Epílogo
–¿Crees que sea tiempo de hablarlo?– el psicólogo le ofreció a Kyungsoo un dulce. El chico asintió con sus ojos cansados, aún le costaba recibir ayuda, pero estaba dispuesto a hacer un esfuerzo.
–Creo que nadie está preparado para perder a alguien tan querido. Pero, creo que sentía algo tan fuerte por él, lo amaba tanto, que no me di cuenta de lo que pasaba. En serio se estaba recuperando.
–Superar una pérdida es algo muy complicado, Kyungsoo. Toma bastante tiempo. Jongin tomó una decisión y eso...
–Lo sé– interrumpió el chico. –Me duele y me lastima tanto, que a veces es difícil explicarlo sólo con palabras y me echo a llorar. Pero lo he pensado demasiado y después de intentar entenderlo con todas mis fuerzas sé que respeto su decisión, con todo lo que eso implica. Obligarlo a quedarse hubiera sido egoísta de mi parte. Jongin me pidió perdón por irse y yo lo he aceptado. No estaba bien y nunca iba a mejorar. Intentó huir y no pudo, me arrepiento no haberme dado cuenta a tiempo y mandarlo de regreso a esa casa. Estuve con sus padres durante el velorio y jamás he visto a una persona tan cerrada, doctor, nunca– Kyungsoo limpió sus lágrimas y tomó un poco de agua.
–Si quieres podemos dejarlo aquí por hoy– propuso el psicólogo, pero Kyungsoo negó con la cabeza.
–Si no lo dejo salir hoy, me seguiré reprimiendo. Fue un trauma estar en sus momentos tan difíciles, eran sus padres. La carta que les dejó Jongin dice que no culpa a nadie, que era él quien no tiene remedio, pero sé que su padre carga con una culpa que yo sería capaz de tener sobre mis hombros. El resentimiento de su hijo contra él era tan latente. Jamás voy a olvidar como la madre de Jongin le pidió del divorcio publicamente.
"¿Crees que fue fácil para mí? Mi bebé, mi pequeño niño amado hablaba sólo de querer abandonar este mundo. He sido pasiva todo este tiempo, una total cobarde que no ha sido capaz de ir en contra de lo que querías, pero me has quitado todo lo que he amado en este mundo, así que ya no quiero estar a tu lado.Como madre, perder a un hijo es lo peor que puede pasar. No hay nada más doloroso que eso, pero me consuela saber que ya no sufre más. Tú no lo conocías, nunca le preguntaste cuál era su color favorito, siempre tomabas las decisiones por él. Es por eso que no puedo culparte por completo, porque yo permití que eso sucediera y en parte también soy responsable de lo que hizo. Yo también lo abandoné, porque perdí la esperanza. El dolor no se va a ir jamás y yo misma no sé cuánto tiempo más pueda durar en este mundo, pero el tiempo que lo haga, no quiero estar cerca de ti. Me recuerdas las razones por las que mi hijito se fue, por las que quiso irse. Lo que más me duele es que esa haya sido su voluntad, una voluntad que no pude cambiar por cobarde."
–Lamento mucho que hayas sido testigo de tantos problemas familiares ajenos, Kyungsoo. Pero mi consejo es que sigas adelante, que te esfuerces por ser una persona de la que Jongin estaría orgulloso, ¿no lo crees?
–Lo creo– aseguró el muchacho.
Cuando salió del consultorio se sorprendió de ver a su pareja favorita esperándolo afuera. Chanyeol y Baekhyun se sintieron aliviados al ver un mejor semblante en su rostro.
–¿Cómo te fue?– preguntó amablemente Baek mientras colgaba su brazo en sus hombros.
–He tenido mejores días– suspiró el chico, pero parecía más calmado –Tengo que pensar en mi vida de ahora en adelante. Debo estudiar muy duro y ser el mejor graduado de la carrera. Debo diseñar y desarrollar nuevas formas de energía renovable. Ese ha sido siempre mi sueño. También quiero ayudar de alguna forma a fundaciones que ayuden a personas con depresión,pero sin involucrarme demasiado.
–Eso es saludable– comentó Chanyeol y acarició su cabello.
–Sé que voy a ser capaz de querer de nuevo en el futuro. Tal vez me case, tal vez tenga hijos, tal vez no. No puedo saber ahora lo que va a pasar, pero si de algo estoy seguro es que siempre voy a recordar a Jongin como mi único amor verdadero. Así es como respetaré su memoria.
–Has crecido tanto, Kyungsoo. Estamos orgullosos de ti– le dijo dulcemente Baekhyun.
–¿Jongin también estaría orgulloso de mí?– preguntó con lágrimas en los ojos.
–Eso seguro– respondieron sus amigos en coro y por primera vez en tanto tiempo, la sonrisa favorita de Jongin, esa fila blanca de dientes envueltas en un corazón apareció para alegrarle el día a alguien.
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