Reto: Avatar

La chiquilla de ojos verde pálido quedó paralizada con el corazón palpitando a mil, en la abrumadora calle de esa pequeña colonia del Reino fuego en territorio del Reino tierra.

¿Había escuchado bien? Buscó cuidadosamente tratando de sentir algo, más bien a alguien.

- ¿Ocurre Algo, Toph? - Quiso saber Katara, la morena había notado lo collado de la chica, parecía tensa por algo. Zokka , Aang y Zuko llevaron su vista hasta la joven maestra metal.

Toph negó con la cabeza, tal vez no había sido nada. Le restó importancia tal vez no había sido nada.

- ¿Qué compran? - Preguntó

La de Piel bronceada ensancho su sonrisa.

- Algas y naranjas de mar. Hoy comeremos al estilo de la tribu agua del Sur - Exclamó entusiasmada, ¡Vaya que habían tenido suerte por encontrar los ingredientes!

-Fideos con algas - Un escalofrió recorrió la columna del joven avatar.

- No saben tan mal, pies ligeros - Toph ríe con ganas, mientras Aang comienza a tener arqueas. Sokka y Zuko continuaron caminando al ver que no era nada lo que le pasaba a la chica.

Es justo cuando la tranquilidad parece reinar, algo ocurre.

-¡ TOPH BEI FONG! - Gritó un chico rubio corriendo hacia ellos, específicamente a la maestra tierra.

- ¿Qué rayos?

***

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- Así que éstas, son coles- La morena de larga cabellera oscura, agarro una de los dichos. Sus ojos jades observaron molestos al vendedor - ¿No me estará estafando?

- No, no señorita. ¡Esas coles son de la mejor calidad! Traídos directamente de Ba sing se- El hombre agarro otra Col para mostrársela - Venga, están muy frescas y tiernas. Aproveché 3 por el precio de una - Señalo el hombre con sus ojos cerrado - ¿Señorita? -

Ya no había nadie. La castaña desde hace rato que se había largado dejándolo hablando solo

María mascullo molesta era claro que ese tonto vendedor la estaba estafando. ¿Tiernas? Bah, de eso no tenían nada las coles. Llevaba alrededor de dos horas buscando algo decente para poder comprar además de ser barato. Para colmo, el estúpido maestro fuego - que debería estar ayudándola - no aparecía.

- ¿Dónde mierda andará? - Se preguntó entre sí, mirando las adyacencias del mercado donde diversos vendedores ofrecían sus productos a gritos. El chico de cabellera dorada no daba señas de vida.

Su paz se esfumó.

Alaridos se escucharon cuando de la nada un cuerpo se impactó en uno de los puestos donde vendían producto un golpe de tierra control. María corrió rápidamente hacia ya. Mierda, justo cuando le había dicho que no se metiera en problema, el estúpido de Alfred hacía de la suyas.

***

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- ¿Quién eres y por qué sabes quién soy? - Tohp estaba furiosa y un tanto aterrada, ese rubio la había atacado usando fuego control. Probablemente su padre lo había contratado para llevarla hasta su casa arrastras.

Alfred estaba en suelo teniendo sus manos apresadas por tierra y un ojo ligeramente hinchado, esa chiquilla ciega le había dado una paliza. Además el niño calvito y el de la cicatriz lo habían atacado también. ¡Eran 3 contra uno! ¡No era justo!

- Tohp ya preguntó. ¿Quién eres? - ¡Ah! se olvidó de la jovencita que lo amenazaba con cortar su cabeza con un pedazo de hielo.

¡¿Cómo no lo conocían?! Él era un héroe, bufó por lo bajo. Tendría como mínimo 2 costillas rotas.

- Soy Alfred Jo...

- ¡ESTUPIDO IDIOTA! - Así de la nada apareció su salvación . María de un rápido movimiento liberó sus manos usando tierra control. Posicionándose a su lado - ¡Te necesito vivo, estúpido! ¡Muerto no sirves! - Le da un golpe a la cabeza del rubio.

- Agh, Mary eso duele - Se a soba la parte afectada.

La niña Beifon quedo callada, esa voz. Esa voz, era ella.

- ¿Florecita..?, ¿Florecita, eres tú? - Preguntó Toph con un nudo en su garganta, caminando hasta María.

La morocha de ojos jades por su parte sonrío, después de tanto la había encontrado. ¡Por fin, encontró a Toph!

- ¡Toph! - La apretujo entre sus brazos -¡Por fin apareces carajita! - De la emoción reparte besos por sus rostros.

- ¡Puaff! Florecita suelta que no respiro - Pronuncia con dificulta por la falta de aire. María la suelta aún emocionada. Toph infla sus mofletes apresando el aire que por buen tiempo le falto para dejarlo escapar sonoramente. - ¿Cuánto tiempo, Florecita ? -

Los chicos que se habían mantenidos siendo espectadores deciden actuar.

- Toph, ¿Quiénes son ellos?- Habló Katara mirando desconfiada a la chica que acaba de abrazar a la maestra metal.

- Creo que habrá muchas cosas que explicar- Señalo Sokka bajando su bumerán

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*

- Ya veo, así que me has estado buscando todo este tiempo. ¿Por qué, Florecita?- Tohp sorbió un poco del té de jazmín que Zuko había preparado.

-Ya sabes, me hacía faltas niña ¿Por qué más sería? - La chica alzó una ceja ante la pregunta - Además, Que es eso de ir por el mundo. - Su lado maternal la atacó, colocó los brazos en su caderas en forma de jarra.

- Solo ayudo al avatar- Le restó importancia Toph

- El avatar, Where is it?! - Gritó Alfred mirando a todos lados. Un contrariado Aang levanta la mano.

-¿Tú? - Gritó Alfred atragantándose por un instante con su té.

Anng ríe nervioso - Si, yo - Rasca su nuca, sintiendo la mirada llena de emoción del rubio puesta en él.

Alfred comienza a bombardearlo con preguntas muy rápidamente al maestro aire.

María guarda silenció estudiando todo, ese grupo de adolescentes eran el amparo que el mundo tanto necesita. Ese mocoso de 12 años era el avatar, la morena mandona había mostrado ser una sanadora cuando curó al imbécil de Alfred, dando a conocer que era una excelente maestra agua. El otro crio, el de la cicatriz era el tan afamado "Príncipe Zuko" aquel que traiciono a su nación para ayudar al avatar. Aunque aún se pregunta quién es el de la coleta, según escucho es el hermano de Katara. Y al final, su pequeña Toph. La chica huyó de casa sin mirar atrás, feliz de poder alcanzar la libertad que tanto anhelaba.

Suspiró, ¿Fue buena idea irse de las casa de los Bei fong?, ella tan solo quería explorar, lamentablemente dejo a Toph atrás, más sola que nunca.

¿Fue acaso muy egoísta? ¿Sí se hubiese quedado qué sería de Toph y ella? ¿Hubiese conocido a Alfred? Alfred... ¿Estaría vivo?

A su mente pasaron diferentes escenas llenas de suposiciones. Gracias a que ella decidió conocer, explorar pudo dar con Alfred. El chico estaba malherido y ella decidió brindarle ayuda sin importarle que fuera alguien de la nación del fuego.

María giró a verle, el chico parecía emocionado mientras hablaba con Aang y Sokka, de vez en cuando Zuko intervenía. Toph que seguía un tanto resentida con Alfred por haberla atacado (él aclaro que fue defensa personal ya que Toph no fue muy amable con él en un principio) permanecía sentada a un lado de Katara que reí cada que Alfred contaba una anécdota.

En un descuido suyo Alfred la atrapó mirándole, el rubio sonrió coqueto y María volteo la cara molesta no sin ante sacarle el dedo del medio.

-Estúpido, mamagüebo, pajuo - Una roca salió manda a volar muy lejos gracias a una patada de María. La de cabellos oscuros salió a tomar un poco de Aire. - ¿Por qué no te mueres?

- Vaya, florecita. Sí que estas enojada- se escuchó una voz desde el marco de la puerta. Por el susto un chillido salió de los labios de María.

Toph estaba con una sonrisa torcida marcada en su lúcido rostro. Estaba con los brazos cruzados y sus ojos cerrados.

- Carajita, ¿Qué te he dicho de aparecer así? - María agarró los cachetes de Toph jalándolos.

-¡Ay! Duele - Toph no se quedó atrás y también jaló de los de María. Ambas continuaron con eso hasta que rompieron en risas.

Las mejillas de Ambas estaban enrojecidas, María enfocó su mirada en el cielo. La noche estaba despejada y las estrellas comenzaban a salir.

- ¿Por qué mentiste? -

La pregunta hecha por Toph la agarró desprevenida. - ¿De qué hablas? - La miró atenta.

La menor frunció el ceño.- Allá dentro. Dijiste que me buscaste porque me extrañabas. Mentiste - La seña con sus dedos de manera brusca. - Pude sentirlo, tus pulsaciones era distintas-

- Ya veo. - Soltó un suspiro- Hace meses me llegó una carta de tu madre, en ella narraba como te habías ido de casa sin decirle a nadie. Me pidió que por favor te buscará y te llevara con ella. ¡Toph, tu mamá te necesita ver! - Gritó María haciéndole frente a Toph.

- ¿Mi mamá? ¿o es mi papá? ¿Cuánto de pagó? - Mascullo la chica molesta apretando los puños con la fuerza causándose un poco de daño.

- Nadie me ha pagado nada Toph. Es tu mamá que quiere verte. ¡Por dios! no estoy mintiendo. Compruébalo si quieres - Enfatizó María enfadada.

Toph hizo lo que la chica señalaba, las pulsaciones de María estaban aceleradas por su enfado nada señalaba que mintiera.

-Esta bien, te creo -Finalizó Toph dando la vuelta para irse adentro. ¿Obró mal al desconfiar de María?

-Espera Toph - Habló María aún con Toph dándole la espalda - Patéale el trasero al Sr del Fuego por Mi-

Las de ojos claros sonrió de manera arrogante por el pedido.

María solo la vio entrar mientras sonreía, Toph estaba bien. No había nada que perder.

***

**

*

- Vaya, se van tan rápido - Aang miro a los dos chicos que empacaban sus cosas rápidamente.

-Mary dijo que ya habíamos terminado con nuestro encargo - Declaró Alfred rascando su mejilla derecha.

Sokka puso una mirada picara causando una sensación de nerviosismo en Alfred.

- Así que son novios, ya lo decía - el color carmesí se instaló en la mejillas del rubio que negaba eufóricamente.

- Wath? ¡No! ¡No! Ella y yo somos amigos - Afirmo con el corazón a mil, aunque si deseaba ser más.

- ¿De qué hablan? - Habló María llegando al lugar con Tohp.

- ¡Nada! - Alfred cayó a Sokka que andaría de bocon.

- Florecita, Llamita miente - Dijo La maestra tierra señalado al chico que se puso más nervioso.

- ¡Mary no le creas!

- ¡YA CALLATE! ¿Terminaste de empacar? - Alfred asistió

Después de aquello el equipo avatar despedía a los dos chicos a las afuera de la colonia de la nación del fuego.

-Espero vernos pronto - Agitaba su mano Katara al ver a los chicos que estaban lejos.

- ¡Llamitas cuida de María! ¡Si le ocurre algo, me encargare de desaparecer tu flacuchento trasero! - Esa era Toph.

- ¿Por qué dice eso? - Preguntó María viendo por el rabillo del ojo a los chicos.

- -Ni idea Mary- Las mejillas de Alfred seguían con un rojo notable, sus intenciones descubiertas por una chiquilla de 12 años.

Unos labios Se posaron en su mejilla siendo un roce leve. María lo miro coqueta antes de volver a retomar su camino. - Mi pago por traerme hasta Toph -

Y Alfred con el corazón a mil, si este era el pago él con gusto lo volvia hacer.

Y sí ha estado más atento, se hubiera percatado que las mejillas de la maestra tierra estaban igual que sonrojada que la suyas

...

Si no han leído la de @Queen_Eleonor¡ Háganlo! Esta genial.