— He notado que vienes menos al departamento... ¿Reaper te ha molestado con traer un gato?

Error estaba sentado en su silla preferida mientras leía un libro, al escuchar la voz de su hermano mayor en su habitación (la de invitados), se quitó los lentes para mirarle con mala cara.

— No. Pero si lo cumple--

— No volverías a tocar este lugar hasta que vengan a purificar cada rincón, lo sé. —Interrumpió el de bufanda roja, y se sentó en la orilla de la cama, el escritorio donde estaba el moreno apenas cabía en aquella habitación pero para Error era lo de menos—  Te pregunto, Error, ya que tampoco has pedido que lave tu ropa. ¿Encontraste un lugar que lo hacía como querías?

Le dio al blanco tan rápido que no supo que contestar al principio, no era un secreto que siempre había estado buscando el lugar perfecto para sus exigencias, pero que esa fuera la primera opción, le ofendió un poco.

— ¿Tan obvio es? 

— Solo asocié términos, no pienses que yo pienso que te importa solo lavar tu ropa, hermano. 

Le dio otra vez, Error arrugó el rostro, incómodo por ser tan bien conocido por su hermano.

— Tsk. Sí, encontré un lugar, pero no es una lavandería como cualquiera en las cuales hay como diez lavadoras por pared. 

— Oh, ¿Es manual? Debe ser caro, entonces.

— No, la cantidad de demanda es baja y hay tanta competencia que no le queda de otra que sobrevivir con bajos precios. —Contestó, cerrando el libro que leía— Y será mejor que no se les ocurra cerrar.

— Si cierran, puedes contactar con quienes lavan para que haga trabajo a domicilio. —Terció un Reaper que llevaba escuchando la conversación desde el salón de estar, Error se aguantó tirarle el libro a la cara.

Geno fue quien se encogió de hombros, igualmente no era tan mala idea, si era una labor manual, no importa dónde fuera, aquella persona que satisfacía a Error, podría seguir cumpliendo su cometido.

— Voy a hacer la cena. 

Geno estaba por retirarse pero Error le echó unas rociadas de Spray a su espalda, no quería que su hermano se llevara aquel olor que abundaba aquella habitación por su propia presencia. Es más, aprovecharía de bañarse pues sentía su cuerpo muy denso.