La leyenda

El lobizón es el hombre lobo de Argentina.

La leyenda dice que es el séptimo y último hijo de Tau y Kerana, en quien sobrecayó la mayor maldición que pesaba sobre sus progenitores (esto último, según la Mitología Guaraní), que en las noches de luna llena de los Viernes; y/o Martes se transforma en un "animal" que mezcla las características de un perro muy grande y un hombre (otras veces, también, mezcla las características de un cerdo).

Durante la transformación, el maldecido, comienza sintiéndose un poco mal; por ejemplo comienza sintiendo dolores, luego, presintiendo lo que va a venir, busca la soledad de un lugar apartado, como la parte frondosa del monte, se tira al suelo y rueda tres veces de izquierda a derecha, diciendo un credo al revés.

El lobizón se levanta con la forma de un perro inmenso, de color oscuro que va del negro al marrón bayo (dependiendo del color de piel del hombre portador de "la maldición" ), ojos rojos refulgentes como dos brasas encendidas, patas muy grandes que son una mezcla de manos humanas y patas de perro, aunque otras veces, también tienen forma de pezuñas y despide un olor fétido, como a podrido.

Cuando los perros notan su presencia le siguen aullando y ladrando, pero sin atacarlo, por donde vaya.

Se alimenta de las de heces de gallinas, cadáveres desenterrados de tumbas y de vez en cuando come algún bebé recién nacido que no haya sido bautizado.

¿Conoces a alguien que cumpla con estas características?

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La información citada, no es de mi autoría. Fue sustraída de una página sobre Leyendas Argentinas.