Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

♡^▽^♡



JongIn miraba a su mejor amigo siendo abrazado por sus otros amigos, también era testigo de cómo se dedicaban a jugar desafíos que implicaban contacto.

JongIn había visto a KyungSoo abrazar, besar en la frente, acariciar y hacer el maldito juego del pepero con más de la mitad de sus compañeros de colegio. Podría decirse que ya estaba harto y no es que él quisiera la atención que recibía KyungSoo, sino que le molestaba que todos pudiesen acercársele de esa manera menos él, que era su mejor amigo desde que se cambió a su escuela hace tres años, tiempo en el que KyungSoo había sido elegido el más lindo y adorable de su clase. 

JongIn quería prenderle fuego a su aula cada que alguien le quitaba la atención de su mejor amigo y se lo llevaban más allá para que cantara para ellos. JongIn quería ser el único al que su mejor amigo mirara y le cantara, porque él había sido quien le dirigió la palabra el primer día de clases, él lo había invitado a su casa para ser amigable y por supuesto que él le había dado toda su atención orientándolo en la escuela. Entonces, ¿Por qué KyungSoo se sentía tan cómodo con otros y con él solo se comportaba como un... amigo?

Ese era el problema de todo ésto, JongIn, sentía algo más por KyungSoo desde que puso sus blancas manos sobre la receta de pollo frito de su madre y la perfeccionó, claro que la mujer no tenía que saberlo nunca. KyungSoo había preparado el mejor pollo frito de su vida y de tal manera que JongIn casi había gemido de alegría cuando lo probó y no supo cómo, pero su mano terminó rozando la de KyungSoo y no la alejó hasta que se dio cuenta que sus rostros se habían acercado lo suficiente como para sentir la respiración del otro en su piel. 

JongIn mentiría si dijese que no se le antojó besar los labios de KyungSoo, pero el otro chico solo se sonrojó y comenzó a hablar de lo horrible que eran las clases de ciencia con sus cálculos y esas cosas, porque Kyungsoo era verdaderamente malo con esas fórmulas y siempre terminaba confundiéndolas y pidiéndole ayuda a JongIn para que se las explicara.

En fin, desde ese día, KyungSoo siempre marcaba la palabra "amigos" cuando alguien tendía a unir sus nombre y eso exasperaba a JongIn, porque se había dado cuenta de que ya no veía al de ojos grandes como un simple amigo, sino que de a poco su corazón le había comenzado a decir que quería algo más, pero claro, KyungSoo pasaba más tiempo cerca de los otros chicos que con él.

Por las noches se mandaban mensajes sin parar hablando de cosas superficiales, mientras que los fines de semana uno iba la casa del otro para ver películas, pero a la hora de irse a dormir, KyungSoo se iba al cuarto de invitados y no salía por nada hasta el día siguiente, por lo que JongIn se quedaba mirando su techo pensando en las cosas que quería decirle a KyungSoo y así descubrir si había algo recíproco, porque el moreno notaba que KyungSoo se sonrojaba o se estremecía cada vez que le tocaba el brazo descuidadamente o lo llamaba por su nombre en voz baja para no llamar la atención. 

También había notado que lo miraba de reojo mientras veían películas con la luz apagada y sin sus padres, podía jurar que no era incomodidad lo que sentía, sino tensión sexual, lo cual a sus cortos diecisiete años era de lo más normal, ambos estaban llenos de hormonas alborotadas maquilladas de mariposas en el estómago e ideas para nada sanas, lo llamaban adolescencia. 

El punto era que JongIn sabía que algo se cocía dentro de KyungSoo, pero el chico solo podía mirar a otros, mientras que a él lo tenía en la friendzone. JongIn maldecía su suerte, no debió ofrecerse como su amigo en primer lugar, pero ¿Cómo iba a saber él que el pollo y esos labios rojos se volverían en su contra?

