A pesar de toda la situación, Ishaia no estaba muy convencido de dejar asistir en la lucha contra el dominio al omega entre sus brazos. En respuesta el agarre de su brazo en la estrecha cintura se hizo más fuerte.

-Oye alfa- Asule se giró con una sonrisa nerviosa y una gota de sudor en su sien- Mi cintura ya está bien apretada por el fajín que casi me corta la circulación. Podrías no cooperar continuar la tortura. Realmente me duele-

Al darse cuenta de lo que hacía inconscientemente Ishaia aflojó el agarre aunque no lo soltó. A su mente vinieron ideas de esos mismos labios diciendo la palabra duele pero en otra situación, precisamente teniendo al omega debajo de él y sin ninguna de las molestas prendas. Abrió la boca para decir algo cuando un rugido vino desde arriba e hizo que sus oídos volvieran a arder.

-Maldito bicho- murmuró suave Asule con una sonrisa agradable en su rostro que cualquiera que lo viera diría que algo como eso no podría salir de él pero Ishaia detrás de él si lo oyó y sus ojos se abrieron levemente. Definitivamente esa sonrisa en el rostro del omega solo era una fachada. Sería interesante saber cuál era su personalidad real.

-¿Qué tienes en mente?- acercó sus labios a su oído y le preguntó. El omega no pareció darse cuenta del íntimo movimiento pues su atención estaba enfocada en el guardián del infierno.

-Necesito que me lleves allí y sobrevueles encima. Necesito reforzar mi espada con un hechizo y atacarlo por la nuca, es su único punto débil-

-eso no será nada fácil- Ishaia murmuró analizando a situación. La nuca era un lugar cubierto de púas y que además la bestia protegía sacudiendo constantemente la cabeza.

-Para eso también estás tú. Necesitaría que le dijeras a ellos dos que vienen pro ahí que lo distraigan mientras yo me encargo de matarlo. Los hechizos no funcionan sobre todo porque cada una de sus escamas está tallada con runas que los anulan, pero no su interior. Y te puedo asegurar que de todos los que estamos aquí mi espada es la más fuerte- dijo sin rodeos y no con ánimo de lucirse. Era la simple realidad.

Ishaia asintió con la cabeza mientras el omega lo miraba por encima del hombro. Sus rostros tan cercas que el Alfa tuvo el impulso se morderle la mejilla y besarla después pero se contuvo. Quizás no era tan fuerte para no sucumbir ante las insinuaciones de un omega.

Zhachaly y Kansel pronto estuvieron junto a ellos e Ishaia les hizo un resumen rápido del plan ideado por Asule. Kansel al ser líder de secta y un alfa se sintió incómodo al tener que seguir las órdenes de un omega pero después de analizarlo bien, no era cualquier omega con el que estaba tratando.

-Nosotros te cubriremos- Kansel le dijo a Asule serio. Había notado la cercanía de ambos jóvenes frente a él y no era el único. El ceño de Zachaly estaba fruncido al no gustarle lo que veía.

Asule notó esto además de notar el leve incremento de las feromonas dominantes dirigidas a él. Este alfa como que no lo intimidaba pero si lo incomodaba. Se notaba que podía ser bastante violento y con su cuerpo no era una buena señal. Pero le sonrió ligeramente y para su sorpresa la expresión del rostro del alfa pasó se molesta a ¿relajada? Definitivamente un alfa extraño, dominante pero dócil.

Un aleteo sobre ellos llamó su atención por completo. Los cuatro miraron hacia arriba y la bestia ya estaba preparada para atacar. Padre e hijo sacaron sus espadas y arremetieron contra ella. Una densa capa de feromonas los rodeaba que se entrelazaba con su cultivo directo hacia las alas del demonio.

Por su parte Ishaia hizo volar su espada rodeando el área donde los tres individuos peleaban para llegar sobre ellos sin que el demonio los detectara.

-¿Estás seguro de esto?- Ishaia miraba ya encima de la dura lucha como su padre se lucía cortando medianamente la piel del demonio mientras Zachaly atacaba una y otra vez las inmensas alas. Le costaba reconocerlo pero Zachaly era realmente fuerte cuando se lo proponía y su cultivo que casi nunca usaba era considerable.

-Claro alfa, sino lo hago tengo alguien que puede gritarme allá abajo- Asule sacudió su cabeza alzado su espada y poniéndola de lado frente a sus ojos.

Repasó toda la hoja traslúcida con la punta de dos de sus dedos pronunciando unas palabras en voz muy baja, esta vez Ishaia no lo pudo escuchar. Varias runas se dibujaron a lo largo de todo el material y comenzó a brillar de color rojo. La hoja se volvió más grande y llamas de fuego blanco la envolvieron.

El alfa quedó mudo ante esto. Había conocido muchos excelentes discípulos con habilidades excepcionales pero ninguno que pudiera cambiar la morfología de su espada con solo un hechizo. Tal vez se debía a que Asule era un refinador pero no podía darlo por sentado.

-Alfa, suéltame cuando te diga- le indicó Ishaia- lo atacaré desde arriba, mientras tanto apoya a tu familia a que mantenga la cabeza lo más centrada en un punto.

EL alfa asintió y pasaron tres minutos. Tres minutos que ninguno de los dos se movió hasta que Asule gritó.

-Ahora-

Ishaia soltó el agarre en su cintura solo para ver que el omega se lanzaba sin ninguna vacilación hacia la bestia. La espada en su mano se iluminó más y con un ágil movimiento cayó de rodillas sobre la nuca del demonio y la enterró con fuerza dentro de la piel dura. Para su desgracia su cuerpo no le ayudó. Era un omega después de todo y de la espada solo entró un terció de esta.

Asule chasqueó la lengua pero no pudo hacer mucho más. Ante el dolor que atravesó el cuello del guardián del infierno este se sacudió con fuerza y la punta de la cola golpeó cerca de donde estaba Asule. Con las lisas escamas de su cuerpo el omega perdió el equilibro y se desplazó.

-Mierda- dijo entre dientes mientras su cuerpo caía- Meihua- llamó a su espada pero esta se encontró atascada en el cuerpo de demonio.

Bueno, hora del plan B. Metió la mano en el interior de su túnica para sacar un talismán que le permitiera descender sin estrellarse en el suelo cuando su cuerpo fue agarrado en brazos. La persona que lo sostuvo esquivó la cola del demonio que nuevamente volvía a arremeter contra el omega.

-Espera alfa, no te alejes tanto- dijo Asule en los brazos de Zachaly.

-Te sacaré de aquí, es muy peligroso- Zacha dijo con todo autoritario.

Asule cerró los ojos y respiró profundo. Alzó sus dos manos y agarró las mejillas del alfa y giró su rostro hacia él. El movimiento fue tan rápido y brusco que Zachaly se detuvo en seco.

-Escúchame alfa, mi espada está dentro de la nuca de ese demonio, es la única que puede cortarlo en este momento. Si estás tan preocupado estás por mí, llévame a donde está y ayúdame a encargarme de ello ¿Sí?-

Por un momento Zacha vaciló. La sensación de ver al omega en peligro era desagradable sobre todo porque despertaba en el su instinto más salvaje y protector y que de paso no podía controlar muy bien. Pero él no era nada del omega, más bien ese mismo omega podía ser más fuerte que él mismo en cuestiones de cultivo. Chasqueando la lengua supo que no podía detenerlo y simplemente dejarlo a un lado, así que cedió asintiendo con la cabeza.

-Eso está mucho mejor- Asule suspiró por dentro ante no tener que luchar por salir de su agarre y para calmarlo un poco más besó su mejilla inyectando una mísera dosis de sus feromonas eso siempre ayudaba a relajar a los alfas. Solo no se esperó que el efecto fuera contrario. Los ojos de Zachaly se volvieron más brillantes y salvajes y antes de que el omega reaccionara sus labios habían sido sellados con cierta violencia.

EL mundo de Asule se detuvo. ¿En serio? ¿En ese momento, en ese lugar un alfa le había quitado la virginidad de sus labios? ¿Qué demonios?

Sus ojos estaban abiertos de par en par y se encontraron con la pupila dilatada del alfa. Por suerte el beso no fue más allá ni tan íntimo como para que su lengua fuera también profanada y pronto el alfa retrocedió pareciendo consiente de lo que había hecho.

Zachaly bajó a Asule de sus brazos y lo giró sobre la espada para que le diera la espalda procesando lo que había hecho. Se había dejado influenciar por sus instintos nuevamente. Por su parte Asule estaba rígido ante lo ocurrido y ni siquiera se atrevía a tocar sus labios que se sentían húmedos.

Un rugido no muy lejos lo hizo volver a la realidad. Ese no era el momento para estar pensando en detalles. Primero necesitaba deshacerse de la bestia y después lidiaría con lo que le había hecho el alfa.

Como mínimo lo castraría. Le había robado su primer beso.

Ahora entienden el titulo del libro verdad. 😜

Que alfa les va gustando más. Ishai o Zachaly?

Aun sus personalidades no se han mostrado como tal pero reconozco que le tengo un no se que a Ishaia que me gusta.