—¿Estás listo, cariño? —preguntó Shinya a su pequeño hijo—. Ya es hora de irnos, o vas a llegar tarde —le recordó.

—Ya voy, sólo tengo que agarrar la maqueta, pa —avisó el azabache menor mientras salía del baño.

—Ten cuidado con eso —advirtió el albino—. No vaya a ser que la rompas y termines con una mala nota.

—¿Que rompas qué, Yuu? —inquirió Guren apareciendo desde el cuarto que compartía con su esposo; sus cabellos estaban desarreglados y bostezaba en señal de que recién había despertado.

El ojiamatista se acercó hasta su esposo y apoyó su cara en el hombro de este sin dejar de ver a su pequeño.

—Mi maqueta —le sonrió el infante a su padre enseñándole el objeto que era sobre el sistema solar.

—Entonces Shinya tiene razón —dijo y caminó hasta el niño para revolvolverle el cabello—. Ya vete, enano.

—¡Oye! ¡estoy midiendo más del metro! —rezongó el ojiesmeralda con sus mejillas infladas.

—Un metro y dieciocho centímetros —se mofó su padre.

—Ya no lo molestes, Guren —pidió el albino divertido—. Por cierto, tu desayuno está en el microondas, dormiste mucho y se enfrió —avisó sonriendo a su esposo—. Yuu, toma tus cosas, y vamos.

El azabache mayor suspiró, pues él quería desayunar en compañía de su familia —aunque no lo diría en voz alta—, pero habiéndose trasnochado por culpa de estar calificando los exámenes de sus estudiantes de preparatoria, era un deseo difícil de cumplir, ahora se arrepentía de no haber dormido en sus horas, a pesar de que tenía el día libre y por eso lo había hecho.

—Nos vemos más tarde —murmuró el ojiesmeralda acercándose al azabache mayor.

—Nos vemos, enano —musitó Guren revolviéndole nuevamente el cabello.

—¡Andando, pa! —gritó emocionado el pequeñuelo.

El albino sonrió y se acercó a su esposo para despedirse también.

—Te veré luego, Guren —espetó poniendo una de sus manos en el pecho contrario para darle un piquito en los labios a manera de despedida—. Te amo.

Entonces, sonriendo, tanto Shinya coml Yuu salieron de la casa, dejando a Guren solo en la sala, al menos hasta que sintió su panza rugir por hambre y recordó lo dicho por su esposo, y entró en la cocina.

Mientras tanto, padre e hijo caminaban hacia la escuela primaria, e iban repasando la exposición sobre la maqueta del sistema solar que les tocó hacer a ambos.

—Muy bien, ¿y el sol es...?

—La estrella más grande y el centro del sistema solar —contestó el infante casi automáticamente.

—Perfecto —rió Shinya ya estando en la entrada de la escuela—. Ya sabes; respira, habla despacio y a un volumen en que todos oigan, no tartamudees y mira hacia al frente.

—Ya sé, ya sé —rió Yuu—. Pa, ya puedes darme mi mochila.

—¡Ah, cierto! —el albino se rió nervioso poniendo el dichoso objeto en la espalda de su hijo—. Suerte en tu exposición, cariño.

—¿No me vas a dar un abrazo de la buena suerte? —inquirió un poco tímido el más bajo.

Shinya casi se derrite, su bebé era tan tierno pero ya era un niño grande, y pensar que en ese momento su pequeño se veía tan independiente hacía que se le rompiera el corazón en miles de pedacitos.

—Claro que sí, mi vida —accedió el mayor, agachándose hacia el ojiesmeralda y rodeándolo con sus brazos—. Mucha suerte, bebé. Te amo, te amo, te amo.

—Yo también te amo, pa —murmuró besando la mejilla pálida—. ¿Papá vendrá a recogerme? —preguntó, a lo que recibió una afirmación—. Nos vemos en casa entonces.

—Nos vemos en casa —suspiró viéndolo entrar al edificio educativo.

Ya dentro de la escuela, Yuu estaba en su salón de clases sentado en su pupitre con algunos de sus amigos rodeándolo para charlar.

—Mi mamá me ayudó a estudiar —presumió uno de los niños mostrando su maqueta sobre el planeta tierra.

—A mí me ayudó mi pa —alzó los hombros el pequeño azabache—. Y también me ayudó a hacer la maqueta.

Todos los niños platicaban emocionados de sus exposiciones y de quien les había ayudado a estudiar y todas esas cosas; el salón tenía un ambiente de cierta emoción.

—Buenos días a todos —saludó el docente entrando al aula algunos segundos después de que sonara la campana para empezar las clases.

—Buenos días, Ferid-sensei —saludaron los niños a coro mientras cada uno de ellos buscaba su silla y se sentaba para poder empezar la clase.

—Hoy tendremos las exposiciones sobre la vía láctea, ¿no es así? —el peliplatinado sonreía, los niños contestaron al unísono que sí—. Akio-kun, tú escribiste el orden en que van las exposiciones, ¿puedes decirme quién va primero?

El niño asintió y buscó en su cuaderno la lista que su docente le había hecho escribir como castigo por portarse mal.

—Eh... Primero expone Yuuichirou con el tema del sistema solar —anunció.

—Muy bien, Yuu-kun, ven aquí —llamó el ojirubí.

El aludido tomó su trabajo orgulloso y se encaminó hacia al frente del salón en donde estaba su maestro, pero jamás en la vida hubiese esperado que a medio camino se fuera de boca al suelo con todo y trabajo, arruinando este; y para rematar, un líquido pegajoso cayó sobre su cabello, frente y algunas partes de sus orejas.

—¡Yuuichirou! —el docente corrió alarmado a ayudarlo. Aquel sistema solar echo de papel maché, estaba destruido en el piso.

Cuando el pequeño azabache estuvo de pie con la ayuda de su maestro, notó que todos sus compañeros lo miraban, y notó también el tarro de pegamento abierto y volcado sobre el pupitre de un niño rubio que tenía los ojos abiertos a más no poder.

Las risas de los otros chiquillos no se hicieron esperar, y tampoco las lágrimas que se aglomeraron en sus pequeños ojitos verdes; esa había sido la peor humillación de su vida.

Todo por culpa de ese tonto niño rubio.

Ay, yo adoro un montón la relación de padre e hijo que tienen Shinya y Yuu :"3

Y bueno, me nominaron a un reto, so, no hay problema si no quieren leerlo eue

15 cosas sobre mí:

• Me gustan los animes viejos, o sea, el tipo de dibujo, idk

• Soy de gustos variados en la música

• Me encanta el café

• Le tengo aversión a las aves, por no decir miedo ah

• Tengo dos gatos

• No soy super fan de las flores pero me gustan

• No me gusta la sardina

• El polvo me da alergia

• Nunca me he fracturado

• Me gusta escuchar podcast paranormales mientras trabajo

• Me gusta más quedarme en casa que salir

• Me encanta bailar sola en mi cuarto xD

• No suelo salir de noche

• Me trasnocho mucho

• Tengo ojeras grandes

Espero les haya gustado el cap y toda la edición uwu

Bye!