Capítulo 3
Ambos se quedaron por un momento quietos, sentían una atracción extraña que recorría sus cuerpos, LobLun sentía más atracción que cuando la veía de lejos y Luna sintió por primera vez un cálido sentimiento que llenaba su corazón.
- Lo... Lo siento, es que si me ven fuera des castillo, lo más probable es que me castiguen - LobLun asintió, ahora veía que la vida de una princesa no era una cosa maravillosa.
- Ven - LobLun tomó la mano de la princesa y la llevó a un lugar que sólo conocía él.
- ¿A donde me llevas?
- Ya lo verás.
LobLun caminaba con cautela, no quería que vieran a la princesa, ésta oportunidad se la había otorgado el universo y por nada del mundo la iba a desperdiciar. LobLun y Luna, habían llegado a una pequeña montaña, una de las pocas que había en la luna, desde allí se podía apreciar la Tierra, incluso mejor que desde el castillo.
- Es hermoso - Los ojos de Luna tenían un brillo que jamás nadie había visto, LobLun estaba asombrado por la belleza de su amada, era única y perfecta - Gracias, desde mi castillo no se pueden apreciar estas rosas - Le sonrió - ¿Cómo te llamas?
- Y-Yo un gusto - Hablo nervioso lo cual le pareció tierno a la princesa - Me llamo LobLun.
- ¿De quién eres hijo? - Luna empezaba a sentir una gran curiosidad por el chico junto a ella.
- Del Sol - Luna lo miró sorprendido, ella tenia entendido que los hijos del Sol tienen nombres en honor a los planetas de su sistema solar, pero él, él era diferente.
Luna decidió no preguntar más, recordaba con atención las palabras de su padre a la hora de tener una curiosidad.
" Querida hija mía, te diré algo, cuando tengas una duda y sabes que tal vez la respuesta te pueda lastimar, entonces piensa dos veces, no preguntes algo de lo cual no quieres saber la respuesta" La princesa pensaba en su padre mientras admiraba las hermosas flores que se veían desde ese lugar, definitivamente la Tierra era un lugar hermoso, los humanos tuvieron mucha suerte al haber obtenido un planeta como ese, ojalá lo cuidaran y lo amaran de la misma manera en la que lo hace la hermosa Luna.
- Lamento lo de tu padre - LobLun rompió en silencio que yacía en la mitad de los dos, ella lo miro fijamente y sonrió, una sonrisa que hacia que su corazón latiera con fuerza y desesperación.
- Gracias Lob, mi padre bajo un día a la Tierra para traerme una rosa roja, mi mayor capricho - Suspiró - Pero lastimosamente nunca volvió, me quede sola sin madre y padre, allí contrataron a Sate, mi nana, aunque yo la considero como una madre para mí.
- Luna
- ¿Dime?
- ¿Crees qué nos podremos ver después? - LobLun rasco su nuca más nervioso que antes, si le decía que no, perdería su oportunidad de ser feliz junto a la persona que ama.
- Claro - Sonrió y se levantó de su sitio - Este se ha convertido en mi lugar favorito, volveré siempre que pueda y aquí te veré.
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