Siete: Primer Día.
Tiene las manos sudorosas, ha estado ocupando tantos pañuelos desechables que ya se ha terminado el paquete.
—Relájate un poco o tu día será malo. —La mano derecha de su amigo abandona el volante para buscar la de ella. Un ligero apretón con el que le comparte confianza y tranquilidad.
—Es mi primer día, ¿cómo puedo estar tan tranquila?
Busca un lugar para estacionar y detiene el auto. Yuqi le recuerda que no puede llegar tarde.
—Solo será un minuto. —Responde Lucas.
Van de camino a la empresa donde Yuqi comenzará su pasantia, es la primera de los dos que consigue un empleo después de graduarse de la universidad. Lucas ha decidido tomarse unos meses libres antes de comenzar con la búsqueda del empleo de sus sueños.
Después de escuchar otro discurso alentador y bastante emotivo que la hace sentirse un poco más segura. El auto regalado por su padre (de Lucas) vuelve a ponerse en marcha.
Su mente ya estaba tranquila, hasta que se detuvo frente al gran edificio. Sus manos sudan de nuevo.
Lucas baja para arrastrarla fuera del vehículo. Le dice que tomará una foto para conmemorar su primer día, Yuqi sonríe tímidamente.
—¿Vendré a recogerte o Dongyoung me ahorrará el trabajo? —Camina hasta ella para mostrarle la foto.
—Creo que espera a que yo lo llame o envíe un mensaje. —Levanta su pulgar para darle su aprobación.
—Ese tonto, tendré que ir a buscarlo para tener una conversación con él. —Guarda su celular para colocar sus manos sobre los hombros de Yuqi.
—Ya Lucas, me voy a estar creyendo tus palabras. Deja que las cosas fluyan, solo he salido con él algunas veces, no hay compromiso de por medio.
—Que lastima, realmente me agrada DingDong.
—Ya deja de llamarlo así, sabes que no le gusta. —Ella se levanta de puntillas para alcanzar las orejas de su amigo y jalarlas suavemente.
—Si, si. Es Doyoung, debería usar su nombre real, sus padres debieron tardar demasiado en elegirlo.
—Como digas, Yukhei. —Baja sus manos para abrazarlo. —Debo entrar ya.
—Buena suerte, Yu. Llámame, ya sea para que venga o para decir que él vendrá por ti.
—Si, adiós Yuk.
—Adiós... Espera, te olvidas de algo. —Corre al auto y de regreso, le entrega una lonchera que su madre preparó especialmente para su hija no de sangre. —Dice mamá que te comas todo.
—La llamaré para agradecerle.
—Mi nombre es Song Yuqi. —Comienza su presentación a su nuevo equipo de trabajo. No sabe que decir, se limita a mencionar su escuela de procedencia y compartir su entusiasmo por aprender de sus superiores y sus colegas pasantes.
—Yo soy el jefe aquí, Kim Minseok. —Toma la palabra el de mayor rango. —Ella es Bae Joohyun y a su lado Kang Seulgi. —Continúa mencionando a los demás.
Yuqi se esfuerza por memorizar rápidamente cada nombre. Cuando esta actividad termina, recibe su primer tarea de las manos de la pelinegra Joohyun.
—Envíame los archivos por correo, por favor.
—Claro.
Joohyun se da la vuelta, uno de los tantos papeles que tiene en las manos se desliza y cae al suelo. Acto totalmente intencional. Yuqi lo ve y no duda en agacharse a recogerlo, sin borrar la sonrisa tímida de su rostro.
—Gracias. —Dice Joohyun. Con una mirada de satisfacción va a sentarse a su silla. —Es demasiado noble, debemos cuidarla del jefe Min. —Le dice en voz baja a Seulgi.
No tan baja en realidad, pues Yuqi logró oírlo. Su espacio de trabajo queda frente al de Seulgi.
. . .
—Si mamá, estoy comiendo bien. La madre de Lucas me preparó una lonchera. Supongo que ayer fue a visitarla y pasó la noche ahí. No, no tengo planes creo que llegaré temprano hoy. Espero que me recibas con una grandiosa cena.
Termina la llamada con su madre y levanta su vista para mirar a su alrededor. El comedor de la empresa es gigante, hay muchas mesas y ella está sola en un rincón. Sus ojos se detienen en la mesa donde están dos de sus superiores. Cuando ellas se dan cuenta le sonríen.
Nuevamente entra una llamada a su celular, cree que es su mejor amigo hasta que lee el nombre en la pantalla.
—¿Cómo estás Doyoung? Fantástico. Estoy en mi hora de comida. Si. Pues mi horario marca mi salida a las seis, pero es mi primer día y soy pasante, no puedo asegurar que se respete. Claro, yo te aviso. Adiós, que tengas un lindo día.
Yuqi conoció a ese pelinegro bastante apuesto y de sonrisa encantadora de nombre Doyoung cuando acompañó a Soyeon a una entrevista de trabajo. Él también era un candidato para el puesto que su amiga buscaba. Al final, ninguno de los dos fue elegido, pero si inició una nueva amistad.
Desde entonces han salido en algunas ocasiones, su relación ha evolucionado tan rápido que están a nada de volverse una pareja.
De camino a su piso, le envía un mensaje a Lucas. Le asegura que todo va bien y que tal vez salga con Doyoung.
<<No bajes la guardia Yu, nos vemos cuando puedas>>
Una respuesta corta y guarda su celular justo cuando las puertas del ascensor se abren en su piso.
—¿Todo bien en tu primer día? —Doyoung abre la puerta del auto para que ella suba.
—Si, mis compañeros de trabajo fueron amables conmigo.
—Espero que así sea siempre, ¿te parece buena idea dar un paseo por ahí o quieres descansar? —Aun no pone su auto deportivo en marcha, quiere conversar con ella viéndola a la cara.
—Estoy bien, vamos a dar un paseo.
—¿Segura? —Ella asiente, entonces enciende el auto.
Al final no es un paseo, van a jugar boliche. Doyoung la ayuda a colocarse los zapatos especiales para entrar. Dicho acto, la hizo sonrojar. Algo que le gusta demasiado de él es su caballerosidad. Ha llegado a sentir en algunas ocasiones que está en un época pasada donde los hombres eran bastante románticos y cortejaban de manera única.
Yuqi ha jugado solo una vez, Lucas le explicó como debía tomar la bola y al final le ganaron a Kun, Jaemin, Ten y Soojin. Pero eso fue hace tanto que se ha olvidado de algunas cosas.
Se hace un poco la tonta para que Doyoung se acerque y le explique que hacer.
—Disculpa, solo una vez he jugado y no lo recuerdo mucho. —Dice con una sonrisa que derrite el corazón del chico.
—No te preocupes, te enseñaré.
—¿No viste la hora o qué pasó? —Las luces se encienden, ahora puede ver a su mejor amigo sentado en un sofá mirándola con los brazos cruzados y el ceño fruncido.
—¿Por qué sigues aquí? —Su intención era entrar de puntillas, hacer el menor ruido posible e irse directo a la cama.
Presentía que algo así ocurriría, pero imaginaba a su madre, no a Lucas.
—No iba a dejar que mamá cenara sola.
—No le digas mamá, no es tu mamá.
Hablan en voz baja, no es tan tarde, pero ya hay una persona durmiendo en esos momentos.
—Me he ganado el derecho en cuatro años y ella me adora, así como mi mamá y su esposo lo hacen contigo. Y no te he reclamado nada. Apuesto que si fuera Dongyoung estarías encantada.
Se cruza de brazos y alza la cara indignado.
—Realmente me la creí, has mejorado Wong. —Pica su mejilla con su dedo para hacerlo reír.
—¿En serio? —Baja la guardia y pregunta emocionado.
—Si. Te quedarás, ¿verdad?
—No lo sé, hace días que no voy a mi departamento. —Lo piensa un poco. —Esta bien, acepto, ya que insistes tanto.
Toma delantera para llegar a la habitación de la chica, va directo al armario de donde saca sus sabanas especiales para su uso y su pijama, mientras que Yuqi deja su bolsa sobre su cama y enseguida se agacha para sacar el colchón extra.
En cuatro años de amistad han logrado muchas cosas, una de tantas es la confianza.
—¿Cómo fue tu cita con Dong?
Ambos están acostados ya, las luces están apagadas.
—Fuimos al boliche y después a cenar. Fue una gran tarde-noche. Me gusta mucho. —Finaliza con un suspiro.
—Si no es bueno contigo alguna vez, dímelo. No permitiré que nadie te haga daño. —Estira su mano, a tientas busca la de Yuqi. Al no ver nada le es difícil.
—¿Qué haces?
—Busco tu mano, tonta. Era mi momento de amigo responsable y protector, pero lo arruinaste.
—Perdón, descansa.
Mi parte favorita ha llegado.
Presiento que tendré más ideas y
actualizaré más seguido...
Gracias por leer esta historia <3
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