Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

44

Vanesa no tenía un pelo de tonta y no se cansaba de demostrarlo minuto a minuto. Insidiosa, hacía preguntas con tono sarcástico e inquisitivo.

Era un hueso duro de roer y no le avergonzaba que me diera cuenta. Matías estaba incómodo, yo podía notarlo: plegando las servilletas en mil partes hasta desmenuzarlas, obviaba interceder cuando su novia se mostraba un tanto hostil.

Sin embargo yo solo respondía amablemente, medida y evitando la confrontación.

Sin elogios a mi comida de su parte, confirmaba que mi presencia en la vida de Matías no le era indiferente. Ella sospechaba de mí o al menos, tenía cierto recelo para con nuestro vínculo, me la jugaba en un ciento por ciento que era así.

— Gracias por la cena. Todo estuvo muy lindo. Tenés un departamento hermoso, también —dijo con una sonrisa ficticia mientras Matías la ayudaba con su abrigo.

— Gracias a vos por venir. Sos bienvenida cuando quieras —mentí. Y lo intuyó.

Ambos se marcharon a tomar un taxi haciéndose arrumacos mientras que yo sonreía a lo lejos queriendo apuñalarme, hasta que finalmente me dispuse a lavar y secar los platos.

Como Cenicienta, hice todo el trabajo sucio: desde cocinar, limpiar el departamento, lavar y secar hasta soportar el terrible dolor de la desilusión. De a poco, debería hacerme a la idea de que mi amigo se estaba yendo de mi vida.

De quedarse con Vanesa, nuestra rutina, nuestra relación,  se vería gravemente afectada.

¿Hablar o no hablar? Esa era la cuestión.

Terminando con mis labores, el tintineo de las llaves me sorprendió. Matías no se había ido con su novia a terminar la noche en algún otro sitio y eso, ya sea en un hotel o en la casa de ella en Palermo y eso, me desconcertó.

― Cre...creo que es necesario que comience a buscar un nuevo lugar donde vivir.

¡Zas! El mundo se me vino encima. El día de su partida llegaba y yo lo vería pasar y seguir de largo. Perpleja, traté de continuar elaborando mi propio duelo.

Ante mi silencio, él me pidió respuestas que no pude darle.

¿Qué pretendía que le dijera, que estaba contenta?¿Que le haría una fiesta de despedida?¿Que me acostumbraría fácilmente a no verlo cada día del resto de mi vida?

― Está bien —fui distante —. Si no te molesta, quiero ir a dormir. Mañana tengo que estar temprano en el restaurante —desorientada pero firme, respondí.

Saludándolo a lo lejos me metí en mi cuarto. Otra noche de sensaciones encontradas y de profundizar el vacío en mi pecho. Otra noche más de pensar mirando hacia el techo en lo que se había convertido mi vida.

Tristemente, acepté que dependía emocionalmente de un hombre que solo podía darme su amistad y que jamás me había prometido más. Me había atado, por motus propio, a una ilusión irrisoria y fantasiosa que me dejaba en desventaja y expuesta.

Habíamos tenido sexo, ¿y qué? Mucha gente lo hacía sin mezclar sentimientos, entonces... ¿por qué darle mayor trascendencia al asunto? ¿Por qué no pensar en que él me había cogido porque no lo había hecho con Vanesa aún? ¿O ya lo había hecho con ella y simplemente había cometido un desliz conmigo?

Gruñí ante las mil conjeturas que mi cabeza tramaba. Quise gritar, pero simplemente contuve mi desazón presionando mi boca contra la almohada, ahogando mi decepción.

El fin se acercaba.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro