⭐ Alumno Nuevo ⭐
Un joven muy atractivo, a veces confundiéndolo con una mujer. Un joven atlético, flexible y fuerte, muy admirado en su preparatoria.
La mayoría de sus compañeros admiraban, otros lo envidiaban, otros queriendo salir o acostarse con él, daba igual si fueras chico o chica. Todos le train ganas.
-¿Quieres salir conmigo?- otra persona declarándose... Se estaba volviendo costumbre.
-Lo lamento mucho... Pero no puedo-.
-Oh... Claro... Lamento el atravenimiento- el chico se marchó sin decir nada.
La verdad para el pelirrojo era difícil rechazar a las personas aún que se le declararán dos por día, agradecía que ese día le había tocado a alguien sereno, pues a veces algunos eran muy... ¿Problemáticos?
⭐
Un día normal, o bueno normal para el pelirrojo.
-¡Chuuya-chan!- grito un albino desde lo lejos, corriendo en dirección a Chuuya.
-¿Eh? ¿Nikolai?-.
-Chuuya... Tengo... Que... Decirte... Algo...- decía entrecortado, el aire le faltaba.
-¡Primero respira tonto!-.
-Si... -tomo un poco de aire tranquilizando su corazón que hace iba a mil por hora -Ahora si... ¡Un nuevo alumno!-.
-... ¡No más por eso corriste hasta el otro lado de la preparatoria!-.
-Aun no termino mi querido amigo... -.
-Entonces habla-.
-Sera tú compañero de cuarto-.
-... ¿Que?-.
⭐
En la preparatoria en la que se encontraban no era solamente una preparatoria, era una excusa para todo, desde primaria a preparatoria, una de las más estrictas y privilegiadas, la escuela "Stray Dogs" con dos directores al mando, tenían ojos en todas partes para evitar problemas entre alumnos.
Por qué surgiendo un problema podría arruinar su reputación, por lo cual no podría pasar, sus alumnos eran de los mejores, pero había muchos que destacaban por su gran ejemplo académico.
Uno de estos siendo Chuuya Nakahara.
(Conoceremos a los demás en el camino, descuiden).
⭐
-¿Estás seguro?-.
-Segurisimo, me lo dijo Fyodor-chan-.
-Carajo-.
Chuya disfrutaba mucho de su tiempo a solas, desde que expulsaron a su antiguo compañero, todo era paz en habitación, lamentablemente no le duró mucho con la nueva noticia... Solo esperaba que no fuera alguien molesto.
⭐
A la mañana siguiente asistió con sus dos amigos a clases, por suerte ese día compartían clases. Pero no todo era color de rosa, pues ese mismo día presentaron al nuevo alumno.
¿Su nombre? Osamu Dazai, al parecer era alguien tranquilo, no hablaba mucho en clase, ni siquiera cuando Nikolai se intentó acercar a este. Toda su ropa era negra y por alguna razón que Chuuya desconocía, tenía una venda en un ojo, bueno, mejor dicho por todo el cuerpo.
-Chuuya ¿Puedes enseñarle su nueva habitación? Por favor-.
-Con gusto, Kunikida-san- dirigió su mirada al castaño -Vamos-.
El castaño cerró los ojos y lo siguió hasta que siento que la presencia del pelinaranja se detenía.
-Es aquí- señaló.
Abrió la puerta del dormitorio mostrando dos camas, una televisión, un baño, y al parecer lo demás perteneciente al pelinaranja. Cómo la tetera, la computadora, posters de cantantes famosos, no pudo ignorar los sombreros que se encontraban en una repisa bien acomodado y sin una pizca de polvo.
-Tus cosas ya están aquí... ¿Quieres que te ayude a desempacar?- pregunto el menor.
-Estoy bien- dijo con una voz algo... ¿Sería?
-Si necesitas ayuda, no dudes en decirme-.
-No creo que necesite la ayuda de un enano-.
-¿Disculpa?- el pelinaranja esperaba haber escuchado mal -¿Cómo me llamaste?-.
-Enano-.
Bien, estaba tratando no dejarse llevar por su ira, ignoro al castaño y se recostó en su cama, poniéndose sus audífonos, escuchando música.
No se dió cuenta en qué momento se quedó dormido, sinplemente se despertó y vio como las cosas de su ahora compañero, estaban ya acomodadas. Eso sí, no veía a el castaño por ninguna parte, no se levantó de la cama simplemente giro su cabeza para buscar al contrario, no lo encontró, o bueno eso sí no hubiera mirado hacia la orilla de la cama.
Un susto se llevó cuando vio que el castaño estaba mirándolo fijamente, con la orilla de la cama cubriendo todo su cuerpo, dejando visible, claro, ojos y cabello.
-¡¿Que haces ahí?!-.
-Te miraba-.
-¡Eso es obvio!-.
-¿Por qué tienes rasgos tan femeninos?-.
Suspiro, no era la primera vez que alguien ya le había hecho una pregunta así, Fyodor y Nikolai ya se la habían hecho antes, descarados sin vergüenza.
-No lo se- respondió.
El castaño se levantó del suelo, se dirigió a él aún asustado pelinaranja -Tus amigos te vinieron a buscar, les dije que te habías muerto-.
-¡¿Que?! -.
-Lamentablemente el anémico no me creyó-.
-¡Gracias a todos los demonios! Y no le digas así... Se llama Fyodor Dostoyevski-.
-Me suena-.
-Bueno... Me voy, seguramente querían algo-.
-¿Puedo ir?-.
-¿Eh? Claro... No creo que haya ningún problema-.
⭐
Había un problema, un gran maldito problema, la verdad pensó que se llevarían bien, pero parecía más una pelea de miradas asesinas de parte de Fyodor y Dazai. Chuuya no sabía que hacer, mientras que Nikolai solo disfrutaba del espectáculo.
-Entonces... Dime ¿Que haces aquí?-.
-Vengo a estudiar-.
-Perdon, debí explicarme mejor ¿Por qué estas aquí?-.
-Oh... Bueno, creo que se debe a que mis padres no querían a un hijo suicida en casa-.
¿Suicida?
-Ya veo-.
-¿Y tú por qué estás aquí?-.
-Si te soy sincero, solo estoy aquí por diversión-.
-¡¿Y yo soy parte de la diversión?!- exclamó el albino.
-No mi amor, tú solo estás para entretenerme~.
-¡Que cruel!-.
Chuya simplemente está confundido, ¿Por qué no podía tener amigos normales?
-Creo que yo me voy... Ya acabé lo que estaba haciendo aquí- dijo el pelinaranja levantándose de su lugar.
-¡Espera! Te acompaño- dijo el castaño.
El pelinaranja se encogió de hombros -Nos vemos mañana-.
-¡Adiós Chuuya-chan!- dijo el albino -¡Hasta mañana!-.
⭐
Llegó la mañana, al parecer el castaño aún seguía dormido, claro, eran las malditas 6 de la mañana, hora perfecta para estirar el cuerpo. Después de todo las clases empezaban a las 9.
Salió a correr por toda la cancha, para después regresar y darse una ducha al departamento. Después iría a ver cómo se encontraba el equipo "Las Ovejas Negras". Salió fresco de la ducha, ante eso noto como el castaño apenas se levantaba.
-Buenos días- dijo el pelinaranja.
-Ah si, hola enano-.
Respiro profundo -No me digas así... Por favor-.
-No prometo nada-.
-Como sea... Alístate las clases ya van a comenzar-.
El castaño se levantó a duras penas de la cama, caminado hacia el baño, ahora desocupado, su ducha fue rápida, cuando salió tomo las primeras prendas que encontró. Nuevamente de color negro.
-Me voy- dijo el pelinaranja.
-Bien... Después te alcanzo-.
-Si no le localizas una clase puedes llamarme-.
-No tengo tú número-.
-... Cierto-.
-Damelo- dijo mientras estiraba su brazo con celular en la mano, con dirección a Chuuya.
El contrario lo tomo y agrego si número, cuando se lo devolvió al castaño este le cambió el nombre, pero no pudo ver cuál fue.
-Nos vemos después- se despidió el pelinaranja.
⭐
Su partido de practica ya había comenzado, su equipo estaba conformado por algunos estudiantes muy atléticos. Entre ellos Atsushi Nakajima, un albino muy amable, pero entró al partido debido a que su hermana lo alentó, dándole un deporte que practicar.
De hecho, también entró para impresionar a una chica, que por lo visto le gustaba a él albino, aunque seguía siendo desconocida, incluso para su hermana, Atsushi nunca dijo como se veía ni nada. Lo mantenía oculto.
-¿Estás listo?-.
-Mas que listo- respondió el albino estirando su cuerpo.
-¡Empiecen!- grito el encargado del silbato.
Ambos se enfrentaron entre ellos para mejorar sus habilidades, todo era pelotazos entre ellos, las piernas de Chuuya y Atsushi tenían mucha fuerza para lanzar la pelota, posiblemente una patada de su parte y salías volando,
El azabache simplemente se sentó en las gradas, viendo con mucha atención a ambos jugadores. Si no fuera por qué alguien llegó.
-¿Interrumpo?-.
-No- contesto frío sin apartar su vista de sus compañeros.
-Tu debes ser Ryunosuke Akutawaga ¿No?-.
-¿Quién pregunta?-.
-No más era curiosidad-.
El azabache voltio a mirar a la persona responsable, topándose con el chico castaño, al parecer el nuevo.
-Soy... ¡Osamu Dazai! Mucho gusto Akutawaga-san-.
