1
Vivimos en una sociedad, empezar un relato con esa frase podría dar a entender que la historia las travesías de un lunático, me sorprendía la cantidad de popularidad que comenzaban a tener los villanos hoy en día, como en las fantasías romantizaban el hecho de ver a un hombre llegando en una motocicleta, probablemente con una chaqueta de cuero, muy de los 50's para mi gusto, como las cadenas y los estoperoles estaban regresando a demostrar rebeldía, los colmillos, las locuras, la obsesión y la estética de un buen villano, hacían que el publico los aclamara, pero claro, en un mundo de fantasía, donde la magia podía resolver casi todo y donde la paja podía volverse oro, era prácticamente imposible querer al villano, los villanos ganamos nuestra fama por nuestras acciones, sus hijos heredamos el legado de nuestros padres, así como los principitos en sus tronos de oro, nosotros tenemos que vivir bajo su sombra, ser los desechos de la humanidad.
Raven había sido la salvación de muchos, paso de ser la reina de los villanos a un faro de luz para los demás, Apple paso de su imagen perfecta a una lunática y luego a una señal de redención, pero luego quedaban un par de lado, algunos que aún somos influenciados por aquello que nos enseñaron ¿Pueden culpar a un niño criado entre ladrones? Entiendo que se puede cambiar, pero la forma en que te observan, da ganas de rasgarle la cara con mis propias garras, todo era lo mismo, esos ojos que te miran con miedo, otros que te miran como inferior y por supuesto aquellos que te miran como un monstruo, a veces deseaba poder desaparecer en el bosque para huir de mis ganas de acabar con todo.
A veces mi odio interno era tan fuerte que podía sentir como me ahorcaban por dentro, era agonizante como si te atravesaran el pecho... Pero aún peor era que no podía sacar la bestia que vivía en mí, mientras que mi subconsciente era arrastrado a la locura, mi consciente y mi alma eran devueltos con suavidad, las caricias eran tan suaves como el toque de una pluma, sus dedos eran largos y delgados, tenía miedo de romperlos, así como esos ojos que no miraban como los demás, esos ojos esmeralda me observaban como un cachorro, esa mirada enamoraría a cualquiera, me sentía petrificada ante su mirar- ¿Dónde tienes la cabeza?- Creo que me quede demasiado absorta en mis pensamientos, pues se había acomodado, escalando como un animal en asecho hasta sentarse en mi regazo, era tan adorable cuando trataba de verse mas atrevida- Tu estas allí, deberías de saber donde esta mi cabeza- Acaricie su rostro hasta tomar con suavidad uno de sus mechones tan largos, ¿eran sus encantos lo que me dejaba así o simplemente era el miedo al despertar lo que me embelesaba en su ser?- ¿Me puedo quedar hoy o tengo que desaparecer cuando se ponga el sol?- Ella solo sonrío, acostándose para dejar su cabeza descansando en mi pecho, con sus brazos envolviéndome en mi cintura- No te preocupes mi cachorra, Poppy no vendrá hasta mañana...- Sonreí mientras le hacia mimos en su cabellera, para Justine eran irrelevantes mis desapariciones nocturnas y mas ahora que se las pasaba las noches bailando hasta que sus propio sueño deseaba dormir.
¡Que ironía eran los cuentos de hada! Sentía mas libertad estando encerrada en la torre con Rapunzel, que con el resto de los estudiantes a mi alrededor, tal vez era obra del destino este encuentro, no sabía cómo, pero solo le observaba de lejos, nunca pensé que tendría una conexión tan grande con un Royal y menos con alguien como la hija de Rapunzel, caer enredada en el corazón de aquella princesa, me sentía completamente domesticada, cual perro que se le alimenta una vez y se tiene arrastras de por vida. Lo único malo era el tiempo limitado, a veces deseaba congelar el tiempo para poder quedarme con ella sin temor a tener que desaparecer antes de que alguien ajeno me encuentre.
Comenzaba a pensar que el color verde se había vuelto mi favorito, un color esmeralda tal cual los tonos de sus ojos, un color verde como la vegetación que me rodeaba en el bosque, que me atrapaba en su interior, alejándome de los demás, un color tan bello como aterrador; así como su cabellera, tan suave como la lana de una oveja, pero debía de ser lo suficientemente fuerte como para que puedan escalar por ella, no me importa lo que digan de Charming, para mi el viento existe solo para ondear el cabello de mi princesa, pero sin lugar a dudas lo mas letal, era su voz, con una sola orden, era capaz de volverme su esclava, de ser la bestia domesticada que quería, pero al mismo tiempo sabía como provocarme lo suficiente como para no dejarme doblegar.
Amaba y odiaba el sol, amaba como los rayos caían sobre su piel, haciendo relucir aquellas marcas que había dejado la noche anterior, prueba de nuestra relación y al mismo tiempo me daba una ventaja pues, sabía que no iría a la piscina hasta que sanaran por completo, quisiera inmortalizar esta imagen, que fuera cincelada en mis parpados... Pero el sol también era mi enemigo, pues me decía que era momento de irme, saltar desde una ventana a un árbol no era tan difícil, al ser el lobo feroz tampoco había mucho que fueran a preguntar con respecto a mis acciones. Salí de la cama con el máximo cuidado posible pues no quería despertarla, busqué mis prendas que habían sido esparcidas la noche anterior sin un rumbo fijo. Me acerque con cuidado para darle un suave beso en la mejilla- Hasta luego, volveré pronto...- Dije planeando retirarme hasta que sentí su suave agarre en mi muñeca- ¿No puedes quedarte un poco más? - Pregunto un poco adormilada- El sol ya salió, Poppy aun no viene, pero los demás están por despertar... - Dicho esto soltó mi muñeca, dejándome ir una vez más- Escríbeme cuando llegues...
Como dije, saltar de una torre a un árbol no era tarea complicada para mí, algo a lo que ya me había acostumbrado cuando me escondía en el bosque o me saltaba las clases, llegaría al patio de los dormitorios y luego tendría que buscar mi manera para volver a entrar y llegar a mi cuarto, como siempre a nadie le importaba que un villano pasara la noche afuera, pues ya se consideraba dentro de su marco habitual, los pasillos aun no estaban tan concurridos pues era bastante temprano y al ser fin de semana las responsabilidades eran opcionales, al menos para cualquiera menos para una cabellera rubia que me tropezó sin querer- Lo siento Ramona, no me estaba fijando- Era Apple White, nuestra futura reina, actualmente redimida y arrastrada fuera del closet por su futura reina Darling Charming, que ironía eran los cuentos de hadas... Me agaché para recoger sus libros que se habían caído y entregárselos- No te preocupes, Apple... Los accidentes pasan- Dije sonriendo para luego seguir mi camino, por extraño que parezca de mi hacerlo, no podía ocultar mi alegría luego de despertar junto a Holly.
Había llegado a mi dormitorio donde Justine se encontraba profundamente dormida, con sus zapatillas puestas, me tire a la cama para dormir pero no sin antes escribirle a Holly para hacerle saber que había llegado, no espere un mensaje de respuesta porque a esta altura mi novia bien le podría dar competencia a Briar, probablemente se despierte una hora antes de que llegue su hermana solamente para poder disimular un poco el desorden. A veces quisiera ver su cara cuando se levanta asustada para arreglar todo, me hacía recordar la primera vez que dormimos juntas, no tuvimos sexo aquella vez, pero aquella noche fue la primera vez en mucho tiempo que lograba conciliar el sueño de forma tan profunda.
Al llegar a clases me alegraba pues habían unas clases en específico que no saltaría pues la compartiría con ella, esas clases que nos obligaban a todos cursar sin importar nuestro destino, odiaba escuchar al profesor parlotear temas sobre sus historias descabelladas, pero me sentaba en la parte de atrás y contemplaba a Holly que se encontraba verdaderamente sumida en la clase, a su vez pude observar a lo lejos que no era la única que aprovechaba esta clase, pues Raven y Dexter se veían muy juntos mientras se tomaban las manos bajo la mesa, era un poco cómico observar a un Charming tan nervioso, y como la reina malvada se encantaba por su sonrojo era cosa de otro mundo- Señorita Bad Wolf ¿le aburre mi clase?- Pregunto el profesor Jack B. Nimble- Me abstengo de responder- No me interesaba, solo deseaba verla, así que en lo personal no me importaba lo que pensara este sujeto de mi respuesta- Estas en todo tu derecho de no responder, me gusta eso de los estudiantes que son tan libres con sus pensamientos... Así que con esa libertad tan jovial que tienes ¿Por qué no pasas al frente y actúas algo? - Ni pensarlo- ¿Podría ayudar a la señorita Bad Wolf, señorita O'Hair? - Aunque, mejor dicho, si lo hago- Encantada- Dijo Holly pasando al frente, no respondí nada, pero seguí sus mismas acciones.
Al estar junto a Holly no pude evitar hacer una sonrisa de medio lado- Muy bien, tenemos a dos personas totalmente opuestas así que haremos un reto... Interpretaran una fracción de Rome y Julieta, pueden adaptarla como gusten- Dijo el hombre entregándonos un par de hojas a cada una- Imaginen por un momento esta forma tan descabellada, una tierna oveja junto a un lobo, el romance y el peligro en el aire tal como esa divina tragedia, si alguien puede adjudicar un amor mas puro y noble son totalmente bienvenidos y ustedes señoritas serán las encargadas de reflejar ello- Simplemente parpadee un par de veces confundida ante la explicación del profesor, ¿En verdad colocaron a este hombre como encargado de un grupo de chicos?.
-Mas valga que esto sea nota...- Murmure por lo bajo- Calla ¿Qué es esa luz que brota de la ventana? ¡Es el Oriente, mi princesa es el sol! La naturaleza envidiosa y traicionera, puede morir con tu belleza, pues el sol solo es digno cuando roza con tu piel, el brillo de sus mejillas haría palidecer a los astros que protegen la noche... Como deseara ser su pañuelo para rozar esa mejilla- Dije interpretando lo mejor posible que consiguiera de esas hojas.
- ¡Oh Ramona, Ramona! ¿Por qué eres tú Ramona? Renuncia a tu apellido, cambia tu nombre, si no quieres solo júrame tu amor y ceso de mi destino- No mentiré, sentía que se me iban los colores con solo escuchar su voz.
- ¿Sigo escuchando o le contesto?
- Solo tu nombre es mi enemigo, ¿Qué es el destino? No es pie, brazo, ni cabeza u otro componente; cualquier relato conservaría sus perfecciones que tiene, al perder tu nombre, aunque no te llamases Bad Wolf.
-Te cojo la palabra- Me gire para verle- Solo llamarme "Amor" y seré bautizada nuevamente, no seré la villana del cuento.
- ¿Qué haces aquí? ¿La torre es muy alta para escalar?
- Le he robado las alas a Cupido, pues las paredes no pueden vencer a lo alto de mi amor por usted- Escuchamos unas pequeñas risas al nombrar a cupido- ¿Qué nombre he de portar? Pues solo tu haz de llamarme.
-Sabes que el velo de la noche es tu aliada, pero la luz nuestra enemiga, no preguntare si me amas, porque la respuesta ya la conozco, no quiero que me jures tu amor esta noche porque la premura del momento podría hacer que tu acción sea en vano- Me acerque tomándole por la cintura- Debo admitir que hubiera sido más reservada, si no me hubieras descubierto en plena confesión tan pasional... Es un poco vergonzoso.
-Entonces volveré en el día cuando la luz tan villana aparezca, por esta luna lo ju-
-No jures por algo que cambia tanto.
-¿Entonces porque debo jurar?
-No es necesario juramento alguno, pero si lo quieres jura por ti, pues mi corazón te creerá.
-No puedo jurar algo tan honesto sobre algo tan mundano como lo es mi ser.
-Es muy precipitado que sea esta noche, no me contenta sellar un juramento bajo esa angustia, es imprevisto, precipitado y riesgoso, con cabeza fría pensaremos mañana.
- ¡oh! ¿Planeas dejarme tan poco satisfecha?
- ¿Qué satisfacción podría ofrecerle? - Una de mis manos paso a tomarle el mentón para elevarle un poco el rostro para verme- Creo que sabes que satisfacción sería, princesa...- Dije acercándome un poco más a esos dulces labios que derraban mi veneno con cada beso, deseaba poder saborearlo una vez más, pero la campana sonó dando por finalizada nuestra escena.
-¡Nooooooooooooooooooooooo!- Escuchamos el grito del profesor y nos separamos, el hombre estaba sentado en uno de los pupitres con un pañuelo secándose las lágrimas- Se aman tanto y no pueden estar juntas...
-Profesor, es una actuación, usted las coloco juntas- Dijo Dexter un poco incomodo tratando de consolar al hombre mayor.
-Ah... Es verdad... Soy un gran profesor...- Dijo volviéndose a sonar la nariz- Tienen un crédito extra, ya se pueden retirar.
Todos tomamos nuestras cosas para poder irnos de aquella clase y aun lograba escuchar al profeso sollozando como si hubiera terminado su novela.
- ¿Entonces todos dijeron que deberías de ser actriz? – Pregunte mientras tomaba otro de los mechones de su cabello para cepillarlo- Que princesa tan talentosa.
- Realmente no puedo llevarme el crédito por todo esto, tú en verdad te robaste la escena.
- Soy una villana, puedo robarme muchas cosas más- Dije dándole un pequeño beso en la mejilla, aunque un pequeño aroma particular perturbo a mi nariz- ¿Cambiaste de perfume? – Pregunte un tanto intrigada, aunque era más que obvio para mí que la respuesta sería negativa, pero ese aroma era notorio... Al menos para la nariz de un lobo.
-No, no he cambiado nada...- Dijo un tanto pensativa olfateando su muñeca- ¿Huele mal? – Pregunto dudosa.
-Descuida, debe de ser mi imaginación- Obviamente no era mi imaginación, en cada visita que hacía aquel aroma me golpeaba la nariz, como burlándose de mí, era como si ese olor desconocido me gritaba ¡Mírame! Soy yo ¿Acaso no puedes verme?, odiaba que se burlaran de mí y más algo que ni siquiera puedo ver. Era como si golpearan mi cabeza con bates desde adentro, era un dolor que me provocaba rabiar y no podía callar; pero no soy una damisela, no voy a quedar esperando a que mis pensamientos paranoicos se calmen, soy una villana, mi impulso controla mis acciones, no permitiré que nadie se burle de mí y mucho menos un aroma.
Ocultarse era sencillo, cuando todo el mundo quiere alejarse de ti, tú también te acostumbras a alejarte de todos, sientes que la sombra es parte de ti, sientes su frío como refrescante, mientras que el propio sol se siente como el infierno en vida, el mejor amigo para un villano es su propia sombra y más cuando intentas descubrir la verdad, la verdad es que espiar a Holly no era algo nuevo, había captado mi atención durante un tiempo antes de que comenzáramos a salir, por lo que no era nuevo, así como nuestras primeras escapadas habían sido en la biblioteca donde ella solía pasar mucho tiempo a solas, pero ahora era más una misión de búsqueda, pero en verdad no sabía que era lo que buscaba.
Todo parecía normal, en especial durante las clases, pues me estuvo mensajeando para indagar por mi falta a estas, solamente me excuse que me quede dormida en el bosque y decidí saltarme todo el día, en verdad que ella veía clases aburridas, como lo podía ser "Princesología" ¿Era necesario una etiqueta sobre las coronas? Bueno, al menos no parecía nada fuera de lo normal, hasta que llegaron a la hora de "Cuidados y Gestión de Reinos" había un chico de cabello castaño junto a él, su apariencia era regular, recordaba mucho a un personaje de fondo, por lo visto se cuidaba solo lo necesario, algo flaco para un príncipe, no se veía tan atlético como Sparrow pero tampoco tan flacucho como Humpryh. Patético; fue lo que pensé apenas pude detallarlo bien, pero algo me hacía rabiar, se estaba acercando un poco a Holly como un coqueteo leve, este buscaba su mano a tientas y está la apartaba, la sonrisa coqueta en su rostro, mientras Holly solo daba una disimulada, estaba que saltaba del árbol para entrar al salón y golpear al chico apenas pudiera.
Tal vez era idea mía, pero Holly era como un pequeño cordero, ella no me engañaría de esta forma, era inocente y pura como la lana de oveja, no sería capaz de hacerlo... Ella no lo haría, podría ser cualquiera, cualquier chica de mi antiguo instituto, pudo hacerlo, yo misma pude hacerlo y no me hubiera importado, pero sé que mi princesa no lo haría, Holly no; debería de buscar una causa externa, pues no había duda de que el olor le pertenecía a ese sujeto, no era como si lo oliera desde aquí, pero no podía haber otra respuesta, solo necesitaba buscar a la persona indicada, la única tan chismosa como para contarle cosas hasta a mí.
Era el receso durante algunas de las clases, ella podría ir a buscar algo para comer, podría estar buscando chisme o simplemente tratando de transmitir alguna noticia, no era mi persona favorita en la escuela, personalmente la consideraba demasiado parlanchina, a veces con estar cerca de ella podía sentir como su voz me irritaba los oídos, era como si alguien chillara en mis orejas, pero era la única opción que tenía.
- ¡Hey! ¡Blondie! – Le llamé apenas la vi, estaba tomando un sorbo de una bebida a la que se le desbordaba la crema batida.
- Hola Ramona, ¿En qué te puedo ayudar? – Dijo con su sonrisa de reportera, no era muy fanática de esa sonrisa.
- ¿Quién es el chico que se sienta al lado de Holly en clases? - Pregunte sin rodeos, no me importaba que cuestionara algo luego. La chica rubia tuvo una mirada de confusión en su rostro durante un par de segundo hasta que este cambio de manera tan drástica que casi parecía que fuera desbordar todo el azúcar que se había tomado en su bebida.
- Creo que te refieres a Edrick, es un duque de rango menor, sus padres tienen un pequeño reino, su economía se basa en la agricultura; y muchos consideran que podría ser el futuro príncipe de Holly, recientemente se han acercado un poco, ¿Verdad que se ven lindos?
Con la confirmación de parte de Blondie, la sangre en mis venas, solamente hervía más, contuve la necesidad de gruñir de la rabia, así como de golpear alguna de esas mesas hasta destruirlas, pero me controle, me controle para poder confrontar a alguien y luego simplemente dejarlo todo salir.
-Ya veo... Muchas gracias por tu información, Lockes- Dije con una sonrisa que cualquiera diría que era falsa, pero por lo visto esta le causó pánico a la rubia.
Me dirigí al establo de dragones, me quede sentada en uno de las pacas de heno, aún faltaba para que terminaran las clases, ni siquiera había almorzado, ni me había aparecido a alguna de mis aulas el día de hoy, a la única que le di razón de mi existencia fue a Holly pero cualquiera que cuestionara a Blondie se daría cuenta de que le mentí, pero en mi defensa ella me mintió primero. Estuve en mi asiento durante horas, con la única compañía de los dragones, el sol de media tarde estaba resplandeciendo lo suficientemente fuerte como dando la despedida antes de que llegara la noche.
- ¡Ramona! - Escuche esa hermosa voz que me traería como un cachorro, que me podía llevar al cielo, pero ahora su sola melodía me causaba ira, no podía seguir escuchándola; se acercó animada hasta donde estaba, inclinándose para darme un beso de saludo como siempre lo hacía en estas situaciones, pero sin pensarlo dos veces, coloque mi mano como escudo.
-Tenemos que hablar O'Hair- Dije de manera seria mientras me levantaba de mi asiento, el cual no había dejado durante horas.
- ¿Pasa algo? ¿Estas bien? - Dijo preocupada, tratando de tomarme la mano, lo cual no le permití.
- Debí saber que eras como todos los Royals, aun tienes el descaro de tratarme como que no paso nada- Dije tratando de no mostrar mis colmillos, ni que mis ojos cambiaran de color.
- ¿De que estas hablando? - Pregunto, su mirada me partía, en verdad tenían razón lo que le dijeron sus amigas, era una excelente actriz, pues en verdad pensé que se preocupaba por mí en estos momentos.
-De Edrick- Tan solo pronunciar su nombre y ya no fui capaz de soportarlo, pues esa imagen se proyectaba en mi mente, su estúpido rostro- ¡Los vi juntos! ¡Blondie ya me conto que todos piensan que son pareja! – Mis colmillos salían a la luz y mis ojos ahora eran de un tono amarillo que haría que el sol se cegara de envidia- ¡Además apestas a él! ¿Sera que ya hicieron lo mismo que nosotras?
- ¡Yo nunca hice nada de eso con él! ¡Sabes que eres la única con la que he estado! – Dijo con la voz partida mientras los ríos de lágrimas ya resbalaban por su rostro.
-Bien, eso responde una pregunta, pero ¿Qué me dices del resto? ¿Los rumores son falsos? ¿O incluso mi propia nariz me miente? - Ella se quedó callada unos segundos sin responder nada- Fui tan estúpida, pensé que eras como una ovejita, pero inclusive eres peor que una ninfa.
-Ramona puedo explicarlo, no es lo que piensas.
- ¿Sabes lo que pienso? Que estas buscando príncipe para cuando te toque estar en esa insulta torre, cumpliendo con tu maldito destino, aun cuando es una decisión hacerlo o no.
-Sabes bien lo que pasa con mi familia, ya mentimos una vez, pero no podemos seguir así, si he de cumplir como Rapunzel debo de hacerlo hasta el final, en verdad lo siento.
- Es muy hipócrita de tu parte después de todo lo que te conté, pero siguiendo tu lógica, de verdad debería devorarme a mi propia abuela- Nos quedamos unos instantes en silencio, solo siendo interrumpidas por los leves sollozos de ella- Me voy de aquí- Dije para retirarme, pero una vez más fui interrumpida por su mano tomando la mía.
-Por favor Ramona, podemos arreglar esto... Te amo...- Odiaba escucharlo en este momento, odiaba escucharlo con el llanto de fondo, con solo unos minutos después de prácticamente echarme en cara que solo me quería como una aventura nocturna o un plato de segunda mesa, algo que ocultar a los demás, pero no para ser a quien lleve a conocer a su familia.
-No quiero volver a verte O'Hair- Dije soltándome de su agarre para dejarla allí sola, pero no dudaría mucho esa soledad, pues igual que nuestros encuentros en su dormitorio, me iría antes de que llegara su hermana.
Corrí lo más que dieron mis piernas, necesitaba alejarme de allí, no quería ver su rostro cubierto de lágrimas, ni escuchar su llanto, o percibir su aroma, tampoco deseaba estar cerca de allí, lo único que quería hacer era llegar tan lejos como pudiera en el bosque, soltar un grito más grande que cualquiera de mis aullidos que alguna vez hubiera hecho, tan fuerte que mi quitara la pocas fuerzas que me quedaban, el dolor en mi cabeza se iba a mi pecho, era como si todo mi cuerpo doliera, como si me hubieran dado la paliza más grande de mi vida, mi cuerpo ya no aguataba más, mis ojos volvieron a la normalidad y solo podía quedarme inerte en el frío suelo del bosque... Entonces así se siente estar enamorado.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro