Habían pasado unos segundos de puro y absoluto silencio desde la revelación de la noche, y Naomi no le había dicho nada a Drew hasta el momento. En el momento en que él le mostró la marca oscura en su muñeca, una serie de preguntas se desarrollaron en su mente, como "cuándo sucedió esto" o "por qué se convirtió en un mortífago". Sin embargo, todo lo que pudo encontrarse diciendo fue...

- La barba de Merlín - Naomi susurró en estado de shock. Drew se apresuró a explicar.

- Permíteme que te explique - dijo Drew rápidamente. - Mis padres... bueno, ya sabes que vengo de una familia de sangre pura real profunda. Tienen creencias muy fuertes y creen que el Señor Oscuro me guiará por el camino correcto. No fue mi elección Conviértete en un mortífago.

Naomi asintió lentamente, procesando lo que le decía su ex. Con eso, continuó.

- Pero luego, durante el verano, mi madre encontró una carta que me habías enviado. Tu nombre estaba firmado al final de la carta, pero no reconoció tu apellido y se dio cuenta de que no eras sangre pura. Entonces, le dijo a mi padre, y me obligaron a enviarte una carta rompiendo contigo usando alguna excusa estúpida. Mientras tanto, nunca quise romper contigo en primer lugar.

Naomi se deleitó en estado de shock. Esta historia fue una gran sorpresa para ella. Sin embargo, ella estaba bastante preocupada por eso al principio, y lo acusó.

- Si estabas tan desesperado por continuar con nuestra relación, entonces aún podrías haberme contactado. Tal vez usar a tu elfo doméstico o enviar una carta en secreto.

Drew negó frenéticamente con la cabeza.

- No lo entiendes. No fue tan fácil. Mis padres estaban observando cada uno de mis movimientos, y no había forma de que los elfos domésticos los desafiaran - Continuó apresuradamente - Pero, de todos modos, pensé que, incluso si no quería romper contigo, era para mejor, porque te pondría en peligro.

- Drew, lo habría entendido - comenzó Naomi en voz baja. - Pero, ¿por qué no pudiste haberme dicho esto antes? ¿A principios de año? ¿Por qué ahora?

- Porque - enfatizó Drew. - Planeaba alejarme de ti por tu protección, pero un día, me encontré contigo y ese chico Black en la Torre de Astronomía. Empecé a notar que ustedes pasaban el rato juntos todas las noches. Me di cuenta ... No puedo perderte. Ni por Black, ni por nadie.

- Demasiado tarde - dijo Naomi con incredulidad. - ¿Me estás diciendo esto ahora, solo porque estás celoso? Drew, no me hables nunca más. Lo siento, pero no creo que pueda volver a sentir lo mismo por ti.

Naomi se levantó de su asiento, recogió sus pertenencias y se fue. No podía soportar quedarse cerca de Drew por más tiempo.

- ¿Estás dispuesta a perder todo esto por un traidor de sangre? Por favor, Naomi. ¡Lo que tuvimos nunca equivaldrá a estos tontos sentimientos que tienes por Black! - Drew suplicó desesperadamente.

Naomi se dio la vuelta y miró fríamente a Drew.

- Sirius es 10 veces la persona que alguna vez serás. Aunque me gusta, no es asunto tuyo.

Con eso, cerró la puerta, respirando fuerte y rápido. Mientras se alejaba de la habitación, las palabras que le había dicho a Drew se repetían en su cabeza:

'Aunque me guste, no es asunto tuyo...'. De repente, Naomi dejó de caminar.

'Aunque me gusta'

La expresión de enojo de Naomi se transformó en una de horror y confusión. De hecho, hizo una pausa para preguntarse: ' ¿Me gusta Sirius?'. A pesar de que le había dicho eso a Drew, en realidad no lo decía en serio, ¿verdad? Fue un impulso del momento. ¿Derecha?

Naomi se rió nerviosamente para sí misma, sacudiéndose sus extrañas preguntas. Sin embargo, mientras caminaba hacia la Torre de Ravenclaw, una sensación pesada e inexplicable se asentó en su estómago.

Los siguientes días fueron divertidos para Naomi. Diariamente, Remus y las chicas, excluyendo a Marlene, invitaban a Naomi a sentarse con ellas durante el desayuno y el almuerzo, mientras James y Sirius asentían alentadoras. Realmente se había adaptado al comportamiento ruidoso de los Merodeadores, las conversaciones que tenía con las chicas y, curiosamente, las expresiones de suficiencia que Marlene le lanzaba. Estaba confundida en cuanto a por qué Marlene continuamente la miraba con aire de suficiencia, pero pensó que era una mejora de las miradas y las burlas.

Por una vez, Naomi se permitió acercarse a otras personas y, por más egoísta que fuera, estaba muy feliz por eso. Incluso Madam Pomfrey afirmó haber notado que Naomi tenía cierto brillo estos días.

Pero, por feliz que pudiera ser, Naomi no pudo evitar notar las miradas furtivas que las chicas le lanzaban. Sus miradas eran inexplicables y extrañas, pero lo suficientemente sutiles como para que Naomi no las mencionara. O, al menos, hasta el desayuno de esa mañana.

Esa mañana, cuando Naomi estaba a punto de entrar al Gran Comedor, Lily, que estaba atrapada en el montón de gente, gritó su nombre.

- ¡Naomi! - Naomi escuchó un grito de voz ligera, apenas escuchado por el ruido de la multitud.

No obstante, se dio la vuelta y rápidamente vio a la belleza pelirroja.

- ¿Sí, Lily? - Cuestionó una vez que Lily finalmente la alcanzó.

- Necesito hablar contigo en un lugar privado - Lily respondió.

Un torbellino de preguntas se formó en la cabeza de Naomi, y con una mirada curiosa asintió, permitiendo que Lily se la llevara. Finalmente, llegaron a un pasillo muy apartado junto a una ventana, con solo los retratos ocupando el pasillo.

- ¿Qué está pasando, Lily? - La rubia preguntó preocupada a su amiga.

- Bueno, realmente no sé cómo decir esto - Lily vacilante jugueteó con el dobladillo de la manga de su bata. - Pero supongo que empezaré diciendo que, durante los pocos días que hemos sido amigos, nos hemos divertido mucho. Se siente como si te conociera desde hace mucho más tiempo. Ahora, no No sé cuán grave es, pero quiero que sepas que las chicas y yo te cubrimos las espaldas y...

- Espera - Naomi arrugó la frente confundida - ¿de qué estás hablando?

La expresión de Lily se suavizó y, vacilante, miró a su amiga por encima de sus pestañas.

- Estoy hablando de tu cáncer.

La confusión dejó los ojos de Naomi para ser reemplazados por la sorpresa.

- ¿T-tú sabes? - Naomi tartamudeó, susurrando con incredulidad.

Lily frunció el ceño.

- Si, por supuesto que lo hago.

Naomi abrió los ojos con exageración. Ella exigió.

- Pero, ¿cómo?

- Marlene me dijo.

Los ojos de Naomi se endurecieron y una ola de miedo la invadió. Si Marlene lo sabía, ¿cuántas otras personas también lo sabían?

- ¿Cómo lo sabe Marlene? - Ella negó con la cabeza y preguntó con firmeza.

- No estoy muy segura - comenzó Lily. - Ella lo descubrió por Remus.

¿Remus le dijo a Marlene?

Lily debió notar la traición que había en el rostro de Naomi, porque le preguntó.

- ¿No querías que lo supiéramos?

Noemí negó con la cabeza.

- No, no quería que nadie lo supiera. Solo Remus, Sirius y Drew, tú no lo conoces, lo sabían. No lo tomes como algo personal, simplemente no quiero lidiar con la simpatía.

Lily asintió en comprensión.

- Veo de dónde vienes. Aunque, no mentiré, me alegro de saberlo, porque ahora sabes que tienes nuestro apoyo.

Naomi asintió agradecida y Lily sonrió.

- Entonces, ¿qué tan grave es? - cuestionó Lily.

Naomi realmente dudó antes de responder.

- Tengo seis meses más.

- ¡Oh, no! - Lily exclamó con absoluto horror.

Naomi solo asintió y, en unos segundos, los brillantes ojos verdes de Lily comenzaron a llenarse de lágrimas.

- Lily, no llores, está bien - Naomi se apresuró a calmarla.

Lily se secó las lágrimas.

- ¡No, no lo es! ¿No hay una cura? ¿Al menos una forma de prevenir esto con magia?

Naomi sonrió aburridamente.

- Creo que ambos sabemos la respuesta a eso - reunió a Lily en un abrazo. - No llores, existe la posibilidad de que lo logre. Una muy pequeña, pero aún así.

Lily asintió.

- Lo siento, debes estar pasando por mucho en este momento.

- No realmente. Ahora, vamos a desayunar, ¿de acuerdo?

- Está bien, déjame refrescarme.

Unos minutos más tarde, los dos caminaban por los pasillos camino al Gran Comedor. Pero, a pesar de las miradas tranquilizadoras que Naomi le lanzaba continuamente a Lily, ella misma se sentía justo lo contrario de segura. Con el conocimiento de Marlene de su cáncer y la traición de Remus, Naomi se sintió terrible.