Las palabras de Remus eran tranquilizadoras, eso lo sabía Naomi. Sin embargo, quería contarle a Remus lo que había sucedido. Pensó que, después de ser tan amable con ella, él merecía saberlo.

- Remus - comenzó ella, yendo directamente al grano - Sirius está inconsciente en el ala del hospital.

Remus la miró y se cansó. Dijo exasperado.

- ¿Qué fue esta vez, entonces? ¿La broma salió mal? El idiota...

- No - Naomi rápidamente se rió entre dientes, pero era tan aburrido y mundano que Remus parecía confundido. - En realidad, tomó algo de Blighting's Bite, que estaba en mi poder, y bueno, estoy seguro de que conoces los efectos secundarios, ¿no?

Remus asintió en respuesta a su pregunta mientras un leve ceño fruncía el ceño.

- Oh, bueno, ¿él sabe que tienes... cáncer? - Se dio cuenta de que casi tenía miedo de pronunciar la enfermedad, como si fuera a desencadenar a la niña. No obstante, ella negó con la cabeza ante su pregunta, y su ceño se profundizó. - Entonces, ¿qué vas a hacer cuando se despierte?

Ella respondió en un tono desesperado.

- Se lo diré, por supuesto, pero será difícil.

Inesperadamente, Remus se levantó del banco en el que había estado sentado. Solo ofreció dos palabras simples.

- Vamos.

Naomi cuestionó sus acciones, pero se puso de pie y corrió tras él. Se acercó al castillo, mientras Naomi metía la mano en su bolsillo para sacar una piruleta, chupando apresuradamente la mordedura de Blighting que la cubría. Porque, Remus caminaba tan rápido que ella prácticamente estaba corriendo, y estaba consumiendo toda su poca energía.

- ¡Espera -!" Ella jadeó. - ¿Adónde vas? Disminuye la velocidad.

Redujo la velocidad solo cuando llegaron a su destino. Ofreció una explicación.

- Allí, puedes practicar con Sirius. Pretende que está despierto y actúa como si le estuvieras diciendo la verdad.

Naomi se dio cuenta de que estaban en el ala del hospital. Miró al adolescente con aprensión una vez que escuchó su plan, pero con un asentimiento alentador, se rindió y entró en la habitación. Como era de esperar, Madam Pomfrey se apresuró de inmediato, preguntándole qué estaba haciendo allí.

- Solo estoy... visitando a Sirius - dijo Noemí.

Con una mirada disgustada, Madam Pomfrey asintió.

- Muy bien. Hazlo rápido y no lo molestes, querida.

Naomi asintió y la enfermera se retiró. Se dirigió hacia Sirius. Ella lo miró fijamente por un momento, notando que se veía tan tranquilo. Con una respiración profunda, Naomi comenzó a hablar.

- Oye, Sirius. Erm, voy a morir pronto, solo para que lo sepas. ¡Que tengas un gran día! - Naomi se rió de su propio sarcasmo, antes de ponerse seria. Lo intentó de nuevo - Sirius, antes de que saques conclusiones precipitadas sobre por qué estás aquí, quiero que sepas que... que... que...

- ¿Eso qué? - Una voz al azar interrumpió. Justo cuando Naomi había estado practicando su confesión en un Sirius inconsciente, se despertó.

Sobresaltada, Naomi jadeó. Ella preguntó con incredulidad.

- ¿Ya estás despierto?

Sirius ajustó su posición para ser levantado en posición vertical en la cama del ala del hospital, mientras se encogía de hombros despreocupadamente.

- Sí. Pero, ¿qué me estabas diciendo?

Noemí hizo una pausa. La velocidad de su corazón se aceleró.

- Nada. Te lo diré después.

Él la miró con curiosidad y se encogió de hombros. Justo cuando lo hizo, Remus entró en la habitación. Sus ojos escanearon la escena frente a él.

Al final, optó por dirigirse a Sirius.

- Veo que te has despertado.

- Sí. ¿Te importaría decirme cómo llegué aquí?

Naomi y Remus se miraron, compartiendo miradas incómodas, y Sirius notó su gesto. Exigió con cautela.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Es algo malo? Lo último que recuerdo es que estaba en tu dormitorio, Naomi.

Una vez más, Naomi y Remus compartieron miradas de preocupación, pero justo cuando Sirius abrió la boca para pedir una explicación de nuevo, Madam Pomfrey volvió a entrar corriendo. Sus ojos se acercaron a Sirius.

- Bien, estás despierto - murmuró. - ¿Te gustaría descansar una hora más?

- No.

La mujer entrecerró los ojos ante la descarada respuesta de Sirius. Parecía disgustada al decir.

- Muy bien, entonces. No seas demasiado activa, o agotarás tu energía.

Asintió despreocupadamente y saltó de la cama, seguido de Naomi y Remus.

Cuando se fueron y comenzaron a caminar sin rumbo fijo, Sirius se volvió hacia Naomi y volvió a preguntar.

- ¿Cómo terminé en la enfermería?

Una vez más, Remus y Naomi compartieron miradas inquietas. Después de darle a Naomi una mirada tranquilizadora, Remus dijo.

- Será mejor que me vaya. Lugares para estar, tarea que hacer.

Sirius miró a Remus confundido, observándolo mientras caminaba por el pasillo y se iba. Mientras tanto, Naomi fue a sentarse en el alféizar de una ventana cercana. Sirius se encogió de hombros ante el comportamiento peculiar de Remus y en su lugar siguió su gesto, optando por sentarse a su lado en el alféizar de la ventana.

Naomi se retorció nerviosamente las manos y habló solo cuando el pasillo se despejó.

- Sirius, recuerdas cómo lamiste una de mis paletas, ¿no? - Sirius asintió. - Sí, bueno, las piruletas que chupo están sumergidas en una poción que, ejem, te afectó, lo que me llevó a llevarte a la enfermería.

Sirius la miró.

- Está bien, pero eso no cuadra. ¿Por qué estarías sumergiendo tus piruletas en una poción que te deja inconsciente?

Naomi suspiró nerviosa.

- Sirius, ¿recuerdas esa vez, cuando notaste que una poción azul brillante se cayó de mi mochila? - Sirius claramente asintió, recordando. - Sí, esa poción se llama Mordisco de Blighting. ¿Sabes para qué es esa poción?

Sirio negó con la cabeza.

- No. ¿Debería saberlo?

Naomi forzó una risita.

- Bueno, Blighting's Bite ayuda a aliviar los efectos secundarios de una enfermedad llamada cáncer.

Naomi observó ansiosamente mientras Sirius digería la información. Habló.

- Supongo que tienes esta enfermedad.

- Bueno, sí. Es por eso que siempre estoy comiendo piruletas. Tengo que tomar Blighting's Bite de manera discreta durante todo el día, así que sumerjo piruletas en la poción para poder recibir mi ingesta diaria sin causar ninguna confusión - confirmó. con un encogimiento de hombros. Sirius frunció el ceño.

- ¿Y qué es el cáncer? - Preguntó. Naomi lo miró en estado de shock y él explicó a la defensiva. - ¿Qué? Probablemente sea una enfermedad muggle, porque nunca he oído hablar de ella.

- Oh - Naomi frunció los labios en una fina línea mientras pensaba. Si el cáncer era una enfermedad que solo afectaba a los muggles, ¿cómo lo tenía ella? ¿Fue porque era una hija de muggles? Por mucho que Naomi quisiera insistir en el tema, sabía que Sirius estaba esperando que le explicara la gravedad de la enfermedad.

- El cáncer es una enfermedad. Es causado por una división incontrolable de células anormales en una parte de su cuerpo. Hay diferentes tipos de cáncer. Tengo cáncer de pulmón. Sin embargo, no lo tengo tan mal. Los efectos secundarios que suelen pasar son dificultad para respirar, dolor en el pecho y dolores de cabeza. Para algunas personas, es mucho más grave, así que supongo que realmente no tengo mucho de qué preocuparme - Ella mintió, porque lo estaba pasando mal: iba a morir.

Sirius se veía terrible para ella.

- Lamento escuchar eso, Naomi. ¿El cáncer que tienes pone en peligro tu vida?

Ahora que Sirius realmente le preguntó, Naomi se vio obligada a decir la verdad en ese mismo momento. Tenía que decirle que iba a morir. Este era el momento, el momento en que todo sería revelado.

- No.

Naomi lo dijo antes de que pudiera siquiera pensar en lo que estaba diciendo. Sirius asintió aliviado y tiró de ella para darle un ligero abrazo, en el cual, por alguna razón, el corazón de Naomi se estremeció levemente. Murmuró algunas palabras, pero Naomi desconectó. No podía creer que acababa de mentirle a Sirius. Ni siquiera sabía por qué había hecho tal cosa. Fue una tontería.

Sirius dijo algo más, pero Naomi estaba demasiado absorta en sus pensamientos para darse cuenta de que estaba hablando con ella.

- ¿Naomi? - Sirius parecía haberse repetido.

La cabeza de Naomi se giró en su dirección.

- ¿Sí?

Él dijo.

- Dime si necesitas algo, ¿de acuerdo? Quiero decir, no sé nada sobre esta enfermedad, pero te ayudaré en todo lo que pueda, si significa algo para ti - Naomi asintió con la cabeza y Sirius apoyó la mano en su hombro. - Te veré en la Torre de Astronomía. Adiós.

Naomi solo respondió levantando débilmente la mano a modo de despedida. Sirius se fue, y el consuelo de tenerlo a su lado se esfumó. El lugar en su hombro donde su mano había estado descansando era cálido y hormigueante, extrañando la sensación de la mano de Sirius sobre él. Aunque, por el momento, apenas le preocupaba lo que significaba ese hormigueo. Todavía se preguntaba por qué había sentido la necesidad de mentirle a Sirius.