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Capítulo 26 ✘ SEÑALES DE VIDA ☑️

“No busques más mi corazón, porque las bestias lo han devorado”



Darren acarició la mejilla de Aylin con delicadeza mientras yacia en sus brazos y por más insistencia de él, Ashley y Esteban, ella no despertaba. Como vampiro, no escuchó más su corazón latir y ahí, experimentó por primera vez el miedo.

Esa humana era la primera que le importaba más que su propia eternidad. La única que apreciaba y no quería perder más allá de la sangre, era la sensación que seguía sin comprender.

Darren Collins siempre creyó:

«Los sentimientos son debilidad

Se rehusaba a aceptarlo.

No quería sentirse identificado con un humano, más ahí estaba. Aylin Villanueva lo había cambiado, contra todo pronóstico, estaba debilitado por una humana.
 
Nuevamente la furia le invadió, lentamente dejó el cuerpo de su vecina en el sillón y retrocedió un paso. Sus colmillos crecieron, la intensidad de sus ojos carmin fue peligrosa cuando reconoció al culpable.

—Estefan —pronunció entredientes y se dio la vuelta. Su creador recibió todo su odio— fuiste tú.

Él negó y retrocedió alerta.

—Tranquilizate Darren.

El susodicho gruño y con velocidad lo empujó a la pared, sosteniendo su cuello con fuerza.

—¡Mirá lo que le hiciste! ¡La mataste!

—Te estoy liberando de ella —en Estefan hubo el miedo al verlo y saber que sería capaz de matarlo. Lo comparo con él — es humana Darren... y no vale la pena.

Su creación, ejerció más fuerza. No quería escucharlo más, solo quería arrancarle la cabeza, olvidando que Estefan Collins era su creador.

En ese momento, Ashley intervino aún sorprendida por la muerte de aquella humana.

—¡Darren! —trató de quitarlo de encima de su creador— suéltalo, no puedes matarlo.

—No te metas Ashley.

—¡Que lo hagas, no vas a recuperar a Aylin!

Estefan le suplico con la mirada cuando sintió sus uñas atravesar su piel y la fuerza empleada, crecía cada vez más.

—Pero será una venganza que disfrutaré —le respondió su hermano con frialdad.

Ashley apurada, mantuvo su mano firme en su hombro. Darren era más fuerte que ella, molesto, era mucho peor.

—Es nuestro padre.

—No —Darren ladeo la cabeza. La oscuridad nublando su juicio— dejó de serlo para mi.

Estefan trató de defenderse, cargando el peso de los secretos. Le afectó morir en manos de su propio hijo que por siglos, protegió. Más fue en vano con sus brazos querer alejarlo mientras Ashley, trataba de impedirlo.

—¡Esteban, ayúdame!

El rubio la ignoró.

En el fondo, deseaba la misma muerte de Estefan Collins y solo su hijo, podía causarla.

El vampiro rubio estaba atento a la humana. Se obligó a reaccionar y a no compararla con su amada y se acercó. Después se arrodilló y su manos mantuvo en su pecho. Sin dejar de verla atento, presionó su pecho, justo del lado de su corazón 1, 2, 3 veces.

—Vamos pequeña, no te rindas.

Se negaba a aceptar su muerte.

Así que insistió una vez más con el afán de revivir su corazón. Por un instante pensó inyectar su veneno vampirico, convertirla antes que perderla. Después aceptaría la culpa y el odio y reproches de su amigo. Sin embargo, no podía. No funcionaria y no quería verla siendo como ellos.

—Tienes que vivir, pequeña —presionó 4,5,6 veces y se inclinó a su rostro— escúcha mi voz. Te necesitamos aquí, no allá en ese cielo celestial —gruño y ejerció más fuerza—. Despierta, no es momento de dormir eternamente.

Esteban Williams siguió insistiendo hasta que se detuvo. Su sonrisa se plasmó en su rostro cuando escuchó su corazón latir, lentamente más era un gran avance.

Retiró sus manos y besó su frente pensando a sus adentros:

«Bienvenida a la vida otra vez, pequeña»

Rápido se alejó y se levantó expresando:

—¡Está viva! ¡pequeña, reaccionó!

Fue lo único que detuvo a Darren. Cuando lo escuchó se olvidó de su venganza, soltó a Estefan y con velocidad regresó con ella.

—Ayline —el rubio se apartó varios pasos. Darren logró escuchar su corazón nuevamente y no perdió el tiempo en cargarla entre sus brazos. —La llevaré al maldito hospital.

—Te alcanzaremos —le respondió Esteban y con velocidad, le abrió la puerta.

Antes de irse, Darren observó a su creador que se mantenía recargado en la pared con sus manos en su cuello.

—Espero que cuando vuelva, te hallas ido, porque si te quedas solo setenciaras tú maldita muerte.

—Soy tú padre... no te abandonaré.

Darren gruñó y siguió su camino.

Enseguida, salió del departamento con la humana y el rubio siguiendolo azotando la puerta.

—Esto mi hermano jamás te lo va a perdonar —le dijo Ashley cuando se quedaron solos— y yo tampoco si Aylin no sobrevive.

—Es humana... —le respondió con dificultad su creador.

—Más valiosa que cualquier otro vampiro.

Dicho esto y la vampiresa abandonó el departamento dejando solo a Estefan Collins con una completa confusión.

Era la primera vez que veía a Darren preocupado realmente por una simple alma mortal.

(...)

En cuanto llegaron al hospital más cercano, rápido trasladaron a Aylin para atenderla. Exactamente en el mismo lugar donde Sara trabajaba que al verla, le impactó tanto que corrió hasta la camilla al reconocerla.

Con dificultad, la soltó cuando se lo pidieron y sin perder tiempo, se la llevaron a urgencias. La humana aún seguía sin despertar.

—¡Mi niña! —sollozo al verla traspasar las puertas y la perdió de vista— ¡salvela por favor!

—Señora calmese —le pidió Ashley.

Los tres estaban ahí, en la sala de espera, impacientes, acatando los protocolos humanos. Ocultando su real apariencia.

—¡No, no me pidas eso, es mi hija! ¡Necesito saber que le pasó! —Sara afectada, se limpió las lágrimas y los observó.

A los dos conocía, ella le era desconocida. Ignorando el detalle de ver al rubio nuevamente cuando estaba concentrada en su hija.

Ashley compartió una mirada con Darren, él se encogió de hombros y se dio la vuelta sin querer dar explicaciones.

—Miré Señora —la vampiresa regresó su mirada a Sara mientras pensaba en una excusa. La sostuvo del hombro y la guió a sentarse en una silla. —Aylin es una chica muy fuerte...

—¿Qué le pasó? —la interrumpió Sara.

Ashley se sentó a su lado y con toda la calma, le explicó falsamente:

—Ella se desmayó. Recuerde que su hija tiene anemia, tal vez recayó. Darren la encontró en el pasillo, los tres de hecho y la trajo hasta aquí. Debemos esperar.

—Ella estaba muy mejorada no entiendo porque...—Sara rompió en llanto nuevamente—. Gracias por traerla hasta aquí —apoyó su mano sobre la pálida mano de Ashley. Ella se tenso más Sara, ignoró su frialdad— su corazón latía muy lento... es tan pequeña para sufrir un infarto... no quiero perderla.

—No será así, Aylin es muy valiente.

Sara asintió creyendo sus palabras.

—¿Quién eres?

—Ashley Collins, hermana de Darren y hija de Estefan Collins.

Sara se sorprendió y observó a los dos. No encontró parecido con el joven vecino. Por segundos, miró al rubio en una esquina en completo silencio. Lo conocía y creía que estaba preso. Más no era su prioridad. Regresó la vista al frente y siguió llorando mientras una vampiresa trató de consolarla con dos vampiros detrás de ellas.

Los cuatro esperando noticias satisfactorias de Aylin Villanueva.

+++

Pasaron horas y seguían sin tener noticias de Aylin. En cada segundo, la agustia creció en todos.

Darren era el más inquieto, su paciencia llegó a su límite y no dejaba de caminar de un lado a otro, observando constantemente esas puertas.

Hace más de una hora que Sara se marchó a pedir noticias de su hija, como enfermera, le fue fácil ingresar mientras el resto tuvo que esperar.

—Cálmate.

—No me pidas eso Ashley —le respondió Darren molesto.

—No cometas una locura —la vampiresa de pie lo observó ir de un lado a otro.

En ese momento, una enfermera joven pasó por su lado y con rapidez, él vampiro la detuvo del brazo.

—Dígame, ¿como está Aylin Villanueva?

—Permítame —la enfermera le sonrió incómoda por su agarre y su mirada— ¿qué es de ella?

Darren tenso la mandíbula.

«De nuevo»

—Soy su... vecino, yo la traje.

—Lo siento, solo puedo dar información a un familiar.

—Escuchenme muy bien maldita...

—Darren —su hermana intervino a tiempo antes de él mostrar su real apariencia frente a la humana que empezó a temblar—. Disculpelo, yo soy su prima, ¿cómo está Aylin? —lo obligó a soltarla.

La enfermera, retrocedió un paso y revisó la hoja.

—Ella está fuera de peligro, al parecer sufrió de un paro cardíaco, pero ya está fuera de peligro. Si quieren pueden pasar a verla.

Darren no esperó más y caminó por el pasillo.

—¡Está en la habitación #55! —le gritó la misma enfermera.

—Eso ya lo sé —murmuró el vampiro.

Con su presencia, la encontraría.

—Disculpelo, está perdidamente enamorado de ella —le dijo Ashley y le sonrió con falsedad. La enfermera asintió y siguió su camino. Enseguida, la vampira, se dirigió a sentar en la silla a un lado del rubio vampiro que bebía el café que Sara había olvidado—. Odio estos lugares.

—Odio más un funeral —le respondió Esteban y le ofreció café.

Ashley negó y los dos, esperaron verla.

Mientras que Darren apresurado, siguió por el pasillo hasta pasar por cada puerta #12 #20 #35. Siguió avanzando, dobló a la izquierda y observó las puertas #40 #48 hasta que chocó con una joven chica de cabello marrón y grandes ojos verdes.

—Lo siento, no me fijé.

—Quítate, no estorbes —le respondió Darren y la empujó del hombro siguiendo su camino.

Tal vez si fuera otra situación, la drenaria más ahora no le importaba otra humana que no fuera Aylin Villanueva.

Comenzó a desesperarse más. Pasó por la habitación #50 hasta que finalmente, llegó a su habitación. Su mano mantuvo en la perilla de la puerta #55 y sin la menor fuerza, la abrió y entró.

Sin embargo, se cruzó con Sara acompañando a su hija que eso lo hizo detener.

—Pasa Darren —le dijo Sara al verlo.

Él asintió y en silencio, avanzó hasta detenerse frente a la cama.

—Mi hija acaba de despertar. Los dejo solos, iré por la Doctora. Ahora vuelvo hija —le dio un beso a Aylin en la frente y después salió de la habitación.

Cuando cerró la puerta, Darren rodeo la cama hasta llegar más cerca de ella, ninguno apartó la mirada.

—¿Recuerdas algo? —le preguntó Darren.

—Un poco —le respondió Aylin con voz débil— ¿no me vas a preguntar cómo estoy?

—La enfermera ya me lo dijo, estás fuera de peligro dentro de lo que cabe.

—Ella no sabe como realmente me siento Darren.

El vampiro medio sonrió ante su rabieta. Tan pronto, disminuyó su sonrisa.

—¿Cómo te sientes?

—Mal, estuve apunto de morir. No, me equivoco, me morí ¿Qué fue lo que pasó exactamente?

—¿Qué es lo último que recuerdas?

Aylin frunció el ceño.

—Estaba en tú departamento, dejé de consolar a Ashley por la muerte de Owen, luego llegó tú padre y discutieron. Después me sentí muy mal. Todo se volvió oscuridad para mi.

—¿Viste a Estefan directo a los ojos?

—Sí, creo que sí.

—Maldición.

—¿Qué me pasó Darren? Mi madre me contó que tuve un infarto.

—Estefan detuvo tú corazón. Cometiste el maldito error de verlo a los ojos, puede lograrlo con tan solo el pensamiento. Aplica solo en humanos.

—No me culpes, sus ojos rojos son muy atrayentes —Aylin bajó la vista— la situación me superó.

—No te culpo. En todo caso sería mi culpa—. Aylin alzó la vista al escucharlo— yo fui quien te orillo a estar rodeada del vampirismo y no te protegi.

—No digas eso.

—Estefan estará siempre en contra Ayline, él o cualquier otro vampiro, querrá matarte para afectarme a mi. —Aylin pasó saliva— pero no lo voy a permitir —su fría mano sostuvo la suya con delicadeza.

—Gracias Darren —guardó silencio evitando decir aquellas palabras que dudaba cada vez que estaba con él por temor a su reacción.

«Te amo»

Aylin deseó que el vampiro no leyera sus pensamientos en ese momento.

Nerviosa, emitió:

—Entonces ¿reviví? ¿Cómo es qué sigo con vida? Sara mencionó que fue un milagro.

Darren soltó su mano y ocultó sus manos en sus bolsillos delanteros.

—Esteban te salvó, hizo presiones a tú corazón logrando revivirlo mientras yo... la ira me cego y solo quise matar a Estefan.

—En ese caso le agradeceré a Esteban. —Aylin se removió en la cama un poco—pero no debiste intentar matar a tú padre por mi.

—No significa nada para mi Ayline y fui muy claro con él, cuando regrese al departamento y lo vea...

—Si te pido que no lo mates ¿lo cumplirás? —lo interrumpió.

—Ayline —el vampiro gruño.

—Por favor, Darren.

En ese momento, la puerta fue abierta por Ashley y Esteban que se colaron a la habitación tras hipnotizar al personal por un permiso.

—¿Interrumpimos algo? —emitió con burla el rubio vampiro.

—Siempre —le respondió Darren y retrocedió un paso.

Ellos se adentraron hasta detenerse del otro extremo de la cama.

—Hola pequeña ¿Darren te acalorisa?

—Hola rubio —le respondió Aylin ignorando su pregunta. El rubor en sus mejillas fue la respuesta suficiente.

—Nos alegra que estés bien, Aylin —le dijo Ashley con una amplia sonrisa.

—No nos vuelvas a asustar así pequeña.

Ella negó varias veces.

—¿Darren te contó que fue nuestro padre quién...?

—Lo sé —la interrumpió Aylin— me contó todo —su mirada viajó a Esteban— gracias rubio por insistir con mi corazón— río sin ánimos.

—Haría cualquier cosa por ti, lo que fuera. Eres demasiado joven para morir. —Aylin le sonrió—. Lástima que alguien aquí presente, no me ha agradecido. —Esteban fingió ver sus uñas— ese alguien que se supone es mi amigo de siglos. De mal carácter que no me ha perdonado.

Carraspeo y regresó a ver a la humana con su amplia sonrisa.

—Darren... —ella le pidió con la mirada.

—No —demandó el vampiro pelinegro decidido.

—Aylin —su voz causó su atención. Ashley aprovechó la situación—. Tal vez tú puedas convencer a Darren de no matar a nuestro padre. Apesar de lo que hizo, no quiero que lo haga. Me encargaré de hablar con él y no volverá a causarte daño.

—Ashley.

Ignoró la voz de Darren cargada de advertencia.

En ningún momento Ashley dejó de ver a Aylin a los ojos. Más la humana sabía que ella no le haría daño.

Confiaba demasido.

—Te lo suplico Aylin, es mi padre y Darren lo amenazó antes de traerte hasta aquí.

Él gruño al ser delatado.

—Darren no lo hará ¿verdad? —Aylin giró a verlo.

Su respuesta fue eterna hasta que rendido, emitió:

—No lo haré, le daré una segunda oportunidad, pero quedó advertido.

Ashley sonrió victoriosa.

—Vamos a hablar con él.

—No es momento Ashley.

—Vayan, yo me quedaré pequeña.

La vampira asintió y sostuvo la mano de Aylin.

—Adiós, recuperate. Espero lo más pronto te den de alta.

Ella asintió y le sonrió.

Cuando Ashley la soltó, se dirigió a la salida.

—Ve con bombón —se dirigió Esteban a Darren.

—Tú síguenme —le exigió el vampiro pelinegro y dándole una última mirada a Aylin, se dirigió a la puerta.

—Ya vuelvo pequeña.

—Claro —humedecio sus labios—. Adiós Darren.

Aylin se sintió extraña. No supo como referirse a él al ser su novia. Además la intriga le invadió ¿se los había contado?

Darren antes de salir, se dio la vuelta observandola.

—Regresaré Ayline —ojeo a Esteban que los observaba con el ceño fruncido— vas a estar mejor —carraspeo—. Adiós.

Dicho esto y abandonó la habitación.

—Lo note muy raro.

Aylin se encogió de hombros y desvío la vista.

Más Esteban no era nada ingenuo. Ante su sospecha, sonrió, se dio la vuelta y salió por la misma puerta. A poca distancia se detuvo, en el mismo pasillo con Darren frente a él cruzado de brazos.

—¿Y bombón?

—Se adelantó.

—Que impaciente, típico de Collins —río y con fingida seriedad, le preguntó—¿De qué quieres hablar?

Darren bajó los brazos y rasco su nariz incómodo con la situación.

—Gracias por... salvarle la vida. Sin ti Ayline... seguiría muerta.

—Lo hice por ella no por ti —le contesto Esteban con seriedad más no soportó su mirada cuando río y golpeó su hombro— es una broma, lo hice por ti. Últimamente he notado que pequeña te importa demasiado.

—Es mi donante.

—Nah, es algo más allá de eso.

Darren observó de su mano a él y su mirada fue suficiente para Esteban, retirar su tacto de su hombro.

—No me importa lo que creas. Es humana y su sangre necesito, es eso.

—Te estás tomando demasiadas molestias, por ella.

—No te daré explicaciones, ni te contaré mis motivos.

—No lo hagas —el rubio se encogió de hombros.

«Lo voy a averiguar amigo mío»

Pensó sin borrar su mirada interrogatoria.

—Puedo decir lo mismo. A ti y a Ashley, les importa mucho Ayline. Fue evidente su preocupación hoy.

—Pequeña se ganó mi aprecio Darren y lo mismo sucedió en bombón.

—Tanto me pedías matarla.

—Sé lo que te dije, pero fue en el pasado. Antes de...conocer a pequeña. La juzgue mal, creí que era una humana igual a todas y reconozco que me equivoqué ¿o me dirás que no haz notado su poder? Para ser mortal, logró que tres seres del vampirismo la protejan. Pequeña tiene el poder de debilitarnos ¿cierto? —obtuvo su silencio—. Si que si. —Esteban humedecio sus labios ante la sed presente— tan frágil que es y nos controla. Esto es una prueba más.

—No pienso escucharte más, cuidala. No tardaré. —Darren se dio la vuelta y comenzó a alejarse.

«Huye de tus sentimientos, mi querido amigo»

Esteban negó varias veces.

—¡¿No vas a perdonarme por esto?! —sus palabras lo hicieron detener. Darren maldijo a sus adentros y se medio giró— lo merezco.

—Estas perdonado pero no vuelvas a intentar...

—Nada de besos, lo entendí perfectamente pero no me pidas, no espera, rectifico —lo apuntó— no me exijas alejarme de ella.

—Eso depende de tú maldito comportamiento con ella. No cruces el límite.

Con esa última advertencia, Darren siguió su camino hasta que Esteban lo perdió de vista. Con una amplia sonrisa, regresó a la habitación.

Sin ninguno de los dos, presentir el vampiro antiguo al acecho. Vicens Valentains los había encontrado y con malicia, emergio del pasillo observando la habitación #55. Podría entrar con facilidad y matar al vampiro rubio como a la humana más iba a acatar la orden de su hermano ante todo. Solo vigilar e informarle.

Por siglos, Vicens no entendía la terquedad de Salvatore en matar a los Collins, primeramente a Darren hasta que hace años, lo descubrió:

Vicens entró a su habitación con velocidad inhumana hasta detenerse en el balcón al encontrar a Salvatore cerca del barandal.

—¿Por qué? Te exijo una explicación.

Su hermano gruño dejando expuestos sus colmillos y se dio la vuelta.

—Olvidas quién soy.

—En este momento, mi hermano mayor, no mi Rey. —Vicens le sostuvo la mirada. Tuvo el valor para enfrentarlo— Dime ¿por qué tú interés en encontrar y matar a Darren Collins? Tú interés es más en ese débil vampiro que en Estefan. Antes creí que por él involucrarse con Victoria pero es otra cosa.

—Vicens —Salvatore río con gracia— no eres nada ingenuo como creí —dio un paso adelante—. En efecto, al principio era por eso, pero Vicky me eligió a mi, ya sabía que con Estefan se involucraba. Él nunca la complacio como yo—alardeo y observó sus largas uñas con indiferencia— mi desprecio se ganó cuando se llevó a Darren siendo un crio.

—Porque es su hijo. Es su derecho. De él y de Victoria.

—¿Eso creés?

Su risa siniestra resono, burlándose de él.

Vicens retrocedió al darse cuenta.

—No es posible.

—Nadie se debe enterar hermano. Te lo ordeno como Rey, no olvides que soy superior a ti. Más poderoso y si así lo decido, te mataré.

—Somos del mismo linaje, Salvatore.

Vicens siguió asimilando el reciente descubrimiento.

—Tú eres inferior, no mereces ser un Valentains.

Eso lo hizo molestar.

Su hermano menor hizo sus manos puños y espetó:

—Jamas hubieras logrado ser Rey si no hubiéramos matado a nuestro hermano mayor.

Salvatore se tenso al escucharlo. Odiaba que lo mencionara.

Vicens al notar su afectación, dio un paso adelante y agregó:

—D debió ser el Rey.

Lo nombraba así por la culpa. No se atrevía a mencionar su nombre cuando ayudó a Salvatore a matarlo. Un secreto entre Valentains, de siglos. El primer heredero de Vlad Valentains con Dafne Bathory y él era el mayor de los tres. Su muerte, un misterio, ocultado en el vampirismo.

—¡Él ya no existe! —exclamó Salvatore alterado— ¡Lo vencí!

—No, D era superior a nosotros dos. Fue un trampa, lo traicionamos y me culpo por eso. Por ayudarte, por obedecerte perdí a Mellissa ese mismo día. Mi alma.

Con velocidad, Salvatore lo alcanzó y lo sostuvo del cuello clavandole sus largas uñas.

—No vuelvas a mencionarlo o lo acompañaras en el Infierno.

—No volveré a hablar sobre él. Discúlpeme, mi Rey.

Sus palabras fueron suficientes para Salvatore soltarlo y se dio la vuelta.

—¡Largo!

Vicens gruño, herido hizo una rápida reverencia y con velocidad se marchó.

Ese día, comprendió muchas cosas más era un secreto que ocultaria por su único hermano.

En el presente, dejó de vigilar y como una sombra se marchó rumbo al Castillo como un informante más.

Mientras tanto, Esteban al entrar a la habitación, se sentó en la pequeña cama cerca de la humana.

—Se fueron pero tienes la suerte de tener mi compañía.

—Gracias rubio.

Aylin bajó la vista nerviosa de su mirada.

—Pequeña —alzó la vista— creí que somos amigos y entre amigos no se ocultan secretos.

—¿De qué hablas?

Con una sonrisa, el rubio se inclinó.

—Sobre el secreto que tienes con Darren.

Aylin pasó saliva.

—Yo... no sé nada.

—Pequeña, despreocupate. —Esteban regresó a su posición inicial, con la espalda recta— estoy enterado, Darren me lo acaba de contar. Solo quería probarte en el sentido de tener tú confianza, no beber tú sangre —río.

Aylin suspiró.

—Entonces, ya lo sabés —él asintió— ¿creés que Ashley también?

—Es posible que le cuente.

Ocultó la maldad de su plan.

Aylin sonrió.

—Realmente Darren me sorprendió, nunca imaginé que me pediría ser su novia y yo acepté.

Ahí, Esteban Williams sonrió ampliamente al descubrirlo.

—Es eso, eres la novia de Darren. Vaya sorpresa pequeña, mis felicitaciones. Lograste domar a la bestia.

Aylin lo observó confundida.

—Creí que... ya lo sabías.

—Nah, Darren no me contó nada pero tú si.

Aylin entendió su intenciones.

—Tramposo.

—La curiosidad me estaba matando —bromeó—. No te preocupes pequeña, tú secreto estará a salvo conmigo. Seré una tumba —río sin ánimos—. Además, lo intui. Tenía la sospecha. Realmente Darren se preocupó por ti, te defendió de su padre y esas manos unidas, ahí me di cuenta que algo había cambiado y era cuestión de averiguarlo.

—Sea como sea, no le vayas a decir a nadie más. Antes quiero hablarlo con Darren.

Esteban fingió colocarse un cierre imaginario en su boca como fingió lanzar la llave causandole una risa a Aylin.

—Cumpliré mi petición.

—Creí que no podías hablar.

Recibió su mala mirada.

—Odio el silencio. Cuéntame detalles.

Aylin asintió y le contó lo más breve posible. En todo momento, el rubio le prestó atención.

—Mmm, lástima que esos vampiros arruinaron su momento. Ellos y Estefan Collins.

Aylin asintió y ante su propia curiosidad, le preguntó:

—En el departamento de los Collins, escuché algo que me dejó pensando y no he olvidado —hizo una breve pausa—¿No soy la única humana que se relaciona con Darren? ¿Por qué su padre mencionó que no podía cometer el mismo error otra vez? ¿Quién era ella?

—¿Te das cuenta de la hora? —el rubio se levantó ignorando sus preguntas— deberías dormir para que te recuperes y puedas irte.

—Esteban, no lo evadas.

—No es nadie pequeña, era otra donante pero fue hace años. No recuerdo ni su nombre, ni su rostro. Ni nada.

—Entonces le preguntaré a Darren.

Esteban se cruzó de brazos.

—Dudo que te quiera dar una explicación de algo insignificante. Tú eres su presente pequeña.

—Si pero...

—Duerme.

—No tengo sueño. —Aylin le dio una mala mirada.

—Entonces, te contaré sobre mi eternidad. Eso si es muy interesante.

—Podrías contarme de Nohemí.

Aylin desistió su insistencia con ese tema.

Esteban borró su sonrisa poco a poco y negó.

—Eso es un tema que no me gusta hablar —le respondió con seriedad— si comprendes ¿no?

—Lo siento rubio.

Él fingió esa sonrisa.

—Te contaré cuando conocí a Darren.

—Me parece bien.

El rubio vampiro regresó a sentarse en la orilla de la cama y estuvo por hablar cuando fue interrumpido por un enfermero de cabello castaño.

En silencio entró a la habitación y sus ojos se posaron del vampiro a la humana, por breves segundos hasta fingir apuntar en una tabla entre sus manos.

Tanto Esteban como Aylin, compartieron una mirada de confusión.

—Disculpe —el rubio se atrevió a hablarle y lo observó— aquí a la paciente presente ¿le van a recetar medicamentos?

El enfermero se encogió de hombros y tras una última mirada, se marchó.

—Eso fue raro.

—Maleducado —Esteban regresó a verla— debe ser mudo —no le dio mucha importancia—. Bueno, te decía. Todo empezó cuando éramos unos hermosos vampirillos. Yo siempre él más apuesto de los dos...

Siguió su relato, sin sospechar de aquel desconocido enfermero que solo acudió por información.

Finalmente, dieron de alta a Aylin y pese a la compañía de Sara, contó con la atención de Darren, Ashley y Esteban hasta que estuvo en su departamento.

Exactamente en su habitación, descansando en su cama con el vampirismo presente.

Sara ciega en confiar en ellos cuando se marchó por las últimas medicinas de su hija. Una vez más, la hipnotizaron en olvidar lo ocurrido con Esteban Williams ante sus preguntas. Olvidó el accidente y al responsable.

Así que ellos tenían más libertad de hablar con Aylin.

—¿Estás cómoda?

—Si, así estoy bien Ashley.

—¿Quieres algo?

—No gracias.

—Dejala descansar Ashley —le pidió Darren desde el otro extremo de la cama.

—Solo me preocupo por ella.

—La estás hostigando.

—¿Cúal es tú problema? Aylin no se queja, que sea tú donante no tienes derecho de ella.

—Es más que eso —murmuró Esteban con diversión causando la atención de Ashley.

—¿Qué quieres decir?

—Rubio —le pidió Aylin su silencio más él la ignoró.

Su mirada fue pura diversión al ver y esperar la expresión de Darren.

—Veras bombón, la novedad es que hace días, pequeña y Darren —señaló a cada uno y unió sus dedos formando un corazón— mantienen un noviazgo.

La vampiresa demostró sorpresa.

—¿Ustedes dos? —sonrió ampliamente— ¡Lo sabía!

—¿Le contaste? —espetó Darren molesto en dirección a Aylin.

—Yo... si pero, Esteban me prometió no decir nada.

—Lo siento pequeña, soy malo para guardar secretos.

—¿Disculpa? —Ashley se sintió ofendida y se cruzó de brazos— Soy tú hermana Darren, soy tú amiga Aylin —sus ojos carmin fueron a ambos—. merecía saberlo ¿qué hace especial a Esteban de mi?

—Bombón, son muchas cosas que contarlas, no me alcanzaría la eternidad.

Recibió su codazo.

Esteban fingió dolor.

—Ashley, no es eso. No queríamos ocultarlo, sucedió hace poco y con todo lo ocurrido...

—No les debes explicaciones Ayline, por mi, nunca se hubieran enterado y tú —la observó fijamente— no les cuentes todo.

—No me dijiste que debíamos ocultarlo.

—Darren, no trates así a tú novia —espetó con burla Esteban— y pequeña, no hagas enojar a tú novio.

Aylin bufo más escuchar el término «Novio» la ruborizo.

—Felicidades a los dos. No puedes ocultarlo más hermano.

—Bombón tiene razón. Las almas no se ocultan.

Aylin medio sonrió y lo observó.

Darren tenso e incómodo, asintió:

—Ahora lo saben y no quiero que se entrometan.

—Eso depende.

—¿De qué?

—Si no dañas a pequeña, ninguno de los dos, se involucrara. De ti depende la felicidad de pequeña.

—Darren no me lastimaría —Aylin se inclinó y sostuvo su mano bajo la mirada de Ashley y Esteban —confío en él.

Obtuvo su atención.

—No olvides que es un vampiro.

—Bombón, no lo arruines. Que pequeña sea humana no significa que... no funcione —Esteban dudó.

—No la asusten —intervino Darren— es mi maldito vinculo, no el suyo.

Ante sus palabras, Aylin sintió su corazón latir desesperado. Sintió un cosquilleo en su estómago y una enorme felicidad.

Agradecía al destino por volver a vivir apesar a estar loca de amor por un vampiro que al mismo tiempo, eso sería su perdición.

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Nota de autora:
Espero les esté gustando la nueva versión. Hubo cambios en el capítulo, nuevos detalles importantes conservando la trama y su esencia. Si son lectores de la anterior versión, por favor no spoilers. No arruinemos la lectura de los nuevos lectores. Que para todos, sea un agradable lectura. No olviden su apoyó: (votar, comentar, compartir y recomendar la historia) me ayudarían muchísimo a crecer.

Y si se preguntan quién fue la chica que se cruzó con Darren, los invito a leer CONQUISTA MI CORAZÓN. Otra historia de romance, disponible en mi perfil (spam) Layla & Aidan ❤️

Nos leemos pronto Vampilovers 🖤

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