Extensión: 2.043 palabras.
Género: angst.
Playlist:
Lookalike - Conan Gray
Don't say you love me - Fifth Harmony
Must be love - Camila Cabello
All again - Fifth Harmony

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Volvamos a esa noche de verano; cuando nuestros ojos se conocieron, se encontraron y la dicha fue palpable porque aquel momento se sintió como si hubiesen estado siempre añorando encontrarse, el momento fue mágico, como una escena en una película de romance.

Más tarde nos encontramos besándonos bajo las luces de la ciudad, tus manos ciñéndose a mi cintura, y las mías rodeando tu cuello con suavidad.

Me sentí completo, pleno y sumamente feliz. Sentía que había nacido para esto: para estar contigo siempre.

Que habíamos nacido para complementarnos.

Y sin embargo, tiempo después la magia se acabó, mostrándome cruelmente que en realidad nada dura para siempre.

Porque cuando decimos cosas como "Te amaré por siempre" o "Siempre estaremos juntos" no sabemos cuan equivocados estamos, si no se lucha cada día por ese amor que con tanta adoración se profesa, ese "por siempre" será simplemente efímero. Y el amor irá muriendo poco a poco.

Ahora lo sé porque, después de todo aquello por lo que pasamos, ahora estás recostado entre los brazos de alguien más.

Porque lo arruinamos, aquél amor por el que tanto luchamos.

Hicimos promesas que lo eran todo, pero que finalmente se convirtieron en palabras vacías, me habías dicho que jamás podrías encontrar a alguien como yo, y realmente lo creí, mientras sonreía felizmente y soñaba con un futuro incierto.

Así es como me encuentro ahora mismo, mientras observo desde la ventana las nubes que se arremolinan alrededor de la luna y logran cubrirla, dejando el cielo nocturno sin pizca alguna de brillo; así es como me siento, sin brillo y con el corazón sintiéndose cada vez más oprimido. Con los recuerdos nublándome la mente y mis párpados luchando por no dejar salir las lágrimas que incansablemente he tratado de contener.

El peso de mi mundo se está volviendo cada vez más difícil de sostener ahora que no estás.

Y me siento abrumado, agotado, y sumamente cansado, porque noches como ésta ya son habituales en mi día a día.

Porque noche tras noche, siempre es lo mismo, aquél sentimiento de insuficiencia me invade, y la tristeza parece jamás terminar.

En noches como ésta, noches en las que no logro conciliar el sueño, los recuerdos de lo que fuimos logran hacerme divagar entre más y más recuerdos; no importa si son felices o tristes, pero debo admitirlo: todos son referentes a ti. Todos y cada uno de ellos se parecen a ti.

Y me llenan de impotencia, de dolor, y de nostalgia. Porque me llevan a pensar que quizá no luchamos lo suficiente por un nosotros, permitimos que nuestros demonios acabaran con lo que solíamos tener. Pero, ¿y sí hubiésemos logrado salir adelante? Sé que te seguiría amando, te lo dije; pase lo que pase nunca podría dejar de amarte... y es la verdad, aún sigo amándote.

Los recuerdos que invaden mi mente son como esa piedrita en el zapato que me impide avanzar, me abruman cuando creo que por fin lo superé y me arrastran de vuelta a aquél pozo que parece no tener final, recordándome con burla lo ingenuo que fui y soy.

Porque, incluso las pequeñas cosas que suceden en el día a día me recuerdan a ti, y los recuerdos crecen hasta convertirse en un mar, con ello llegan las olas, grandes olas que me arrastran al fondo e intentan acabar conmigo, intentan convertirme en nada, hundirme. Me atormentan, como si estuviesen determinadas a acabar con aquella felicidad que tanto he luchado por reconstruir, y siempre lo hacen: logran hacerme sentir miserable, Jungkook.

Me hacen sentir vacío, insuficiente, poca cosa. Me hacen sentir que en la infinidad del universo no soy nada. Llenan mi cabeza de preguntas, preguntas que viven atormentándome, pues por más que lo intento nunca puedo encontrar respuestas.

¿Me amaste siquiera la mitad de lo que yo te amé?

