Como lo habían prometido, la princesa y el hijastro del Sol, se siguieron viendo en aquella montaña donde se podía divisar la Tierra, las flores en primavera florecían como nunca, los ojos de Luna se deleitaban con tan inmensa belleza, no podía evitar sentir algo de nostalgia al recordar a su padre, un hombre sabio, humilde y con un gran sentido del humor, todos en el reino lo querían, pero desapareció sin dejar huella la vez que bajo a la Tierra por aquella rosa roja.

- ¿En qué tanto piensas princesa? - LobLun miraba la Tierra, el aura de esta era color azul claro, era hermosa.

- Pienso en mi padre - Suspiro - Si tan sólo no le fuera pedido esa rosa, él estaría aquí conmigo.

- No te culpes princesa - Tomó su mano haciendo sonrojar a Luna - Tu padre era un buen hombre, quería cumplir el deseo de su única hija.

Luna no quitaba su vista de su mano unida con la de LobLun, era la primera vez que tocaba a un hombre que no fuera su padre, este chico la hacia sentir cosas, cosas que nunca había ni creyó sentir.

- D-Debo irme - Luna quitó su mano y se levantó - Hasta una próxima vez Lob - Luna empezó a caminar pero se resbaló cayendo en los brazos de LobLun.

Estos se miraban fijamente, un áurea de luz los iluminaba completamente, sus corazones empezaban a latir con rapidez, sus respiraciones empezaban a mezclarse y poco a poco LobLun estaba más cerca de los dulces y delicados labios de su amada. Luna cerró sus ojos delicadamente esperando a lo que sería su primer beso.

LobLun cerró sus ojos al igual que ella y se dispuso a disfrutar de lo que tanto había esperado. Un beso, un delicado beso, no había prisa, ni deseo, ni mundo a su alrededor, sólo eran ellos dos, hundidos en un beso tierno, amoroso y lleno de emociones nuevas para los dos, ambos sincronizaban sus movimiento volviéndose uno sólo, este era el momento más perfecto para los dos, si era un sueño, no quería que terminara jamás.

_______

LobLun se encontraba en el balcón de su casa admirando las estrellas que estaban cerca de la Tierra, en la luna siempre era de noche, pero al parecer allá abajo se iluminaba por un tiempo determinado, era fascinante el ciclo de la Tierra y la naturaleza.

- Hola hermanito - Para ella, LobLun era como su hermano, nunca lo vio de otra manera que no fuera un cariño de hermandad.

- Hola Acuar - Acuario era la mejor amiga de LobLun, una chica hermosa en la cual el confiaba ciegamente - Hoy ha sido mi mejor día.

Acuario rió fuertemente al ver a su amigo de esa manera, sus ojos tenían un brillo diferente, de algo estaba segura, LobLun estaba feliz y enamorado.

- Cuentame lo que pasó con la princesa - LobLun lo miro sorprendido ¿Tan obvio era? - Vamos LobLun, no hay nada que te haga más feliz que la princesa, si estás en ese estado, ella debe ser la razón.

- La besé.

- Woow, así se hace hermanito.