Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

41

Algo más tranquilo, dormí como un bebé.

Como la semana venía difícil, no pude salir con Vanesa; no obstante, las cosas con Mani continuaron como si nada, por lo que cursé la invitación pertinente para que mi cita venga a cenar a casa.

Contenta, aceptó sin dudarlo.

Para cuando el día llegó, al entrar al departamento su rostro fue muy elocuente.

― Waw, este lugar es una verdadera joya.

― Aquí vivía la abuela de Mani. De todos modos, ella tenía una amiga arquitecta que la ayudó a ponerlo a punto y dejarlo así de copado.

― ¿Y dónde está tu amiga? —de repente, como por arte de magia, Mani hizo su aparición triunfal.

Sacudiendo su cabello mojado, se presentó.

― Hola, ¿cómo estás? ¿Así que vos sos la famosa Vanesa? —mi amiga se acercó y le dio un beso. Vanesa frunció la nariz.

― Y vos, la famosa Mani —respondió la rubia, visiblemente incómoda.

Se estudiaron por un instante y sin decirse nada más, me anticipé tomando de la mano a Vanesa para llevarla a conocer la terraza, desde la que podía verse el pintoresco barrio de Barracas y aledaños.

― Esta noche Mani cocinó especialmente para vos —le dije, tomando asiento en una de los bancos de madera e hierro, en el exterior.

― ¿Corroboraste que no le haya puesto nada raro a mi porción? —preguntó, con un sarcasmo impropio de ella.

― ¿Por qué lo decís? Estaba contenta de verme con alguien —comenzamos a besarnos tiernamente, pero Vanesa mantenía una postura reticente.

― No puedo creer que seas tan tonto de no darte cuenta que esa chica muere por vos.

― ¡Ay, por favor! —exageré mi negativa —. Ella muere por las mujeres. Dudo que no esté ahora mismo queriéndote sacar de su cabeza.

Vanesa roló sus ojos, en claro desacuerdo.

― Las mujeres tenemos un sexto sentido. Olfateamos a la competencia desde lejos.

― ¿Ah, sí? ¿Y ella es competencia?

― De las peores. Las amigas son de las primeras que hay que desconfiar —guiñó su ojo y casi a la rastra, me regresó al departamento.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro