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06

Yoongi parpadeó lentamente. Sus ojos se sentían extraños. Calientes.

Parpadeó en la oscuridad total y sin embargo, podía ver. ¿Por qué?

Sacudió la cabeza, cerró los ojos y gimió. Se sentía miserable. Era mil veces peor que la más horrible de la resacas. Las náuseas subieron por su garganta y abrió los ojos de nuevo, su vista estaba nublada.

Parecía que sus ojos no querían enfocarse, su cabeza retumbaba. El palpitar era casi violento. La bilis subió por su garganta. Estaba tumbado boca abajo. Quería sentarse, echarse agua fría en la cara, pero sobre todo, quería evitar vomitarse encima y verse obligado a acostarse arriba.

Movió los brazos, pero no le respondieron. Sus muñecas estaban bloqueadas. Tiró con fuerza, pero flexionar los músculos de su espalda y hombros dolía, por lo que desistió. Gruñó frustrado y se sorprendió al escuchar el sonido de su propia voz. ¿Por qué era sorprendente?

Se detuvo a pensar por un momento y sus recuerdos flotaron de nuevo hasta su conciencia.

Recordó a los rusos y Vlad y Dimitri y la huida. El Kyonshi. El monstruo. La violación. Su muerte. Había muerto.

Había estado muerto. Lo sabía, tan seguro como nunca lo había estado.

Había estado muerto. Había sido mordido por un Kyonshi y para luego morir después de ser violado, mientras se ahogaba con su propia sangre.

¿Ahora era un zombi? ¿Eran los zombis tan consientes? En su cabeza, todavía se sentía exactamente como antes.

La idea de que podría haberse convertido en un Kyonshi, aceleró su corazón y sus ojos se abrieron de par en par. El miedo apartó a un lado toda su incomodidad.

Comenzó a forcejear contra las restricciones alrededor de sus manos, que estaban por encima de su cabeza y tirando de ellas, hasta que captó movimiento detrás de él.

Se detuvo a escuchar. Se quedó completamente inmóvil, completamente en silencio, mientras sus sentidos funcionaban a toda marcha, sus oídos atentos a cualquier sonido. Quería gritar, exigir por qué estaba allí y dónde estaba y que estaba pasando, pero su estómago se rebeló contra esa idea. Estaba en una posición demasiado vulnerable. No solo tenía las manos atadas, sino que sus pies y tobillos también lo estaban.

No tenía absolutamente ninguna forma de defenderse. No debería llamar la atención.

Demasiado tarde.

Fuertes pisadas se acercaron y contuvo el aliento. A pesar de estar completamente cubierto con algún tipo de manta pesada, era perfectamente consciente de su desnudez y del dolor entre sus muslos. Sintió que una horrible oleada de miedo y nauseas lo inundaban.

Quizás el ser que lo había violado la noche anterior, lo había traído aquí, lo había atado y quizá quería tomarlo de nuevo. Se sintió terriblemente vulnerable. Su cabeza aún estaba con la manta. Giró la cabeza de un lado a otro, pero no podía ver nada más que la manta.

Temblando de miedo, permaneció inmóvil. Durante mucho tiempo, simplemente se quedó allí, sin moverse y sin ver, mientras el terror lo inundaba y los recuerdos de la violación se apoderaban de él.

Su impotencia, su miedo, su dolor... la absoluta brutalidad del monstruo. Su corazón se encogió y apretó los ojos con fuerza, presionando la frente contra la piel debajo suyo. No quería recordarlo.

Se quedó sin aliento, cuando las mantas que cubrían la parte inferior de su cuerpo se levantaron y algo miró por debajo de ellas.

Podía sentir su aliento en su trasero desnudo y una cálida mano preparando sus nalgas para poder verlo. El aire frío quemó en la carne recientemente curada.

-¡No! -Gritó con miedo, retorciéndose y presionando las piernas con tanta fuerza como pudo, pateando a pesar de que sus piernas estaban atadas con fuerza.

El sonido de su propia voz fue un alivio.

Las mantas volvieron a caer inmediatamente y el ser se movió para agacharse junto a su cabeza. Su corazón se estremeció en su pecho, mientras esperaba lo que sucedería después bajo las mantas. Sus pulmones tomaron aire profundamente entre jadeos, todavía faltos por aire.

Apartó las mantas de su cabeza y alzó sus asustados ojos hacia el monstruo.

Pero no era un monstruo. Era un hombre.

Unos ojos ámbar se fijaron en él, llenos de calidez. Eran los ojos del monstruo, pero en el rostro de un hermoso hombre, un hombre muy hermoso.

Estaba tan aturdido por la increíble vista, que al principio no se dio cuenta de las gruesas venas negras que surcaban su piel inusualmente pálida.

El hombre se inclinó para mirar su hombro y él se echó hacia atrás.

Su hermoso rostro se frunció. -No voy a hacerte daño. Sólo voy a ver cómo estas recuperándote. Resultaste gravemente herido. ¿Puedo revisar tus heridas, por favor?

Ante el recuerdo de la barbarie perpetrada en su cuerpo, su estómago se revolvió y la cabeza le dio vueltas. Era un extraño contraste con la casi extrema cortesía que el hombre mostraba ahora. Se sentía tan confundido y completamente desorientado.

Débilmente se recostó boca abajo sobre las pieles. El hombre pareció tomarlo como su consentimiento.

Sus manos eran suaves y reconfortantes, mientras se movían sobre su cuerpo, tanteando sus heridas suavemente. Su hombro todavía estaba sensible los arañazos de su espalda habían desaparecido. Se percató de que sus pulmones que hace unas horas habían estado llenos de sangre ahora estaban limpios. Lo único que quedaba de sus costillas rotas era un ligero dolor en su esternón. Su laringe aplastada, estaba nuevamente intacta.

El hombre apartó las mantas a un lado y luego terminó el examen entre sus piernas. Su cara palideció, pero de mala gana permitió que sus muslos se abrieran. Un dedo tanteó su culo y el músculo se apretó fuertemente contra el intruso.

Incluso su esfínter estaba intacto... dolorido pero intacto. Su pierna ya no estaba rota. La mano del hombre se posó en las diminutas marcas de dientes en su pantorrilla.

Eso era todo lo que quedaba de la salvaje mordisco que le había convertido en... lo que era ahora.

-Estás sanando muy bien. En unas cuantas horas más, todos los rastros de tus lesiones habrán desaparecido.

Su respiración se interrumpió ¿Cómo era posible? Había visto al Kyonshi.

Obviamente volvían a la vida una vez muertos, pero no sanaban. Los había visto 'vivir' con las más horrorosas heridas, entrañas colgando, sin extremidades, heridas abiertas... ellos no se curaban.

Observó al hombre a través de sus pestañas, -¿Estoy muerto?

Las oscuras cejas se fruncieron por la consternación. Parecía confundido por la pregunta y habló lentamente, como si tuviera miedo de disgustarlo.

-Has muerto, pero no, no lo estas.

-¿Qué soy?

El hombre se movió para inclinarse sobre él, -Preferiría que estuvieras en una posición más cómoda, para esta conversación. Si te desato, ¿prometes no luchar o tratar de correr? Estamos en una cueva, en las montañas y rodeados por acantilados. Si deseas bajar, te llevaré, pero debes dejar que te lleve. Tu cambio es demasiado reciente, como para correr el riesgo de caerte y lesionarte. Aún eres débil y muy vulnerable. Te protegeré. ¿Entiendes?

Asintió y el hombre se inclinó aún más cerca para rasgar las tiras de cuero que lo tenían atado. Lo hizo como si rompiera papel, y, sin embargo sabía lo resistente que era el cuero. Así de fuerte era este hombre. Tomo aire temerosamente, cuando el hombre e acercó, y sin embargo, encontró su aroma extrañamente relajante.

En cuanto estuvo libre, se dio la vuelta y se hundió con las palmas contra la pared de dura piedra. Observó al hombre con aprensión, mientras le desataba los tobillos.

El hombre frunció el ceño y le entregó lo que ahora se dio cuenta que era una piel suave, no una manta. -Te sentirás mejor cubierto. A los humanos les gusta cubrir sus cuerpos.

Era un recordatorio de que a pesar de su apariencia, el hombre no era un ser humano. Era el monstruo que lo había violado brutalmente y lo había matado y convertido en algo diferente.

Tragó saliva y tomó la piel, la extendió encima de él y dobló las piernas por debajo de ella. La voz de Yoongi era suave, pero se sentía tan bien para escucharla. Era difícil de explicar lo terrible que había sido tratar de hablar y no ser capaz.

-¿Quién eres?

-Mi nombre es Jimin. ¿Cuál es tu nombre?

-Yoongi.

-Es un nombre hermoso. Adecuado. Tú también eres muy hermoso.

