I.
Pero tú… No debes atarte a mí. Serás siempre, es cierto, y en cualquier mundo en que viva, mi más encantador aroma, la presa más codiciada. Pero no puedes hacer un mundo para mí. En verdad, no es posible que tenga un mundo, pues mi misma naturaleza carece de sentido. El espíritu que mora en mí necesita el mundo de los hombres, y el lobo que también mora en mí necesita la vida salvaje
Olaf Stapledon
...
Un pequeño de escasos 6 años, cabello castaño y ojos color caramelo caminaba de regreso a su casa, iba lento admirando el mismo paisaje de siempre. No tenía prisa en llegar, sabía que nadie estaría en su casa, su madre había llamado a Nanny el día anterior para informar que se quedaría otra semana con su esposo. El pequeño solo le sonrió a su dulce nana y fue a su cuarto a hacer sus deberes porque el tenía como sueño convertirse en alguien importante para ayudar a la gente, además entendía que su madre quisiera estar tiempo con su padre porque este rara vez venía, así que se esforzaba para que sus padres estuvieran orgullosos de él.
Nanny al ver al castaño ir a su habitación sonriendo levemente soltó un leve sollozo porque le había mentido nuevamente a aquel pequeño de aura dulce y corazón de oro porque su madre le llamó para cuidarlo seis meses y eso mínimo, esperaba que el pequeño no se destrozara por eso...
Muy tarde. Demasiado.
El pequeño sabía que aquello de su nana era mentira porque su madre había llevado maletas grandes, enormes para solo irse un par de semanas aún así quiso confiar, creer en el amor de su madre, de su padre y sonrió mientras una pequeña y apenas perceptible lágrima bajaba por su mejilla.
Siete meses después
El pequeño castaño estaba en un pequeño parque solitario llorando en un columpio, su nana, aquella buena mujer que le cuidaba, le había enseñado muchas cosas le había dejado...
Alguien había entrado a su casa y ella por defender a su niño dio su vida...
Las lágrimas no dejaban de caer de su hinchado rostro, su mente no dejaba de recriminarle y no dejaba de recordarle que la única persona que le amaba y se lo demostró había muerto protegiendolo. Aquello era lo más doloroso. Se culpaba de la muerte de aquella mujer ya entrada de edad pero que le cuido casi 7 años, de pronto unos pequeños bracitos lo cubrieron, le atrajeron a un pequeño pero cálido pecho y sintió paz.
—Calma pequeño cielo, calma por favor, no llores o todo a tu alrededor también entristecera—
Dijo una dulce voz y el pequeño solo hipo en respuesta tratando de dejar de llorar, una vez calmado mira a quien le tiene en brazos y se sorprende por ver a una niña unos años más grande que el, de un bonito cabello rubio castaño, ojos oscuros y sonrisa dulce.
—Al fin te calmaste pequeño—
El castaño asiente lentamente causando que la chica lo mire tiernamente
—¡Ey!, ¿que tienes en tus brazos? ¡No me digas que es un animal otra vez!—
El pequeño se asustó ante aquel tono de regaño y la chica que lo abrazaba aún sólo negó con la cabeza y sin decir algo tomó al castaño de la mano y lo guió hacia la nueva persona.
Cuando llegaron hasta ella, el pequeño noto que era otra chica de la misma edad que quien lo tenía de la mano, lo único que cambiaba era el pelo y ojos porque la nueva era rubia con bellos ojos color del mar... azules.
Se perdió admirando a la chica de aspecto rudo con aquel pantalón militar y gorra negra, hasta que recordó que se suponía no debía hablar con extraños o extrañas, mordió ligeramente su labio ante su reciente duda, hasta que llegó a una "solución".
<Si me presento ya no serán desconocidas ¿verdad?>
Así que tomo un poco de aire para darse valor, tosio llamando así la atención de ambas chicas, quienes lo vieron con duda.
