He tenido un sueño muy agradable. He soñado que tengo un amor, alguien que vale más de lo que dicen las palabras. Todo estaba en silencio, esa persona estaba a mi lado, todo era suave y cálido. Soñé que estaba tan enamorado, que todo tenía un aroma dulce y que las cosas eran hermosas. Soñé que caminábamos juntos bajo la lluvia, que nos dábamos de la mano, que pasábamos la mayor parte del tiempo al lado del otro. Soñé que nos preocupábamos y que deseábamos ser felices.

***

Jongin sentía cómo iba recuperando su consciencia lentamente, pero sus párpados le pesaban. Se acomodó un poco y se sintió extrañamente incómodo. Todavía medio dormido, notó que no era capaz de mover bien su brazo y que su espalda se sentía como si hubiera dormido en mala posición. Una serie de pensamientos absurdos, con mucha imaginación, se apoderan de su confundida mente mientras intenta abrir los ojos y levantarse. En un segundo, un delicioso y familiar aroma inunda sus fosas nasales y se obliga a si mismo a abrir los ojos. Cabellos alborotados cerca de su rostro le hacen un poco de cosquillas, pero reconocería ese olor en cualquier parte: Kyungsoo. Finalmente Jongin despertó y descubrió donde estaba, también recordó todo lo que habían vivido. Era la primera vez que amanecía de esa manera. Era la primera vez que lo tenía a su lado en la mañana, era la primera vez que estaba a su lado por tanto tiempo seguido. Había sido su primera vez juntos.

Cuando despertó, encontró todo lo que había estado soñando. Y tenía miedo de seguir haciéndolo, tenía terror de pensar que este pequeño trozo de cotidianidad sea una mentira, una invención de su mente. ¿Era esto realmente real? Era una verdadera relación de felicidad, o tal vez sólo era un juego de dos jóvenes. Dos personas que pensaban que amar era una cosa totalmente a lar realidad. Ese temor siempre estaba ahí. Tenía que buscar las palabras, la pregunta adecuada para encontrar lo que debía y necesitaba saber. Con su cuerpo, pegado al otro, sintiendo una deliciosa sensación de abrigo y tranquilidad, seguía perdido en la comprensión de lo que esto realmente significaba.

Tenía miedo de decir cualquier cosa, de opinar que estaban yendo demasiado lejos, de que debían estar juntos de principio a fin. Debía tratar sobre eso, hablarlo, pero las palabras no llegaban a su boca, se quedaban a la mitad y se sentía perdido en una situación de la que no podía salir sin terminar lastimado. Kyungsoo se acomoda y empieza a besar lentamente desde su pecho hasta la unión entre su cuello y su oreja izquierda, donde está apoyado. Tiene los ojos todavía cerrados y parece que se va a quedar dormido nuevamente.

Y Jongin lo observa, lo analiza y piensa más de lo que debería. La parte enferma de su mente empieza a apoderarse de él. Kyungsoo se ve tan calmado, tan complacido, tan tranquilo. No sabe nada, no sabe que mientras se queda dormido, las obsesiones se apoderan de Jongin y tiene ahuyentar todos los malos pensamientos que llegan. Tiene que recoger su fuerza de voluntad pieza por pieza. Durante tanto tiempo había estado esperando que esta bonita sensación cambie su mente, pero sabía que necesitaba apoyo y tiempo, mucho tiempo. No sólo su mente estaba enferma, sus emociones, su interior también. Y Jongin quería luchar, perdonar, seguir adelante. Pero, olvidar era una lucha mucho más difícil. ¿Cómo olvidar los momentos dolorosos? ¿Cómo olvidar las situaciones que le habían llevado hasta donde estaba? Cada lágrima derramada no era algo que se quitara de un día para otro.

–Debemos regresar temprano, para poder repetir esto si queremos– Kyungsoo no parecía tener ninguna intención de ponerse de pie, pero evidentemente estaba despierto.

–Son muchas primeras veces– susurró Jongin, deleitándose de su comodidad por unos minutitos más.

–¿Debo ser honesto? No lo planeé, pero cuando me di cuenta que podíamos estar solos pensé que no tendríamos muchas oportunidades. Yo, lo siento si tal vez te... no sé, te presioné un poco con esto.

–Fue mutuo– Jongin estaba hechizado. Kyungsoo, que para él era siempre hermoso, se veía más encantador que nunca, con ese aspecto tan natural, así su cabello esté exageradamente desordenado.

–Claro. Pero, no sé si entiendas lo que quiero decir– al no poder expresar su punto, el joven se veía un tanto frustrado.

–Incluso si es un juego para ti, seguiría siendo igual de hermoso y valioso para mí.

Hasta ese momento, Kyungsoo había sido muy cuidadoso con las cosas que decía y que mostraba frente a Jongin. Sabía que el muchacho era una persona delicada, como para no pensar antes de hablar. Pero en esa ocasión lo tomó desprevenido, recién despierto, así que no fue capaz de controlarse  y reaccionó sin pensar en las consecuencias de sus palabras.