Era cursi, pero se daba cuenta, de que estaba siendo sincero. Se sonrojó y el hombre sonrió.

-Hermoso, hermoso muchacho. Mío.

Parecía como si estuviera expresando sus pensamientos en voz alta. Frunció el ceño, -¿Qué quieres decir con tuyo?

-Eres mi compañero.

El hombre grande se arrodilló y le movió una mano hacia el rostro. El muchacho se echó hacia atrás, cuando la palma de su mano trazó su pómulo.

Sus pestañas revolotearon y sus fosas nasales se dilataron, mientras tomaba profundas respiraciones calmantes para no gritar. Sus temblorosos dedos se cerraron con temor sobre la piel que lo cubría, como si pudiera protegerlo si las intenciones del poderoso hombre se tornaban "amorosas" de nuevo.

Gimió ante el caliente propósito ardiendo en esos ojos de color ámbar.

Había una parte de él que no quería nada más que tumbarse de espaldas y someterse, y sin embargo, una parte aún más grande quería correr, tan lejos y tan rápido como fuera posible.

Sacudió la cabeza, -No entiendo.

Jimin asintió: -Todavía no. Pero lo harás.

Se movió hasta quedar de pie en la entrada de la cueva. Su poderoso cuerpo quedaba resaltado por el sol de la tarde y nuevamente le llamó la atención lo grande que era. Inhumanamente grande. Unos gruesos músculos gruesos como cables lo envolvían como cuerdas, de pies a cabeza con venas negras que se curvaban a su alrededor como tatuajes.

Sus nalgas desnudas se flexionaban, mientras caminaba y sin embargo, parecía completamente ajeno a su propia desnudez. Su pelo oscuro era sedoso y largo y le llegaba hasta los hombros, como si no hubiera sido cortado en muchos años.

Estuvo a punto de gritar aterrorizado, cuando el hombre echó la cabeza hacia atrás y aulló. El chico se aferró sus orejas, protegiendo sus oídos con sus palmas. Se sentía como si el sonido pudiera perforarle los tímpanos de tan fuerte que era.

Incluso después de que Jimin se detuvo, siguió resonando con fuerza.

Sabía que el aullido sería escuchado en varios kilómetros alrededor, pero no le preocupaba que atrajeran a los Kyonshi. De alguna manera, sabía que ya no tenía que temerlos, siempre y cuando Jimin estuviera con él. Por mucho que temiera al monstruo dentro del hombre, también sabía que los zombies no podrían competir con él.

Minutos después, casi gritó de nuevo, cuando otros dos monstruos irrumpieron por la entrada de la cueva. Jimin se apartó para dejarles sitio. Eran más grandes que este, uno cobrizo y otro marrón oscuro.

No sabía cómo describirlos. Los gigantescos brazos le recordaban a los simios, pero la cara y el pelo eran los de un lobo mezclado con un hombre. Sus ojos brillaban. Sus colmillos descendían afilados desde sus encías negras y sus manos como patas, terminados en irregulares garras amarillas.

Eran criaturas aterradoras, horribles y asombrosas a la vez. Sus grandes ojos azules los observaron, enormes en su pálido rostro, mientras se transformaban en hombres. Los dientes y las garras se retrajeron, mientras el pelo desaparecía y los músculos se contrajeron hasta que todo lo que quedaba en la boca de la cueva eran tres hombres desnudos.

Jimin no era el más alto, era el rubio. Era un hombre enorme como una pared de ladrillo con un rostro igual. Su gran mano se apoyaba en la cintura de un hombre moreno más pequeño con penetrantes ojos negros. Permanecieron cerca uno del otro, sus cuerpos inclinados, como amantes.

Jimin hizo un gesto hacia él, como si lo presentara y después anunció con orgullo, con el pecho fuera, -Mi compañero. Yoongi. Acaba de despertar. Tiene hambre. Tengo que cazar y proveerlo.

No se había dado cuenta de que tenía hambre, pero de repente la necesidad de alimentarse era casi insoportable. Su estómago vacío royó el aire en su interior. Estaba famélico.

-Taehyung, quiero que te quedes y lo protejas. Tu compañero y yo volveremos con las provisiones.

-Sí, Alfa-el hombre más pequeño con el cabello oscuro asintió, mientras el rubio le lamía la mandíbula con afecto. Se acariciaron mutuamente, antes de separarse.

