♡ ꒱ lollipop 4.
JungKook bebió los últimos vestigios de su té Yorkshire, sus ojos sobre la pantalla de su tableta electrónica y el sonido de los dibujos animados en la pantalla de su celular con pequeños sonidos de TaeHyung comiendo sus panqueques o las risas suaves.
"Papi," escuchó el llamado melodioso de TaeHyung. Alzando sus ojos de la pantalla con el libro abierto que leía en documento. TaeHyung lo miraba con sus rizos revueltos y lamiendo sus labios del resto de miel de maple de sus labios.
"Dime cielo" dijo tranquilo, bebiendo té, con el dulce líquido llenar su boca.
"Terminé," habló, alzando su plato de plástico con mariposas de colores.
JungKook observó con una pequeña risa. "Lo he visto. ¿Quedaste satisfecho, bebé?"
TaeHyung asintió, colocando sus manitas sobre su barriga ligeramente hinchada por la comida. "Muy lleno, papi," se quejó con un sonido gracioso y un puchero de labios completos.
"Bien, déjame limpiar un poco la mesa y podremos tomar una ducha caliente," JungKook planteó bloqueando su dispositivo electrónico y poniéndose de pie para llevar los platos sucios al lavabo.
"¡Ducha no!" refunfuñó TaeHyung, cruzando sus brazos frente a su pecho y dando un brinquito en su asiento para girarlo a dirrección de su papi.
"¿Por qué no, bebé?" JungKook le cuestión suave, acercándose de nuevo al omega.
TaeHyung sacudió su cabeza. "No quiero ducha, papi."
"Cielo," Lo llamó sin siquiera pensarlo dos veces. Los ojitos tiernos de TaeHyung están sobre él, con una belleza celestial. "Tienes que darte una ducha, prometo que será rápida y podrás llevar tus juguetes," su mano se estiró para dejar una caricia en su pómulos de estrellas.
"Pero me duche anoche," susurró bajo, agachando su cabeza.
"¿Quieres ser un omega apestosito?"
TaeHyung con rapidez negó. A él le gustaba oler rico, principalmente porque su papi se lo decía. Sus mejillas se ruborizaron, como dos manzanas.
"Prometo que te gustará, bebé. ¿De acuerdo?" le dijo JungKook tomando la delicada mano de Tae para dejarle un beso en el dorso.
"De acuerdo, papi," TaeHyung soltó un sonoro suspiro con risas que se colaron. "Pero, ¿puedes llevarme tú?"
JungKook tarareó una risa, presionando sus dedos en un pellizco en la piel de sus mejillas. "Bien, solo déjame limpiar un poco, ¿si?"
TaeHyung asintió, impulsando sus pies en un vaivén. JungKook le sonrió sincero, antes de plantar un beso pequeño en la nariz del omega, con el dulce olor de manzanas y caramelo florecer más intenso. "Te amo, bebé."
TaeHyung sonrió con ojos bonitos y brillantes. "Te amo más, papi."
JungKook terminó de lavar el par de platos sucios del desayuno, secando sus manos con la franela amarilla, caminando de vuelta al omega que lo esperó pacientemente, soltando de vez en cuando comentarios sobre los últimos videos de animales que había visto en la pantalla mágica como le decía.
"Es hora del baño, vamos cielo," TaeHyung saltó a los brazos de su papi, haciéndolo tambalear un poco entre risas. Envolvió sus piernas en las caderas de JungKook y hurgó con su nariz la glándula de olor del alfa. La lluvia en bosque, con las notas de madera húmeda y pino fresco.
"Omega flojo," JungKook dijo con tono burlón, presionando sus manos en el agarre de los muslos de su chico. El aliento caliente de TaeHyung acarició la piel de su garganta.
JungKook maniobró para apagar la bombilla de la cocina con una mano y con la otra sostener a su omega. Intentaba ir lento, sin prisas para evitar algún contratiempo o accidente, besando de vez en cuando los rizos de TaeHyung.
Al subir los primeros escalones, un cosquilleo cepilló la piel de su cuello.
"Bebé," lo llamó, conteniendo la risa.
El menor se separó con sus mejillas en matices rojos. "¿Si, papi?"
"No me muerdas, cielo, puedes lastimarme." JungKook siseó, acariciando sus muslos.
TaeHyung inclinó la cabeza en un leve asentimiento. "Lo siento, papi."
"Buen chico," JungKook se acercó lentamente besando la mejilla caliente y roja del omega.
JungKook se encargó de sentar a TaeHyung en la tapa del inodoro, mientras que jugaba con sus deditos en su regazo o de vez en cuando rascaba sus encías con los dedos índices. Él abrió el grifo del agua, regulando una temperatura caliente. TaeHyung solía ser un poco inquieto con la idea de las duchas, pero cuando estaba dentro parecía divertirse muchísimo.
JungKook se hincó frente a él, con sus manos sobre las rodillas desnudas de TaeHyung. "El baño estará listo en unos minutos, ¿quieres entrar con algún juguete, bebé?"
TaeHyung asintió, mordiendo su labio inferior. "Si papi."
"Bien, ve por ellos," palmeó su muslo, poniéndose de pie.
TaeHyung dio un salto fuera del baño como un conejito, desapareciendo pronto. JungKook solo escuchaba el sonido del baúl de juguetes de debajo de la cama siendo hurgando. Cerró el grifo cuando el agua cubría la mitad de la bañera y vertió un poco de jabón de algodón de azúcar que a TaeHyung le gustaba.
TaeHyung apareció a lo poco, con una diminuta sonrisa húmeda y sus pestañas espesas, con el cotidiano dulce rubor. Sostenía un tren de juguete de dos cajones y dos patos de hule, impregnando la habitación con su caramelo olor.
"¿Esos quieres, cielo?" preguntó.
TaeHyung inmediatamente asintió.
"De acuerdo, puedes dejarlos dentro, bebé."
El omega caminó decidido a la bañera con agua de color rosado bebé, dejando caer descuidadamente los juguetes en el interior, el agua salpicando por el golpe rompiendo. El menor sintió su rostro teñido de carmín, girando a ver a su papi. "Oops"
JungKook rio, con el corazón desbocado. TaeHyung era inocencia y pureza. "Ven aquí, vamos a dentro, pato."
TaeHyung dio un salto sentándose de nuevo en su antiguo lugar, mordiendo su labio para no sonreír. JungKook quitó la camiseta mostaza del cuerpo del menor, la tinta suave de su clavícula y abdomen alto, también los laureles de sus pelvis. Un lienzo repleto de historias que JungKook podía escuchar toda una vida y las próximas. También ayudó cuidadosamente a retirar la ropa interior blanca del omega, dejando un beso sonoro en su muslo desnudo, haciendo reír con carcajadas a TaeHyung por la sensación de la piel de su papi con la suya.
"¡Al agua pato!" exclamó emocionado TaeHyung.
JungKook solo asintió, con una risa vibrar su pecho y ayudando a TaeHyung a entrar a la bañera. Tae apenas tuvo contacto con la cálida agua, comenzó a chapotear con sus palmas abiertas y creando burbujas de los movimientos.
"¡Mira papi!" TaeHyung sonrió con plenitud. "Bubus"
JungKook esbozó una pequeña sonrisa. "Si, amor, burbujas."
Lavó su cuerpo con la esponja suave rosada, desde su espalda hasta los pequeños dedos de sus pies, haciéndolo reír con carcajadas melodiosas. El sonido de la risa de TaeHyung era su favorito en todo el mundo, era simplemente hermoso y él deseaba conservarlo una vida entera. También vertió un poco de shampoo de miel para lavar los bucles chocolate con suaves movimientos.
"Chu, chu," canturreó TaeHyung, metiendo y sacando el tren en el agua. "Los trenes hacen chu papi." sus pestañas estaban húmedas y sus barbilla llena de espuma.
"Si, bebé", JungKook frotó el sector de jabón en el mentón de TaeHyung. "Lavaré tu cabello, cierra tus ojitos, cariño."
TaeHyung obedeció, cerrando sus ojos y frunciendo su nariz. JungKook echó agua sobre la cabeza de TaeHyung con una pequeña jarra de rana, haciéndolo reír a carcajadas por la sensación del agua caer y haciendo sonidos con sus labios.
"Listo, cielo. Terminamos, ¿quieres quedarte un poco más?" El menor asintió sonrojándose y JungKook sintió unas inmensas ganas de reír. Hace unos minutos ni siquiera quería tomar un baño. "Bien, te quedarás un poco más."
TaeHyung volvió asentir, jugando con la espuma que se aglomeraba alrededor de su cuerpo. JungKook simplemente se acomodó mejor sobre el piso, con sus rodillas puestas sobre la alfombra del baño. Admirando maravillado a su chico.
Lo conoció en la universidad, tropezando con él y haciendo que sus libros cayeran al piso, tal como cliché de película romántica. JungKook le ayudó con torpes disculpas. Cuando vio esos ojos verdes y esos labios de ensueño, supo que era él. La persona por la cual había estado buscando por años. JungKook era dos años mayor, mientras TaeHyung comenzaba su primer año, JungKook estaba a solo un año para graduarse, pero eso nunca fue inconveniente en su relación.
Se complementaban, tal como piezas de rompecabezas. Era como si TaeHyung hubiera sido hecho a la medida para JungKook y viceversa. Ambos se enamoraron perdidamente del otro en poco tiempo. Tae era todo lo que JungKook quería conocer en esa vida.
TaeHyung era tan suave, en todos los aspectos. Desde sus besos o miradas, el tacto de sus manos o sus palabras suaves. Todo era suave y hermoso, tanto que JungKook se aterraba de no ser lo suficiente alfa para un hermoso chico perfecto como lo es su Tete.
Pero cuando finalmente se atrevió a abrir su corazón y decir sus sentimientos como poema, descubrió que no solo era él quien estaba enamorado. TaeHyung estaba más que perdido por el alfa de cabellos castaños, de rápido hablar y de ojos que los cielos habían decidido tomar como hogar.
"Eres tan hermoso, bebé," le susurró JungKook, peinando un rizo húmedo detrás.
TaeHyung se volteó, enfrentando una resplandeciente mirada de luciérnagas en los ojos de su papi. Tae esbozó una pequeña sonrisa. "Tu también eres hermoso, papi."
JungKook no pudo sentir más que un montón de elefantes en su barriga. Enamorado cada día más de ese hermoso omega que llegó a su vida.
♡ ggukcotton | 2O24 ♡
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