–¿Juego? ¿Has dicho un juego?– el mayor se incorporó, desacomodando la cama y sorprendiendo al otro muchacho por el tono de su voz. –¿Cómo puedes decir que estoy jugando contigo? ¿Acaso no has visto.... todo? Jongin, ¿qué tengo que hacer para que entiendas lo que siento por ti? Jamás te echaría nada en cara, porque lo he hecho por mi voluntad. Pero, me gustaría que seas consecuente con mis actos. Con gusto he sacrificado tantas cosas, tanto por ti porque en serio te quiero a mi lado, porque en serio deseo verte feliz... porque en serio te quiero. Incluso en contra de todo pronóstico, te he visto mejorar y te tengo tanta fe, tanto orgullo y tantas expectativas. ¿Por qué siempre estás pensando lo peor de mí? ¿Por qué siempre das por sentado que no seré capaz de cumplir mis promesas? ¿Por qué no puedes pensar que estoy dando lo mejor de mi?

Cuando unas manos tomaron su rostro y unos labios empezaron a repartir besos arrepentidos por su rostro, se dio cuenta que se le había ido la lengua. No puedes decirle a una persona con depresión que no desconfíe de un extraño, cuando sus propios padres le habían hecho tanto daño.

–Perdóname, no me refería a eso– repetía Jongin mientras lo abrazaba nerviosamente, sin saber cómo hacer para recuperar el buen ambiente.

–Tranquilo, no debí reaccionar así. ¿Verdad que no vamos a tener una pequeña discusión después de una noche tan maravillosa? Debo ser más cuidadoso, ¿verdad?– El más bajo de los dos acarició el rostro de su novio y se sentó en la cama para colocarse algo encima.

–Ya no me trates de manera especial, no seas cuidadoso, no cuides tus palabras. No te limites conmigo– Kyungsoo escuchó esas palabras y se voltea para mirarlo desconcertado. ¿A qué se refería con eso?

–¿Qué?

–Quieres verme curado, ¿verdad? Quieres que sea una persona normal, común y corriente. Una persona con la que puedas estar en una relación... entonces ¡Esa es la manera! Si me escondo de la realidad, si la gente no dice lo que de verdad siente, especialmente tú, ¿cómo voy a lograr integrarme al mundo de nuevo? Di lo que tengas que decir, no te preocupes de mí. Es parte de mi tratamiento. Tú me curas, Kyungsoo. Tú me das las razones suficientes para salir adelante. Después de anoche, me he dado cuenta que has dado demasiado por la nada que te he dado yo.

–¡No digas que no me has dado nada!– Exclamó Kyungsoo de inmediato.

–Te he dado dolores de cabeza, problemas, preocupaciones, ganas de llorar y malas noches. Pero, escúchame por favor– pidió acomodando su cabello. –Haré que todo valga la pena.

–Ya lo hace. Verte feliz, ver tu avance y tus ganas de estar a mi lado. Una sonrisa tuya es suficiente para que todo valga la pena.

Un suave beso en los labios, coqueteos por aquí y por allá y Kyungsoo pensó que las cosas se habían tranquilizado, que había logrado convencer a su novio de que hay matices, de que la vida no sólo es blanco y negro. Todavía tenían mucho camino por recorrer, pero las cosas no parecían, un terrible peso había quedado en el pecho de Jongin: ¿Qué más debo hacer para colaborar? Soy un problema para la persona que amo. ¿Qué puedo hacer?

***

Baekhyun necesitaba un café bastante cargado esa mañana. No sólo el enterarse de lo que había pasado la noche anterior con Jongin y Kyungsoo tenía sus nervios de puntas, había algo más detrás de sus manos temblorosas y su ansiedad. Había decidido hablar con Chanyeol por su propia estabilidad mental y emocional. No podía seguir así, teniéndolos por separado y viendo como su amistad se deteriora por eso. Había tenido pensamientos tan extraños, había tenido sueños tan extraños, había tenido deseos tan extraños, que sabía que la única solución era hablar con el gigante. Pero toda su relación se había enfriado por la distancia. Incluso con Kyungsoo pasando por un momento tan duro, no se habían visto en algún tiempo. No era normal que no se desesperaran por verse de nuevo. Baek sabía que no podían regresar a la normalidad, pero si las cosas cambiaban no debía ser para mal. 

En su desesperación, llorando como un niño pequeño, le había rogado a Kyungsoo que reconsiderara las cosas y su relación de amistad. El chico lo consoló y hablaron de muchos temas, entre ellos que le había prometido a Jongin tratarlo y actuar con él como una persona normal, si es que querían que realmente lo fuera.Baekhyun le había dicho que, incluso intentando hacer nuevos amigos y buscar tener más gente en su vida para que tanto él como Chanyeol siguieran sus rumbos en paz, no era lo mismo.

–Estoy intentándolo con todas mis fuerzas, Baek, intentar buscar un equilibrio. Todos estamos pasando por momentos duros, lamento si soy más una carga que un apoyo en estos días, pero hay algo que debes saber. Las cosas entre los tres jamás van a mejorar si ustedes dos no resuelven su conflicto. Y yo no puedo estar en medio de eso, no puedo hacer nada al respecto. Así que mi consejo es, habla con él si realmente quieres cambiar el rumbo de las cosas.

Así, Baekhyun reunió suficientes agallas para buscar a Chanyeol. Y el día, el momento había llegado. Pudo ver al gigante parado en el jardín cerca de la piscina de la universidad, esperándolo.