-Ah... Si... Mucho gusto- dirigió nuevamente su vista a Chuuya y Atsushi, solo para ver a los dos tirados en el suelo -¿Que mierda paso? ¿En que momento?-.
Se levantó de las gradas y se dirigió a ambos, al parecer estaban tratando de recuperar el aire.
-¡Bravo! ¡Que buen partido!- grito el castaño desde las gradas lo que hizo que Chuuya abriera los ojos de golpe, levantándose.
-¡¿Que haces aquí?!-.
-Vine a ver a Chuuya-.
-¡Yo soy Chuuya! ¡Bastardo!-.
-¿Lo conoces?- pregunto el menor, ayudando a levantar a Atsushi
-Si, ¿No te dije que tendría un compañero de cuarto?-.
-No-.
-... Bueno el es mi compañero de cuarto-.
-Ya veo-.
-¿Que... Paso?- pregunto el albino recobrando el sentido.
-Nada Jinko-.
-¡Mi nombre no es Jinko!-.
-¡Chuuyaaaaaa teeeee necesitooooo!-.
-Por todos los demonios... -dijo en susurro -Nos vemos después Aku y Sushi-.
-¡Mi nombre es Atsushi!-.
El pelinaranja se dirigió al castaño que se levantó de las gradas al verlo acercarse.
-¿Que paso?-.
-No encuentro el salón de Arte-.
-Oh... Con que era eso... Sígueme-.
⭐
-Es aquí-.
-Gracias Chuuya~.
-Me largo-.
-¡Espera! ¿No quieres ver mi arte?-.
-Tsk... No, tengo que ir a entrenar-.
-¡Será rápido! Necesito opinión de otras personas-.
Chuya lo pensó un poco pero después aceptó... Con una condición.
-¿Aceptas?-.
-Que cruel eres Chuuya-.
-Esa no es una respuesta-.
-Esta bien... ¡Ahora vamos!-.
Dazai empujo la puerta del salón emocionado por su nuevo espectador. Dejo el maletín que traía acompañándolo, abriéndolo y sacando unas cuantas hojas de papel, se giro entregándolas a Chuuya, quien no muy seguro las tomó.
-¡Espero te gusten!-.
-Mmmh-.
Chuya miro de hoja en hoja, sin cambiar su mueca, tenía que admitirlo, el sujeto si dibujaba bien, pero los dibujos que hacía eran algo... ¿Extraños?
-¿Que se supone que...- detuvo sus palabras al ver una hoja en particular, donde aparecía un joven, cuyo cabello era de color naranja y unos ojos azules muy hermosos... ¡¿Era el?!
-Oh... Todos los dibujos tienen algo relacionado a todos los posibles tipos de suicidio... Pero ese que estás mirando ahora mismo lo soñé... Soñé con ese chico-.
-Que... Raros son tus dibujos-.
-¿Eso es bueno o malo?-.
-Ambas-.
-Bueno- le arrebato los dibujos de las manos del contrario, llevándolos nuevamente al maletín.
-Me voy-.
-¡Oki! ¡Nos vemos después Chuuya-.
⭐
Puente, por fin un maldito puente, Chuuya ya estaba cansado y harto, y por fin se digno a aparecer un puente, teniendo cuatro días libres, viernes, sábado, domingo y lunes.
-¡Chuuya!-.
-¿Ahora que quieres?-.
-Ya conseguí amigos... ¿Los puedo traer a una pijamada?-.
-¿Por que me pides permiso?-.
-... Na mas-.
-Haz lo que quieras, de una u otra forma yo también iba a traer a mis amigos-.
-Perfecto... ¡Hagamos una pijamada todos juntos!-.
Eso sonaba como una pésima idea... Pero debía admitir que sonaba divertido.
-Bien-.
Cuando Chuuya conoció a Dazai, era muy sombrío, pero... Después de unos días su personalidad y apariencia cambió sorprendentemente. Ya no tenía esa venda cubriendo su ojo, su ropa ya no era negra del todo, y su personalidad era más simpática. Era algo más... Perfecto a los ojos de la gente.
-¡Eso!-.
Cayo la noche y Dazai ya tenía preparado todo para su pijamada, junto con sus amigos y junto a los de Chuuya.
¿Que era lo peor que podría pasar?
⭐
Buenas, buenas, como estáis mis queriditos lectores?
Antes que nada, la escribí en mi momento de locura, por eso van a ver cosas raras. Cómo la amistad de Chuuya con Nikolai y Fyodor, y van a ver más cosas raras y no sé si podrá ser contenido hot (No sé escribir ese tipo de contenido, mil disculpas).
Esto lo estaba escribiendo con música de todos los géneros posibles (¿Por qué siento que esto va a ser un desastre? Ok no)
Nos vemos, coman bien.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro