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Capítulo 2 Jaemin


Jaemin llevó al pequeño dentro del departamento, dirigiéndose a su cuarto para montar la cuna que su madre había dejado ahí cuando su hermano menor estaba recién nacido, justificando que al ser el mayor debía cuidar a su hermanito.

Esperaba que en todos esos días haya aprendido lo suficiente y eso le sea de utilidad para cuidar al bebé del que ahora era niñero.

Cuando la cuna estuvo lista y segura, tomó al infante y lo recostó dentro de ella.

Este de un movimiento logró sacar el chupón de su boca, y a los pocos segundos comenzó a llorar. Primero eran llantos poco audibles, pero al poco tiempo fueron más fuertes.

Jaemin se acercó para levantarlo y arrullarlo, para así lograr calmarlo.

Habían pasado ya unos minutos, los que parecían no haber surtido efecto pues el bebé no dejaba de llorar, por lo que pensó tendría hambre.

Lo pegó a su pecho y lo abrazó con un sólo brazo para buscar con el otro el biberón dentro de la mochila rojo claro con puntitos blancos. El diseño le recordó a una fresa.

Habiendo encontrado el biberón junto a la leche, decidió echar un vistazo al pequeño cuaderno azul que antes le había indicado la amiga de su hermana.

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             Lee Juyeon

     15 de enero de 0000

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¿El bebé tenía 4 meses? Tal vez eso explicaba por qué intentó buscar en su pecho plano una fuente de leche materna, la cual claramente no tenía. O al menos no por ahora.

¿Dónde estaba su mamá? ¿Desde tan pequeño ya lo alimentaban con fórmula láctea?

Siguiendo las instrucciones proporcionadas por la persona que había escrito aquello, preparó la leche al bebé y cuando estuvo lista se sentó en el sillón para alimentarlo.

Al rededor de media hora después Juyeon, ya bien alimentado, habiéndole cambiado el pañal y sin ninguna otra molestia, cayó profundamente dormido, y Jaemin se limitó a permanecer en ese sillón de la sala con el bebé en brazos, entreteniéndose con un programa de dibujos animados que a esa hora transmitían en la TV.

– Jaemin-ah, te trajimos pizza y té verde – gritó apenas entró a la casa.

Su hermana caminaba dando brinquitos emocionada en dirección a la cocina, con dos bolsas de ropa nueva y una caja de pizza.

Al no recibir contestación buscó a su hermano menor y lo encontró dormido en la sala con un bebé en sus brazos.

– Mamá, Jaemin tiene un bebé.

Llamó sin despegar la vista de su celular, tomándole fotos a su hermano dormido. Lo molestaría con ellas después.

– ¿Qué dijiste? – preguntó su mamá entrando a la sala con su pequeño hijo en brazos.

Yuna zarandeó a Jaemin por el hombro, cuidando de no despertar también al bebé.

El mayor aún estaba somnoliento y su vista no enfocaba a la persona que había perturbado su sueño.

– ¿¡No te cuidaste Jaemin!? Para qué te compré los preservativos.

El grito de su madre lo hizo despabilarse y sujetó al bebé con cuidado de no dejarlo caer.

– ¿De qué hablas? Yo no tengo un bebé.

Yuna miró cómica la escena señalando al pequeño en sus brazos.

– Bueno, sí tengo un bebé, pero no es mío.

Miró a su madre buscando comprensión.

– ¡Yuna-yah! – regañó la mayor – pensé que tu hermano estaba preñado.

La chica estalló en carcajadas mientras su mamá la miraba con reproche.

– Yuna, hablando del bebé, Doyeon noona te estaba buscando, quería pedirte que cuidaras a Juyeon.

– ¿Quién es Juyeon?

Jaemin rodó los ojos.

– El bebé.

Dijo con obviedad dirigiendo su mirada al niño entre sus brazos.

– No me dijiste que tu amiga estaba embarazada – comentó su madre.

– No lo estaba – corrigió la menor.

Se acercó a Juyeon y lo observó fijamente. Su cara lucía pacífica mientras dormía, era un bebé muy lindo.

Escaneó sus facciones detalladamente y luego volteó a su hermano.

– No, este niño no es hijo de Doyeon – se alejó dirigiéndose a la cocina por algo de beber.

– Noona dijo que es el hijo de su novio – gritó para que su hermana menor lograra entender lo que decía.

Escuchó a Yuna toser en la cocina, parecía que se estaba ahogando y no iba a vivir para contarlo. Mas se dio cuenta que el chisme podía revivir a las personas.

Su hermana se acercó corriendo hasta donde él.

– ¿Su novio? Ja, eso le pasa por meterse con hombres mayores, yo le dije que buscara a alguien de su edad, pero me ignoró excusándose con lo increíblemente sexy que era el tipo – siguió, restándole importancia a ese hecho – ¿Qué más te dijo?

En momentos como estos su hermana le parecía un espécimen singular. Podría parecer una chica tranquila, que no les toma mucha importancia a las cosas, pero en realidad era alguien muy entusiasta, y cuando se proponía algo lo cumplía. Y en ese momento lo que quería era saber la historia.

Aunque el tampoco la conocía completamente.

– Bueno, dijo que ella no podía cuidarlo hoy porque tenía una importante sesión de fotos y pues, me ofrecí a cuidarlo.

– Que noble eres Jaemin, ternurita, no comprendo cómo es que Jeno no voltea a ver-AUCH

La fémina se sobó la zona del brazo en la que su hermano le había propinado un golpe para que dejara de hablar.

Si su madre los escuchaba hablar sobre chicos, el resto de sus días sería sobre consejos de conquista, preguntas sobre sus citas y con ello vergüenza extrema.

– El punto es que este bebé es responsabilidad tuya, no mía – señaló Jaemin.

– Ah no hermanito, el que se ofreció a cuidarlo fuiste tú – contraataco con una sonrisa de suficiencia – así que... adiós.

Y huyó despavorida a su cuarto dejando a su hermano aún con el deber de cuidar al bebé.

¿Cómo es que Doyeon noona le confiaría UN BEBÉ a la irresponsable e infantil de su hermana menor? Sin duda hizo bien en ofrecerse él.



Supuestamente estaba realizando sus deberes de la escuela, pero un problema matemático lo entretuvo tanto que al final optó por pedir ayuda el siguiente día a sus compañeros, pensando en uno en específico, Jeno. Imaginó la cara que pondría su amor platónico, la forma en que respondería y cómo luciría explicándole el problema.

El sonido de alguien tocando a la puerta de su cuarto lo sacó de su ensoñación.

– Doyeon llamó, dijo que vendrían por el bebé como en una hora, le envié tu número para que se contacten contigo por si acaso.

Jaemin sólo asintió y retomó su tarea, ese problema era sólo uno de varios con los que su maestro de estadística se aseguraba de mantenerlos ocupados para que no holgazanearan y olvidaran todo en el examen.


🍼🧸


Habían transcurrido alrededor de 20 minutos cuando escuchó sonar el timbre de su casa.

Salió apurado para abrir la puerta. Una de las obligaciones que tenía al estar su habitación situada en la planta baja de la casa.

Se encontró con un hombre casi de su misma estatura, de cabello castaño claro, vistiendo un traje negro y una corbata del mismo color.

– Hola, ¿es usted Na Jaemin?

– S-sí – tartamudeó.

Un momento ¿tartamudeó?, bueno ¿cómo no lo haría? este hombre era casi tan guapo como Jeno, quien lograba hacerlo flaquear algunas veces.

– Es un gusto, mi nombre es Lee Taeyong.

El mayor hizo amago de tomarle la mano para saludarlo formalmente.

En ese momento a Jaemin parecían habérsele cruzado los cables pues primero estiró la mano izquierda por acto reflejo, ya que quedaba del mismo lado de la que el hombre había ofrecido, para después unir también su mano derecha y terminar aprisionando la mano derecha del hombre mayor entre las suyas propias.

– Na Jaemin, igual un gusto.

Taeyong sonrió algo confundido, pero de igual manera resplandeciente.

– Verá – comenzó – mi novia me comentó que usted cuidaba a mi hijo, por lo que he venido aquí por él, lamento llegar un poco más temprano, pero comprenderá que la seguridad de mi hijo es lo más importante para mí.

– Sí, claro que lo entiendo, por favor pase, lo llevaré a donde está.

– Muchas gracias, jovencito.

Jaemin se hizo a un lado dejando pasar a Taeyong y lo dirigió a su habitación.

Al llegar el hombre miró enternecido a su bebé y sin esperar más se acercó para cargarlo.

Jaemin sonrió conmovido, ¿sería este hombre quien había traído al mundo a Juyeon? Lo dudaba.

– Lavé el biberón y los medidores después de darle de comer, los acomodé en la mochila – comenzó explicando mientras tomaba la mochila de donde la había guardado y la ponía sobre su cama para que el mayor pudiera tomarla cuando se fuera – también utilicé un pañal, lo cambié cuando terminó de comer. La mayor parte del tiempo la pasó durmiendo.

El padre del bebé lo miraba con una expresión que no podía descifrar.

¿Impresión? ¿Compasión?

– Y no tiene de qué preocuparse, seguí al pie de la letra lo que estaba anotado en el cuaderno. Además, tengo un hermano de 2 años al que cuidé desde recién nacido, así que tengo algo de práctica.

El mayor asintió en silencio y miró a su bebé.

– Estoy muy agradecido contigo – ahora miró a los ojos a Jaemin.

Con que era agradecimiento.

– No fue nada, Doyeon noona es amiga de mi hermana y bueno, es un favor por lo que ella ha hecho por nosotros.

Y no mentía, desde que él había conocido a Doyeon ella le había demostrado cariño, le llevaba galletas y le daba regalos después de recibir su paga como modelo. Por desgracia no había tenido la oportunidad de conocerla tanto como su hermana.

– Cuando mi amigo me dijo que Doyeon había dejado a mi hijo al cuidado de un niño de 20 años, que yo ni si quiera sabía de quién se trataba, realmente me preocupé.

¿Un niño? De acuerdo, eso le había dolido, probablemente no creía que fuera capaz de cuidar al bebé. Por otra parte, él lo entendía, no lo conocía e imaginaba la incertidumbre por la que había pasado a causa de esto.

– Pero al estar aquí ahora me siento mucho más tranquilo, de verdad muchas gracias.

– No fue nada, no es un bebé problemático – le sonrió.

– Déjame compensártelo, el hombre sacó su celular del bolsillo y tecleó su contraseña para después abrir la app del banco – dime tu número de cuenta bancaria.

– Oh en serio no es necesario, como le comenté Doyeon noona es amiga de mi hermana y...

– Es lo menos que puedo hacer para agradecerte por devolverme la paz – agregó el mayor y lo miró suplicante, sus ojos brillaban, como un par de diamantes – No me iré de aquí hasta que me des tu número de cuenta – se sentó sobre la cama – ¿o prefieres efectivo?

El hombre trató de sacar la billetera de su bolsillo, sin embargo, la posición en que cargaba al bebé se lo ponía un poco difícil.

– Sabe qué, le daré mi número de cuenta, deje de buscar lo que sea que esté buscando o despertará al bebé – aclaró preocupado, resignado a recibir una paga.


🍼🧸


Más tarde esa noche, no podía quitar la vista de la app de su cuenta bancaria.

¿Esto era un sueño o la realidad?

Ni si quiera su madre le daba esa cantidad de dinero de una sola vez.

Que agradable sujeto era el papá del bebé.

Ahora que lo recuerda, su hermana había mencionado que era un hombre mayor. Él pensó que sería un hombre canoso y con algunas arrugas en su cara, pero Lee Taeyong no parecía tener más de 30 años.

Estaba de acuerdo con Doyeon noona, ese hombre era realmente sexy, aun vistiendo un elegante traje.

Y por supuesto que los pensamientos de Jaemin sobre el novio de la mayor era algo que su hermana no necesitaba saber.

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La paga: 100 dólares

Tarea: cuidar a un bebé por unas horas.

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Esta es la libreta que Taeyong hizo, especificando todos los cuidados de su bebé🥰

El apodo de Juyeon de The Boyz es Juju, y nació el 15 de enero de 1998, pero puse 0000 porque se supone que aquí es un bebé🤭


¿A alguien más le causa ternura imaginar a Taeyong como padre?🥺


Edit: Según yo publiqué este capítulo ayer en la noche, pero me apareció como borrador ¿qué está pasandoooooooo?😯

Nos vemos en el capítulo 3~ que será sobre *redoble de tambores* DOYOUNG🥳

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