Mañana era catorce de febrero y KyungSoo ya había recibido su décima invitación de San Valentín, mientras que él solo tenía polillas en su pequeño buzón que la estúpida maestra los había obligado a poner delante de su escritorio. Estaba tentado a poner una tableta de chocolate y una pequeña nota en el buzón de KyungSoo para que se encontraran detrás de la escuela, porque de hecho la tenía lista en su mochila, pero cuando quiso ponerse de pie, una chica se apareció delante de él y le entregó una carta en forma de corazón. 

Para dejar en claro, no es que JongIn no fuese popular, porque lo era, solo que todos sabían que él pateaba para el otro lado, pero no había tenido suerte con sus compañeros, la mayoría tenía novia. Fue por eso que todos se sorprendieron cuando SooYoung se apareció toda despampanante  para invitar a JongIn a ver una película y luego ir por helados, parecía que la chica no estaba enterada o sus amigas no fueron lo suficiente amigables como para decirle que estaba cometiendo un error, pero lo más sorprendente fue cuando JongIn aceptó la invitación, ya que nadie se lo esperaba. 

El porqué aceptó fue algo muy simple y estúpido, aniñado podría decirse, pero la verdad era que segundos antes escuchó a BaekHyun preguntarle a KyungSoo si aceptaría la invitación de ChanYeol para ir a comer, lo cual hizo que por impulso aceptara la invitación de la chica bonita.

Ese día KyungSoo se fue sin dirigirle la palabra a JongIn y no supo de él hasta el día siguiente, temprano, en la mañana, en la entrada del colegio para ser exactos.

JongIn estaba muerto de sueño, con suerte había logrado ponerse bien el uniforme. Había estado recorriendo el camino a su colegio con los ojos casi cerrados, con el cabello desarreglado y bostezando cada dos por tres, si no chocó con un poste fue porque ya tenía un radar incorporado para no hacerlo, algo extraño, pero efectivo. 

No fue consciente de que llegó hasta que un par de manos lo jalaron a un costado del colegio, justo donde nadie podía verlos y una voz familiar comenzó a preguntarle porqué no se habían comunicado desde ayer.

— No entiendo porqué me evitas — dijo KyungSoo mirándose la manos. JongIn no terminaba de reaccionar, así que dejó que su lengua hiciera su trabajo sin filtro alguno.

— Pensé que no querías hablar conmigo — dijo en medio de un bostezo.

— Siempre quiero hablar contigo, JongIn-ah, estaba esperando que me mandaras un mensaje o...

No escuchó nada más porque volvió a bostezar con más fuerza.

— Perdón, no te oí ¿Qué dijiste? — preguntó tallándose los ojos para poder siquiera ver a su amor imposible.

— Ni siquiera has terminado de despertar, ¿No tienes agua o algo? — preguntó el de cabellos negros harto de verlo lanzar bostezos como si no hubiese dormido en años.

— Creo que sí, búscala en mi mochila, yo.. — se agachó y se hizo una bolita luego de tenderle su mochila — trataré de dormir.

Kyungsoo tomó el objeto y rodó los ojos, JongIn era un dormilón de primera.

Abrió la mochila mientras observaba como el cuerpo de JongIn se tambaleaba de un lado al otro, se caería en cualquier momento, estaba seguro, pero tenía que admitir que se veía adorable.

Rebuscó entre sus cosas hasta que encontró la dichosa botella con un poco de líquido, le hubiese dado del suyo, pero sabía muy bien que a JongIn no le gustaba el agua de jengibre. Grande fue su sorpresa cuando vio un pequeño cuadrado color rosa, por el papel de regalo, y una nota pegada a él. Pensó que era incorrecto verla, pero JongIn era su mejor amigo y la curiosidad era grande.

Sacó la botella y se sentó en el gras mientras JongIn retomaba su sueño, con sumo cuidado sacó el paquetito y leyó la nota. Sus ojos se expandieron más de lo que estaba acostumbrado a reflejar con su sorpresa, ya que claramente el objeto decía: "Para KyungSoo. Detrás de la escuela a las 12:30".

Metió el chocolate de nuevo a su mochila y con su corazón palpitándole con fuerza en el pecho le dio el agua JongIn, quien ajeno a todo la bebió y se volvió a recostar, esta vez más cerca de KyungSoo, tanto que su cabeza rozaba la pierna de su mejor amigo.

¿Qué tenía que hacer? ¿Asistir? ¿Pero no había aceptado salir con SooYoung? ¿Por qué JongIn le había comprado un chocolate y lo había citado?

— KyungSoo, ¿Qué hora es? — preguntó el moreno luego de unos minutos en las que KyungSoo lo observaba dormir.

KyungSoo quería a JongIn, era su mejor amigo, pero a veces no podía evitar negar que le encantaba la sonrisa y la risa de su amigo, era tan extraña, le encantaba. También adoraba la piel que lo cubría, le encantaba que brillara con el sol y se torna lustrosa cuando la luz de la televisión chocaba contra ella.

Encontraba perfección en casi todo lo que JongIn hacía, tanto así que se le había hecho imposible no enamorarse de JongIn, pero se había propuesto reprimir sus sentimientos porque no estaba seguro de que lo aceptaría como su pareja. Aquel día en el que casi se besan se dijo a sí mismo que tenía oportunidad, pero se acobardó cuando al día siguiente creyó ver molesto a JongIn cuando se sentó junto a él, pero bien pudo haber sido porque lo habían castigado por comer en clase, pero enojo era enojo.

Suspiró profundamente y respondió.

— Ocho de la mañana — miró su celular por unos minutos, tenía de fondo de pantalla una foto de ellos dos.

La había tomado durante el primer año de su amistad y se había negado rotundamente a cambiarla porque a su parecer salían demasiado bonitos, aunque JongIn alegara que se veía ridículo. Lo ignoró olímpicamente y dejó la foto a pesar de que tuvo que cambiar su contraseña más de cinco veces hasta que su amigo desistió de cambiarla. 

Ahora se veían un poco más grandes y sus rasgos no eran tan delicados, sino varoniles, sin embargo seguía percibiendo la ternura en el rostro de JongIn. Lo adoraba y no era consciente de eso, porque tenía miedo de perder su amistad, era lo último que quería, pero si el moreno quería verlo a esa hora y le iba a dar un chocolate, ¿Qué lo había obligado a aceptar a SooYoung?

— JongIn, ¿Vas a salir hoy con SooYoung? — preguntó guardando su celular y animándose para hacer lo que quería hacer desde aquella tarde en la que casi se besan, pero que cobardemente había evitado repetir.

JongIn se sentó algo taciturno y bebió más agua para terminar de despertarse.

— Lo había olvidado — respondió mirándolo a través de los cabellos que le cubrían el rostro —. Tú saldrás con ChanYeol, ¿Verdad? No me habías dicho que eras gay — acusó suavemente con una sonrisa.

KyungSoo se ruborizó de pies a cabeza, porque era cierto, jamás le había dicho que le gustaban los chicos, solo lo sabía BaekHyun porque era su amigo y lo había descubierto de casualidad mientras espiaba a JongIn en los vestidores luego de gimnasia. No sabía dónde meter su cara, estaba demasiado avergonzado.

— Yo... pensé que te molestaría o te incomodaría — respondió sin mirarlo a los ojos.

JongIn comenzó a reírse ante lo irónico de la situación, porque por lo visto KyungSoo tampoco sabía que él pateaba para el otro lado. Eso le dejó en claro que lo estaba evitando por otra cosa y no porque le incomodara su orientación sexual.

— Pues yo tampoco le voy a las chicas — dijo tranquilamente tomando otro sorbo de agua, ya estaba despierto del todo.

KyungSoo lo miró con los ojos abiertos de par a par y examinó cada parte y recoveco de su rostro, como si nunca lo hubiese mirado realmente. Se arrodilló y sin importarle lada se lanzó a los brazos de JongIn y besó su mejilla, porque no era lo suficiente valiente, aunque podía hacer eso y abrazar a su amigo recostado en el césped.