Jimin cruzó la cueva hacia él. Se encogió lejos de este y sin embargo, al mismo tiempo quería quejarse y protestar ante la idea de quedarse en la cueva.

No podía comprender sus propios sentimientos. Se sentía como el mismo y a la vez, completamente diferente. Era como si ahora hubiera algo más dentro de él, y ese algo, o alguien, solo quería apretarse tan cerca de Jimin como fuera posible y quedarse ahí.

Sin embargo, debería odiarlo. Los dos deseos contradictorios lucharon en el interior del muchacho.

El hombre de más edad no permitió que luchara, mientras lo sujetaba y lo hacía presionar la nariz contra su garganta, lo que obligó inhalar su aroma profundamente.

Tranquilizó al muchacho casi de inmediato y su cuerpo se relajó a pesar de su miedo.

-Volveré pronto. Voy a cuidar de ti, tesoro mío. Te demostraré lo buen proveedor y compañero que soy y estarás contento conmigo-Le lamió la mejilla y se aferró a sus brazos como si quisiera mantenerlo cerca.

No se dio cuenta de lo que estaba haciendo, hasta que Jimin le apartó los dedos.

Reiteró estoicamente, -Tengo que alimentarte.

Tragó y asintió con la cabeza y luego observó con estupor, como Jimin se transformaba de nuevo en el monstruo que lo había matado la noche anterior.

Su lengua se sentía como algodón seco en su boca. Sus huesos crujieron y su piel se estiró. Puede que Jimim no fuera el más grande en su forma humana, pero su lobo sin duda lo era. Llenó la cueva, el pelo de su cabeza rozando el techo.

El lobo cobrizo seguía midiendo más de siete pies, pero apenas habría tocado el hombro de la enorme bestia en que Jimin se había convertido. Sus ojos, turbulentos ojos dorados se fijaron con avidez en él, después de haberse transformado. La tierra tembló cuando dio un paso hacia él.

Gimió y sacudió la cabeza frenéticamente, echándose hacia atrás, y se detuvo.

Había tristeza en sus ojos. Se acercó a la entrada de la cueva, echó una última mirada anhelante por encima del enorme hombro y luego saltó. El lobo cobrizo le siguió. El muchacho se puso de pie y luego corrió hacia la entrada de la cueva.

Se puso de pie cerca del saliente y miró hacia abajo. La caída era de al menos cien pies y los dos lobos habían aterrizado como si hubieran saltado de un porche.

Observó, mientras saltaban de cornisa a cornisa, descendiendo cuidadosamente por el lado de la montaña y luego corrían a cuatro patas por el bosque. Lentamente se percató de una fuerte mano que aferraba su brazo como si intentara retenerlo.

Se volvió y miró al otro hombre con un auténtico shock en sus ojos. Habló con una voz ronca. No era una pregunta, -Es un hombre lobo. Los hombres lobo son reales.
- Taehyung confirmó, -Tan real como los zombis.

El otro hombre lo condujo dentro de la seguridad de la cueva. Mantuvo su mano alrededor del brazo, como si aún estuviera nervioso de que el joven saltara. Lo llevó a un montón de pieles y lo obligó a sentarse. Lo cubrió con una suave piel de ciervo y luego tomó otra para él, rasgándola fácilmente por la mitad y luego envolviéndosela alrededor de la cintura como un taparrabos.

Se dio cuenta de que estaba cubriéndose por su comodidad y apreció el gesto. Se sentó y se apoyó contra la pared de la cueva y lo fijó con una mirada directa, -Tienes preguntas. Voy a responderlas.

Preguntas. Sí. Tenía unas cuantas. El problema era elegir una a la vez. Permaneció sentado durante un momento. El otro hombre esperó pacientemente. Lo dijo de nuevo, casi para convencerse de que realmente había sucedido.

-Morí. Jimin me mató.

-Sí. Pero el Alfa hizo lo que era necesario para cambiarte, para reclamarte como suyo.

Su voz tembló, -Me violó.

-Mi compañero hizo lo mismo conmigo. Justo antes de desgarrarme la garganta.

Y sin embargo, había visto cuan afectuoso era el lobo cobrizo con el hombre más pequeño.

Su voz se quebró de nuevo, -¿P-por qué?

Taehyung suspiró, -¿Qué sabes acerca de los Kyonshi?

-Sé que están muertos, reanimados por algún tipo de virus. No sangran ni sienten miedo o dolor, pero tienen hambre todo el tiempo. Solo pueden ser asesinados por decapitación, y si eres mordido, te conviertes en uno de ellos.

-¿Alguna vez has oído hablar de la corporación Seon?

Asintió. Por supuesto que había oído hablar de ella. Era el equivalente coreano de Industrias Honeywell. Hacían todo, desde lápiz de labios hasta cohetes espaciales.

-Jimin era el director ejecutivo. Trabajé a su cargo, como asistente personal. Jungkook, mi compañero, era el jefe de su seguridad personal. Estábamos en Tokio, cuando comenzó el brote. Jimin desvió inmediatamente todos los recursos que tenía, para curar la enfermedad o el desarrollo de una vacuna.

>>Por desgracia, el virus tenía semejanzas increíbles con el virus del sida. No solo se infiltró en cada célula, sino que también les cambió a nivel genético y molecular. Resultó imposible de erradicar. Se utilizó la investigación que se había hecho en el virus del sida como base. No se intentó eliminar el virus, sino más bien neutralizarlo, para inocular el cuerpo con un segundo virus similar que repararía el daño causado por el primero. Para esto nos volvimos al virus Lycan.

La cabeza del niño zumbó, con toda la nueva información, -Espera, ¿sabían sobre los hombres lobo?

-Sí. Aunque son poco comunes y muy difíciles de atrapar, capturamos uno con vida hace varios años. Murió durante el transporte, pero no antes de que pudiéramos extraer el virus de su sangre. También se transmitía por la sangre, saliva y el semen, y cambió las células de las personas infectadas a nivel molecular. Jimin consideró que el virus era demasiado peligroso para ser de alguna utilidad clínica, hasta el estallido.

>>Lo probamos por primera vez en ratas infectadas con el virus "zombi" y mostraron una resistencia increíble al primer virus. Sus cuerpos mostraron tasas increíbles de regeneración celular, y sus capacidades cognitivas se mantuvieron intactas, aunque algunas características zombis se mantuvieron.

-¿Cómo el hambre?- Preguntó, aferrando su estómago. Estaba hambriento. Era casi insoportable.

-Sí, el aumento del apetito es un efecto secundario, y aunque el nuestro podemos saciarlo comiendo, ellos no pueden. Encontraras que tus instintos y deseos básicos son mucho más difícil de ignorar. Y posiblemente hayas notado el color oscuro de la sangre.

Taehyung señaló su pecho desnudo y las gruesas venas negras que lo cruzaban y se enroscaban en los lados de su cuello. Observó sus propios brazos, notando por primera vez, que sus propias venas habían comenzado a tomar un color azulado oscuro.

-Estábamos en el proceso de elaboración del suero para uso humano, cuando el centro de investigación fue asaltado. Los tres fuimos heridos en nuestro intento de llegar al helicóptero de emergencia en la azotea. Jimin y Jungkook fueron mordidos. Se estaban muriendo debido a las heridas.

>>Desesperado, los inoculé a ambos con el virus Lycan antes de sacar el helicóptero de la ciudad. A las pocas horas murieron. Pensé que había fallado. En mi miseria y dolor, estrellé el helicóptero intencionadamente como una forma de suicidio. Me desperté más tarde para encontrar a Jungkook encima de mí, dentro de mí, pero no era el Jungkook que conocía. Su cara era la de un monstruo. Aunque mi cuerpo estaba ya mortalmente herido desde el accidente, Jungkook me violó, eyaculó dentro de mí y luego me mató.

Contuvo las lágrimas y se encogió, recordando que Jimin había hecho lo mismo con él.

Taehyung se inclinó hacia adelante, -No te estoy contando esto para disgustarte. Instintivamente, Jungkook sabía que era la única manera de salvarme.

El joven sollozó, -¿Por qué?

-Debido a que, si bien el virus está presente en la saliva, sangre y el semen, y se puede pasar por los tres, la concentración es en el semen, con mucho, la más alta. Al violarme, desgarrándome internamente y luego eyaculando en las heridas, mi compañero se aseguró de que la mayor cantidad de la carga viral activa, estaba en mi torrente sanguíneo cuando morí. Esto aseguró que me despertara de forma rápida y con las mínimas secuelas.

>>Mírate, Yoongi, observa tu cuerpo, ¿puedes si quiera sentir tus heridas?

El niño miró su pierna, la pantorrilla donde el Kyonshi lo había mordido.

Se tocó las costillas, la garganta y se removió sobre el trasero. No sentía ningún dolor en absoluto. Se sentía débil y tembloroso, pero estaba curado, completamente. Lo único que quedaba era el hambre voraz.

