21
Etamin despertó con una resaca terrible, ni siquiera recordaba cómo había llegado al cuarto de quien sabe quien, se levantó alcanzando a reconocer la persona a su lado. Pronto sonrió y acercó sus labios a los del chico besándolo.
—Buenos días...—Murmuró somnoliento.
—Eres la única persona que duerme como un bebé mientras intenta detener el Apocalipsis.—Rió acariciando la mejilla de su contrario.
—Cariño, parece que te divertiste mucho con Allison.—Levantó la ceja.
—Hey, míralo como un gran progreso con tu familia.—Aclaró la garganta.
—Bien.—Le dió un beso casto.—¿Me dejas levantarme?
—Adelante gruñón.—Ladeó su cabeza y se incorporó de la cama.
—Vuelves a decirme así y juro que no te doy de nuevo mi bléiser.—Señaló el complemento de su traje que reposaba sobre los hombros de ella.
—Ya, ya. No lo haré.—Hizo una mueca pidiendo perdón, al instante se levantó entregándole el bléiser mientras miraba a otro lado con su ceño fruncido.
Five al instante le regresó el rostro al frente haciendo que lo vea a los ojos, Etamin en ese momento juraría que su rostro estaba del color de su cabello.
—¿Sabes que te amo?—Habló con cariño a ella.
Por inercia le rodeó el cuello con sus brazos abrazándolo sintiéndose culpable de haberlo dejado tantos años solo cuando se fue con la encargada, Five la apretó contra el sintiendo la tibia piel de ella.
—También te amo.—Murmuró apenada.
En ese momento rompieron su abrazo quedándose en silencio, pero no era un silencio incómodo más bien se miraban a los ojos;—Volveré pronto, ¿De acuerdo? Quédate aquí.—Se despidió.
—Te estaré esperando.—Mintió.
La pelirroja contradiciendo la petición de su esposo comenzó a seguirlo hasta un dar con un gran edificio.
—¿Vanya?—Miró a la ahora niñera.
—Etamin, no creí que también te invitarían.—Tiró su cabeza a un lado extrañada.
—¡No lo hicieron!—Sonrió tomándola de la muñeca para su llevarla con sigo a donde quiera que Five haya ido.
Al notar como un ascensor se cerraba corrió hasta ahí encontrándose con todos los Hargreeves, Five al verla ahí negó con la cabeza mientras sonreía.
—¡Con permiso!—La pelirroja entró junto a Vanya dándole un empujón a Diego.—Lo siento.
—Bien, creo que estamos todos.—Five se encogió de hombros presionando el botón que haría funcionar el ascensor.
Al llegar Five se acercó quedando junto a ella;—Cuando papá llegue no quiero que nadie hable, Etamin y yo hablaremos con el, tal vez pueda ayudarnos a regresar y no quiero que lo arruinen.—Anunció.
—No, vamos a preguntarle porque matará al presidente.—Diego interrumpió.
—Escuchen, porque no mejor usamos esta caracola, quien la tenga podrá hablar.—Vanya propuso.
Luego de una pequeña discusión por la caracola Diego intentó arrojarla, Etamin al instante con un movimiento de su mano la detuvo y la puso sobre una mesa;—Deja de comportarte como un niño salvaje.—La pelirroja se quejó.
—¿Quien coló a la niñita?—Frunció el ceño.
—Diego.—Luther regañó.
—¡Lo siento! No sabía que dije algo malo.—Habló sarcástico mirando mal a Etamin.
—Lo único malo paso hace 30 años cuando tú madre te tuvo.—Etamin sonrió con falsedad mirando con superioridad a Diego.
El mayor se intentó acercar a ella molesto pero Five se lo impidió;—Le pones un dedo encima y te mato.—Amenazó dándole un empujón.
Al instante Reginald ingresó con autoridad a lugar sentándose, Etamin y Five a diferencia de los demás se sentaron enderezados, el mayor los vio curioso antes de comenzar a hablar.
—Liberaron a mi chimpancé, me acosaron y siguieron por todas partes, además de en repetidas ocasiones me llamaron...
—Hola pa.—Klaus se sentó con un jugo.
—Papá.—Soltó con asco.—Según mis investigaciones no son del FBI ni de ningún tipo de asociación similar, entonces ¿Podrían explicarme?
Todos se miraron entre sí hasta que Five se dispuso a hablar;—Somos tus hijos, nos adoptaste en 1989 para entrenarnos y salvar al mundo.
—¿Adoptarlos? ¿Porqué yo adoptaría a siete...?—Etamin le interrumpió.
—Eran siete, uno murió.—Aclaró.
—Estos dos niñitos están casados. Y ella es como nosotros pero te robaron la idea y la adoptaron junto a otros niños pero eso es otra historia.—Diego habló con superioridad.
Etamin lo miró de mala manera, antes de continuar escuchando al padre de los Hargreeves.
—¿Porque yo adoptaría a 7 vándalos?
—Somos especiales.
—Tenemos súper poderes.
—Llámenme anticuado pero creo en algo llamado evidencia.—Reginald habló incrédulo.
Luther comenzó a quejarse de aquello pero al instante Diego lanzó un cuchillo enseñando su poder, Reginald hizo un comentario que al ser tan impulsivo Diego intentó acercársele siendo detenido por Five, de nuevo.
—En resumen, Luther super fuerza, Klaus habla con los muertos y Allison puede persuadir a quien quiera.—El menor aclaró.
—¿Y tú qué haces?—Reginald miró a Vanya.
—No creo que sea buena idea.—Etamin murmuró.
—¿Por qué? Puedo controlarlo.—Vanya tomó una cuchara golpeándola contra un vaso para así crear ondas de sonidos.
Al instante las frutas que tenían al centro de ellos explotaron, Etamin con tan solo levantar la mano evitó que les cayera encima apretó el puño haciendo que se hagan una masa y la dejo sobre la mesa.
—Y ella puede controlar todo lo que pueda ver.—Five se acercó a la pelirroja.
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