Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Problemas (2)

Lo único que puedo recordar de ese día, es dolor, más allá de su cuerpo, su  corazón, podemos poner en esta semana que Magnus no lo pude ver con los mismos ojos, jamás pude hacerlo, pero le quiero, le quiero mucho, Alexander dentro de cinco meses, recuerda que no estas curado, porque no hay nada que curar.
Fíjate bien en quien confías, Alec, pon atención, Isabelle esta aquí adentro, DENTRO DE LA CLÍNICA.SOLO SE VA A SALVAR SI TU PRETENDES ESTAR BIEN ¡NO LA CONOCES!, Isabelle sabe de Magnus, es de confiar, Izzy es enfermera aquí adentro, va a salvarte, pero nadie puede.

Semana dos, diario de Alexander, última vez que pudo describir semana completa.

Ahora no lo podía creer, estaba sacando a Alexander del cuarto, donde segundos antes estábamos acostados, no podía hacerlo pero no me podía hachar para atrás.

Comenzó a caminar delante de ellos tratando de escuchar lo que decían mientras bajábamos pero Alec se lo susurraba a Raphael.

—Cada vez es lo mismo— le dijo Raphael con una sonrisa, mientras que el moreno quería escuchar algo más que sus pasos yendo detrás de los otros dos jóvenes.

—Esta  donde siempre, por favor recuerdalo —  Volteo a ver a Magnus, el chico ojiazul seguiría haciendo lo suyo, pero ese doctor hoy estaría ahí, viendo su peor lado de él, eso, justamente eso era lo que no lo dejaba tranquilo.

Llegaron, una cosa curiosa era que conforme más tiempo iba a esa sala, más rápido se le hacía el recorrido hasta allá, algo que hizo que el corazón del moreno se hiciera trisas fue el como se hinco por completo enfrente de la puerta, también lo hizo el joven enfermero.

—Rezamos Bane, porque solo nos queda rezar—comenzaron, Raphael rezaba por Alec, siempre lo hacia, por un pequeño mundo mejor para todos, pero que Alec pudiera verlo.

Pero Alec esta vez no rezo por una muere rápida, rezo más bien porque Magnus pudiera soportarlo, que él pudiera ver eso sin sufrir mayor daño.

—¿Listo?— Alec murmuro algo que solo él escuchaba mientras asentía, dijo "Nunca estaré listo"

Raphael lo tomo de las manos como si fuera un prisionero, cuando logro abrir las puertas lo lanzo al suelo.

—Por fin aprendes a tratar a la escoria, muy bien Santiago— Raphael asintió y tomo lugar a un lado de la mesa— Por fin decidiste ver el cambio en vivo, me gusta. Bienvenido doctor Bane, deje recojo la basura para usted.

Tomo al joven de los cabellos para subirlo a la mesa, Magnus se acerco para atarle con una tremenda tristeza.

Pero el ojiazul solo le dedico una sonrisa de lado cuando el otro doctor no veía, realmente no había pensado realmente el como era ese doctor, parecía incluso del tipo de personas que tenía hijos, pero no podía ser alguien tan malo para hacer cosas así no merecía tener hijos.

—Bueno doctor Bane, ¿quiere iniciar usted?— Magnus negó, pero añadió un "primero usted, después voy yo" si Alec no lo conociera diría que el moreno lo hacía también con convicción —¿Que te trae aquí? también dinos tu nombre.

—Soy Alexander Gideon Lightwood, estoy aquí, no lo sé, realmente — Valentine encarno su ceja para verle, mientras Magnus articulaba ¿Qué haces?— Oh sí, estoy aquí por la maldita manera de ver de la gente, que piensan que ...

Fue la primer descarga, mientras Magnus quería gritarle que lo dejara.

Pero fue rápido.

—Dinos de nuevo, ¿por qué estas aquí Alexander?— Esta vez fue Magnus, dandole la espalda a Valentine.

—Porque gente es estupida, y si por lo menos puedo decirles la verdad estando...— la segunda descarga llego a Alec, mientras Valentine miraba al doctor Bane.

—Siempre es así, es como si me pidiera morir aquí, pronto se curara —Pero Magnus quería vomitar de nuevo, no podía soportar eso, y solo llevaban unos minutos adentro.


*     *     *     *      *     *    *

Habían estado dos, una, no lo sabía ninguno de ahí adentro, pero para Magnus habían sido años, por lo rudo que había sido todo en esa sala.

Alexander tenía el espíritu más fuerte que conocía.

Eso hacia que Magnus quisiera golpearle, decirle que dejara de resistirse al tratamiento que solo lo tomara, así como venía, pero su expresión era muy seria.

—Doctor Bane, puede hacerlo mejor — Esa vez al estar solo Valentine nadie podía pararlo, comenzó a subir para la siguiente descarga, queriendo dársela a Valentine.

—Disculpe, pero mi trabajo es evitar que él muera en la mesa —Raphael parecía querer vomitar, pero se quedó ahí parado junto a Alexander, quien solo podía cerrar los ojos.

— ¿Es... lo que mejor tienes tu ?— tal vez en la mente del chico, esas palabras tuvieron sentido y estuvieron bien acomodadas, pero al escucharlas nadie podría entenderlas del todo.

—Eso es lo que quieres. —El que habló fue Magnus, tenía que hacerlo, perdóname y no me mires así  entonces dio otra descarga, casi con incredulidad de que Alec aún lo soportara, pero fue un espejismo, porque entonces el corazón de Alec comenzó a bajar la pulsación y se desmayo por completo.

—Bien Bane, creo que debes cuidarlo ahora, lo siento pero yo no pienso estar más tiempo con él — Valentine negó quitándose los guantes, para salir de la sala.

—Oh, me debes una — en cuando la puerta se cerro volteo hacia Raphael, no podía ver a Alexander ahora, no. Su corazón no dejaba de latir, estaban ahí  hace tres horas reportaba el cronometro, eso era imposible casi, aunque las descargas fueran pequeñas, había sido mucho para El chico de cabello azabache.

—Eres un animal, eres un maldito animal, LE HAZ SANGRADO ESTA VEZ —Raphael parecía frenético, fue cuando comenzaron a soltarlo, las muñecas de Alec estaban llenas de sangre, como enfermero Raphael lo puso en la camilla, donde de inmediato llevo a su cuarto, seguido de un Magnus muy arrepentido, pero ese era su trabajo, no podía simplemente decir no.

Se quedaría con el todo el tiempo que pudiera.

*     *     *    *    *    *   *

—Son las once de la mañana, cada hora podré contarte algo nuevo de mi —Magnus estaba ahí aunque no debería, el pase aplicaba solo para después de las 5 de la tarde, pero eso no lo iba hacer no estar ahí cuando Alec despertara, esperaba que fuera pronto. Sus manos sangraban de nuevo, saco las vendas— Tengo anillo de casado, pero realmente nunca me he enamorado, mi esposa es mi amiga Tessa, te lo digo ahora para que no digas....

—Mi cabeza— se quejó el ojiazul, Magnus le iba a dar un beso en su frente, pero Alec se quitó de inmediato.

—Déjame, aléjate ¿donde están los enfermeros? Quiero a la enfermera.— se había sentado con muecas, porque al recargarse en sus muñecas lo hizo sentir mal.

—Te dije que tenía que estar ahí, no quería...— pero cuando acercó su mano, el cuarto se convirtió en una habitación de gritos.

—ALÉJATE, ALÉJATE QUIERO A LA ENFERMERA... A LA ENFERMERA — Alec estaba gritando como si Magnus le fuera a lastimar, así que pro su bien se alejó.

—¿Entineden lo que es ser discretos?— Pero cuando entró Alec le lanzaba a Magnus unos lápices que tenía a la mano.

—ÉL NO ES DOCTOR, QUIERO A .... ENFERMERO, ENFERMERO CÚREME USTED Y NO DEJE QUE SE ME ACERQUE —Raphael se acercó a separar a Alec de Magnus, negando con la cabeza, corriendo a Magnus.

Él se quedó mirando por la ventana mientras Raphael le sacaba debajo de la cama un cuaderno, parecía ser el cuaderno de notas de Alec, no sabía que era... pero Alec lo comenzó a leer, y su cara se puso más blanca que nunca, cayó a la cama mientras negaba al ver los dibujos, letras y sentimientos plasmados ahí.

—Quiero estar solo....—parecía querer recordar sin leer, así que solo miro a Raphael con súplica en los ojos.

—Cuando estés listo haré pasar a ... ya sabes —Raphael lo dejo leyendo mirando a Magnus con desaprobación.— si, es su diario pero prefiero que sigas fingiendo que no existe.

Raphael lo dejo ahí, con un pedazo de su corazón roto.
Magnus sabía que merecía esto y más, iba a sacarlo de ahí a como diera lugar.

*     *      *       *        *    *

Ese mismo día en la noche, Alec por fin se pudo controlar, por la terapia tenía días de descanso sin ir al patio, así que no sabía donde estaba Magnus, las dudas en su mente se habían ido,  ahora solo quedaba su remordimiento,

Cuando la puerta se abrió, era el doctor que lo cuidaría hoy, 24 horas, pero su corazón solo dio un vuelco al verlo, suspiró dejándole ver que se sentía tremendamente mal.

—Yo...— pero Magnus le paró en seco, dándole un beso, ese era su segundo beso , parecía ser que cada vez que se besaban era después de un momento así, e in luso antes.

El beso se sentía diferente, no sabía el porqué, pero su beso era apasionado, el moreno le sostenía con las manos su cara, Alec le tomaba sus caderas, haciendo una especie de fusión entre ellos dos, negándose a alejarse, pero cuando iban a pasar los besos tal vez algo más, la puerta se abrió, tuvieron que separarse pero no fueron veloces pues él gritillo de una mujer fue lo que hizo al chico de los ojos azules gritar de igual manera.

Era una chica realmente parecida a él, solamente que sus ojos eran negros al igual que su cabello, estaba vestida como un tipo de enfermera, la puerta fue cerrada por Magnus.

—Pero...¿ tu qué haces aquí? No deberías..—

—No me hables de que debería o no hacer, porque se que no deberías besar a tu doctor, mucho menos aquí, te pueden matar —Isabella vio al doctor pidiéndole que se saliera de ahí, pero Magnus se puso a un lado de Alec.

—Eres su hermana, Alec dijo...— pero el chico salvo al médico de cambiarle el nombre.

—Isabelle, no te quiero aquí, en verdad ¿por que estás vestida así?— parecía casi que el chico iba a vomitar, lo cual sería algo completamente normal.

— Vine a salvarte, a salvarte en verdad, te sacare de aquí — las palabras cortaron el aire, pero Alec solo se alejó de él.

—Nadie puede salvarme Izzy, no se puede — Después de lo que hoy había pasado, creía que no podía ser salvado, ni siquiera con ayuda de Magnus podrían sacarlo.

—Yo puedo, dame un mes, un mes hermano mío y te haré salir —Isabella lo juro, si hubiera sido solo por ella , pero ninguna persona en esa habitación sabría que ese mes se trasformarían en cuatro más.

No sabían que todo el dolor que habían sufrido, era casi nada, a comparación de lo que restaba en esa semana.

Upsis, me tuve que ausentar pero creo que escribir me ayuda más que ver series.
Los tqm
Tal vez hoy también actualice eres.💕

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro