11
Mientras Five "hablaba" con el señor al que un día antes habían asustado, Etamin lo esperaba frente al edificio pero de un momento a otro el Hargreeves corrió junto a la pelirroja protegiéndola de la explosión;-¡Five!
Etamin levantó sus manos frente a ella deteniendo cualquier objeto que los pudiera lastimar, pero ante la fuerza que ocasionó la explosión ambos niños cayeron mirando el edificio en llamas.
-¡Maldición! -dice levantándose de suelo frustrado, la Yerkink se levantó acomodándose su falda y despojándose del polvo que había levantado.
-Tranquilo... Debe haber alguna otra manera.-Habló intentado calmar a su contrario pero este le interrumpió.
-No la hay.-Parecía realmente molesto.
-No seas pesimista Five, encontraremos otra forma.
-Basta.-Apretó los puños intentando calmar todo lo que sentía en ese momento pero no lo conseguía.
-Five.-Al intentar poner su mano sobre el hombro del chico el desapareció haciendo uso de su poder.
Agotada y frustrada caminó lejos del edificio en llamas, probablemente iría a darle una visita a Allison de todas formas es lo más cercano que tenia a una hermana y a la única quien pediría un consejo, al llegar a su casa tocó el timbre.
-Ding Dong.-Dijo de mala gana cuando ella abrió la puerta.
-¿Porqué esa cara tan larga?-Levantó la ceja con una sonrisa a lo cual sólo rodé los ojos.-Ok, vamos ya se lo que necesitas.
Ambas estaban sentadas en la azotea de la mansión Hargreeves con un bote de helado a punto de terminarse;-¡Es justo como lo recordaba!
La pelirroja chillaba con una voz rota, cuando era niña amaba el helado pero por cierta situación no lo volvió a comer durante 45 años;-Sabía que te sentirías mejor... Ahora dime, ¿Qué sucedió?
-Five.-Sus mejillas estaban embarradas por el helado.-Cree que no soy capaz de entender como se siente, ¡Estuvimos 25 años juntos! Me fui para salvarlo de trabajar para la comisión pero vaya mierda, también trabajo para la encargada.
-¿Antes del Apocalipsis estuviste enamorada de Five?-Allison soltó mirando con una sonrisa de lado a la niña.
-Antes del Apocalipsis, cuando aún éramos unos niños que jugábamos a ser unos superhéroes.
-Lo sabia.-Murmuró.
-Era tan divertido escuchar a Víctor y Peter molestarse porque escuchaban mi lectura junto a Five en la madrugada, desde ese momento quise estar junto a él todo el tiempo...
Allison se limitaba a escuchar cada palabra que la menor decía, en ese momento recordó su niñez junto a Luther y la comprendía.
-Siempre estuvo junto a mi, incluso salvo mi vida sin importarle arriesgar la suya.-Finalizó mientras se levantaba del lugar junto a Allison.
La mayos miró apenada a la pelirroja y se levantó del suelo con una sonrisa enternecida.
-¿Quieres ir por un poco más de helado?-La Hargreeves preguntó mientras la niña asentía con la cabeza.
-Allison.-Susurró su nombre llamando la atención de la mujer.-Yo...
La antes nombrada comprendió lo difícil que era para su contraria expresarse de esa manera con una persona que antes ni siquiera hubiera volteado a ver.
-También te quiero, Etamin.-La abrazó siendo correspondida.
Luego de una larga noche en la mansión Hargreeves, Etamin despertó al escuchar como si alguien escribiera en las paredes de la habitación encontrándose a Five;-¿Que demonios haces?-Habló perezosa mientras se incorporaba.
-Odio tener que decirlo pero tenía razón.-Dejó de escribir en la pared mientras volteaba a verla.-La muerte de una de estas 4 personas podría detener el Apocalipsis.
-Entonces matemos a los 4 y problema resuelto.-Salió de la habitación hasta llegar a un baño en el que se lavó la cara y enjuagó su boca.
Al regresar escuchó la voz de Luther mientras Five preparaba un arma, al entrar se encaminó junto al mayor mientras escuchaba la conversación;-No puedes matar a alguien inocente.
-Madura Luther, si no lo mato yo morirá en el Apocalipsis.-Hizo un movimiento con la cabeza llamándola a acompañarlo pero alguien la detuvo.
-No iras a ningún lado.-Con fuerza la sostuvo por el cuello levantadola un poco haciéndole imposible respirar.
-Suéltala.-Le apuntó con un arma.
-Dame el arma Five.-Apretó con un poco más de fuerza haciéndole soltar un quejido de dolor.
-No le harías daño.-El menor se calmó un poco pero al ver como apretaba cada vez más el cuello de la niña sostuvo nuevamente el arma apuntando a su hermano.
-¿Porqué no hacerlo? Ella no es mi familia, ni si quiera debería estar aquí.-El rostro de la pelirroja había comenzado a tomar otro color.
Y de un momento a otro Five se transportó junto a la niña ayudándola a levantarse, Luther rápidamente fue por el arma;-¿Estas bien?
-S-Si...-Recuperó la respiración levantándose.
-Lo siento era algo que debía, ¡Auch!-Con un movimiento hecho por su mano, golpeó a Luther con una lámpara que estaba en la habitación.
-Aún no estamos a mano.-Se cruzó de brazos acomodando su cabello tras sus orejas.-Y por cierto, si somos familia... Querido cuñado.
Levantó la mano de Five mostrando el anillo que se habían dado durante el Apocalipsis, el rostro de Luther empalideció provocando la risa de Etamin.
-Ahora si estamos a mano.
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