Parte final
Felix ya se sentía desfallecer con la lengua de Bang dentro suyo. Estaba completamente en las nubes, se sentía como un sueño el ser tocado por ese hombre al cual siempre deseó, ni siquiera creía el estar siendo penetrado por la lengua de ese perfecto hombre. Pero ahora quería más, quería el gran falo del chico dentro.
— Channie... Ya estoy listo...
Un último lenguetazo hizo que Felix gimiera fuerte y agudo, pues había llegado a su próstata; ahora estaba deseoso de más.
— ¿Qué es lo que quieres, Lee? — preguntó de manera perversa.
— A ti... Dentro de mí.
Chan sonrió y ni se la pensó, abrió bien las piernas de Felix y rozó su hombría contra la entrada del menor, quien deliró por tal acto. Bang solo estaba jugando, y eso ya desesperada a Felix, necesitaba tenerlo ya. Comenzó a mover sus caderas, tratando de meterselo el mismo, pero el mayor le tomó las caderas con fuerza, siéndole así imposible moverse.
— Oh, no, Lixie. Aquí mando yo, por lo tanto, yo sabré cuando metertela.
Felix chilló desesperado, más no pudo hacer nada. Bang era todo un fetichista, al parecer, nomás faltaría que le haga llamarlo Daddy...
— Ah, y otra cosa — tomó las piernas del chico y comenzó a adentrarse en él lentamente —. Seré tu Daddy, así que me llamarás así.
Que coincidencia.
— N-no... Yo no haré eso... ¡Amgh! — Chan entró de golpe en él —. M-mierda...
— Esa boquita, Lee — le dió una nalgada, haciéndole chillar —. Me llamarás así, y te voy a coger hasta que lo digas.
— N-no... ¡Ah! ¡Avisa, idiota! — Chan había salido por completo del chico y volvió a entrar, por lo que Felix tuvo esa reacción.
Comenzó a moverse con rapidez, sin esperarse a que Felix se acostumbrara. Pero al menor poco le importó, de hecho hasta le había gustado tal acto.
Tomó las caderas del chico y continuó con las penetraciones rápidas, haciéndolas duras y llegando profundo, tratando de encontrar la próstata del chico. Puede que Chan sea todo un loco masoquista, pero eso no quitaba que también buscaba el placer de su pareja/acompañante.
No esperó mucho y tomó el pene del menor entre sus manos, para comenzar a masturbarlo al ritmo de las estocadas.
— ¡Agh! ¡Channie, a-ahí! — había encontrado su próstata, por lo que el menor se retorció de placer y la sobre estimulación.
Bang se inclinó para besar al castaño, quien recibió el beso gustoso. Metió su lengua en la cavidad bucal de Lee, haciendo un beso tan sucio y desordenado por las fuertes estocadas que Chan le otorgaba al chico, mientras Felix gemía de manera ahogado en la boca ajena, sus ojos yéndose hacía arriba, poniéndose en blanco gracias al placer que sentía.
Felix estaba a punto de correrse, pero Bang salió de el repentinamente.
Iba a protestar, pero fué volteado, quedando en cuatro y con el culo expuesto para Chan, quien puso una mano sobre la espalda del menor para así quedará solo con las caderas alzadas, su entrada en completa disposición para él.
Volvió a entrar en él, moviéndose al instante de la misma manera que anteriormente lo hacía, ahora dejando nalgadas que seguramente dejarían marcas después, e igual en sus piernas.
Se inclinó para besar la espalda del menor, mordiéndolo y dejando chupetones que tardarían en desaparecer.
— ¡Channie! E-estoy cerca...
— Vente para mí, bebé.
Una estocada más, y Felix se corrió escandalosamente, manchando las sabanas blancas de su propia cama. Su cuerpo tembló, debilitándose.
Pero Chan aun no llegaba, asi que continuó maltratando la entrada del chico, tomando sus caderas para no dejarlo caer. Siguió golpeando su trasero con las manos y su pelvis, seguramente ya estaría bastante rojo.
Y nuevamente, Felix se corrió con un agudo gemido, seguido de él Chan también lo hizo.
Felix se dejó caer sobre la cama, seguido por Bang, quiero se echó a su lado.
— Mierda — dijo Felix, agitado —, ¡Eso fue increíble!
Chan sonrió y atrajo al chico hacia su pecho, tomándolo entre sus brazos para así darle caricias.
— Bang... ¡Estamos todos pegajosos! — exclamó el castaño, tratando de alejarse del mayor, pero los brazos de este lo apresaron aún más.
— ¿Y? Hace un momento esto no te importaba — rió —. Tranquilo, después lavo las sabanas.
Felix gruñó en respuesta, pero ya no dijo nada y se acomodó más en los brazos del pelinegro.
— Eres de larga duración — bromeó el menor.
— Lo sé, así que prepárate para la próxima.
Felix se sonrojó y lo miró con sorpresa. ¿La próxima? ¿La próxima vez? ¡¿Chan está pensando en tener una próxima vez?!
— ¿P-próxima?... — dijo de manera insegura.
— Lee Felix — tomó el metón del nombrado, obligándolo a levantar la cabeza —, ¿Quisieras tener una cita conmigo?
El sonrojo de Felix subió, rápidamente se escondió en su pecho.
— Pendejo, ¿Qué son esas maneras de pedirlo? — le dió un golpe en el pecho —. ¡Después de dejarme con el culo roto! — lo dicho solo hizo reír al mayor.
— ¿Quieres o no?
— Sí... Sí, Chris, sí quiero.
Fin !
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