— JongIn, me gustas — dijo escondiéndose en su cuello y esperando a que su mejor amigo no lo rechazara como a la peste.

El muchacho moreno se quedó estático procesando lo que su mejor amigo le acaba de decir, porque no se lo esperaba ni es mil años. KyungSoo gustaba de él y por todos los cielos, a él también le gustaba KyungSoo, no podía evitarlo, se había enamorado y hasta ese momento se dio cuenta realmente, porque su corazón comenzó a latir con fuerza, pidiendo a gritos que dijera que también sentía lo mismo.

Cuando se percató de que KyungSoo se alejaba de él y se ponía de pie con los ojos llorosos, seguramente malinterpretando su mutismo como rechazo, se desesperó y si sentó de golpe para tomarlo del brazo. Tenía que hablar.

— También me gustas, KyungSoo, me gustas mucho. Me gustas tanto que siento que me quedo sin aire cada vez que veo que alguien te toca o te besa, incluso cuando le sonríes a alguien que no sea yo, porque desearía que me miraras a mí todo el tiempo, no importa cuantas veces, solo quiero que lo hagas una y otra vez. Por favor, quédate conmigo y mírame solo a mí — las palabras salieron demasiado rápidas y esperó a que el pelinegro lo entendiera, porque estaba demasiado eufórico para repetirlo, le había salido del corazón.

— A BaekHyun le gusta ChanYeol — dijo KyungSoo quitandose una lágrima escurridiza con la manga de su chaqueta —. Acepté su invitación, pero es Baek quien asistirá a la cita, solo... estaba ayudando — terminó de decir y se dio la vuelta para encarar a su mejor amigo —. ¿En serio te gusto como dices? 

JongIn se puso de pie y sin dudarlo abrazó al otro chico. Lo abrazó con fuerza por unos largos minutos e ignoró el timbre que indicaba el inicio de clases porque tenía algo más importante que hacer. No dudó mucho cuando lo tomó de las mejillas y lo miró a los ojos pidiendo permiso para culminar con aquello que había estado deseando hace más de un año. Besó a KyungSoo en los labios tan suavemente como cuando intentas medir la temperatura de tu piel, tan suave como cuando rozas un pétalo de una rosa en tu mejilla y tan despacio como cuando unos amantes intercambian sonrisas al amanecer.

JongIn le demostró todo su amor en un simple beso y KyungSoo sintió que todo tomaba su lugar.

Cuando se separaron, KyungSoo comenzó a hablar como un loco.

— Tenía miedo de que me rechazaras y me vieras como un bicho raro. Me dijeron que también te gustaban los chicos, pero a veces te veía hablar con SooYoung tan amablemente, igual con otras chicas, las hacías reír... Pensé que te gustaban, pero no te sentías cómodo contándomelo.  Lamento haberte hecho pasar un mal rato, estoy muy feliz de que me hablaras el primer día, te lo voy a agradecer siempre — KyungSoo sonrió de tal manera que sus ojos se volvieron un par de media lunas e hizo que JongIn se estremeciera.

Debía llegar al fondo del asunto.

— Tenemos una cita hoy, KyungSoo, hay algo que tengo que decirte — el moreno tomó su mochila y sacó el chocolate con la nota, segundos después se lo entregó con una enorme sonrisa —. Feliz San Valentín, Soo, nos vemos a las doce y media, no llegues tarde y por favor, no mires a nadie más que no sea yo.

KyungSoo sonrió ámpliamente y no pudo ser más feliz, tenía una cita con su mejor amigo.



**



Hola a todxs, este pequeño drabble con problemas de OS pertenece al challenge que 100Eclipses está patrocinando. Pásense por esa cuenta y denle amor, somos un grupo de KaiSoo shippers super hardcore (๑•̀ㅂ •́)و

Habrán más de estos en el futuro. El de Halloween y el de "Retrato de familia" están incluidos, así que si desean pásense a verlos  

Rivers22S con loff!!!

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro