17
—¿Falta mucho? —preguntó Félix quien caminaba entre los árboles siendo guiados por aquel par de alfas.
Accedió a ir con ellos, no porque tuviera miedo a enfrentarse a la batalla, sino porque esto también era parte importante en su plan, y aunque sabía que seguramente ya habrían empezado a atacar, él confiaba ciegamente en que sus hermanos iban a salir ilesos. Por otra parte también estaba preocupado por ellos, y el estar lejos le tenía algo inquieto.
—No Félix, estamos cerca...—habló Hoseok quien respondía y se guiaba por las señales de Yoongi, quien miraba a su alrededor buscando a otra manada que se sumaría a la batalla.
—Dios siento que nos hemos alejado demasiado... —habló Félix con pesar, quería volver lo más rápido posible para ayudar.
—Tranquilo, tú manada está en manos de Namjoon, él siempre fue un buen líder y guerrero cuando estábamos dentro del consejo. —Hoseok parecía estar muy orgulloso de su líder alfa, pues habló muy seguro de sus palabras.
—No dudo de ello, pero aún así estoy preocupado.
—Una batalla nuca es algo fácil de vencer...
—Exactamente por eso... tengo miedo.
—Estarán bien, confía...
Félix hizo una mueca con sus labios, pero no dijo nada más solo siguió guiándose por los pasos contrarios, esperando que finalmente llegaran al destino deseado y que aquellas personas que buscaban se les unieran a la lucha. Estaban desesperados por acabar con aquel régimen inhumano y represivo, nadie quería que el consejo estuviera al mando de todo y de todos.
....
Chan sentía sus dedos picar, había pasado si acaso poco más de media hora desde que Hyunjin y Jeongin se separaron del grupo, y las dudas le carcomían, ¿habría sido esa parte de su plan un éxito o un fracaso? Las trampas estaban demasiado lejos como para sentir los aullidos de sus compañeros, y no debían ni siquiera intentar alzar un canto, porque los guardias en su frente se activarían, aunque ya estaban alertas pues les habían avisado de los posibles enemigos.
—Seungmin... —habló finalmente Chan, ya que no podía más con sus dudas — Por favor... sigue el rastro de Hyunjin y Jeongin, necesito comprobar si ellos están bien... además de enviarles un refuerzo por si están en problemas...
—De acuerdo, no te preocupes.
Seungmin sabía que sólo serviría para eso en el campo de batalla, como refuerzo ya que no era lo suficientemente fuerte o habilidoso para luchar directamente en el campo de batalla; pero era inteligente y calculaba los movimientos de los enemigos, incluso sus debilidades las podía leer en la cara contraria. No estaba seguro cual sería la situación de Hyunjin y Jeongin una vez estuviera cercano a su radar, pero esperaba que ellos hubiesen disminuido algunos cuantos guardias.
Namjoon tocó el hombro de Chan una vez se fue Seungmin.
—Ya es hora...
Chan no estaba del todo preparado para esta situación, aunque en su mente gritaba por sacar a Chocolate de aquella prisión. Enviaron a Taheyung y Jungkook para iniciar la segunda fase de su plan, preparó apresuradamente, aunque con una táctica bastante impresionante. Los dos chicos fueron sigilosos en acercarse a la entrada trasera, calculando que podrían acabar con aquellos tres guardias postrados en la entrada sin problema; así lo hicieron, unos cuantos movimientos y golpes y los guardias estaban tirados en el suelo en un completo estado de inconsciencia.
Caminaron por dentro del lugar donde el consejo habitaba. Chan envío a Minho y Jisung a cuidarle las espaldas a aquellos dos chicos una vez que diviso que habían entrado. ¿Era un cobarde por quedarse al último a enfrentarse con el consejo? Creería que si, pero Namjoon tenía razón en algo, y era que ellos eran los más fuertes, en cualquiera de los casos era mejor quedarse hasta el último momento para atacar; ya que si el enemigo les hería por una salida temprana... estarían acabados y no querían que eso sucediera.
Jungkook y Taehyung caminaban con sigilo por dentro de sus pasillos, sabían la ubicación de las celdas porque habían estado allí anteriormente... Era un pasado que ninguno de los dos deseaban recordar. Minho y Jisung seguían los pasos de aquellos dos chicos igual de sigilosos, intentando que sus aromas no activara más alarmas a la lejanía.
Los betas acabaron con unos cuantos guardias a su paso, a veces Minho y Jisung les ayudaron. Estaban cerca de las celdas y todo el camino estaba despejado, entonces enviaron a Minho a buscar a Chan y a Namjoon.
Los otros tres seguían el camino, más no esperaban encontrarse con aquellos que les hacían hervir la sangre, más a la manda de Chan. El grupito de Jackson les esperaba en la puerta a las celdas con un aire de superioridad y una sonrisa aterradora. A los tres se le crisparon las pieles, pero se pusieron en modo de defensa, Jisung gruñó hacia los enemigos, Jackson nunca le agradó ni cuando vivian encerrados en el consejo, agradecía haber salido de allí gracias a Chan.
—Los estaba esperando.. ¿Dónde está tú líder Jisung? ¿Metió la cola entre sus patas y los dejó como el cobarde que es? Mírense... y así piensan que es un buen líder... ¿así piensan acabar con nosotros?
— Cállate—gruñó Jisung con la rabia acumulándose, quería lanzarse y degollar el cuello de aquel imbecil — No sabes de lo que estás hablando, Chan no es ningún cobarde, al contrario de ti... Solo eres un lame botas del consejo, te dejas utilizar tan fácilmente como una maldita zorra.
Jackson apretó sus dientes, odiaba cuando se referían a él de esa manera... como un lamebotas. Hacía tiempo que quería enfrentarse al grupo de Chan, ansiaba en tiempos antiguos que los días de las prácticas de pelea llegaran para ver si le tocaba aquel alfa irrespetuoso que se creía lo mejor del mundo. Odiaba esa autoconfianza descarada, odiaba que el contrario tuviera el valor suficiente qué él no tiene, odiaba estar atado hasta por los codos, pero gracias a sus inútiles padres tenía que obedecer al alto mando hasta que la deuda se soldara.
Odiaba tanto su vida, que no quería ver a nadie a su alrededor feliz.
No dudó en propinar el primer golpe en la mejilla de Jisung, descargando toda la rabia que tenía dentro de su cuerpo. Una pelea con los demás del grupo de Jackson inició, golpes y puños por doquier, en algún momento uno de ellos se convirtió en su forma lobuna y entonces se volvió una pelea salvaje y animal. Ambos bandos no querían dar su brazo a torcer.
Entonces Chan llegó, siendo el punto principal en aquella batalla. Jackson, viendo que Jisung estaba demasiado distraído quitándose a alguien de encima no dudó en lanzarse y atacar a Chan desprevenido... pero Chan no era tan idiota y con sus fuertes brazos rodeó el cuello del animal frenando un poco su golpe. Chan se convirtió minutos después con los ojos en cólera, teniendo en mente el único objetivo de matar, matar a cualquier enemigo que le impidiera llegar a su querido omega.
Namjoon y Minho tampoco dudaron un segundo, uniéndose a aquella batalla que se llevaba a cabo dentro de las instalaciones del consejo. Mientras los principales líderes de aquel consejo, se resguardaban en una de las habitaciones mejor protegidas del lugar, esperando estar a salvo allí dentro.
Y Chan solo quería acabar con cada uno de ellos.
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