Grandaddy
Ningún personaje de Marvel me pertenece.
Capítulo 13
Grandaddy
Cuando la consciencia de Loki por fin aterrizó, las cosas cambiaron un poco, así como quien se da cuenta después de una borrachera que perdió las llaves de su auto o su celular desapareció en algún momento de la noche.
Aterrorizado definía bastante bien la situación y se preguntó si había sido víctima de alguna sustancia rara que Grandmaster logró introducir en su cuerpo.
Analizó con su magia pero no encontró nada más que el sorprendente hecho de hallar su seidr de nuevo en su cuerpo.
—¿Pensaste qué seguía bloqueada?—dijo En, arrastrando las palabras pues el sueño no abandonaba por completo su sistema—. Nene, realmente todo este tiempo tuviste tu magia, solo la anulé durante la fiesta...al ir al casino retiré mi hechizo.
Loki quiso sacarse los ojos, fue un tonto por no notarlo, aunque viéndolo desde otro punto de vista, eso mostraba que no se sintió lo suficientemente amenazado para intentar invocarla. Ese anciano loco jugó muy bien sus cartas.
—Ahora que despertaste y de seguro con ganas de sacar energía ¿Te parece si tomas unas pequeñas clases de magia conmigo?
Su cara cambió por completo, estaba muy interesado en la forma en que En Dwi conseguía todo su poder—. Esa es una elección interesante, hablame más.
Grandmaster bostezó y decidió que ya era momento para empezar a arreglarse. Sus manos brillaron de poco a poco hasta que algo dorado comenzó a tejerse de la nada, Loki comprendió de inmediato, creaba materia desde cero y no era una ilusión como a las que estaba acostumbrado ¿Eso era posible?
—Estas rompiendo las leyes mismas del espacio tiempo—dijo el azabache acercándose para ver mejor—. Explícame.
— Mi existencia está ligada al mismo avance del cosmos a decir verdad eso me hace sentir algo, ya sabes, renovado todos los días ¿Estoy siendo específico? Ah...bien, el universo está en constante expansión ¿No? Mis poderes siguen la misma lógica, así que yo igual puedo crear materia cuando quiera—terminó de hacer su nuevo conjunto y trajo levitando del closet más cercano la ropa que Loki había escogido en su primera visita al modista.
El Dios del caos se sintió agradecido de volver a usar pantalones—. Primero quiero bañarme—solo bastó con decirlo para que ambos se encontrarán adentro de la bañera de oro sólido. Casi se resbala al fondo pero logró tomar las orillas ¡Eso fue inesperado! Sin embargo el enojo no pudo salir a flote y en vez de eso su curiosidad aumentó—. ¿Teletransportación?
—Un truco muy sencillo, bombón—dijo de manera arrogante. Las burbujas en la bañera aparecieron dando un suave olor a rosas. Loki observó todo con especial ilusión, sintiéndose en otro terreno astral—. Expulsó nuestras partículas para moverlas a cualquier lugar...
Estaba bastante impresionado, debía admitirlo...ya intuía el gran poder que Grandmaster guardaba detrás de todo esa apariencia—. ¿Y cómo revives a las personas?
De los labios de En nació una sonrisita traviesa—. Eso va más por el lado místico, yo-yo simplemente cambió de plano...
Se acercó a él y jugó con las burbujas, tomando la más grande que encontró para después con un rápido movimiento hacer entrar a otras más pequeñas—. Este es nuestro universo, yo puedo viajar en cualquier superficie y cuando se trata de algún ser que ya murió, esa alma se desplaza hacia la otra burbuja o plano. Cuando tú te fuiste ¡Oh! Me destrozaste el corazón...afortunadamente al buscarte aún estabas en la superficie de ese enorme mar de almas muertas, te alcance con facilidad y tan tan ¡Ahora tú estás aquí!
Claro, Loki comprendía todo eso pero nunca pensó que se pudiera llevar a práctica, menos real se le hacía el hecho de que Grandmaster teniendo todo ese poder no lo hubiese usado ya en algún plan malvado.
En Dwi se conformaba con seguir viviendo en su mundo entre alcohol, risas y apuestas.
Siendo así...tal vez estaba haciendo lo correcto acercándose a él.
—No has intentando acercarte para tocarme—señaló mientras el ser cósmico aún jugaba con las burbujas.
La frase pareció llamarle la atención—. Bueno, lo anterior solo...solo fue para que te dieras cuenta que necesitabas dar ese paso para liberarte. Ahora, disfrutó más de ti, viéndote sin taaanto estrés, Lokitty ¡Mi cielo! Solo tú sabrás cuando querer mis expertas caricias...aunque si tendrás que soportar que yo de vez en cuando tome tu mano cuando caminamos o te robe besos.
Loki bajó la mirada ¿Esto era real?
—Enséñame magia—ordenó.
En Dwi asintió y todo su cuerpo brilló.
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Resultó ser que Grandmaster sí cuidaba su planeta. Al menos dos o tres veces al mes se daban reuniones para discutir acerca de los tratos intergalácticos, la cantidad de criminales procesados y los gastos que generaba el sistema.
Ahora se encontraban en la sala de juntas, sentados en una mesa redonda, rodeados por cientos de papeles aunados a caras aburridas.
Estaba acostumbrado, siendo el rey los consejos de planeación eran el triple de pesados, tendrían que darle cuatro horas más de solo parloteos burocráticos para hacerlo perder la cabeza.
En Dwi era un caso perdido, apenas podía ver al encargado de importaciones sin querer derretirlo. Necesitaba alejarse a descansar un rato.
Loki trató de concentrarse en hacer anotaciones buenas hasta que llegó una pequeña nota en un papel verde neón.
"Apuesto el acceso a todos los lugares del mi edificio fiestero a que no te atreverías a convertir a todos los invitados en animales"
Tardó en contestar...si lo hacía ¿Qué le garantizaba que el Grandmaster no lo dejara a la deriva y terminará siendo perseguido en más de tres planetas?
Por otra parte, eso definitivamente haría las cosas más divertidas.
Bien, el premio valía el riesgo así que de uno en uno los presentes fueron cambiando su aspecto pasando a ser caballos, tortugas, perros, aves, faisanes e incluso un Bilgesnipe.
La risa de En se escuchó a pesar de los gruñidos de los pobres seres convertidos en la fauna que alguna vez tuvo Asgard.
—Bien ¡Trato hecho! ¡Toma, lindura!—le aventó una pequeña caja.
Era un tipo de adorno para su traje, una insignia con acceso ilimitado.
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Fue una gran sorpresa descubrir que Grandmaster adoraba leer y casi se va para atrás cuando descubrió la enorme biblioteca que escondía. En sus mil cuatrocientos años de vida nunca vio tal cantidad grotesca de libros juntos, ni siquiera en los castillos más antiguos que llegó a visitar.
Leyó todo lo que pudo hasta que el idioma fue un impedimento y de así serlo, En Dwi se tomaba el tiempo de sentarse a su lado para traducirlo.
—¿Cómo es que lo entiendes?—se preguntaba el azabache con cierta frustración por no poder hacer lo mismo—. Sé todos los idiomas del universo, es parte de mi magia.
—Muchas civilizaciones ¡Paf! Se extinguieron, yo los visite antes y guarde varios de su libros...son lenguas más que muertas—suspiró dejando salir un poco de su melancolia—. Algunas no merecían ese destino
Otra vez fue abrumador para Loki darse cuenta de cuánto tiempo había existido...pero parecía conservar un poco de cada año con especial cariño— ¿Extrañas tu verdadero hogar?
—A veces...otras veces ni lo puedo recordar.
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Un día Loki se levantó encontrándose que su cuerpo era más de un ella que de un él. Por un momento pensó que eso le traería problemas pues no había visto que En Dwi tuviera mucho interés en las curvas o senos.
Basto con sólo voltear a verlo para que la duda desapareciera.
A su lado se encontraba una mujer.
—No te preocupes a mí me suele pasar—comentó Grandmaster con su voz femenina que parecía estar hecha de terciopelo—. Aún así no pienso usar ropa interior ¡Los brasieres son tan incómodos! ...mi cuerpo y alma es feliz cuando no los uso
Loki comenzó a reírse.
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Azul, En Dwi poseía ese color aunque siendo más oscuro que el de Loki resaltaba por verse sofisticado junto a su cabello blanco.
Detrás de toda esa apariencia morena, esto era lo que se ocultaba, símbolo de su verdadero poder y tenía que admitirlo, su presencia imponía más de esta manera.
—¡Esto soy yo! No suelo andar así porque, uh, no quiero dejar desconcentrados a aquellos que me miren—ni siquiera tenía pupilas, sus ojos eran completamente blancos—. Entenderás que parezco invencible para los demás...aunque ya que estoy así ¿Me permitirías ver tu hermosa verdadera apariencia?
Loki se tomó su tiempo para dudarlo, no era un secreto que despreciaba verse como un Jotun pues nada estético tenían...
Pero moría por saber la forma en que combinarían su azul con el suyo.
Los cuernos salieron, la piel se volvió más fresca y los ojos se le pintaron de rojo.
—¡Oh! ¡Bendito seas por la maravilla que me dejas apreciar hoy, Lo-lo!— gimió entusiasmado, tomando su mano sin temor a lastimarse...cosa que nunca pasó, al parecer su cuerpo lo aceptaba.
¡Vaya sorpresa!
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La primera vez que asistieron al gran concurso de campeones, descubrió que no se jugaba de manera limpia. En Dwi monitoreada todo mediante su control y leía la información que los asistentes le traían en pequeñas cápsulas que al tocarlas se desplazaban por toda la habitación.
—Dime, vida mía ¿Quién de los dos crees que gane?—habló sin mucho interés.
Loki observó el cartel que anunciaba a los dos luchadores. Un pequeñísimo Skrull contra un Lufomoide adulto, obviamente las cosas se iban a poner bastante difíciles.
—El Skrull tiene más posibilidades a pesar de su tamaño—dijo después de unos segundos de analizar—. Él puede cambiar de forma, usar sus poderes en su contra y vaya...realmente piensas hacer una carnicería.
—Me gusta la sangre cuando significa dinero en mi cuenta—se encogió de hombros. No era violento ¡Oh no! Eso le ponía a veces nervioso, incluso al derretir delincuentes sentía algo de asco—. Pero bueno, te diré un pequeño secreto ¡Estás en lo correcto mi niño listo! Si mis cálculos no fallan, cosa que nunca pasa, ese tipo ¡Uh-uh! Va a terminar aplastando al Lufomoide ¿Deseas apostar?
—Lo haría si tuviera dinero.
Una pequeña moneda apareció en sus manos.
—Anda ¡Apuestale al más pequeño! Casi nadie lo hará.
El azabache se levantó del largo asiento para caminar directo a donde se encontraba una joven de piel morada, le saludo cordialmente antes de darle la única moneda que poseía.
El resultado fue el que se predijo desde un principio. El mundo no podía sentirse decepcionado de la gran batalla que se estaba desarrollando en esos momentos y tampoco nadie apartó su vista cuando el Skrull devoró la cabeza de su contrincante.
En Dwi le entregó un dispositivo parecido a un celular midgardiano, justo al dejarlo en sus manos se prendió de muchos colores recibiendo notificaciones.
Los ojos verdes de Loki se abrieron incrédulos al leer los mensajes—. Vaya, si yo estoy recibiendo está cantidad de dinero con sólo una moneda no puedo imaginar cómo estará tu cuenta.
—Daddy tiene el dinero suficiente para comprarte estatuas de diamantes, bebé.
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Los paseos en Sakaar no eran aburridos si En decidía poner su música a todo volumen y por mucho que odiaba admitirlo, ya le gustaban esos ritmos extraños de la tierra.
—Quise volver a la vida a muchos cantantes midgardianos ¡Es una lastima saber que murieron! Fue...oh diablos, creo que llore tres horas seguidas al ver desde lo lejos el funeral de Donna Summer—ahí iban ambos arriba de una nave descapotable, usando lentes de sol negros, sintiéndose en la vibra correcta para una tarde de los veinte veranos al año que tenía el planeta—. Y cuando murió Freddie Mercury ¡Bebé! ¡Uf!—su voz de quebró—. Mi corazón murió un poco ese día.
A Loki poco le importaba la vida de esas personas, aunque ver a Grandmaster algo sentimental le causó cierta ternura.
Ugh, que asco...estaba sintiendo cosas por él.
—Hay, hay una canción llamada "Atractivo Felino" ambos sabemos que no eres un gato pero bebé, si eres bastante atractivo ¡Así que te queda! —la música sonó, era Queen otra vez y el azabache pensó que su estilo le resultaba agradable—. "Te estás llevando la luz del sol, haciéndolo como si fueras lo más importante" ¡Eso ya lo sabía!
Su voz no era privilegiada como la de Freddie Mercury pero Loki la encontró lo suficientemente agradable como para mirarlo con atención apoyado en el marco de la puerta, poniendo en su rostro una sonrisa de lado.
—"Estás muy bien. Pasando el rato y acaparando el centro de atención atención"—tomó la mano de su acompañante—. "Juegas con el latido de mi corazón."
La luz del sol fue desapareciendo, no era tiempo aún de hacerlo pero En Dwi se dió el placer de provocar un día más corto para hacerlo concordar con el ritmo de la canción.
—"Solías ser un niño malo, haciendo pactos con la vida. Estabas deseando, esperanzado y esperando que llegara el gran momento"
El coche cambió su velocidad, bajando para que Loki pudiera ver la ciudad con más calma. Sakaar parecía una anémona a la luz de la luna, vibrante de colores que solo se podían ver abajo del agua o en otra atmósfera.
En medio del desastre, la ya tan esperada y afamada estatua se encontraba brillando en múltiples tonos verdes.
—¡Ta-da!—gritó Grandmaster sin dejar de sonreirle—. Bello, despampanante, perfecto, pulcro, increíble, imponente, es casi todo lo que tú eres.
—En Dwi—el aire se le escapó de los pulmones mientras la suave música seguia retumbando. Tuvo que controlar a sus voces interiores que le gritaban:
"Mierda, nos vemos increíbles"
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Un día Loki se levantó sintiéndose extraño y al palpar su cuerpo encontró algo diferente abajo de su miembro... sí, una vagina había aparecido en el transcurso de la noche.
Es un asunto normal para él, ocurría en varias ocasiones al mes pero por lo general nunca le ponía demasiada atención.
Hasta ahora.
—¿Ya te dije que soy intersexual?—murmuró al oído de En, quien se encontraba acostado a su lado, haciendo uno de esos test que tanto le gustaban.
Las páginas de la revista se rompieron en sus dedos y ni la luz se desplazaba tan rápido como Grandmaster quitándole los pantalones a Loki..
—¡Trece lunas de Sakaar!—su cara fue todo un poema entre las piernas blancas—. Nunca-nunca ¡Oh cielos! Nunca me había puesto tan duro en mi vida.
Loki movió sus caderas presumiendo lo que podía darle esa noche—¿Entonces qué esperas, Grandaddy?
En Dwi perdió la capacidad de pensar.
Y esa noche ni Topaz se atrevió a interrumpir en su cuarto lleno de gemidos y gritos.
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La teletransportación sirvió bastante bien. El azabache se la pasaba cambiando las cosas de un lado a otro ante la mirada atontada del dictador. Adoraba la capacidad de aprendizaje tan grande de su joya, admiraba aún más como le había dado su propio estilo a dicho poder, haciendo que todo aquello que movía se viera primero rodeado de un halo de luz verde.
Faltó menos tiempo para que Loki aprendiera a manipular la forma de los objetos y ya no solo cubrirlos con glamour.
Desafortunadamente se dieron cuenta que solo En Dwi podía crear materia, pero se las ingeniaron para que al menos el azabache pudiera sentir la sensación de tocar partículas recién hechas.
Se encontraba entre las piernas de Grandmaster, recargado en su abdomen mientras ambos jugaban con sus manos, pasándose magia entre sí.
—Un pequeño error y esto podría explotar—Loki señaló inteligentemente...no era para menos, pues estaban sosteniendo energía equivalente a una bomba nuclear.
En Dwi besó su hombro, murmurando sin separarse de ese contacto—. ¡Ah! Pero es divertido, el poder vibra en tus dedos como un buen consolador lo haría.
—Solo tú podrías decir algo así.
—¿Qué sería de mí sin un poco de comentarios sucios?— sonrió—. No te divertirás tanto conmigo.
Loki le dió la razón.
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Hubo tardes bastante agitadas y no se debía al sexo...existían otras razones por la cual ambos se veían con intensidad: el ajedrez o algún otro buen juego los podía atrapar por horas enteras.
Dos egos muy grandes competían por ver quien salía victorioso y obviamente la mayoría de las veces En Dwi ganaba por su enorme habilidad mental.
Incluso cuando se trataba de la cosa más deportiva, ese anciano demostraba que sabía jugar bastante bien. Dardos, Tennis, Naipes, Videojuegos de realidad extraumentada...en todos Loki falló no sin antes dar batalla.
—¡Algún día podrás ganar!—decía En mientras jugaban ajedrez por vigésima vez—. Literalmente, sabes, tenemos todo el tiempo del universo... sé lo inteligente que eres, en unos años a tu nivel de crecimiento podrías superarme en algún juego...
— Jaquemate— anunció Loki con una sonrisa de superioridad y solo aumentó cuando Grandmaster se acercó a revisar el tablero buscando la trampa—. Debimos apostar esa bonita nave para fiestas masivas...la azul con morado.
El regente de Sakaar se dejó caer en su asiento, claramente sorprendido, aunque por otra parte la fascinación solo aumentaba al descubrir después de muchos años de existencia vacíos alguien que pudiera seguirle el ritmo e incluso superarlo.
Tenía miedo de enfrentar su ausencia.
—Ya sabes que tienes el acceso a la naves y podrías tomar cualquiera si quisieras—muy pocas veces se le escuchaba hablar sin tartamudear de emoción o arrastrando las palabras cual ronroneo—. La pregunta es ¿Te irás?
Vaya, no era fácil de contestar, los labios de Loki comenzaron a pesarle y corazón...por primera vez estuvo de acuerdo con su mente.
Jamás escaparía de aquí si En Dwi no le daba motivos para hacerlo.
—No tengo prisa por regresar a lo que queda de Asgard ni nadie que espere mi llegada— contestó sin darle mucha importancia aunque seguía doliendo.
Las mejillas de Grandmaster adquirieron un tono rosa a la par que extendía una perfecta sonrisa enmarcada por su maquillaje—. Amor, este puede ser tu hogar y si un día tu zarpas a otros mundos...yo siempre observaré el cielo, anhelando tu regreso.
Eso basto para saber que no le molestaría ser Loki de Sakaar.
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Este capítulo fue dulce como la miel
¿Qué opinan? Ya estamos a un paso de decir adiós.
Mientras tanto dejen sus comentarios que ya saben que me encantan leerlos
¡Gracias a aquellos que votaron u comentaron la vez pasada!
¡Nos vemos pronto para el final!
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