Seis: Amigos.
—Él era mi hermano, realmente lo era. Cuando nos despedimos, él me lo confesó.
—Espera, no entendí.
Yuqi deja de lado las verduras que está picando. Lucas hace lo mismo.
—Xiao DeJun llegó a nuestra casa cuando tenía nueve, sus padres estaban en proceso de divorcio y mi padre acepto recibir al hijo de la hermana de mi madre.
—¿Cuántos años tenías tú?
—Cuatro. En fin, crecimos juntos. No le decía primo, me dirigía a él como mi hermano. A mi mamá le parecía excelente que estuviera cómoda con él. Jamás se supo la verdadera razón del divorcio de mi tía. Los años pasaron, él viajo a un país extranjero para sus estudios universitarios.
—Me imagino a dónde fue.
—Si, oírlo a través de la bocina del teléfono mencionar todas las maravillas de este país me hizo querer venir. Él fue el primero en enterarse de mis planes.
Unas cuantas lágrimas se deslizan por sus mejillas. Aun no termina de asimilarlo, le es imposible aceptar que jamás lo volverá a ver.
—Entonces, el mismo día que yo partía de China lo escuché hablar con un detective, según me contó. Descubrió que sus padres se divorciaron cuando su padre se entero que su esposa la había sido infiel. Y desde ese romance salió él. Eso es lo único que sé, no pedí más detalles.
–¿Tu mamá lo sabe?
—Creo que no, espero que no lo haga. Será demasiado doloroso.
—Realmente es impresionante la historia detrás de tu familia. Y me imagino que el dolor de perderlo es aún más profundo.
—Hermanos de sangre o no, me habría derribado. Xiao se despidió de mi diciendo que pasarían algunos meses sin comunicarnos porque estaría en un pueblo lejano cumpliendo con un proyecto. Creo que seguiré pensando que él está ocupado trabajando para hacerlo menos doloroso.
Lucas planea decirle algunas palabras que puedan consolarla un poco, por lo menos. No puede hacerlo porque su madre regresa y pregunta si ya están cortados todos los vegetales.
—Ya casi terminamos. —Dice Yuqi.
. . .
—La comida estuvo deliciosa, muchas gracias señora. —Los trastes sucios están en el fregadero, Yuqi se ofreció a lavarlos.
—Te ves mejor, ahora incluso sonríes. —La madre de Lucas colocó un vaso más a la pila.
—Mamá. —Recargado en la barra está el chico observándolas.
—Así es señora. Gracias a su hospitalidad y sus cuidados me estoy sintiendo mejor. De hecho, estoy preparada para irme después de ayudarla con esto, a menos que requiera que haga otra cosa.
—¿Ya te quieres ir? —Pregunta Lucas asombrado. —No te sientas presionada, eres bien recibida aquí, puedes estar el tiempo que quieras.
—Gracias Lucas, pero es necesario. Tengo que afrontar mis tormentos.
—Perdóname por abrumarte con mis problemas, no esperaba confesar a alguien el caos que es mi familia, pero lo hice. Gracias por escucharme.
—Te lo dije, somos amigos.
Yuqi se dirige a la habitación de la señora, va a despedirse y agradecerle una vez más por recibirla en su hogar.
—Espero que no tomes a mal mi actitud, me agrado conocerte, espero verte de nuevo pronto y si alguna vez necesitas algo, no dudes en recurrir a mi.
—Muchas gracias señora.
Poco después salen del departamento, Lucas insistió llevarla hasta su hogar, no quiere arriesgarse a que se quede a medio camino. No quiere dejarla sola. Considera la idea de tomar un taxi, la desecha rápidamente para elegir caminar y estar con ella un largo rato.
—Entonces... ¿No piensas ir a despedirlo? —Pregunta de repente.
—Si lo hago, ya no volveré y como ya lo dije antes, creeré que Xiao sigue ocupado en el campo con su proyecto.
—Esta bien.
