Jimin soltó un bufido mientras escuchaba a Taehyung y Jungkook, conversar sobre algunos juegos del lugar. Jimin no se sintió capaz de interrumpir así que simplemente desenredo su brazo del de su amigo y comenzó a caminar por las calles.

Observo a unos niños jugar a las atrapadas por el lugar y en un intento de esquivarlos, tropezó. Cerró y extendio sus brazos, esperando su caída, pero este no llegó.

–Ten cuidado –Jadeo, cuando escucho esa voz ronca.

Volteo y se encontró con el Alfa del río, quien lo ayudó a incorporarse. Algo chispeo en su cuerpo cuando su conejo lo hizo consciente de las grandes manos que rodeaban su cintura.

Mira esos dedos.

–Gracias –levantó la vista con el rostro sonrojado.

El Alfa sonrio con amabilidad.

–Jimin. ¿Cierto? –el omega asintió– ¿Quieres ir en un lugar más tranquilo? –el conejo de Jimin enloqueció, pero él apretó los labios con algo de duda. Yoongi se dio cuenta de ello– Más adelante hay un pequeño parque, un poco más tranquilo. No haré daño, ¿Vamos?

Contigo donde quieras. Jimin no nos hará daño es nuestro Alfa.

Jimin asintió sonrojado y se dispusieron a caminar.

–¿Ya te dieron un tour por la manada? –empezo el Alfa.

–Sí. –afirmo– Solía venir de niño. La manada ha tenido mucho cambios desde ese entonces. –Vio al Alfa, asentir de acuerdo.

Ambos tomaron asiento en una banca, una vez llegaron al parque. Jimin cerró los ojos disfrutando del viento veraniego y quizás inhalando un poco del aroma a Romero y Pino.

–Eres el omega conejo que estaba en el Río, ¿no?

Nos recordó.

Jimin se sonrojo y carraspeo, avergonzado.

–Sí –susurró – Mi conejo estaba algo emocionado por volver a la manada.

–Me lo imagino, la ciudad no es un buen lugar para liberar a nuestros animales.

–¿Haz estado en Seúl?

–He ido un par de veces con NamJoon. No sé ve muy espacioso.

Jimin soltó una carcajada –no lo es, créeme.

Jimin sonrió cuando un Beta se acercó a ellos, para ofrecerle unos potes de Yogurt sabor cereza. El omega lo rechazo con amabilidad, mientras El Alfa, tomó tres potes.

–¿No te gusta el Yogurt? –preguntó bebiendo del pote.

–No me gustan las cerezas. –comentó.

–¿Es así? Es raro que no te guste tu propio aroma.

–Solo no... espera, ¿Qué?

Yoongi lo miró confundido.

–¿Qué?

–Dijiste que mi aroma es a ¿cerezas?

–¿Sí?.

–Es una mezcla de Lavanda y Canela.

–Lo sé, pero con algo de cerezas en ellos. –aclaro–  ¿No sientes el mismo aroma en mí?

El omega cerro los ojos e inhalo el aroma del Alfa, quien había comenzado a espulsarla a conciencia. El Romero y el pino, azotó sus fosas nasales, haciendo a su conejito mostrar la pancita. Luego de varios segundos la cereza lo rodeo, así que abrió lo ojos y miró los ojos miel del Alfa.

Es nuestro Alfa. Te lo dije.

–¿Volvemos? –preguntó el Alfa.

–Sí –susurró el omega.

Ambos caminaron en silencio, hasta que escucharon la voz de NamJoon, quien se encontraba rodeado de unos ancianos.

–No estamos de acuerdo con esto. –hablo uno de ellos– Nuestra manada es pequeña, no podemos seguir aceptando personas sin manada. Como futuro líder debes...

–Escuche Alfa Choi. –interrumpió NamJoon– Estamos en medio de una celebración, cualquier queja que tenga, debe hablarlo con el Mi padre.

–Joven Kim...

–Lo siento, debo volver con mi omega.

NamJoon dio una reverencia y se alejó con rapidez, hasta que dio con ellos.

–¿Todo bien? –preguntó Jimin.

–Sí, no es nada importante.

–No se veía así. ¿No es problema que este aquí?

–No lo es. –hablo Yoongi– Para el Alfa Choi, todo es un problema.

NamJoon asintió abrazando a Jimin, por lo hombros.

–Eres familia Minie, tu jamás serás un problema. Muchos te conocen y están felices de volver a ver al pequeño niño, con mejillas grandes que robaba dulces.

Y Jimin se sintió más tranquilo. Esta manada, era su hogar.