Una sonrisa llena de melancolía se instala en mi rostro al recordar aquella última vez en que  dijiste que me amabas, lo irónico es que conforme los meses pasaron todo cambió, y si estaba en la cúspide de la felicidad pude sentir que caía en picada, entonces las inseguridadades me invadieron nuevamente, al igual que los temores.

Porque ya no podía, ni quería imaginar siquiera un futuro en el que tú no estuvieras presente. Así de esencial eras en mi vida.

Ahora estoy seguro, de que cuando tomaste mis mejillas con delicadeza y me dijiste que me amabas, no debí haberme ilusionado, porque el amor no muchas veces perdura, el amor es efímero y termina agotándose, aunque realmente hubiese deseado que fuésemos la excepción. Que el amor no se extinguiera.

No me prometas ésta noche sin un mañana también. —Desearía haber respondido aquello cuando me susurraste que siempre estarías para mí, estaba tan enamorado que no le veía un final a nuestra historia.

No digas que me amas, a menos que lo hagas.

Dijiste que seguías amándome, pero ¿por qué me abandonaste entonces? ¿Por qué me dejaste caer en éste abismo? Éste lugar oscuro donde ahora la felicidad es momentánea.

El final de aquél nosotros estaba aproximándose, pero yo no quería desistir.

Quería luchar por ello, así que me aferraba a la mínima muestra de afecto que obtenía, me esperanzaba, incluso con aquellas promesas que solías susurrar cerca de mi oído mientras te recostabas a mi lado.

Porque quería creer, y sólo por decir un ejemplo; cuando me dijiste que nos casaríamos en un futuro y viviríamos juntos.

Sé que éramos demasiado jóvenes como para saberlo, aún lo somos.

Y sin embargo soñé con ello, debo admitirlo.

Pero sólo eran palabras, que seguramente tú también soñabas con cumplir. Y es normal, a fin de cuentas ese es el tipo de sueños que una pareja suele tener, porque se está tan enamorado que realmente se anhela cumplirlo, y tengo la certeza de que no muchos llegan a cumplirlo, porque ocurre lo irremediable; el amor se acaba. Quizás no en ambas personas, pero sí en una, y eso es suficiente para arruinar todo.
Porque ya no hay una fortaleza en la que el amor se pueda apoyar.

Sospecho que creíste que las palabras podían aliviar aquella tensión que nos invadía cada vez más.

Pero no podíamos negarlo: algo faltaba.

Quizá ya no encontrabas en mí lo que en primera instancia te había enamorado.

Y créeme, realmente lo noté.

Estuve esperando, estuve siendo paciente.

Porque creí que tenía arreglo, que lo superaríamos como siempre hacíamos.

Sin embargo, ahora has encontrado en alguien más lo que yo solía tener.

Y, ¿cómo se supone que debo tomarlo?

Cuando las semanas han pasado y yo sigo esperando que esto sólo sea una pesadilla, cuando me aferro a los recuerdos que no son más que eso y que sé que no volverán.

He dicho que estoy bien, pero no puedo seguir fingiendo incluso cuando lo intento.

Sigues haciéndome falta, y me pone mal saber que ahora no es recíproco, que ahora alguien más es la causa de tus sonrisas.

Me pone tan mal haberme alejado.

Y que, al igual que yo, te hayas marchado, porque con ello te llevaste una parte de mí.

Te has ido sin importarte mi sentir.

Dime... cuando lo miras a los ojos ¿piensas en los míos?

Y cuando miras esa sonrisa ¿paso por tu mente?

Desearía que en tu cabeza me veas en su lugar, que lo que él haga te recuerde a lo que nosotros vivimos.

Porque ahora no puedo rehacer lo que ya está hecho.

No puedo competir, porque aunque quisiera haber ganado, sé que perdí.

Sé que dije que no importaba si yo ponía mi felicidad por sobre la tuya, que sería feliz mientras tú lo fueras.

Mentí, mentí descaradamente.

Porque aún cuando amo verte feliz, el dolor en mi corazón se siente asfixiante, me corta la respiración y vuelve mis latidos cada vez más dolorosos y difíciles de soportar. Cada latido es una agonía.

Y voy a admitir que, a veces, tal vez podría desear que lo que hoy es no fuese así.

Que realmente desearía que todo fuese como antes.

Porque a veces pienso en ti por las noches.