—Hola, gracias por el abrazo. Me llamo Tsunayoshi pero me pueden decir Tsuna—
La rubio castaño sonrió tierna mientras negaba levemente por aquella acción más la otra tomó aquel ejemplo del menor y se presentó.
—Hola, Tsuna-kun yo soy Gretel—
Y aquellas simples palabras sellaron un interesante destino.
...
Un mes Después...
Estaba cansado, ya no sentía su cuerpecito, aquel entrenamiento que estaba recibiendo era demasiado espartano pero entendía el porqué era tratado así, después de todo estaba metido ya en un mundo donde se supone no debería él estar.
—Tsu, es hora del descanso ven a comer o la tía se enojara con nosotros por hacerte pasar hambre—
Le llamó la chica de cabello rubio castaño, ahora conocida como Adriá, prima de la rubia llamada Gretel.
—No se porque se enoja mamá, ni que fuéramos el Almirante... Bueno no importa, yo vengo a decirle a los dos que se preparen, ella llega hoy, se había tardado, su boba hermana me desesperaba con su querer venir hasta aquí con nosotros aún cuando ya había tardado en regresar a su casa—
—Gretel deja de molestarte nada vas a lograr, aunque concuerdo contigo... no tolero tampoco a esa princesa, fue un tormento toda su estadía—
—Mmm esto... ¿De qué hablan? ¿Quién viene? ¿Quién es ella?—
—Oh cachorro ella es una odiosa prima pretenciosa, no se como es que somos familia... Debió salir de lado de la madre. Pero bueno eso contesta tu pregunta ¿no?—
Tsuna asiente aunque solo recibió una respuesta Adriá al ver que Gretel olvidó lo demás suspira y toma la palabra
—Ay Gretel siempre es lo mismo contigo pero bueno, quien viene ahora es la hermana de esa prima, normalmente ella opta por venir cuando estamos en Rusia, es raro que decidiera visitar cuando estamos lejos—
—Oh ya, bueno... Mmm Adriá, Gretel ¿podemos parar el entrenamiento hoy? Algo me dice que vamos a necesitar muchas galletas, chocolate y almohadas para Gretel—
Ambas chicas lo miran interrogante, pero asienten, saben todo acerca de aquel pequeño: hijo del cedef de Vongola, abandonado por sus padres, portador de llamas y de cielo probablemente por la calidez y posible heredero de la famosa intuición Vongola. De verdad que Misa había hecho un excelente trabajo recolectando la información del nuevo Cachorro porque para desgracia de la propia Vongola, su familia ya había tomado al castaño bajo su protección.
—Bueno si eso crees eso haremos. Por cierto si resulta ser verdad creo que Gretel tendrá un nuevo juego para divertirse—
Adriá suspira tras sus palabras y Tsu quien la logró escuchar sólo tiembla ante lo escuchado porque un mes bastó para saber que aquella chica de aspecto inocente era un arma letal... Pobre alma que se había metido con aquella familia.
Después de todo...
Cuando alguien de la manada es lastimado, la beta es quien comanda el ejército para ejercer la cruel venganza.
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¿Les gusta?
Jojo espero seguir hoy un capitulo más pero no prometo mucho pues mi examen es mañana pero bueno.
La historia espero sea corta.
Yo creo que unos 7 capitulos o 10 pero igual veremos como se desarrolla XD
Oww a mi me encanta el pequeño Tsu! No es hermoso?
Planeaba iniciar con la traición pero me pareció más importante iniciar con como se conocen aquel cuarteto del mal.
Jajaj vieran lo que serán en el futuro.
Por cierto esta historia será R27 y tocará levemente otra pareja hetero que es mi Shipp de años XD
Aunque no estoy segura de poner mucho R27 ahora así que perdonen si tardo.
Ahora si les dejo ^^
Acepto críticas, comentarios, preguntas, tortura, tomatazos y amenazas por mi falta.
Aun así no olviden que los quiero!
Chaos... 💜
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