Cada día de la semana alrededor de las 8:00 de la noche, tres chicos salían de sus salas comunes y recorrían los pasillos oscuros que conducían a un aula aislada y abandonada. Fueron así; Naomi, Regulus y Severus.

Por lo general, la primera en llegar sería Naomi. Esto se debió principalmente a que sus compañeros de cuarto no estaban lo suficientemente cerca de ella como para molestarla sobre las actividades que realizaba en esos momentos. A lo sumo, su prefecto le dirigía una mirada sospechosa ocasional, pero nada más.

Y así, el golpeteo de sus pies sonaba mientras arrastraba sus pies descalzos y desnudos por el suelo (era una desvergonzada) mientras pasaba retratos parlanchines y caballeros con armadura de pie, tarareando la melodía de una canción de cuna para niños.

Esperaría en el aula unos diez minutos antes de que la siguiente persona entrara en el lugar; Regulus Black.

Llegaría tarde debido a sus oscuros y espeluznantes compañeros de cuarto que eran, como dijo Regulus, "sobreprotectores". Una vez que llegara, presumiría de disculparse con Naomi en un estado nervioso y frenético, pareciendo haberse apresurado a llegar allí. El chico era muy cariñoso y cariñoso, pero misterioso y atractivo a la vez, algo que los hermanos Black parecían tener en común.

El último en mostrar su rostro normalmente sería el omnisciente Severus Snape. Sorprendentemente, la razón por la que llegó tarde fue por sus compañeros de habitación remilgados, correctos y duros. Aparentemente, querían asegurarse de que el chico pasara el rato con la multitud adecuada, sabiendo de sus experiencias pasadas con la intromisión entre otras... ciertas personas a las que desaprobaban, también conocidas como Lily Evans.

Sabían que el chico tenía un gran potencial y que algún día podría ser útil, haciéndolos buscar para que Severus estuviera en perfectas condiciones para cuando estuviera sirviendo a una persona muy, muy especial.

Sin embargo, la simple excusa de "Me voy a la biblioteca" usualmente funcionaba para convencer a sus compañeros de que no tenían que preocuparse por su paradero y despedirlos.

Para cuando Severus hizo acto de presencia y toda la pandilla se reunió, eran casi las 8:20, lo que dejaba al trío poco tiempo para ponerse al día. Sin embargo, un tiempo era mejor que nada, por lo que los chicos y la chica no dieron por sentado su tiempo y lo dedicaron a acariciar momentos llenos de risas y bromas, cada uno disfrutando de cada momento que pasaba con la compañía del otro.

Y así, se siguió y completó la misma rutina con ese jueves por la noche; Naomi llegó primero y tarareó la melodía de una canción infantil no identificada para pasar el tiempo durante diez minutos seguidos. Luego, Regulus fue el siguiente, y los dos charlaron un rato mientras esperaban a Severus. Entonces, finalmente, Severus llegó después de un momento de espera, y comenzó la llamada "sesión" de los tres.

Los tres eran un grupo poco probable, pero cuando se juntaron, formaron un equipo fuerte, casi inquebrantable.

Eran, en algunas palabras, marginados. Personas que se sentían solas, pero que al reunirse se sentían amadas. Personas de las que todos esperaban demasiado, pero cuando se reunieron, sintieron que podían ser ellos mismos.

Bueno, al menos eso era lo que sentía Naomi. Lo más probable es que los chicos no se apasionaran tanto como ella porque, a pesar de que sus amigos de Slytherin no eran los mejores, seguían siendo sus amigos, lo que parecía ser algo que la mayoría de la gente simplemente no podía entender.

Naomi, sin embargo, no tenía más amigos que ellos, dejándola para apreciarla cada momento que parpadeaba con ellos. Mientras se reía, bromeaba y empujaba juguetonamente a sus amigos, no pudo evitar sentirse mucho más a gusto; como si fuera libre y saludable. No había nada de qué preocuparse.

¿Correcto?

Incorrecto.

- ¡Shh!

- ¡Ay, me pisaste el dedo del pie!

- ¡Tu gorda cabeza está bloqueando mi camino!

- ¡Caray, es como si ustedes quisieran que los atraparan!

Cuatro adolescentes desgarbados y adultos; una capa, no le quedaba bien.

Cornamenta, Canuto, Colagusano, y Lunático, más conocidos anteriormente como Remus, Sirius, Peter y James, acababan de llegar de las salas comunes de Slytherin y se dirigían en secreto a los pasillos vacíos y apartados, después de haber completado su última broma. Los caracoles y los gusanos estaban involucrados, lo que no resultó ser un espectáculo agradable.

Aunque eso era irrelevante. Lo real en lo que enfocarse era; ¿Qué hacían cuatro chicos debajo de una sola capa?

Bueno, para empezar, la capa no era cualquiera. No, era una capa de invisibilidad, lo que significaba que los chicos podían vagar por los pasillos, sin ser detectados y apareciendo como, bueno, ¡nada! Con la ayuda de la capa, por supuesto.

Sí, aún no había pasado el toque de queda, y a los chicos se les permitió viajar por los pasillos por su propia voluntad, lo que significa que no necesitaban la protección de la capa de invisibilidad, pero todavía estaban en el "territorio" de Slytherin y no querían pelear con nadie.

Aunque, por muy útil que fuera la capa, los chicos seguían siendo un blanco fácil, porque a pesar del hecho de que eran invisibles, sus pies todavía golpeaban el suelo, y sus susurros frenéticos resonaban a través del silencio aburrido, que los llevó a su siguiente artefacto, El mapa de los merodeadores.

El Mapa de los Merodeadores era un documento mágico que revelaba todo el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Era capaz de identificar con precisión a cualquier persona en los terrenos de Hogwarts. Indicaba dónde estaban y quiénes eran.

La única pieza de pergamino que contenía una variedad de magia creada por los Merodeadores fue hecha con un propósito, y era ayudarlos a vagar por los terrenos de la escuela sin ser atrapados.

Así que, volviendo al presente, mientras los cuatro adolescentes bromeaban infantilmente, Sirius, quien tenía el deber de mantenerse alerta, miró distraídamente el mapa para asegurarse de que la costa estuviera despejada. Sus ojos recorrieron el mapa con pereza: todo parecía ir bien.

Hasta que sus ojos se posaron en la sección de un aula abandonada inespecífica. Había tres puntos en la formación de un triángulo, lo que significa que el aula supuestamente abandonada estaba ocupada en ese momento. Sirius echó un vistazo a los nombres de dichas personas, y cuando lo hizo, sus ojos se agrandaron, porque - y lo miró dos veces cuando vio - las personas eran Regulus Black, Severus Snape y Naomi Serdeys.

Solo había un pensamiento corriendo por la mente de Sirius cuando vio los tres nombres juntos, y fue, - ¿Qué están haciendo esos tres juntos?

Sin embargo, se apresuró a dar una respuesta a su pregunta tácita: - Esos dos Slytherin probablemente la estén acosando.

Y entonces, Sirius buscó ayuda, creyendo que tenía razón. Oh, qué equivocado estaba.