Bueno, casi todas las noches. Y no importa cuanto trate de ocultarlo y de borrarte de mi mente; en realidad estoy muriendo por encontrar a alguien que se parezca a ti.

Y voy a admitir también que espero que en tu cabeza me veas en su lugar; porque tú has estado en la mía todos los días desde entonces.

Y que, si hubiese sabido que esto pasaría, quiero convencerme de que jamás lo hubiese permitido, pero sé que nos amamos tanto como pudimos permitirnoslo, y seguramente crees soy un tonto que jamás te superará, e incluso yo comienzo a creer que es verdad: porque ha pasado tanto tiempo y no logro borrarte de mi mente, ni amortiguar el dolor de mi corazón, ¿es egoísta estar feliz por ti y al mismo tiempo querer tenerte de nuevo junto a mi?

Recuerdo que dijiste que no podías permitirte volver conmigo porque temías hacerme daño, pero cariño, ¿no te diste cuenta? Jamás dejaste de hacerme daño.

Sé que suena tonto, pero es verdad: incluso el hecho de leer nuestras viejas conversaciones me hace llorar, o ver una foto tuya en la pantalla de mi celular. Es realmente tonto, no obstante, incluso ante aquellas pequeñas cosas mi corazón duele, mis ojos se llenan de lágrimas y no puedo evitar querer aferrarme a los recuerdos; a los sueños en los que aún estás junto a mí.

Los hombres sabios dicen que sólo los tontos se enamoran, supongo que debe ser así, porque me siento tonto al pensar en que creía que me había enamorado de la persona correcta, pero ahora me doy cuenta de que para ti yo fui la persona equivocada. Y lo siento, siento haberte hecho perder el tiempo, siento haber sido tan inestable.

Supongo que todo tiene una consecuencia: porque a pesar de que no lo quiera, me controlas más de lo que nunca has sabido.

Me tienes en la palma de tu mano, como si fuera una marioneta, porque me vuelves vulnerable sin siquiera saberlo, me lastimas, me vuelves un desastre.

Ni siquiera sé como avanzar, no sé como salir adelante, pero sé con certeza que aún así no lo habría hecho de otra manera.

Y no sé si esto sea una dependencia que quiero disfrazar de amor, pero ¿por qué dolería tanto si no es amor? Debe ser amor, o esto no dolería tanto.

Caigo duro, así es como soy, y me doblo y me rompo justo como una goma, estoy en una fantasía porque estoy congelado en el tiempo y de mi mente no te he borrado aún cuando todo lo relacionado a ti me duele sin importar que haga.

Mientras te imagino besándole, no puedo evitar romper a llorar, no puedo evitar temblar.

Y aún cuando sé que tomas mi corazón y lo rompes, no puedo sacarte de mi vida.

Porque cada beso compartido y cada momento sin aliento, lo haría todo de nuevo. Sé que no debería pensar así, que debería darme por vencido y seguir adelante, sin embargo, aún cuando trato de hacer todo bien sé que todo va mal.

Y sé que odio lo mucho que aún te amo, así que me juzgo por ello.

Porque sí, no puedo mentir, te quiero para toda mi vida y siempre lo haré.

Aún cuando sé como termina la historia, volvería el tiempo atrás y lo haría todo de nuevo.

Ojalá tuviese el poder de borrarte de mi mente, ojalá no fuera así, sé que suena contradictorio pero siempre me encuentro en medio de esos dos deseos: olvidarte y recordarte, porque a pesar de que quiero olvidarte para dejar de sentir dolor, el dolor es la única prueba de que lo que tuvimos no fue una fantasía: fue real. Y saberlo me reconforta de alguna manera.

Recuerdo cuando me hiciste bailar en la sala de estar, aún me haces sonreír como aquél día y realmente no sé como dejarte ir cuando los recuerdos siguen repitiéndose en mi cabeza, sé que no podría hacerlo a pesar del dolor que siento ante tu ausencia.

Porque ahora que me has dejado, no puedo evitar llorar, pero tengo que salir adelante aún cuando no soy lo suficientemente fuerte, y sin embargo voy a seguir intentándolo.

Lo prometo.

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Dedicado a mi bebé: SmBestOfMe porque sé que amas mis fics tristes, y porque te amo❤️

© shameless-devil ; 2020