LONDON BOY 💐🧸

Era el momento más cliché del que jamás hayas formado parte, de eso estabas seguro. Sin embargo, no estabas muy segura del giro exacto de los acontecimientos que te llevaron al costado de la carretera con tu mejor amigo.

Le dijiste a Louis que un viaje por carretera durante la noche requeriría mucha planificación intrincada, pero que él era más del tipo de persona que "descifra las cosas en el camino". Odiabas hacer algo sin un plan, pero accediste a emprender esta aventura con él. Y no podías mentir, te estabas divirtiendote hasta ahora.

Estabas conduciendo por una carretera desierta y llena de baches cuando se encendió la luz del gas. No habían pasado quince kilómetros cuando tu amado coche se detuvo lamentablemente en medio de la carretera, y tú y Louis tuvieron que empujarlo hacia un costado y fuera del camino del tráfico.

—¿Ahora que?—Al abrir la puerta del auto, te pidio que te sentaras junto a él en el asiento del pasajero. La pálida luz de la luna dificultaba ver su expresión, pero se podía escuchar la sonrisa y el afecto en su voz.

Reclino su asiento antes de estirar un brazo detrás de él para agarrar una manta del asiento trasero, lo suficientemente grande como para cubrirlos a los dos.

—Bueno.—hizo una pausa para adaptarse a su asiento recién colocado.—Según Google, hay una gasolinera al norte de aquí. Está a poca distancia. Pero estoy bastante cansado.—Se volvió de costado para mirarte.

—En la mañana será.—Dijiste con una risa tranquila y te moviste para ponerte cómodo en tu mitad de las mantas.  También estabas de tu lado, así que ambos estaban cara a cara.

Estuvo en silencio por un rato. Y aunque no estabas exactamente cansado, trataste de quedarte dormido con el distante sonido del tráfico. Cuando echaste un vistazo, viste que los ojos de Louis estaban cerrados, lo que confirmaba que estaba dormido. Al menos eso pensabas hasta que dijo:

—¿Recuerdas cuando éramos niños y me fui de vacaciones con mi familia, y tú apareciste en mi casa el día que nos íbamos y lloraste porque pensaste que nunca regresaría?

Hiciste todo lo posible por ocultar la amplia sonrisa en tu rostro.—Sí.—afirmaste, abriendo los ojos para encontrarte con los de él.—Y todavía haría eso ahora si pensara que te vas.—Comentas con honestidad y seguridad en tu voz.

Tenía el más mínimo destello de cariño en sus ojos.—Yo también lo haría.

Nuevamente, la pequeña atmósfera del auto se quedó en silencio, pero fue un silencio cómodo y tierno. No fueron necesarias palabras para comprender los sentimientos entre ambos.

—¿Puedo besarte?—pregunto.

Por una razón que no pudo nombrar, la pregunta no parecía tan inesperada como lo habría hecho si se hubiera formulado hace unos diez minutos. Sin pensarlo dos veces, se inclinó y cerró el espacio entre sus labios. El beso fue cálido y perfecto.  Se sintió más que correcto.

Cuando finalmente te alejaste, Louis estaba radiante. Un sentimiento de orgullo se apoderó de ti. 

—La próxima vez no preguntes. Solo hazlo.

—Mi error.—Él rió entre dientes.