Sin saber cómo pude ceder para que me llevara a casa, ahí estaba yo. Sentada en el asiento del copiloto de un increíble Porsche 718 Cayman negro. El silencio abundaba mientras entrábamos a la autopista. Y con la canción Shape of you- Ed Sheeran sonando en la radio, mis ojos se dirigieron al chico de mi izquierda.

En las dos ocasiones que me encontré con él en la fiesta no me había fijado en cómo iba vestido, hasta ahora. De mis labios salió una pequeña sonrisa al ver que llevaba unos vaqueros claros que acompañaba con una camisa blanca, remangada a los codos y con los tres primeros botones desabrochados. Vestía bastante bien, tenía que reconocerlo.

- ¿Te hago gracia? - dijo riéndose y clavando esos ojos azules en mí. Me estaba viendo observarle fijamente mientras sonreía. ¡Qué vergüenza! ¿Podría ir a pero esta noche?

-Nono, solo estaba pensando- no sabía que decir, estaba tan tensa ante la situación y él en cambio parecía super relajado.

Volvió la mirada a la carretera mientras se reía, quizás por mi penosa excusa. Inmediatamente puse la vista en la ventanilla, esta noche estaba ya completa de situaciones incómodas. Cinco minutos después, estábamos en la entrada de mi casa. Me dispuse a bajar del coche y entrar en casa, pero antes me giré hacia él.

-Gracias por traerme- dije con rapidez para salir cuanto antes de la situación.

-De nada, buenas noches....

-Ely, me llamo Ely- mientras dirigía mis ojos a los suyos, los cuales no dejaban de mirarme- Buenas noches.

Sin más me bajé del vehículo, y en zancadas largas llegué a la puerta de casa al momento. Comenzando a entrar en casa, inconscientemente miré hacia atrás y lo vi marcharse. Podía respirar hondo, ya estaba en casa. Al entrar a mi habitación, me quite los zapatos. Menos mal que preferí llevar unas sandalias, si no ahora tendría los pies muertos. Me quité la ropa y me puse una camiseta de tirantes, necesitaba meterme en la cama y dejar atrás el desastre de esta noche, si es que lograba conciliar el sueño.

Note como alguien se tiró encima mía. Abrí los ojos y ahí estaba Carl, interrumpiendo mi sueño mientras gritaba mi nombre. Aunque estaba cansada aún, lo agarre de la cintura y lo metí en la cama conmigo para hacerle cosquillas como castigo por despertarme. Por la claridad que entraba por la ventana, deducía que era ya media mañana.

-Para Ely, por favor para- suplicaba entre carcajadas.

-De acuerdo- dije cesando las cosquillas, pero riendo junto a él - ¿qué quieres pequeño?

-Harry quiere hablar contigo, y yo quiero pasar el día contigo- puso su cara de súplica para que aceptará pasar el día con él.

-Me parece bien, ¿Qué te parece ir a la playa? - sabía que le apasionaba el mar y que estaría de acuerdo en mi plan para el día.

-Si!

-Perfecto pequeño, ahora deja que me dé una ducha y hable con papá - susurré mientras me levantaba de la cama.

Cuando Carl salió del cuarto pegando saltos de alegría por la emoción de ir hoy a la playa, me metí en la ducha. Necesitaba despejarme del sueño y de todos los recuerdos de la fiesta de anoche. Una vez duchada y vestida con el bikini que cubría con unos shorts y una camiseta del antiguo club de natación al que pertenecía, fui directa al despacho de mi padre.

Al ser Abogado, se pasaba horas y horas en su despacho de casa, trabajando sin descanso. Di suaves golpecitos en la puerta de madera oscura, para después entrar.

-Papá, ¿De qué querías hablar conmigo? -dije mientras me sentaba en frente de su mesa, en uno de los sillones de cuero claro, para tenerlo cara a cara.

-Ely, como decirte esto- su tono era de preocupación, temor por lo que necesitaba decirme- ayer a la tarde, se puso en contacto conmigo tu madre- mis ojos se abrieron de sorpresa, no sabía de mi madre desde que la vi en mi graduación de instituto, hará cosa de tres meses - quería que os dijera a Carl y a ti, que estará esta semana por la ciudad.

-Pero, ¿Qué es lo que quiere? - mi madre siempre había sido un apoyo para mí, pero cuando decidió irse con Jaime, el mejor amigo de mi padre y dejarnos atrás, mi relación con ella cambio drásticamente. En cambio, Carl no, él no sabía nada del porqué de la separación, de ahí que pensase que mi padre era el responsable y no se llevarán bien.

-No lo sé Ely, solo me dijo eso- con la cabeza agachada y temeroso continuó- mira sé que Carl no sabe muchas cosas, y tengo miedo que ahora que estará aquí aproveche la situación para alejarlo más de mí. Quiero que cuando vayáis con ella estés pendiente de Carl.

-Tranquilo papá - le cogí de la mano, se le notaba que lo estaba pasando mal, siempre intento hablar con Carl, pero nunca fue capaz- estaré con él en todo momento.

Me levante para salir y dejarle a solas, así podría tranquilizarse y yo ir a la cocina a tomar algo de desayuno. Mientras desayunaba un tazón de cereales, le envié un mensaje a Holly.

"Buenos días bella durmiente, hoy iré a la playa con Carl, ¿te apetece venir?"

A Holly también le encantaba la playa, sobre todo porque podría tostarse al sol. Mientras esperaba su respuesta recogí la cocina del desayuno y subí a mi cuarto para recoger el bolso de playa. El móvil sonó y esa debería de ser Holly.

"Claro nena así puedo coger color, nos vemos allí "

Como predije, Holly se apuntó. Con todo listo fui abajo a avisar a Carl de que nos íbamos. Cinco minutos después estaba cargando en mi Mini la pequeña tabla de surf de Carl. Tardaríamos como media hora en llegar a la playa, así que encendí la radio para animar un poco la mañana y dejar de pensar en el tema de mi madre.

Carl se pasó todo el trayecto cantando las canciones de pop más populares a la fecha de hoy, su alegría era contagiosa. Al llegar a la playa allí estaba ya el Audi de Holly aparcado, seguramente estaba ya en la arena tumbada. Hoy hacía un día precioso, digno de ser pasado en la playa. Pronto pasaría a llover y hacer frío con el camio de estación. Una vez ya con Holly en la arena tumbada y con Carl en sus intentos de mantenerse de pie en su tabla de surf, mis ojos advirtieron de una cara conocida.

"No puede ser!!" Solté sobresaltada y angustiada. Holly se percató de mi sorpresa y se incorporó para ver qué pasaba. Pero no pasaba nada, mejor dicho, era quien pasaba por la arena mojada. Sí, ahí estaba él con su bañador azul que contrastaba perfectamente con el toque bronceado de su piel y con su torso musculoso, pero no excesivamente. Pero lo que me llamo la atención fue su pelo, ese pelo negro despeinado, no como anoche que lo llevaba perfectamente peinado.

- ¿Ely? - me llamo Holly preocupada por mi cara seria de la vergüenza.

-Dime- quise sonar tranquila, como si nada pasase.

- ¿Qué pasa? - siguió Holly.

Pero antes de poder contestarle, mi hermano desde el agua gritó para llamar mi atención. Estaba de pie en la tabla de surf y quería compartir ese momento conmigo.

-Ely!! Mira Ely.

Lo siguiente que sé, esque me puse colorada al ver de nuevo unos ojos azules girarse hacia mí.