La sala se sumió en un silencio incómodo.

—¡¡Hay que matarlo!!— gritó Corea del Norte saltando desde su lugar.
Automáticamente, Rusia abrazo a México.

—Si lo matas, no habrá diferencia, además de que yo me volvería su enemigo, o moriría.— los colmillos de Rusia se hicieron presentes.

Corea del Norte gruño en protesta, pero se volvió a sentar.
—¿Alguna idea?— pregunto México.

—No pero... ¿No crees que tenerte aquí es un poco peligroso para tí y para nosotros?— dijo China.
—Seh, ¿Que más hago? ¿Quedarme donde vivía y esperar un cuarto ataque? Ja nel prro.— observó a su hija, quien empezaba a bostezar.

—¡¡Ya se!! Usemos a México de carnada para atraer a esos Alfas en un mismo lugar y retenerlos ahí.— Bielorrusia se levantó de su silla.

—Yo... Creo que es una buena idea..— dijo China, seguido de muchos susurros de afirmación.

—No.—

—Vamos Rusia, es la única manera que hay.— insistió Bielorrusia.
—¿Que pasará si algo sale mal? Como tú no tienes pareja es fácil para ti decirlo.— la mirada de Rusia hacia su hermana la hizo retroceder.

—Concuerdo con Rusia, es muy arriesgado.— dijo la ONU bajando a Jatzibe quien corrió a los brazos de México para que esté la cargara.

La chica asintió y volvió a su lugar.

—Queremos una alternativa que no dañe a México, no que lo ponga en bandeja de plata para los demás.— la ONU suspiro.
—Si no hay ideas... El proyecto "UMCH" iniciará oficialmente...—

México suspiro, sabía que eso tarde o temprano pasaría.
—Union Mundial en Contra de Híbridos... Me uno a ella.— dijo con decisión a lo que Rusia también asintió.

Solo quedaba esperar...