Capítulo 18
Kyungsoo resultó ser un milagro para la vida de Jongin. Su ánimo empezó a mejorar, sus periodos de depresión eran cada vez menos frecuentes. Dibujaba más, bailaba más, hablaba más, sonreía más. Los médicos admitían la positiva influencia de Kyungsoo y la mayoría de las enfermeras lo querían bastante. Desde que el desafortunado incidente de enfermarse se convirtió en la razón de la afortunada mejoría de Jongin, pensó que las cosas podían sólo mejorar. Pero no todo era tan maravilloso como quería pensar.
Kyungsoo, que siempre había sido responsable y dedicado, había descuidado su propia vida. Sus notas ya no eran las excelentes de siempre, su desempeño en clase se veía también afectado, ya no era el entusiasta estudiante que hablaba de los temas que le apasionaban y que hacía exposiciones de trabajos dignas de felicitar. A veces no alcanzaba a las primeras horas de clase porque se quedaba dormido. Su ánimo, cuando no hablaba de Jongin se tornaba más bien decaído y distraído. Y no sólo sus compañeros lo notaban, muchos profesores lo hacían e intentaron conversar con él para saber si algo pasaba en su hogar. Los que habían sabido sobre su accidente, y cuándo había pasado, pensaron esa podía ser la causa. Pero, a pesar de que tenía que ver, no influía de la forma que ellos pensaban. Su estadía en el hospital no había dejado secuelas en su salud, pero había sido el comienzo de su historia con Jongin. Algo que no podía contar a cualquiera.
Para empeorar el panorama, sus dos mejores amigos Chanyeol y Baekhyun habían tenido un roce entre ellos, últimamente no se hablaban y tampoco tenían la oportunidad de pasar tanto tiempo con él como antes. Así que, la gente que le aconsejaba y se preocupaba por él estaba distante y ya nadie, a parte de amigos un poco más lejanos, le preguntaban constantemente por qué había cambiado tanto. Kyungsoo estaba consciente de que no estaba manejando la situación correctamente, pero no encontraba la forma de estabilizar su vida. Algo tan extraño para una persona que siempre se había caracterizado por su equilibrio emocional.
No quería hablar con sus padres sobre el tema, no se sentía listo para admitir todo lo que Jongin significaba para él. Baekhyun había perdido su batalla en intentar aconsejarle, así que se limitaba a consolarlo cuando tenía la oportunidad. Chanyeol, por primera vez en todos sus años de amistad, no se veía totalmente entregado a la causa. No sabía cómo sentirse al respecto, si aliviado de que el chico no se sacrifique por él, o triste por haber perdido a uno de los pilares más fuertes de su vida.
Pero tampoco todo era tristeza. Jongin era una pequeña luz en la oscuridad de su actual situación. Tal vez, era la razón de esos drásticos cambios, pero Kyungsoo sólo podía pensar que todo valía la pena al verlo feliz. El rostro del chico se iluminaba como faro en medio de la noche para navegantes perdidos, cuando veía que su amado llegaba. Porque Jongin no tenía miedo de admitir, no con palabras sino con expresiones, sonrisas, actos y miradas, lo enamorado que estaba. Incluso cuando lo había dicho en medio de la más dolorosa noche de su relación, es como si sólo hubiera confirmado lo que ya se sabía.
Y no era algo que sólo ellos supieran. Las enfermeras hablaban demasiado entre ellas. Algunas emocionadas por ver una amistad tan dulce y desinteresada, otras celosas por perder la atención de un siempre deseado Jongin o del mismo encantador Kyungsoo. Y las palabras iban por ahí y por allá, las personas se enteraban que el chico tenía hasta un horario especial de visitas y que esa era la razón por la que faltaba a clase. Se convirtió en un secreto a voces.
Yang Mi empezó a defender como leona a sus cachorros a los muchachos de los chismes. Sabía cuánto podía lastimarlos y arruinar todo lo que Kyungsoo había logrado para que Jongin mejorara. Sabía lo complicada que era su enfermedad y lo difícil que resultaba ayudarlo, el chico había logrado tanto en tan poco tiempo que le hacía pensar que tal vez todos los sacrificios que hacía valían la pena. Siempre que había verdadero cariño desinteresado, ella se sentía dispuesta a colaborar. Y su esfuerzo por ayudarlos estaba basado en cosas tan pequeñas, detalles tan cotidianos que le hacían sentir tanta empatía con los jóvenes. Por ejemplo, Kyungsoo siempre estaba preocupado de que Jongin estuviera peinado, con su cabello cómodamente corto, afeitado, bañado y arreglado. Le había comprado ropa que pudiera ponerse fácilmente encima de las batas del hospital y le traía comida deliciosa y golosinas cuando podía. Kyungsoo llevaba con frecuencia lo necesario para cortarle el cabello y aprovechaba el momento para conversar animadamente con él.
–El próximo fin de semana podemos salir por un par de horas, hablé con tus médicos y me dieron permiso. Estaba pensando en muchas opciones y se me ocurrió ir al cine. ¿Hace cuánto no vas al cine?– quiso saber el mayor de los dos mientras revisaba que su trabajo con el cabello de Jongin estuviera pareja.
–Ya perdí la cuenta– bromeó un poco el chico. –Nunca fui mucho de ir al cine, pero sería lindo después de tanto tiempo.
–Bueno, entonces podremos escoger una película pronto– sugirió Kyungsoo. –Supongo que no ha pasado tanto. ¿Estás exagerando otra vez?
–¡No! Hyung, confía en mí– el berrinche del paciente hizo que la enfermera decidiera que la situación estaba controlada en ese lugar y, desde la puerta donde los observaba, se retiró para ir a atender en otras habitaciones.
Jongin siguió con la mirada a la corpulenta mujer. Le quería mucho, pero siempre un tiempo a solas con el otro chico era más que bienvenido. Sobretodo cuando Kyungsoo estaba tan concentrado en el corte de su cabello. Cada cierto tiempo, se acercaba mucho a su rostro para poder revisar que su trabajo quedara perfecto. El paciente lo miraba con una sonrisa de lado y eso empezaba a ponerlo nervioso.Unos minutos después, había finalmente acabado, así que le sacó el mandil al chico y empezó a limpiar los restos de pequeños cabellos cortados que hayan quedado en su ropa o en su piel. Jongin no podía desperdiciar más esa cercanía así que, en cuánto tuvo la oportunidad, deslizó delicadamente su mano hasta atrapar el cuello del chico y atrapar su labio inferior entre sus dientes. Enseguida, succionó un poco y dejó que el beso continuara tan naturalmente como había surgido. A pesar de estar en una pose incómoda, Kyungsoo apoyó sus manos en la silla donde el otro muchacho estaba sentado para dejar lo besara, con todas las ganas que había acumulado durante todo el tiempo que lo conocía.
–Acabas... de besarme– a centímetros de sus labios, Kyungsoo hizo aquel comentario, que lo hizo sentirse como un genio.
–Es el segundo paso. Te he dicho lo que siento y ahora te besé. Soy una persona horrible, pero no puedo dejarte ir.
–¿Por qué serías una persona horrible, Jongin? Si yo no pienso irme a ninguna parte.
***
–Estoy tan decepcionado de ti. Es en serio, no te reconozco. ¿Quién eres y qué hiciste con el Chanyeol de siempre?
–Lo mataste– respondió secamente el gigante y se dio la vuelta para alejarse.
–Esto que te estoy pidiendo no tiene nada que ver conmigo, tiene que ver con Kyungsoo. Lo que haya pasado entre nosotros no influye en tu amistad con él. Por lo que vi, no va a ser capaz de pedirle ayuda, pero tú si se la puedes dar. Me estoy arriesgando a venir aquí, sabiendo que puedes decir cosas hirientes, pero lo hago porque en serio estoy preocupado por él.
–Hablaré con Kyungsoo, no es necesario que intervengas.
–Lo es– contraatacó enseguida el más bajo de los dos. –Porque lo has dejado abandonado. Estuve ahí cuando intentó llamarte el otro día y no sólo no contestaste, tampoco devolviste la llamada. No estás enterado de cosas que en serio le afectan. Entiendo que estés herido y dolido, a mí ódiame todo lo que quieras, ¿si? Pero no lo abandones.
–¿Qué pudo pasar de malo? Si fuera algo realmente importante Kyungsoo ya me lo hubiera contado.
–Intentó hacerlo, pero no se lo permitiste. Debo suponer entonces que sabes que pasó una noche entera en el hospital ayudando a Jongin con una de sus crisis. Era la primera vez que Kyungsoo lo veía así. ¿Estuviste tú ahí o le ayudaste a superar lo que pasó? Puse bolsas de té en sus ojeras a la mañana siguiente porque casi no había dormido.
–¿En el hospital?
– Está destrozado, Chanyeol. Se enteró de cosas que yo personalmente pienso que no debería saber. Kyungsoo te necesita más que nunca y tú te desapareces porque estás emocionalmente herido. No eres el primer ni el último ser humano en esta tierra que pasa por un desamor o es rechazado, pero al parecer eres el único que abandona a su mejor amigo por eso, cuando él también está pasando por un mal momento. Podrían ayudarse mutuamente como siempre. Me dices que soy egoísta y malvado. Tal vez lo soy por lastimarte, pero Kyungsoo, ¿qué te hizo él?
–Yo no lo sabía– intentó justificarse el chico, Baekhyun lo miró con rencor.
–Exactamente. Parece que ya no sabes nada sobre tu mejor amigo. Intentaría ayudarte, pero soy la causa. Quiero arreglar las cosas, pero no me dejas. Me dedicaré exclusivamente a Kyungsoo, ya que no quieres verme. Si crees que es necesario, escapa y retíranos de tu vida. Sólo asegúrate de despedirte de él.
–¡No puedes simplemente echarme! ¡No puedes quitarme a Kyungsoo!– exclamó con furia.
–Yo no te estoy quitando nada, Kyungsoo no es una cosa– respondió enseguida Baekhyun. –Tú solo te estás alejando.
–¿Piensas que no quiero estar a tu lado? ¿O al lado de Kyungsoo? ¡Claro que quiero! Pero estoy intentando darles espacio a los dos. Es decir, no puedo estar metido en todo.
–Es la peor excusa que has usado desde que le dijiste a la profesora que tu gato se comió tu experimento de química. ¡Ni siquiera tienes un maldito gato! Claro que debes estar metido en todo, los amigos metiches somos los que terminamos ayudando más. Olvídalo, Chanyeol, pude ser yo como pudo ser otra persona. Pero el hecho de que las personas importantes en tu vida dejen de serlo por algo tan pequeño, habla mucho de ti.
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