10:00 pm.

Ese era el momento, y aun así, Sirius Black yacía de espaldas en su cama en el dormitorio de chicos de sexto año de Gryffindor, los débiles ronquidos de sus compañeros de habitación eran una canción de cuna inútil para sus oídos. Inútil porque no iba a dormir pronto.

No lo haría. No, no fue porque estuviera inquieto ni nada. De hecho, cada cinco segundos sus ojos se cerraban por el cansancio solo para sobresaltarse rápidamente al darse cuenta de que aún no podía dormir. Por el momento, Sirius podía entender por qué se consideraba que el cerebro era la parte más compleja del cuerpo humano, porque en ese momento su mente era un torbellino de pensamientos y emociones.

Preocupación, miedo, ansiedad, todos se acumularon en el pecho de Sirius, carcomiendo su conciencia. Sin embargo, lo que más le molestaba era que todos esos sentimientos eran por una chica. Naomi, para ser exactos. No se debe realmente a la atracción, sino a la seguridad de la chica.

Ahora, Sirius realmente no estaba muy seguro de su estatus con la chica; ¿eran meros conocidos? ¿Amigos? Aunque, su valor mutuo era muy irrelevante en este momento. Había cosas más importantes de las que preocuparse, como la vida o la muerte ...

De acuerdo, tal vez estaba siendo un poco dramático, pero, aun así, a sus ojos, los Slytherins no eran dignos de confianza y siempre estaban metidos en problemas. Entonces, solo podía imaginar lo que Regulus y Snape estaban haciendo con la inocente Naomi.

Con cada segundo que pasaba, Sirius contemplaba lo que podría estar pasando entre los tres, y cada sugerencia formaba un hoyo más profundo en su estómago. La ansiedad era muy apremiante, pero no estaba muy seguro de qué hacer.

El Mapa de Merodeadores yacía abierto en su mesita de noche, sin haber sido apagado aún con el hechizo final de "Travesura realizada". A su lado estaba su varita, tirada imprudentemente. Aún no se guardó porque el adolescente aún tenía que decidir si se iba a poner en uso esa noche.

Pero, si Sirius estaba tan interesado en reflexionar sobre los eventos, ¿por qué no actuar? Después de todo, era un Merodeador. Bueno, la idea de eso ya había llegado a la mente de Sirius, y de hecho estaba interesado en la idea de interferir con lo que podría haber estado sucediendo entre los tres, pero al reflexionar sobre esto, se dio cuenta de repente; tal vez Naomi no necesitaba ayuda.

Para explicarlo, Sirius pensó que tal vez, si sucedía que lo peor llegaba a lo peor y los tres estaban teniendo un duelo, tal vez ella lo estaba manejando bien, ¡tal vez incluso estaba ganando!

Sin embargo, si estaban teniendo un duelo de magos, ¿por qué nadie se movía? Lo que significa que los tres habían permanecido en las mismas posiciones desde que Sirius los vio juntos por primera vez en el mapa; en la formación de un triángulo. Si los tres realmente estaban teniendo un duelo, ¿por qué no mostraban ningún signo de movimiento?

En general, la mente de Sirius era un desastre glorioso.

Interferir o no interferir...

Los aspectos positivos y negativos de ambas opciones eran muy identificables, lo que dificultaba aún más la tarea de decidir por Sirius. Cada idea fue considerable en gran medida.

Sirius se quedó despierto unos minutos más reflexionando sobre la situación hasta que, por fin, llegó a un entendimiento abrupto que lo hizo sentir estúpido por no reconocerlo antes.

Él era un Gryffindor.

Sirius sabía que, para algunos, eso era simplemente una información sin valor, pero para él era mucho más que eso. Un Gryffindor era alguien que vivía con valentía de corazón; mostró coraje ante el peligro.

El adolescente, encontrando un nuevo sentido de motivación, dejó escapar un profundo y pensativo suspiro. Al instante, supo lo que estaba haciendo: iba a actuar. Antes de que pudiera convencerse a sí mismo de acobardarse, Sirius escapó silenciosamente de la profunda calidez y comodidad que le proporcionaba su cama y se paró en el suelo con un movimiento repentino.

Echó un vistazo a sus compañeros de cuarto dormidos, Frank Longbottom, James, Peter y Remus, para asegurarse de que no estaban al tanto de sus acciones. Al ver sus pechos en constante movimiento y los ojos cerrados, el niño arrebató el Mapa de Merodeadores y su varita de su mesita de noche, porque sabía que, si iba a completar una misión de rescate, la iba a completar correctamente.

Mientras miraba el mapa que tomó de su mesita de noche, vio algo que le causó mucho estrés; las tres personas a las que estaba planeando colarse estaban saliendo del salón de clases en el que estaban anteriormente. Al ver esto, Sirius lo miró dos veces; ¡no podía creerlo!

¡En el momento en que iba a interferir, se fueron casualmente después de permanecer allí durante horas! Sirius se negó claramente a aceptar este hecho, y era demasiado terco para abandonar su investigación todavía. Y así, en lugar de gemir derrotado y volver a la cama, Sirius tomó esto como una clara señal de darse prisa.

Ya sin molestarse en ser sigiloso, el adolescente corrió hacia el baúl de su mejor amigo, James, que sabía que contenía la infame Capa de Invisibilidad.

Sin tiempo que perder, Sirius irrumpió en la habitación mientras se ponía la Capa de Invisibilidad de James y sostenía firmemente el Mapa de Merodeadores en su mano izquierda y su varita en la derecha. Incluso se olvidó de cerrar la puerta al salir.

- Sí, los veré mañana, chicos - sonrió débilmente Naomi, pasando una mano por su largo cabello rubio mientras ella y sus mejores amigas salían lentamente del salón de clases.

- Adiós - Los dos chicos de Slytherin murmuraron en sincronía.

Por fin, el trío de amigos estaba fuera del aula y simplemente se pararon juntos en el pasillo vacío. No había miedo de ser atrapados, ya que era la oscuridad de la noche, y los prefectos nunca revisaron ese corredor específico porque estaba muy abandonado. Finalmente, Regulus habló con sarcasmo.

- Genial. Ahora que perdimos la noción del tiempo, mis compañeros de cuarto me molestarán.

Severus asintió profundamente en un entendimiento silencioso, ya que iba a pasar por lo mismo. Naomi hizo una pausa para pensar antes de ofrecerles una solución.

- Solo diles que te quedaste dormido en la biblioteca o algo así.

Y con asentimientos sin registrarse, Regulus y Severus siguieron su propio camino, caminando por el pasillo opuesto que conducía a la Mazmorra de los Slytherin.

En lugar de simplemente seguir su ejemplo, Naomi observó sus figuras que se desvanecían hasta que doblaron una esquina y se perdieron de vista. Ella volvió a sonreír claramente al verlos antes de girar en la dirección opuesta y dirigirse hacia la Torre de Ravenclaw. Sin embargo, no dio más de un paso cuando sintió la sensación de un pecho extraño chocar contra ella.

No se cayó, no, pero la tomó por sorpresa, y por una buena razón, ¡había chocado con el aire! O al menos, eso era lo que parecía.

La confusión de Naomi no duró mucho, ya que, cuando miró a su alrededor en busca de la fuente, se reveló a sí misma, o más bien, él se reveló a sí mismo. En el momento en que sus ojos azules como el cristal se cruzaron con los de un gris tormentoso, un grito de asombro salió de su boca.

- ¡Tú!