un puchero.

Bin ya no tuvo ganas de burlarse de ella, solo sonrió con indulgencia.

—Sí, deberías.

Estuve dibujando y salió esto. Definitivamente amo el yeongyu fem, son tan 🌸💖✨💞

En cuanto lo termine lo publicaré en Garabatos ^^