Baja la vista a su mano derecha, está a milímetros de la de Yuqi, con un pequeño movimiento puede sujetarla. ¿Qué sentirá al hacerlo?, se pregunta. Tiene tanta curiosidad que su mente comienza a imaginar diversos escenarios, es absorbido al mundo de sus fantasías que no se da cuenta cuando ella se adelanta varios pasos.
Poco después llegan al edificio indicado, caminan hasta llegar al ascensor.
—Me despido aquí, confío que estarás bien, pero Yuqi, prométeme que si te sientes sola, necesitas hablar o llorar, me llames. Vendré si me necesitas, estaré al teléfono el tiempo necesario si es lo que deseas.
No esperaba que como respuesta a sus palabras recibiera un abrazo.
—Estoy feliz por haber encontrado un gran amigo como tu.
Pasa unos segundos inmóvil, después reacciona y la rodea con sus brazos. Lo que siente en ese momento solo le ha aclarado una cosa.
Le gusta Yuqi.
. . .
—Y con esto rayo una cosa más a mi lista. —Levanta su brazo al aire, con un gesto le dice a Lucas que haga lo mismo. Toma una foto donde se aprecien los brazaletes de papel que les permiten entrar al acuario.
—¿Lista de cosas para hacer en Corea?
—¡Si! DeJun vino aquí cuando recién llegó, recuerdo que las fotos las pegue en una pared de mi habitación, eran maravillosas.
La nostalgia llega a la mitad de la anécdota, sonríe dejando atrás ese sentimiento, en los días que han pasado, se ha prometido cambiar, dejar de ser tan sensible, ser más valiente. Para que en dondequiera que esté su hermano, la vea y esté orgulloso de ella.
—Vamos ya.
Entran a el largo túnel que los llevará a las enormes peceras.
Esa tarde Lucas tiene el día libre y Yuqi no tiene tareas pendientes. Bastaron un par de mensajes para quedar verse en un sitio y después planear que hacer esa tarde. Gracias a que un niño paso frente a ellos haciendo berrinches a sus padres por no llevarlo al acuario, ellos decidieron ir.
Yuqi se convierte en una niña pequeña, va de un lado a otro sorprendida por la gran variedad de peces y el tamaño de todas esas peceras. No es la primera vez que va a un acuario, pero siente como si lo fuera.
Lucas, por su parte, la sigue dejando una corta distancia, toma fotos y videos sin que ella se entere, más tarde se los mostrará.
—Sonríe. —Ella está frente al fósil de una ballena, en la salida del acuario. El recorrido se paso demasiado rápido, cuando lo notaron, el sol ya estaba oculto.
—Déjame ver. —Va a su lado y mira la pantalla del celular, asiente como aprobación a las fotos. —Se las enviare a mi mamá cuando llegue a casa.
—Ya te las envié, ¿cenamos antes de separarnos?
—Claro.
Yuqi entrelaza su brazo con el de su amigo, desde hace días ha comenzado a hacerlo. Caminan por las calles iluminadas por faroles, esa parte de la ciudad no está abarrotada de negocios con anuncios demasiado llamativos.
A punto de entrar a un restaurante, un celular suena, ambos revisan sus celulares y dan con que el que suena es el de Yuqi.
—¿Papá? —Dice, camina unos pasos para alejarse de la entrada del establecimiento. Lucas mira a su alrededor y ve una banca del otro lado de la acera. Le señala el sitio y ella asiente, cruzan hasta llegar ahí.
Ella se sienta para hablar cómodamente, él se aleja un poco para darle privacidad.
En resumen, su padre le pide perdón por haber cometido tantos errores en su vida y mentirles a ella y a su madre. Yuqi supone que la gran bomba ha explotado, la verdad sobre Xiao DeJun ha sido revelada.
Su corazón se hace añicos cuando escucha la palabra divorcio, presentía que algo así ocurriría, pero en el fondo deseaba que su familia aparentemente perfecta siguiera intacta.