-Siempre será así. Cualquier herida que sufras, se curará rápidamente, casi al momento, si te has alimentado recientemente. El dolor y el miedo se convertirán en algo más abstracto con el tiempo, porque no existe nada que puede lastimarte y nada que temer.

>>Lo que te ocurrió, parece brutal y aterrador ahora mismo, pero pronto lo comprenderás mejor. Nada puede matarnos, ni siquiera la decapitación, pues los virus te han cambiado a nivel molecular. Córtate la cabeza, te crecerá otra. El virus zombi nos mantiene vivos, mientras que el virus Lycan regenera nuestros cuerpos. Con los dos, somos prácticamente invencibles.

-Cuando llamas compañero a Jungkook, ¿qué quieres decir? ¿Algo como tu marido?

Taehyung asintió afirmativamente, hizo una pausa y luego negó con la cabeza, -No, no es exactamente lo mismo. Un matrimonio humano es serio, los votos tienen significado, pero puedes dejarlos de lado. Puedes cambiar de opinión. Convertirse en compañeros literalmente significa convertirse en uno.

>>Vives y respiras para el otro, totalmente dedicado. Parece que hay algunas cosas acerca de los lobos que se transmiten genéticamente. El apareamiento de por vida es una de ellas, como el comportamiento de manada y una necesidad profundamente arraigada de obedecer y complacer al Alfa de la manada. Jimin es nuestro Alfa. Como su compañero, se te considera una extensión de él, la segunda mitad de nuestra pareja Alfa. Hemos estado esperando que te encuentre durante mucho tiempo.

Frunció el ceño, -¿A mí? ¿Pero por qué?

Taehyung movió su mano a los ojos, como si fuera a tomar un par de gafas que no estaban allí. Se rió entonces, -Los viejos hábitos son difíciles de cambiar- Se frotó la frente con torpeza y continuó, -A Jimin le resulta más difícil que a Jungkook y a mí mantener su humanidad. Creo que es debido a la falta del enlace de pareja. Jungkook me mantiene conectado. Él es mi ancla, y yo soy lo mismo para él. Tener una pareja es como la piedra angular de tu lado humano.

>>Jimin ... ,por decirlo suavemente, ha tenido problemas con la suya. Hasta hoy, han pasado muchos meses desde que vimos a Jimin tomar forma humana. Nos preocupaba que lo estuviéramos perdiendo. Pero ahora te tiene y estamos muy contentos.

Le sonrió con calidez, pero él tragó con fuerza, -¿Y si... y si yo no quiero que me "tenga"? ¿Qué pasa si no quiero ser su compañero?

Taehyung frunció el ceño, -Si vas a rechazarlo, quedaría desolado, pero no menos enamorado de ti. Pero creo que subestimas la fuerza de tu enlace con él. Te convirtió. Es tu señor y te ha reclamado, dispuesto o no, eres su compañero. En los lobos eso tiene un significado, y los instintos serán casi imposibles de negar. Te sentirás atraído hacia él, incapaz de resistirte. Con el tiempo, te resultará doloroso separarte de él, incluso por cortos períodos de tiempo-Se movió incómodo y se dio cuenta de que Taehyung estaba hablando desde la experiencia.-No lo puedes comparar con estándares humanos, ya que no lo es. Pronto
lo comprenderás. Park Jimin será un buen compañero para ti, Yoongi.

>>Será completamente tuyo y tú serás completamente suyo, como debe ser. Es bueno. Ya lo verás.

No lo veía. No podía. Jimin podría haber salvado su vida, pero lo que había hecho para lograrlo, era imperdonable.

Se acurrucó debajo de las pieles y presionó sus palmas contra sus sienes. La información que Taehyung le había dado, tenía su cabeza dando vueltas, incluyendo el dato de que lo que sea que Jimin fuera él lo era también.

Iba a convertirse en uno de esos monstruos, un hombre lobo zombi. ¿O un zombi hombre lobo? Era demasiado que asimilar. Lágrimas saladas ardieron en sus ojos.

Taehyung estiró el brazo y dio unos golpecitos en las pieles que lo cubrían.

-Ahora permaneceré en silencio para permitirte procesar lo que te he contado. No juzgues al Alfa con demasiada dureza, pues por lo que he podido ver, ya te ama y él no es la clase de hombre que ama fácilmente.

No dijo nada y Taehyung permaneció en silencio.

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