Una mañana bella, fresca, sin sol que lo moleste al despertar, lamentablemente para él esa paz que sentía por breves momentos en la mañana, desaparecería.

-Chuuyaaaaa ¿Ya te despertasteeeee?-.

-No-.

-Despiertaaaaaaa-.

-Que molesto eres-.

-Que amargado eres-.

El pelinaranja simplemente lo ignoro siguiendo recostado en su cama, escucho un fuerte estruendo... Algo que lo hizo saltar de su cama.

-¡Sorpresa Chuuya-chaaaaaaan!-.

-¡Idiotas! ¡¿Que hacen aquí?!- expresó el pelinaranja.

-Yo le dije que no viniera tan temprano, pero ya sabes cómo es-.

-¡Vamos Chuuyaaaaaa-chan levántate! ¡Salgamos!-.

-Nikolai, hoy no tengo ganas-.

-Ves te dije-.

-Que amargados son- dijo el albino.

-¿Verdad que si son?- interrumpió el castaño, algo que hizo que el pelinaranja se molestará un poco.

-Callense, si tanto quieren salir háganlo ustedes dos, estúpidas- dijo el pelinaranja por fin levantándose de la cama, dirigiéndose al baño con ropa limpia en mano.

-No sería mala idea-.

-Ni se te ocurra payaso- el pelinegro agarro del cuello de la camisa al albino, atrayéndolo, separándolo del castaño -Si vas a salir va a ser conmigo ¿Entiendes? No es tan difícil-.

-Bueno, bueno, está bien amor mío- un tono de burla se hizo presente.

-Bien, nos vamos, adiós Chuuya-.

-Bye, bye Chuuya-chan- dijo mientras estaba siendo arrastrado por el más alto.

-Tus amigos son encantadores Chuuya-.

-¡Callate!- se escuchó desde el baño.

-Entonces si quieres salir o nel-.

La puerta resonó, con un Chuuya totalmente diferente, está vez peinado, con su mechón largo agarrado con una fina liga del mismo color de su cabello, un sombrero que a ojos de Dazai era horrible, un chaleco rojo con una playera negra, junto a pantalones algo ajustados, claro, no podía faltar su collarin.

-¿Eres Chuuya?-.

-No, soy el vecino-.

-¿Eh?-.

-Me largo-.

-¿A donde vas vestido asi?-.

-Eso no te incumbe babosa- salió de la habitación sin despedirse, dejando a un Dazai confundido, definitivamente lo seguiría, claro... necesitaba refuerzos.

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-¿Quién diría que me citarias a mi?-.

-Callate, fuiste el único al que podía llamar, nadie más estaba disponible-.

-¿Por qué querías verme?-.

-Vamos a comer algo, yo pago-.

-¿Seguro?-.

-Si, ándale antes de que la caballa llegue-.

-¿Caballa?-.

-No preguntes, solo vamos-.

Ambos llegaron a una cafetería, donde una chica pelirroja los atendió. Con la cual el acompañante de Chuuya intento coquetear, lastimosamente lo mandaron al carajo.

Cuando llegó la comida, ambos empezaron a hablar tranquilamente mientras que desde lejos eran observados.

-Si nos descubren, nos mataran-.

-No te quejes Ango, tú te ofreciste a venir, fue voluntario-.

-¡Pero voluntariamente a fuerza!-.

-¿Quién es ese sujeto?-.

-Si no mal recuerdo es Tachihara... Michizo Tachihara-.

-¿Que relación tiene con Chuuya?- cuestionó el castaño.

-Mmh no recuerdo bien la verdad... Solo se que son amigos desde secundaria- contesto el pelirrojo.

-Si... Pero se pelearon al poco tiempo de entrar a la preparatoria-.

-¿Por que?- volvió a cuestionar el castaño.

-Al parecer, tuvieron problemas en su relación, Tachihara quería ser algo más para Nakahara, pero Nakahara solo lo veía como un amigo-.

-Ya veo-.

-¿Por qué andas tan curioso Dazai?-.

-Na mas... ¿Qué más sabes Ango?-.

El pelinegro suspiro, para después acomodar sus lentes -Tachihara se le declaró a Nakahara, eso se sabe, también se sabe que este lo rechazo, se dejaron de hablar... Lo que no entiendo es cuando se volvieron a hablar-.

-Tal vez Chuuya se sintió culpable, y le volvio a hablar, pero no creo que tenga intenciones amorosas con él-.

-Vaya... ¡Por algo son mis amigos!-.

-Ya se van- dijo el pelirrojo.

Los otros dos volvieron a centrar su vista en el par, y efectivamente, ya se iban.

-Hay que seguirlos- exclamó el castaño.

-No crees que hay que dejarlo en paz, su vida debe ser privada-.

-¿Crees que eso me importa?-.

-Dazai... ¿Por qué estás tan obsesionado con Chuuya?-.

Esa pregunta hizo que en el cuerpo de Dazai se provocará un temblor, se erizo,  su vista se aparto de el par que salía de la cafetería, la verdad era que...

-Eso...- cuando dirigió su vista nuevamente a donde se encontraba Chuuya, noto algo que no dejaría pasar -¡EY!-.

Su grito fue tan fuerte y feroz, que hasta sus dos amigos tuvieron que taparse sus preciados oídos. Eso sí lograron ver cómo Dazai iba corriendo en dirección hacia el pelinaranja.