La llamada termina y ella está llorando de nuevo, su magnífico día terminó siendo triste. Lucas se percata de la situación, no duda en acercarse y rodearla con sus brazos, ella lo acepta. Por un momento imagina que es Xiao quien la abraza, recuerda los momentos cuando necesitaba ayuda y su hermano estuvo para ella. Para no extender aún más su llanto, se obliga a alejar esos recuerdos y piensa en los peces que vio hace un rato.
—¿Malas noticias?
—Divorcio. —Responde sin separarse.
—Bienvenida al club de hijos con padres divorciados.
—Xiao sería un miembro muy activo. —Poco después de decir esas palabras, se separa de su amigo, quien limpia sus lágrimas. —Gracias.
—¿Perdiste el apetito o continuamos con los planes?
—¿Podemos quedarnos aquí un rato, antes de elegir comer o irme a casa quiero calmarme.
—Tus deseos son órdenes para mi.
Sentados, mirando a su alrededor en silencio, el tiempo corre y cuando Lucas revisa la hora, ya han pasado treinta minutos. Voltea a verla y aprecia su perfil, <<Realmente es bonita>>, piensa, Yuqi tiene los ojos cerrados, pero al sentirse observada los abre rápidamente.
—No, vuelve a cerrarlos. Escucha el bullicio de las personas, los carros pasar frente a nosotros. —Ella obedece. Trata de concentrarse en los sonidos de su alrededor.
Casi como un impulso, se inclina hacia ella. Esta a solo unos centímetros de tocar sus labios, es capaz de sentir su respiración.
Lo hará, enfrentará el sentimiento que comienza a florecer. Cierra sus ojos también para dar el último paso.
<<Amigo>>
<<Amigo >>
<<Estoy feliz por haber encontrado un gran amigo como tu>>
Las palabras de Yuqi se repiten una y otra vez. Así es, ella sólo lo ve como un amigo. No ha demostrado tener otras intenciones. No hay razón para arriesgarse y después arrepentirse de haber arruinado su bella amistad.
Se aleja antes de soltar un largo suspiro. Estuvo a punto de besarla y ella no lo supo.
—¿Lista para irnos? Dejemos la cena pendiente. —Se pone de pie y extiende su mano para que se levante también.
Yuqi únicamente asiente, detienen un taxi para llegar más rápido.
—Es mamá. —Por segunda vez en la noche, una llamada entra a su celular.
—Tranquila, aquí estoy contigo. Se fuerte. —Le dice Lucas antes de que responda.
—Cuatro cifras, ¿cuáles son las cuatro cifras que nunca olvidas?
—¿Mamá? ¿Qué dices? ¿Para qué?
—¿Dónde estás? Qué hora son éstas para estar afuera.
Es totalmente lo contrario que esperaba escuchar, su madre parece estar bien.
—Voy de camino a casa, salí a pasear con Lucas.
—Me duelen los pies de estar de pie tanto tiempo esperándote, date prisa.
—¿Qué? —La llamada se corta y ella está confundida.
—¿Qué pasó? —Cuestiona el chico a su lado.
—No lo se, tampoco lo entiendo. Solo quiero llegar lo más pronto posible a casa.
—¿Mamá? —Queda congelada cuando la ve, después reacciona y corre a abrazarla.
—Te he extrañado tanto mi pequeña.
El reencuentro madre e hija es bastante conmovedor para Lucas, no quiere interrumpir así que decide marcharse, luego explicara por mensaje por qué se fue sin despedirse.
—Alto ahí Wong. —Yuqi se dio cuenta de sus intenciones. Lo llamó a acercarse para poder presentarlo. —Él es Lucas, el mejor de todos mis amigos.
—Es agradable conocerte por fin.
Lo siguiente es cómo Yuqi cuestiona las palabras de su madre y ella responde que hace un tiempo tuvo la oportunidad de hablar con él. Invitan al chico a entrar, pero él se disculpa por rechazar la invitación. Se excusa diciendo que ya es tarde y debe volver a casa, pero la verdad es que quiere dejarlas hablar. Sabe bien que una gran y complicada conversación las espera.
Pase varios días escribiendo esto y por fin está publicado... Digamos que aquí termina la primera parte.
¡Nos vemos en el siguiente capítulo!
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