-¡Chuuya!-.

El mencionado giro su mirar para encontrarse con una estúpido que al parecer no sabía cómo se cruza una calle.

Cuando el castaño llegó, tomo a Chuuya de los hombros apartándolo de aquel joven, por supuesto quitando sus sucias manos del hermoso cuerpo del ojiazul, el cual, si... Quedó con los ojos abiertos ante aquel movimiento.

-No toques a Chuuya, ¿Si?-.

-¡¿Que estás haciendo aquí?!-.

-Quitando la basura de mi diamante-.

-¡¿Qué yo qué?!-.

-Como lo escuchaste-.

-Seras-.

-Chuuya... ¿Quién es él?- pregunto su acompañante confundido.

-Es el estúpido del cual me quería alejar hoy-.

-Ya... Veo... ¿Cuál es tu nombre?-.

-Soy Osamu Dazai, y este enano de aquí, ya lo conoces... lamento decirte que él es mío- dijo rodeando el cuerpo de Chuuya con sus largos brazos, posicionando su cabeza en uno de sus bajitos y delgados hombros.

-¡Yo no soy tuyo maldito!... ¡Y suéltame pedazo de mierda!-.

-¡Dazai!- se escuchó una voz conocida para los tres -¿Qué estás haciendo?-.

-¡Odasaku! Ayúdame a alejar este tipo de Chibi-.

-¡NO ME LLAMES ASI! ¡Y YA SUEL- se posiciono, preparo su cuerpo, puso toda su fuerza en sus brazos y piernas -TAME!- terminó lazando al castaño lejos -Para ser alto... Es muy liviano...- dijo para si mismo.

Los dos pelirrojos quedaron asombrados por tal show que estaba armando nuestros dos protagonistas, y cuando por fin Oda reaccionó.

-Perdonalo Chuuya, él es así-.

-Para estar poco tiempo con él, parece que ya lo conoces-.

-Es muy fácil de conocer si se propone, aunque a veces me confunde-.

-¿No vas a ir por él?-.

-No... El se metió en esto solo, así que el puede levantarse sin romperse más huesos de lo que tú, seguramente ya le rompiste-.

-Y no me siento mal-.

-Ya se que no, te sugiero que sigas con tu salida, olvida a Dazai el no te molestará mientras tenga los huesos rotos... Espero-.

-No entiendo cómo Dazai consiguió un amigo como Oda, él es buena gente- dijo mientras veía como se alejaba el pelirrojo.

-Chuuya ¿nos vamos?- no quería estar más tiempo ahí, todos los miraban raro.

-Ah si, vamos Tachihara-.

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-No entiendo a Chuuya, ¿Por qué me odia tanto?-.

-Tal vez por qué no lo dejas de molestar- contesto el de lentes -Creo que si alguien actuará conmigo, así como tú actúas con el, yo también me molestaría-.

-Esta vez concuerdo con Ango-.

-No es justo, ¿Y por qué con ese niñito si sale?-.

-Deja de hacer berrinche Dazai, Nakahara es libre de hacer lo que quiera-.

-Exacto, por eso... Si quieres conquistarlo, dale más libertad, tal vez cuando sean pareja, ahora sí puedas andar de tóxico-.

-No das buenos consejos Oda-.

-Yo no más digo-.

-Entonces... ¿Que sugieren que haga?-.

-Dejalo en paz, el se fijará en ti si realmente siente algo por ti, ya si no, ignóralo así como el te ignora a ti-.

-Tu eres el de los malos consejos Ango-.

-Como sea, ya me voy, suerte sanandolo- el pelinegro se retiro de la habitación, dejando a el castaño y al pelirrojo en esta.

-Odasaku... ¿Crees que... ¿Crees que tenga una oportunidad con Chuuya?-.

-¿Dudas de ti mismo? Sorprendente-.

-¡Oda!-.

-Bien... Veamos... -lo pensó un poco, poniendo a el castaño nervioso y apunto de reprochar, pero el pelirrojo el quitó la palabra -Tal vez la tengas, pero debes apresurarte, hay muchos que quieren con Chuuya-.

-¿Como quienes?-.

-Eso lo descubrirás tú, por el momento te puedo decir... Impresionalo, si lo haces, nadie te superará-.

Los ojos de Dazai brillaron por un momento, con una sonrisa muy grande en su rostro, hasta que fue interrumpido por la puerta que se abrió, encontrándose con un pelinaranja, que los miraba raro, no sabría decir que cara era.

-¿Interrumpo algo?-

-Nada en especial, ya me iba- se levantó de la cama -Nos vemos Dazai, adiós Chuuya-.

-!Hasta luego Oda!- grito el castaño, para después ver cómo Chuuya cerraba la puerta.

Pensando solo una cosa, Chuuya Nakahara, prepárate, por qué estoy apunto de jugar con mis mejores cartas.

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¿Que tal? ¿Que tal?

Espero les haya gustado, se que no tuvo mucho que ver con Celos pero bueno, alégrense por lo que hay, no jodan.

Antes que nada... FELIZ AÑO NUEVO GENTE
Espero que esté año sea suyo, dominenlo, no sé dejen vencer, los quiero mucho. (Sonó muy cursi).

Coman bien, y Diiiisfruten de lo demás.